No sé quién te crees que eres para decir que eres alguien respetable cuando tú no demostraste nada para merecer tener ese nombre tan "leal".

De nuevo, me ha tocado pasar por esto solo. Creerme el rey del mundo y calmar mis ganas inmensas de desaparecer. 

Y no, no ensucié nada que tuviera que ver contigo. Tú vas haciendo las cosas mal; yo simplemente me desahogo con las personas que creo que tienen todo el amor que tú no fuiste capaz de darme, ya sea por miedo o por mera cobardía.

No, no soy la persona falsa que tú ahora crees que soy. En ningún momento hablé de ti a tus espaldas ni te engañé. Yo soy, al igual que los demás, una persona que se enteró de algo que lo rompió en pedazos y buscó un hombro en el que llorar. 

No me vengas ahora como la víctima, porque yo fui el primero al que heriste sin razón. Y me dan igual las excusas, me cansé de escuchar tus versiones. Me agotó sentirme como una escoria siempre. 

Y muchas gracias por haber aparecido semanas después para hacerme saber que todo fue una mentira. Gracias por haberte mostrado tal y como eres: una rata sucia. 

Y sí, mereces oportunidades, como todo el mundo, pero yo no soy el indicado para dártelas; me has menospreciado desde el primer momento en el que me hablaste.

Perdón por haber creído que eras diferente, que eras un ser perfecto... No siempre las cosas son como uno las quiere hacer ver.

De nada por haber sido yo, real; llevando, pese a todo, la verdad por delante, sin mentiras, sin engaños.

BEE