16/12/17
Faltan unos pocos días para que nos den las vacaciones de Navidad. Sin embargo, este año no le encuentro el mismo sentido a nada, ni a colocar el árbol en mitad del salón, ni a decorarlo en familia como si fuéramos grandes imitaciones americanas. No me hace feliz abrir cada rama de plástico porque lo hago sola. No me agrada sentarme en el suelo estando constipada y perderme en los laureles... No me siento yo.
No quiero que se repita la misma historia de siempre: creerme que todo está bien y que el año que viene todo irá mejor. Eso no pasará.
Cada día mi situación mental empeora. Envejezco, me subestiman, me engañan... Y yo intento, como siempre, mantener la calma porque si no, encontrarán otra razón para criticarme. Nunca debo bajar la guardia, me miran atentos; nunca se han ido de aquí las sombras. Si alguien me hubiera visto llorar por mi gata muerta en el baño, hubiera pensando que estoy loca... Y quizá lo esté. Quizá me falte algo dentro de mí ahora que ella no está. Y es que me he cansado de fingir que lo voy superando cada día; me cuesta ocultar a mi mejor amigo que no lo creí cuando me dijo que superaríamos este problema juntos. Ya sabía que él no estaría aquí ahora. Sigue bajo los efectos de un alcohol falso.
Sin embargo, yo sigo sobria en esta habitación tan oscura.
¿Qué pasará cuando den las doce? ¿Todo pensará cambiar por una vez a mejor? ¿Yo seré yo por una vez? ¿Sonreiré por fin sin presiones? ¿Dejaré de escuchar algun grito por detrás de las paredes?
¿Mi mejor amiga volverá a escribirme?
Si lees esto, me gustaría hablar contigo ahora, pero no tengo móvil... Y no sé si volveré a recuperar algo de él. Te echo de menos. Intenta buscar alguna manera para hablar conmigo, por favor. Me siento ahora demasiado perdida sin ti.
¿Conseguiré olvidar lo que siento por aquel imbécil? Me gustaría ayudarte a ser quien eras. Estás muy lejos de casa. Necesito volver a sentir que ese tú está cerca de mí y aún no ha desaparecido de este mundo tan falso.
¿Terminaré mi nuevo libro? Tengo tantas ideas en mente que asusta.
¿Conseguiré mejorar en mis estudios? Me gustaría no verme como un bicho raro entre tantos "cerebritos" consentidos.
Y no sé si será verdad lo que insinuó mi orientadora aquella vez que fui a verla, pero hoy me siento más sola que nunca. No es que lo esté realmente, pero hoy no tengo con quién salir; hoy nadie viene a verme por miedo a cruzarse con mi madre en la puerta de mi casa; hoy a nadie parece que le importe lo suficiente como para hacerme cambiar de opinión.
Por eso, seguiré diciendo que no me importa.
BEE
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