En mi último escrito sellé unas palabras que ni yo misma comprendía. Me pasé toda la tarde pensando el porqué de aquel vacío que no merecía salir a la luz en aquellos momentos tan tranquilos con mis amigos. No obstante, aquel remordimiento jamás abandonó mi corazón ni aunque se lo pidiese. 

Y hoy, hace unos minutos, he comprendido que mis palabras estaban llenas de un futuro que aún no había querido acercarse a la luz. 

Aquel escrito, cómo pasó con mi pequeña hace medio año, predijo algo que ocurriría y que no volvería a arreglar de ninguna manera existente. Y me siento inútil porque pude haber imaginado lo que estaba por llegar, ya que esta situación era obvia para muchos. 

Sin embargo, una llamada se hizo a mediodía y mi alma cayó. 

Me siento culpable porque mis palabras se hacen reales antes de empezar a existir; mis sueños se hacen premonitorios sin poder hacer algo al respecto y mi corazón se rompe porque coge la responsabilidad de cuidar de los demás sin siquiera conocerlos.

Y tengo miedo. 

Miedo a fallar siempre; a no reaccionar a tiempo; a que el futuro se haga con el control de mi presente; a que vosotros también os vayáis después de saber cómo soy en realidad.

Destrozo vidas sin abrir los ojos; las pesadillas son la resurrección de un destino que jamás se eligió.

"Perdóname... Nunca fue mi intención arrebatarte la vida con mi ignorancia"

BEE