Sayonara, ratón de campo (Parte 1)

La verdad, no soy fanático del Denji x Reze, digo por algo tengo un fanfic super extenso sobre mi amor por el Kobeni x Denji, pero es como una carta de disculpas por lo que hice en Capilla nupcial (Fic super recomendado) y lo que haré en un horrible destino. Así que estamos aquí, listos para una historia mucho más ligera a como estoy acostumbrado a darles y supongo que sería una buena carta de presentación para los que no buscan historias largas. Ya siento que divago. Los quiero.

『Hogar』

Y el mundo continuó su curso. El dolor de haber perdido a las personas que más amó y obligado a recuperarse de inmediato porque su tarea más importante estaba a punto de empezar: Tener una vida común y corriente.

El tiempo pasó desde su combate con la señorita Makima, con la ayuda de algunos contactos de su antiguo maestro logró poder ingresar a una preparatoria cerca de donde él residía junto con su nueva hermana y sus mascotas. La carga de materias y estar rodeado de tanta gente que se suponía que eran sus iguales lo abrumó.

Escuchar al profesor decir tantas tonterías, los idiotas de sus compañeros presumiendo sus conocimientos del hombre motosierra y cuando él quería agregar algo lo tildaban de imbécil.

—¿¡Qué?! El hombre motosierra jamás buscaría la fama para conseguir novias y sexo, maldito idiota. — Un chico acompañado de su grupo de amigos insultó a Denji luego de que este quisiera socializar.

—¡Es verdad! El hombre motosierra quiere conocer todas las chicas lindas que se pueda, alguna de ellas hasta podría ser su novia.

—¡Bah! Ya sabíamos que eras idiota por tus calificaciones, pero no que eras un retrasado. Vámonos.

Inexpresivo. Denji se quedó mirando cómo los chicos que parecían imbéciles fáciles de agradar se alejaron mientras se burlaban de él por sus conocimientos erróneos del motosierra.

La escuela no era como él se imaginó.

Los días escolares continuaron, escuchó nuevamente a los malditos profesores dar sus clases, lecturas y recibir sus regaños por quedarse dormido en más de una ocasión. Siendo objeto de miradas y una que otra burla. Hayakawa Denji; su nombre oficial, estaba pasando por días difíciles al no adaptarse a su nueva vida escolar.

Finalizando su martirio, regresó a casa como de costumbre a la espera de su pequeña hermana que también ingresó a la escuela primaria y contrario a él, ella destacó desde el primer minuto, sus calificaciones sobresalientes y su extraña popularidad entre compañeros lo hicieron dudar si aprovechaba sus habilidades en la escuela, Nayuta lo negó todo rotundamente... con excepción de la hora de la comida.

—¡Y una vez más! Te he superado Denji, soy mejor que tú en matemáticas.

—¡Es que mis matemáticas tienen letras y las tuyas solo números!

—¡Ah! Entonces intenta resolver los ejercicios que me dejaron de tarea.

Denji observó su hoja de tarea de matemáticas. Después de sólo dos minutos se negó a continuar y se excusó con el cansancio que acumuló en todo el día. La sopa que preparó ya estaba lista y ambos se dispusieron a comer.

—Sabes hermano mayor, yo podría ayudarte a entender tus tareas. No es difícil lo que te dejan resolver, a veces lo hago por diversión mientras duermes.

—¡Entonces por eso siempre tengo la tarea hecha! — Boquiabierto, Denji se sorprendió de la destreza mental que Nayuta posee.

—Ajá. Lo mismo para tus materias de literatura y física. Todo eso es sencillo, pero no te lo dejaré gratis.

—Sigh ¿Qué es lo que vas a querer ahora?

—Tiramisú rompió nuevamente su lazo para que lo lleve de paseo, necesito que compres otro y que sea de color rosa.

—Pero yo también lo tengo que llevar a pasear los sábados, que sea un color más para los dos.

