21.

Mayo.

Al caer la noche Jungkook despertó, se enderezo entre la oscuridad de la recamara y miro a su lado, pero encontró vacío, tallo su rostro con sus manos y se quitó el exceso de lagañas, bostezo largamente y se colocó de pie en busca de su amado esposo, Jungkook se acercó hasta el balcón de la recamara y noto a su esposo beber de una copa de vino mientras miraba la hermosa ciudad de París.

—París suele ser hermosa de noche. —Dijo y sobresalto al castaño quien se giró a verlo.

—¿Te he despertado? —Pregunto Taehyung y Jungkook negó.

—No, he despertado solo en la cama sin tu compañía ¿Sucede algo? —Pregunto al notar que había cierta melancolía en el castaño.

—Por favor toma asiento. —Pidió y Jungkook se acercó de inmediato.

—He hablado con mi madre hace unas horas, hemos hablado de muchas cosas y se puede decir que estamos bien pero aun preferimos mantener la distancia, es raro, pero ya no complicado. —Comento y Jungkook asintió para así abrazarlo.

Taehyung se separó de Jungkook y camino hasta el sillón donde se encontraba el azabache, se sentó en medio de las piernas de Jungkook y recargo su cabeza en el pecho de este.

—¿Quieres salir de dar una vuelta a París? —Pregunto Jungkook y Taehyung negó.

—Hoy no, hoy quiero que la pasemos aquí y veamos el amanecer juntos. —Susurro Taehyung y Jungkook asintió mientras miraba la gran torre Eiffel ser iluminada por reflectores.

Taehyung se giró de la nada y se sentó sobre el regazo de su esposo, Jungkook lo miro sorprendido y sin saber cómo reaccionar.

—Jungkook, eres mi esposo, tienes que enseñarme parís. —Dijo en un puchero y Jungkook ladeo la cabeza confundido.

—Pero dijiste que no querías salir ¿Puedes sentarte correctamente y hablamos? —Pregunto reteniendo su poca cordura de tumbar a Taehyung al sillón y hacerlo suyo.

—No, quiero sentarme aquí, siempre me sentaba aquí. —Susurro y Jungkook lo miro con sus ojitos bien abiertos.

—¿Qué dijiste? —Pregunto ya no queriendo llorar.

—Me gustaba sentarme en tu regazo siempre que podía, también las veces que me hiciste el amor, incluso aun cuando estaba permitido me sentaba. —Comenzó a decir y Jungkook empezó a recordar todas aquellas veces que Taehyung se sentaba sobre él en sus piernas.

—He recordado cosas Jungkook y entre ellas de que te he amado más que a mi propia vida. Que tengo un hermano adoptivo al que amo y que a pesar de la ausencia de mi padre y el dolor del desprecio de mi madre siempre me tuviste como primera y única opción, tú me hiciste sanar, tu amor me está curando. —Jungkook beso a Taehyung sin pensarlo dos veces.

—Tae. —Murmuro al separarse ligeramente y miro los ojos de su amado.

—Si, si quiero Jungkook. —Susurro y miro a Jungkook directamente a los ojos, ambos deseaban que todo aquello pasara.

Era un paso aún más grande para Taehyung, pero confiaba en Jungkook y está seguro de que el azabache jamás lo lastimaría.