No lo aguanto más.

Debería de estar haciendo cosas productivas, aunque no pueda con el dolor de cabeza. Mis pensamientos no están en el papel, sino en aquel momento bochornoso que no ha hecho más que hacerse más y más frustrante.

¿Dónde están los actos racionales? Hay algo en ese armario. Se escucha un maullido ahogado, que pide aire sin perder las esperanzas. No obstante, acabó pasando lo que todos esperábamos encontrar: se hizo cenizas.

¿Cuándo pensará cerrar la puerta? Hace frío al otro lado. La casa se congela y no siento un abrazo que ayude a calmar la ansiedad. Miro a ambos lados, pero la noche empieza a tocar al telefonillo, sin dejarme dormir.

Por favor, pedid ayuda. Siento cortes en mi estómago, y una voz me echa la culpa de ser lo que no fui jamás.

Necesitamos ayuda. La luz no quiere encender este cuarto oscuro. Tenemos miedo a la nada más completa.

No queremos más monstruos a nuestro alrededor. Pero los muros aun siendo de metal se han roto, dejándolos pasar.

BEE~