—Nuh-uh. Tiene que ser rosa, solo para niñas.

—P-pero...

—¡Oh no! Me estoy muriendo de sueño y no creo poder hacer las tareas de hoy. — Nayuta fingió una voz somnolienta mientras se acostaba en el suelo.

—¡Nayuta! Aún no he puesto el futón.

—ZZZZZZZZZZ. — Los ronquidos fingidos de Nayuta y un ojo entreabierto de la pequeña dejaron nervioso a Denji quien aún seguía sin comprender siquiera lo básico de física.

—¡Bien! Tú ganas. Compraré el lazo rosa para tiramisú, pero te apuesto que él no estará feliz de tener algo para niñas.

—Nah. A Tiramisú le encanta lo que yo siempre le doy ¿Verdad que sí? — Nayuta se levantó de inmediato y empezó a acariciar a su mascota, los demás perros sintieron celos y se amontonaron. — ¡Basta! Jajajajajaja.

La imagen de su pequeña hermana siendo atacada por las lamidas de amor de sus siete perros le dieron una paz que no había sentido en mucho tiempo. Nayuta continuó riendo mientras también abrazó a sus mascotas.

Nyako por su parte se quedó apartada de tan linda escena, se acercó a Denji y con todo su cuerpo acarició una de sus piernas mientras el sonido de su ronroneo era el único enfoque a lo que se pudo concentrar el motosierra.

—¿Qué pasa, pequeña? — Denji observó como Nyako continuó proporcionando cariño a su dueño. — Ya veo ¿Eso quieres?

Denji levantó del suelo a su mascota felina, empezó a acariciarla y el ronroneo de su gatita lo consoló. Sus días de mierda no alcanzaban a llegar hasta su casa, pese al dolor de seguir recordando a Hayakawa Aki y a Power todos los días en sus sueños y en sus repentinas disociaciones en el día, tenía que continuar por su nueva hermana menor. Ella no tenía la culpa de lo que hizo en su anterior vida.

Cómo de costumbre, los dos se acostaron abrazados rodeados por el calor del resto de sus mascotas. Nayuta disfrutó de poder descansar abrazada por su hermano, pero a Denji le costó descansar. Odiaba las noches, bombardeado de tantos pensamientos.

«Nayuta es una jodida niña genio, es como ese idiota que usa traje de murciélago, pero maldita sea no somos ricos. Ella necesita ir a la universidad. Piensa; piensa; piensa ¡Ya sé! Buscaré un trabajo de medio tiempo. Así podré juntar dinero y Nayuta podrá estudiar. Yo también puedo ser un jodido genio.»

Los pensamientos de Denji por fin conocieron la coherencia. Decidido, estaría dispuesto a buscar trabajo para que su hermana tenga más oportunidades de las que él está seguro poder conseguir. Es un genio y tiene el potencial de grandes cosas, solo necesita recibir apoyo.

『Serendipia』

Cómo de costumbre, Denji hizo el desayuno y preparó a Nayuta para su día de escuela. La pequeña salió con una sonrisa y le pidió como favor que cocine unas albóndigas. Denji aceptó y también se dirigió a su escuela.

El día fue como los demás, una mierda.

Escuchó las llamadas de atención de sus profesores, las burlas de sus compañeros y una compañera a la que él se quiso acercar le dijeron que él emanaba un olor extraño.

¿No les parece que Denji huele a perro?

Un poco. Es lindo, pero ¡Dios! es un completo idiota, siempre intenta hablar del hombre motosierra como sí se creyera él.

Lo sé, siempre intentando hablar de conquistar chicas, todas sabemos que el hombre motosierra es un héroe, no un depravado.

Para desgracia de Denji, él logró escuchar la conversación mientras caminaba por el pasillo. Disimuladamente olió su ropa y sus axilas no pensó que tuviera un mal olor, incluso bajo su perspectiva si llegara a oler como perro sería un halago, ellos huelen genial así que lo tomaría como un cumplido.

