Hay ocasiones en las que pienso en que las palabras no existen. No tengo ni idea de si sale algún sonido de mi garganta o si solo hago el amago de.

Si es un sueño y nada más.

Porque a veces me encuentro en la situación de estar sumergida en un mar profundo, con los ojos muy abiertos, viendo una oscuridad borrosa, y millones de siluetas nadando a mi alrededor, como si de almas errantes hablásemos.

Y luego me hallo preguntándome si soy yo la errante, ya que son los hechos los que me desorientan y me hacen no querer salir a la superficie para coger aire.

Y no es dolor lo que siento en estos momentos.

Es lo mismo de siempre.

Atardeceres y amaneceres hermosos, pero que duran un mísero segundo.

Y no varían.
Como digo, es lo mismo de siempre.
Y me temo que así se mantendrá hasta que yo no tome un nuevo rumbo hacia la luz.

Hasta que la soledad no sea un problema.
Hasta que mis pensamientos me dejen dormir tranquila.
Hasta que salir de la cama deje de ser una necesidad.
Hasta que yo empiece a ser yo de una vez...

BMF~