04/10/23

Me gustaría gritar tantas cosas en alto... Pero mi voz se ha roto y solo hallo lágrimas en un trozo de papel.

Estoy consciente, o eso creo. 

Consciente para saber que nada está bien; que te estoy perdiendo por cada segundo que pasa. Me gustaría que no fuese así, que tuvieses un "para siempre" en el corazón que te mantuviese conmigo hasta que yo me tenga que ir.

Pero las primeras señales ya se han dado, y me faltan baños a los que ir a desvanecerme.

Las guardias nocturnas en el hospital no son ninguna broma, a mi pesar. 


Pensaba que cuando me despertara esta mañana, tú estarías en la cama, durmiendo plácidamente. Pero he ido al baño a lavarme la cara, y al ver la puerta abierta y la cama vacía, se me ha vuelto a hacer un nudo en el estómago.

También tengo que decir que haber dormido dos horas la noche anterior tampoco ha ayudado a que el golpe de realidad sea más ameno.


Nada ayuda ahora mismo.

Ni mi familia, ni mis palabras, ni mis actos, ni las horas muertas, ni las sonrisas... Nada.

No estoy preparada para que dejes de sonreírme cada mañana mientras desayunas cereales; o de que me marees a preguntas cuando vaya a salir de casa; o de contarme recuerdos de cuando eras joven.

No estoy preparada para ver cómo te olvidas de todo, incluso de mí.


Intento ser, pero se me está haciendo muy larga la cuesta. 

Escucho a la abuela llorar, y ésta paga conmigo todo su dolor, tratándome como la mierda; me levanto temprano para poder hacer tareas del grado antes de ir al hospital, y me voy directa al instituto sin apenas haber dormido; no como nada porque no tengo tiempo ni ganas de perder tiempo cuando podría pasarlo contigo; las clases parecen una jauría de perros en celo...

Sólo me queda la ventana del pasillo para poder respirar un momento.


El drama es cada vez más grande, lo sé.

Pero te prometo que me mantendré fuerte por ti, hasta que vuelvas a casa, o hasta que tú puedas, al fin, descansar.


Te quiero más que a nada, abuelo.

XXXXXX



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top