Finalizando las clases, decidido a buscar trabajo y pagar la matrícula de la universidad de su hermana menor, Denji recorrió múltiples locales en búsqueda de un empleo de Medio tiempo. Su suerte no había cambiado en lo más mínimo a su vida antes de volverse en un híbrido.

"Eres menor de edad, no te puedo dar empleo"

Una frase que parecía repetición de grabadora. Lo odiaba, Denji encontraba un puesto vacante en trabajos horribles y mal pagados, pero cuando postulaba sólo recibía la misma miserable respuesta. Odiaba esto, no quería volver a tratar con los cazadores de demonios y su porquería de organización, conocía esa facilidad que los menores de edad tenían para ingresar, sin embargo, no deseaba ser otra vez su jodido perro.

Su búsqueda de empleo no fue fructífera, aunque vio una oportunidad al ver cómo los hombres sin hogar de las calles de Tokio buscaban entre la basura alguna cajetilla de cigarro con la esperanza de encontrar uno sin usar. Recordó el hecho que él preparaba y envolvía los cigarros para los mafiosos que tanto sufrimiento le hicieron pasar en su infancia.

A partir de ahí mandó a la mierda la búsqueda de empleo y se volvió su propio jefe, recolectando toda la basura que los fumadores generaban y preparó cigarros basura para sus nuevos clientes. Los ahorros para la educación de Nayuta dieron comienzo.

—¿Para qué compraste este cerdo feo, hermano mayor?

—Lo vi en las caricaturas cuando vivía con... unos amigos. Los niños y sus papás ahorraban todo el dinero que podían, cuando realmente estemos jodidos rompemos a este bastardo y nos salvaremos de morir de hambre.

—¡Wow! No sabía que mi hermano mayor podía pensar.

—¡Tch! Culera.

Nayuta y Denji como de costumbre hicieron sus tareas juntos, jugaron con sus mascotas y comieron juntos. Les gustaba ver la televisión educativa acompañado de algunos animes.

—¿Hoy te volviste el hombre motosierra?

—Solo para acabar con un demonio debilucho. En las noticias debe aparecer.

Nayuta luego de la respuesta de su hermano cambió de canal en el noticiero y en efecto, Denji se encontraba en el foco de los noticieros.

"Hombre motosierra salva a dos perros del demonio calabaza"

Denji expresó una sonrisa al ver cómo el público lo amaba. Las chicas lo deseaban y querían salir con él, le importaba una mierda lo que dijeran los chicos de él, pero escuchaba como todos lo admiraban. Nayuta quien estaba rodeada en los brazos de su hermano se emocionó, adoraba ver al hombre motosierra en acción.

—¡Eres asombroso siendo el hombre motosierra! — expresó con emoción la pequeña niña demonio.

—Lo sé, lo sé. También lo soy siendo únicamente Denji.

—Nah, das pena así.

—Auch.

—¿Me equivoqué?

—Hhmmh... No. Tienes toda la razón.

Los dos hermanos dieron fin a su día. Denji preparó el futón para los dos y durmieron abrazados como de costumbre. Los perros habían disfrutado su día también, así como Nyako, la familia unida descansó.

La alcancía de Nayuta empezó a ser más pesada. El negocio de los cigarros reciclados se volvió un éxito y Denji pensó en diversificar sus actividades. En la escuela se volvió un asiento personal para las chicas. Sin quejas, el contorno y suavidad de los traseros de sus compañeras compensaban lo incómodo de ser así por media hora.

Seguía siendo impopular entre sus compañeros. No podía desenvolverse siquiera con los inadaptados de su salón y eso lo hacía apreciar más lo que tenía con Power y Aki. No había día que su corazón no sintiera un vacío por no tenerlos con él. Ahora Nayuta era su prioridad, sin embargo, sabía que esto no era del todo la felicidad que él buscaba, quería algo para él. Solamente para él.

