10/12/17 (14:33)
La espalda me mata. Ya no puedo mantenerme recta en la silla de mi cuarto. Los pensamientos inundan mi mente cuando todos se van. Me quedo mirando las nubes cuando estoy sola en mitad de la noche. Me gustaría compartir un buen momento con alguien, sin decir nada ninguno de los dos, solo que nos miremos y sepamos que ambos necesitamos tiempo para callar todas nuestras sombras, que nos perturban sin haber hecho nada para que nos persigan cuando no miramos. Ahora solo quiero que me presten atención porque voy a decir algo que va a cambiar el mundo.
Y sí, estoy convirtiéndome en mi peor pesadilla. La luz ya no es importante. ¿Qué más da si ahora no vuelves y no recuerdas todos esos momentos buenos en los que yo me apoyo? En estos instantes no puedo creer en tus palabras. Las grabaciones son voces que tienen miedo a ser olvidadas en cuanto la cabeza se hunda en lamentos rasgados. Todos mentimos alguna vez, pero la peor mentira es decir la verdad a la persona equivocada, porque te culpas por no haberlo cumplido en el momento oportuno; cuando el cambio no llamó aún a la puerta de tu habitación, te creíste más fuerte que cualquiera, porque todos esos trozos de tu corazón todavía no habían saboreado aquella amarga realidad que todos queremos evitar, pero que tarde o temprano acabamos saludando sin querer.
El tiempo nos cambia, nos hace seres que solo buscan un bien propio en un mundo que no existiría sin la ayuda de uno más. Sin embargo, no entiendo el por qué de ese cambio. Éramos felices sin preocuparnos por lo que viniese después. Manteníamos la calma en los momentos de presión y de dolor... ¿Por qué tuvo que cambiar lo bueno? ¿Por qué tuve que perderte cuando más necesitaba tu mano? Aquel tacto por mi piel ya no se ve real. Yo no soy real. Me has borrado tan bruscamente de tu vida que has terminado doblando aquella hoja a la que no dejabas de llamar destino. Poco a poco, voy terminando mis pasos hacia ninguna parte, y lo gris se hace rojo sangre. La humillación se tiñe de ansiedad. Sentir que nada tuvo sentido para ti, solo un segundo más de los millones que vivirás en tu corta existencia... Me mata a mí ahora. Tus segundos no son los míos. Tu respiración no es la misma que yo respiro. Ese hilo rojo acabó de cortarse en cuanto tú diste aquel paso en falso.
Siento haber sido yo el mayor error que cometiste...
BEE
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top