Competencia
"Hablan, hablan y hablan.
¿Me conocen para decir que me aman?
¿Puede un abrazo efímero parar el alma?
Hay tantas cosas que no cuadran... "
[ ... ]
Intento sanar un poco mi corazón. Estas últimas semanas me han dejado hecha polvo.
Pero se hace tarde, y ninguna lección de vida viene a mi cabeza.
"No le des tantas vueltas", me decía.
Pero hay tantas malas energías... Allá a donde voy, persisten.
"No sufras", "no llores", "relájate".
PARAD.
Cansa que todo el mundo tenga que decidir cómo me tengo que sentir. Cansa que tenga que verme como una marioneta día y noche porque no seáis capaces de redirigir vuestras vidas.
Presión, obligaciones, responsabilidades, gritos, insultos, falta de tiempo...
Un "haz esto" o "haz lo otro"; un recordatorio de que "lo haces todo mal".
La culpabilidad de "que me hayas hecho pensar así" o de que "ah, dijiste esto".
La comparativa de que "yo lo estoy pasando peor" o de que "no te puedes quejar de nada, porque eso no es un problema".
¿No podéis dejarme en paz?
¿Acaso está mal sentirme triste? No estáis ni un cuarto de tiempo en mi vida como para opinar si es justo que sufra o no.
¿Desde cuándo se ha convertido en una competición?
"Aquí estamos sufriendo todos, no eres la única". Pues claro que no soy la única, pero, ¿por qué tengo que estar 24/7 atenta de si vosotros estáis mal? ¿Acaso está prohibido decir que algo no está funcionando correctamente dentro de mí?
"Tienes que ser fuerte". ¿Para quién? ¿Para vosotros? ¿Para vivir un machaque emocional día sí y otro también? ¿Para que podáis jugar conmigo cómo os plazca?
"Ay, bueno, si no puedes venir, no pasa nada. Pero... Me harías un gran favor".
No pensáis en nadie.
"Uy, qué ojeras tienes".
Pero, luego, no os interesa saber que no he dormido ni cuatro horas la noche anterior, ni que me haya tenido que levantar a las siete de la mañana para estudiar, ni que lleve días sin comer, ni que se me cierren los ojos mientras conduzco... Solo os importa buscaros el mayor beneficio.
Y cuando digo que no, solo aparecen las quejas y las ironías.
"Ah, muchas gracias, eh. No me pidas nada después".
"Qué desagradecida. Con todo lo que hemos hecho por ti".
"O ayudas, o ya sabes dónde está la puerta".
[ ... ]
Me gustaría que todo fuese diferente.
Pero como no lo será, por mucho que lo desee, solo me queda refugiarme en el abrazo de mi abuelo antes de irme a dormir.
Afortunadamente, ya está en casa.
XXXXXX
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top