Nuevamente salió de la escuela. Se reportó enfermo y mandó a la mierda las clases que le faltaban, caminó unas cuantas cuadras hasta que por su hambre se dedicó a buscar un lugar donde comer, su presupuesto estaba apretado. Recibía una clase de pensión por parte de ese viejo loco, pero la mayoría estaba destinado a la educación de su hermana menor. Entró a una cafetería y le pidió al jodido Dios que tanto lo abandonó qué los precios sean económicos.

—¡Bienvenido! Un momento... ¡Pero si eres tú, Denji!

El dueño del local le dio la bienvenida. A la primera nuestro protagonista no pudo reconocer al hombre de mediana edad y que estaba ocupado con las cuentas del día de ayer. El señor invitó a Denji a sentarse y atenderlo personalmente.

—¿Cómo has estado?

—¿Eh? ¿Nos conocemos de algún lado?

—Jaja. Tienes un punto, hace tiempo que no nos veíamos... moví mi local hace un tiempo luego de los destrozos que hizo el demonio pistola.

—Ah sí, ese... demonio pistola. El hombre motosierra acabó con él y eso. Yo solo quiero comer algo.

—Vale, no te presiono... pero estoy seguro de que te espera una gran sorpresa. — con una sonrisa dejó la carta del menú al rubio.

Pese a todo lo que sufrió el chico motosierra, uno de los mayores martirios que tuvo que sufrir fue aprender a leer, lo recordaba bastante bien, el idiota de su difunto hermano mayor le exigía completar libros de gramática antes de fallecer en aquel combate. Nayuta le sucedió como maestra, ella en poco tiempo ya era una prodigio en el idioma, aunque prefería decir groserías.

Apenas unos minutos y nuevamente el dueño atendió a Denji, con paciencia esperó la orden del motosierra quien pidió una malteada de fresa y una pequeña rebanada de pastel. Un combo que está en promoción y fue lo más barato del menú.

—¡Muy bien! Enseguida estará tu pedido Denji. Me despido, pero estoy seguro de que te alegrará ver quién está de vuelta.

El dueño del local se retiró y dejó extrañado al rubio, con su ceja arqueada y una inesperada picazón en la punta de su nariz, el chico se quedó pensando un poco lo último que dijo el señor.

"(...) Te alegrará ver quién está de vuelta."

Casi todos los que conocí están muertos ¿Será esa chica sudorosa? Nah, ya la hubiera visto antes. — Denji pasó por alto el anuncio del señor y prefirió llevarse unas cuantas servilletas de la mesa, así ahorraría unos cuantos yenes en papel higiénico.

Saliendo de la cocina rumbo al comedor, una figura femenina salió con el pedido de Denji.

—¡Deberías dejar de vender está promoción para tacaños!

—¡Ja! Pero sí es lo que más se vende.

—No solo el cliente es tacaño, también el dueño lo es ¡Tacaño! ¡Tacaño!

—¡Oye! No te pago para que me digas tacaño.

—Tampoco para que sea la camarera, me contrataste solo para que sea la de limpieza.

—Heh. Estoy seguro de que te encantará volver a ver una cara conocida.

La conversación finalizó y el dueño empezó a limpiar su lugar de trabajo. La chica quien aún continuaba cargando con el pedido se encontró un poco confundida. No había hecho ninguna amistad más que el dueño del local. No tenía vida social y mucho menos se interesaba por formar vínculos.

El mechón de su cabello empezó a obstruir la visión de su ojo derecho y con una mueca de inconformidad volteó en dirección hacia el comensal. El único del local quien se encontraba reposando su cabeza sobre la fría mesa. Observó al joven, un chico rubio a lo que concluyó que posiblemente sea teñido con el uniforme de alguna escuela, la trabajadora sabía que seguía siendo horario escolar así que razonó que este jodido idiota se había escapado de las clases.

