Hay años que se pierden, ya sea por miles de palabras, por cien actos o por un mero segundo.

Hay años que desearía no haber vivido, y no por el dolor de haber perdido a un amigo, a un familiar o a una mascota; sino por haberme perdido a mí misma.

He tenido sueños que se han convertido en pesadillas. He tenido confidentes que ahora ya son invisibles en mi día a día.

He tenido tantas cosas... Pero ninguna se ha podido comparar con no haberme tenido a mí en los peores errores de mi vida.

Me he dejado de lado, y todo por ser un personaje secundario en la historia de otro.

Nunca me lo perdonaré.

¿Qué importa decir que estoy bien si después nadie me preguntará por qué lo estoy? ¿Qué importa pensar en un mensaje, una mirada o en una canción si no son una prioridad?

No tendría que ser así, pero lo es. No somos nadie a excepción de para nosotros mismos.

Yo misma he visto cosas. Yo misma me he enfrentado a circunstancias que no tendría que haber vivido nunca...

Y yo, y solo yo, seré la única que sienta mi último aliento, mi última caricia y mi última sonrisa.

Y eso es lo que quiero que entendáis. Los años se acaban en un segundo y, en vez de pasarlos a ciegas, deberíamos vivirlos aprendiendo a conocer cada parte de nuestro ser.

Al fin y al cabo, ese es el sentido de esta vida...

Conocer y aprender de ella.

BMF~