¿Pero qué narices me pasa?

Estoy dándole vueltas una y otra vez a la misma historia.

No me entiendo. No paro. Suspiro. Me ahogo con mi propia frustración. Lloro.

¿Qué debo hacer?

Esto me está matando, y no estoy segura de lo que se supone que es "esto".

Porque no consigo concentrarme en un punto y llamar la atención de una sola cosa. No. Me está dando un gran mareo solo porque siento todo a la vez: vacío, calor, frío, emoción... Ansiedad.

Me está entrando ansiedad por pensar demasiado. Patético.

Ahora debería ponerme a estudiar, se supone.

Pero no puedo evitar reírme de mí misma porque es lo último que voy a hacer.

Me doy asco, y no un asco por cometer errores, los cuales cometo siempre, sino porque me doy lástima. 

Me estoy creando un dolor innecesario solo porque no sé qué hablar con el chico que me gusta.  Estoy haciendo el tonto, me vuelvo fría, digo tonterías y deseo morirme en el más efímero infierno. 

Buah, ahora doy mucha más pena que antes.

Debería irme unos cuantos días más. Creo que será lo mejor... Cuando termina la semana, termino totalmente agotada tanto moral como físicamente. Me estremezco porque lo único que me interesa en estos momentos es comprar un helado de tarta de queso, meterme en la cama con las sábanas cubriéndome hasta la nariz y dejar mi mente en blanco por incontables minutos, u horas... 

¿Qué se supone que debo hacer? Digo que son rayadas mías, pero, en el más mísero fondo de mi corazón, me importan esas rayadas. Son la causa por la que hoy no me encuentro bien, por la que yo me he levantado sin voz o sin ganas de levantar la persiana para presenciar la luz solar traspasando mi ventana. Estas rayadas, por muy tontas que sean, son parte de mi existencia.

Una existencia que estoy dudando mucho que tengo.

¿A qué se debe todo este nerviosismo? Ah, ya lo sé...

Tengo miedo de que te olvides de mí. 

He resultado ser mucho más patética de lo que me esperaba... Wow.

Tengo miedo de que, en el caso de no encontrar las palabras correctas, se vaya todo lo que has empezado a sentir por mí por mero aburrimiento.

Porque soy aburrida. 

Y sé que es echarme muchas más puyas a mí misma, pero... A veces lo pienso. Incontables veces pienso que soy un caso perdido de persona. Pero no porque tenga poca autoestima, que también, sino porque me muestro indefensa frente a personas mucho más hermosas que yo.

Destaco, pero no de la manera con la que quiero hacerme notar.

Soy inmadura, ¿cierto? En esto del amor... Normal. Han habido tantas flechas clavadas tan a lo bruto en mi corazón que... No sé cómo aún no me he desangrado. 

Quiero ser una chica merecedora del amor. Quiero ser tu chica. Quiero que seas... Parte de esta historia por mucho más tiempo.

Pero no tengo ni la menor idea de cómo hacerlo. 

Y me frustro. 

Perdóname si no hablo mucho contigo, ¿vale? Si no lo hago no es porque no quiera, sino porque no encuentro tema de conversación y porque paso de que nuestras charlas se resuman en meros monosílabos sin sentido. 

Me reiré por los nervios. Seguiré siendo yo. 

Pero ahora solo necesito silencio. 

Hablar tanto me agota. Me vuelvo fría. Indiferente.

Mala persona. 

Y no quiero.

BEE