Un cierto golpe de nostalgia llegó de forma repentina, la mujer se aproximó a la mesa donde aún se encontraba reposando el chico rubio. La mujer lo miró con ojos despectivos, una pizca de envidia al ver cómo este chico desaprovecha una oportunidad tan buena como es ir a la escuela solo para comer en este maldito lugar.

—¡Hey! Levántate, ya está tu comida y será mejor que vuelvas a la escuela hay quienes desearían estar en tú... p-posición.

El sonido de la voz de la trabajadora llamó la atención de Denji. Sus ojos entrecerrados se abrieron al máximo y tan pronto finalizó la mujer de hablar, el chico sintió tremenda curiosidad por saber de quién se trataba. Reconocía esa voz, sin embargo, jamás creyó volverla a oír.

—No-Putas-mames.

La mirada de ambos se cruzó. Denji por fin pudo saber de quién se trataba la persona a la que se refirió ese tipo y para su mala suerte, revivió amargos recuerdos, recuerdos que solo se sintió capaz de confiarle a Nayuta.

—Eres tú... — ambos chicos se reconocieron de inmediato.

『Reencuentro』

La mesa estaba siendo ocupada por ambos chicos. Acompañados de un silencio incómodo y desvíos de miradas, Denji no podía procesar tan rápido a quien tenía como compañía, la mujer que le hizo pasar increíbles momentos y aun así destrozarle el corazón en tan poco tiempo.

A lo lejos el dueño de la cafetería espió expectante la reconciliación de esta pareja.

Con un pequeño delantal y ropa casual, Reze se encontró asimilando la situación, buscó la forma de decir algo, sin embargo, no pudo pronunciar ni una sola palabra a un chico que simplemente apartó su vista de ella.

Reze bajó su mirada y la dirigió a sus manos cruzadas, jugando un poco con sus dedos mientras Denji fijó su visión hacia la calle a través de la ventana, usando de su soporte su antebrazo postrado sobre la mesa. Ninguno de los dos inició la conversación.

Para apaciguar la tensión en el ambiente, el dueño del local regaló a los dos un café para la chica y otro pastel para Denji, el señor conocía el disgusto de Denji hacia esa bebida en su anterior local. La mujer peli-morada le agradeció a su jefe y él señor devolvió una sonrisa. Denji solo dio las gracias y comenzó a comer.

—Así que tú... sigues viva. — Denji no tuvo de otra más que comenzar la conversación.

—Sí. Fue extraño, en un momento me dirigía hacia la cafetería y de pronto ¡Fush! Estaba despertando en una vagoneta llena de otros tipos que eran igual a nosotros.

—¿Eh? ¿Recuerdas lo de la vagoneta?

—Algo así. El anciano que nos transportó nos dejó con los perros de seguridad pública, algunos pudimos escapar y otros no. Veo que no les importamos mucho o todavía no les hemos dado problemas, no me han buscado en todo este tiempo. — Reze se quedó observando su café y sopló para que se enfriara.

—¿Y esa mamada con que te ibas a ir? Primero pensé que no te importaba y luego Poch... yo tuve que matarte.

—Así no pasó cómo me hubiera gustado. El plan era tomar el tren y buscar la forma de abandonar este país. Sigh. Yo no quería hacerlo, pero te iba a aceptar la propuesta de escaparnos.

—¿¡Qué?!

—Como lo escuchaste. Me dirigí a la cafetería y de pronto, Makima y alguno de sus perros me mató... bueno, lo que sea que nos pase a nosotros.

—¡Mierda! Yo...

—Seh. No es para que me intentes perdonar o entender, solo sucedió. Pero mírate, las cosas han mejorado para ti.

—¿Eh? No veo ninguna mejoría en mi jodida vida.

—¿Y el uniforme?

