Querida mx:

Me gustaría no escuchar tus gritos a todas horas.

Que no criticaras tanto todo lo que hago.

Que todas tus palabras no fueran insultos hacia mi persona.

Que teniendo los años que tengo, no me tomaras por una persona inútil, que lo único que consigue es hacer las cosas mal.

Por una persona que no sabe cocinar; que no sabe planchar ni poner la lavadora; que no tiene idea de poner un lavavajillas o de hacer la cama; que es incapaz de dar los buenos días como es debido...

Que destroza toda la calma que intenta cosechar...

¿No eres consciente de lo que provocas en mí?

Sufro.

Sufro por ti desde que me levanto hasta que me acuesto.

Sufro por esos ataques de agresividad.
Sufro por todas esas puyas que sueltas por la boca tanto a mi ángel como a mí.

Sufro por que ella tenga que saltar para protegerme, ya que yo me quedo en blanco e incapaz de moverme.

Sufro porque tú eres el único problema que tengo, y, por desgracia, el más importante.

El más relevante porque te quiero más que a nadie, a excepción de ella.

Te quiero, por eso me lastima que seas tú el dolor inmenso que habita en mi pecho: porque sé que jamás cambiarás; porque todos estos enfrentamientos seguirán vigentes hasta que decida irme de casa; porque cada parte de ti sabe que está haciendo todo erróneamente, pero no hace nada para impedirlo.

Te enfadas porque quiero aprender, porque todo en mí no es perfecto; te cabreas porque no paso tiempo contigo, cuando en realidad eso es lo único que me gustaría hacer: estar a tu lado.

No me comprendes, ni me conoces, ni me escuchas, ni te pones en mi lugar, ni sabes qué hago o dejo de hacer, ni te interesa el porqué estoy tan cansada últimamente, ni te preocupas por sonreír una sola vez.

Solo piensas en ti, y eso claramente es egoísmo. Te haces la víctima, te pones a la defensiva, pero no procuras arreglar los imprevistos.

Por ende, ahora estoy a punto de ponerme a llorar porque me estresa todo esto. Me estresa de sobremanera que todo lo que tenga que ver contigo se vea de un color tan oscuro.

Con cariño oculto,
XXXXXX