18/06/16 (16:57)
No hace ni una hora desde que me he levantado y aun tengo demasiado sueño. Quiero seguir tumbada en la cama y saber cómo termina mi última pesadilla. Se me ha quedado un nudo en la garganta y me cuesta pensar con claridad. Como si lo que estuve viviendo en ese sueño, por algún casual, también lo estuviera viviendo en la vida real. Llevo días así; estoy demasiado asustada. Cada segundo que pasa me siento como cuando empecé a alejarme de mis amigas. Me siento fuera de lugar, olvidada, despreciada... Y no sé realmente la razón de por qué pienso de esta forma tan negativa.
Ayer todo fue un asco. En el concurso de talentos fui humillada indirectamente por unas chicas que bailaron mejor que yo de aquí hasta Roma. Sí, yo soy autodidacta. No he aprendido ningún paso de baile en ninguna academia. Los aprendí por mi cuenta, sin profesor y sin ayuda. Pero ellas me dejaron en ridículo siendo las ganadoras de aquel concurso y siendo ellas y yo las únicas que bailamos. Cuando las vi bailar algo se rompió dentro de mí. Además de tener mejor cuerpo que yo, ellas nunca podrían estar a un nivel más bajo que el mío. Nunca.
Yo nunca podré tener la oportunidad de ir a ninguna escuela para que me enseñen a bailar tan bien como ellas. Yo nunca podré estar a su altura.
Mi vida no hace más que complicarse por momentos. Ya no les veo, ya no hacen por verme, ya no me responden... Y ellos no se dan cuenta de que quiero aprovechar el poco tiempo que me queda estando al lado de todos, sonriendo, divirtiéndome. Echo de menos a Senpai, pero él no vino hoy al pueblo y tampoco he podido ir a Madrid a verle.
Echo de menos a Diana, pero sé que ella está haciendo cosas con su madre en estos momentos.
Echo de menos a Álvaro, pero siento que le pasa algo conmigo. Siento que se está alejando de mí o no quiere estar conmigo como antes.
Echo de menos a Giselle, pero no me responde a los mensajes y tampoco encuentro su fijo para llamarla.
Echo de menos a Yandry, pero sé que yo no sería la primera a quien llamara para quedar.
Echo de menos a Viki, pero no puedo decirla de quedar así, sin más... Ella ahora tiene mejores amigas que yo.
Echo de menos a Brendan, pero él no se ecuerda de mí, y ni quiere saber nada que tenga que ver conmigo.
Echo de menos a todo el mundo pero nadie esta aquí ahora. ¿Por qué me vuelvo a ver sola en esta habitación? Necesito una mano, una pequeña mano que me agarre. Pero nadie se gira a verme y tengo que tragar mi angustia en un maldito papel. Me lleno la mano de tinta y no hago más que manchar las orillas de esta hoja.
Ojalá me escuchárais ahora, así yo no tendría que ir tras vosotros para no ser olvidada. Es demasiado humillante.
Bee~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top