—Ah sí. Me metí a una estúpida escuela para supuestamente vivir una vida normal, tengo ahora... un nuevo objetivo, supongo.

—Es alentador verte así, dime ¿Cuál es?

—Ahora tengo una hermana menor, se llama Nayuta y es una clase de niña genio. — una pequeña risa acompañó a las palabras de Denji. — Es la que me ayuda con las tareas y a leer, le costó aprender menos que a mí.

Con una genuina sonrisa, Reze escuchó atentamente lo que Denji decía mientras bebía su café. En la mente de la chica bomba, al menos uno de los dos vivía la vida que tanto deseaban.

—Es dulce eso ¿Ya has hecho amigos?

—Ninguno. Todos esos imbéciles se creen sabelotodos del hombre motosierra ¡Pero yo soy el hombre motosierra! Y aún así me mandan a la mierda, las chicas también me ignoran y...

—¿Y por qué no le dices al mundo qué tú eres ese héroe que tanto sale en las noticias?

—¡Ese es el plan! Pero yo haré que parezca natural.

—¡Oh! ¿Cómo si fuera un descuido y de la nada se ve tu rostro? Y en seguida dices "Si, yo siempre fui el hombre motosierra" — la última parte de su frase, Reze intentó imitar el tono de voz de Denji lo que provocó unas pequeñas risas.

—Jajaja. Algo así, entonces todos dirán ¡Maldita sea, somos unos reverendos pendejos por favor sigue partiéndole el culo a los demonios!

—¡Ya sé! Y que los noticieros digan ¡El hombre motosierra siempre fue un chico guapo, mujeres tomen nota porque publicaremos su número en estos momentos!

—¡O mejor! Que lleguen las chicas de mi escuela y me digan "Por favor Denji, vuélvete nuestro novio no nos importa si tenemos que compartir".

—¡Por Dios, Denji también eres un jodido genio!

—Lo sé, lo sé. Incluso "Big ass" ya no es lo único que puedo decir en inglés.

Reze suspiró de asombro, más para mantener el ambiente que porque realmente esté sorprendida.

—¡Enséñame tus dotes en el inglés!

—Shit.

—¡Mierda! Eres todo un bilingüe.

—¿La qué cosa?

—Es cuando tú... olvídalo. — Reze mantuvo su sonrisa, había olvidado lo bien que la pasaba estando en compañía del rubio. — Me alegra que ya no estés en seguridad pública y solo te dediques a la escuela, pero no deberías faltar.

—Yo esperaba algo distinto, quizá es porque vi una que otra película sobre ir a un instituto, sexo, amigos con los que hacer bromas y molestar a los profesores, pero nadie hace eso, todos me dicen idiota.

—No lo eres, simplemente el mundo se niega a comprenderte.

—Un poco. Desde que ya no tengo a Aki y a Power, la vida ha sido un tanto horrible. No niego que disfruto de vivir con mi nueva hermana, pero hay cosas que me gustaría volver a tener.

—¿Ellos eran los chicos con los que te empezabas a llevar bien?

—¿¡Recuerdas eso?!

—Algo así, tengo muchos recuerdos borrosos y solo quisiera decir que en serio lo siento por... todo.

—¡Meh! Son cosas del pasado, me han hecho cosas peores y pude vivir con eso.

—Entiendo. También no es como que yo extrañe las cosas del pasado, pero mírame ahora, soy una simple conserje que está ahorrando para conocer el mundo. — Reze señaló hacia la ventana, Denji no notó nada en particular.

—¿Cómo unas vacaciones?

—Eso mismo. Unas largas, muy largas vacaciones. No volveré a la unión soviética, espero que ellos ya me den por muerta.

—¿Y los perros de seguridad pública?

—Me las arreglaré, no tengo motivos para volver a ser la chica bomba, sólo quiero tener una vida tranquila así que no seré un problema para ellos si no son un problema para mí.

—¿Y cuándo te vas?

—La siguiente semana. — Reze esbozó una sonrisa, por fin aliviada de ya no tener que seguir más órdenes de nadie.

—Eso está bien, me consigues algún recuerdo como un llavero cuando regreses.

—Denji...

—¿Eh? ¿Son muy caros? Quizá mejor solo un sticker o una playera que diga "Mi amiga fue a tal lugar y solo recibí está playera"

—No regresaré a japón. No quiero volver a estar aquí simplemente.

『Alternativas』

De la emoción al silencio, el ambiente regresó a su punto de partida. Nuevamente Denji no pronunció ninguna palabra, así como Reze, ambos chicos terminaron lo que el dueño del local les regaló y con los ánimos por los suelos, simplemente Denji comprendió.

—Es cierto, tú no eres de acá. Digo, este lugar de mierda hizo que yo viviera en una pequeña bodega horrible mientras un anciano mafioso vivía con lujos y esas cosas.

—Si, solo vine aquí por órdenes de otros hijos de perra. No me interesa saber más de japón, viven con protocolos y en ciudades saturadas de todo.

—¡Pero siempre hay comida sabrosa en cualquier lado! — Denji justificó lo que más le gustaba de vivir en Tokio.

—Menos aquí jajaja

—¡Oye, escuché eso! — exclamó el dueño del ligar.

—¡Váyase a la cocina, viejo chismoso! — Respondió Reze con tono risueño.

—¡Otro insulto más y te despido! — Finalizó el dueño quien se dirigía a limpiar su cocina.

—¡La comida de aquí es la mejor! — Reze se arrepintió de lo que dijo.

Los dos chicos mantuvieron el contacto visual, la alegría de volverse a encontrar era mutua y lastimosamente sabían que esto no duraría para siempre. Denji simplemente lo aceptó, no era necesario pelear por algo que no estaba destinado para él. Pagó lo que ordenó y aún pensativo, se intentó levantar de su asiento hasta que su acompañante disipó el mar de ideas.

—Denji... en la playa a pesar de que eres un tanto tonto e ingeuo.

—¡Oye!

—Perdón. En la playa a pesar de todo lo que te hice, me pediste que huyeramos juntos incluso si fueras mi cómplice. — Reze respiró hondo antes de seguir hablando. — Makima está muerta y los perros de la seguridad pública nos tienen sueltos, así que no creo que haya problema si te pido que seas mi compañero de vacaciones.

—¿Eh? — ruborizado, Denji abrió paulatinamente su boca por la sorpresa de tal oferta que le propuso Reze, sin embargo su vida ya estaba establecida en esta ciudad de mierda. — ¿Quieres que yo me vaya de japón contigo?

—Sip. Japón es bonito y la verdad sus baños son más limpios que los que yo conocí cuando vivía en Брянск (Briansk).

—Yo...

—¡Piénsalo! Hay lindas piscinas en el resto del mundo, te llevaría a conocer comida de otros lugares como la tailandesa, siempre presumen que es muy picante. Además está vez si puedo prometer que te puedo cuidar. — Reze alzó los brazos como si estuviera siendo apuntada por un arma. — No hay mentiras. No hay espías. Solo soy yo, Morumoto Reze.

—¿Te apellidas así?

—Necesitaba una nueva identidad. Mis jefes soviéticos me conocen de otra forma y cuando llegué acá adopté el nombre de Reze, Morumoto fue lo primero que se me ocurrió como apellido.

—Ya veo... «A pesar de todo, ni siquiera sé cómo te llamas en realidad.» — Quedó pensativo Denji.

—¿Y bien, aceptarías esta propuesta de una antigua enemiga?

—Yo creo...

—Si.... — Reze quedó expectante de la respuesta del rubio. Acercando levemente su su cuerpo a la dirección de Denji solo interpuesta por la mesa de la cafetería.

—Que tengo que decir que no.

Ante el rechazo, Reze quedó en silencio y lentamente recuperó su postura recta, ella simplemente sacudió su cabeza asintiendo levemente mientras pronunciaba unas cuantas palabras en ruso, Denji no podía entender lo que ella decía. Finalmente Reze aceptó la respuesta del hombre motosierra.

—Lo entiendo. Perdón por mi precipitada propuesta.

Una breve calma ante la finalización de la reunión dejó a los dos chicos recuperar su tranquilidad.

—A Nayuta le va bien en la escuela, es popular entre sus compañeros y siempre me cuenta que cosas juega con ellos. Ella está viviendo la vida que se merece.

La chica bomba comprendió lo que Denji trataba de decir, no podía negar que se sentía conmovida ante tal acto de bondad que Denji estaba haciendo, pese a que el chico demostraba no estar feliz del todo.

—En las noches, hacemos las tareas y le preparo la cena, cuando dormimos siempre estamos abrazados y rodeados de nuestras mascotas.

—¿¡Tienen mascotas?!

—Seh. Son siete perros y un gato, son un desmadre, pero se dejan abrazar.

—Awwww. Me gustaría conocerlos.

—«De no ser que mi hermana es muy celosa, maldita sea, quisiera llevar a Reze a casa.» — Los pensamientos de Denji tenían algo muy claro, aún quería seguir con ella.

Unos cuantos intercambios de palabras más. A pesar de lo sucedido tiempo atrás, la dinámica de ellos dos era auténtica y después de tanto tiempo Denji por fin pudo ser él mismo sin prejuicios. No tenía que soportar insultos o el menosprecio de sus compañeros o maestros.

—Debe ser cálido tener gente que espere tu regreso sabes. — Reze miró conmovida a Denji, pese a notar su frustración por su actual vida, le gustaba saber que él tenía algo que ella jamás se podría dar ni en sus más profundos sueños.

—Seh. Es casi igual de emocionante que cuando peleas contra un demonio, acabas con ese hijo de perra y luego puedo regresar a casa y ver algún anime con Nayuta. Hacemos tarea y dormimos.

—Te envidio un poco. No estuve con mi familia mucho tiempo que yo recuerde. Llegaron unos soldados a mi casa, golpearon a папа (papá) y sometieron a mi madre. Los niños del edificio donde yo vivía pasaron por lo mismo, gritamos y suplicamos para que nos devuelvan con nuestros padres, pero nos ignoraron.

Denji abrió los ojos ante la revelación que le estaba dando Reze tan a la ligera, su sonrisa no dejaba de aparecer en su rostro.

—No recuerdo mucho después de eso, moríamos de hambre y éramos torturados continuamente, sé que maté a otros niños y algunos los consideraba mis amigos, buscaban al soldado perfecto o un mero esclavo. Si no servimos para el combate, era fácil enviarte con algún oligarca soviético y ser su juguete sexual.

—¿¡Pero qué chingados pasaba con esa gente?!

—Estoy segura que tú pasabas por algo similar ¿No, Denji? Un mafioso que te obligaba a hacer cosas que no querías ¿O me equivoco?

—Sigh. Si tienes razón, antes tenía un ridículo parche y parecía un pirata de caricatura.

—¡ARG!

—Si, de esos. — Denji sintió el ojo que le fue extraído en una cirugía sin anestesia. Recordó los gritos qué él soltaba pidiendo perdón y clemencia, pero los mafiosos lo ignoraron, recordó las risas y ese jodido anciano diciendo que por fin le estaba sirviendo para dar dinero.

—Yo no quería ser una esclava sexual. Habían encontrado el corazón de un demonio, estaban probando la compatibilidad con algunos de nosotros, nos ordenaron mantener nuestra lealtad a ese país y el mejor sería quien se quede con el privilegio de ser el monstruo que somos. No somos humanos, ni tampoco demonios.

—Un híbrido.

—Eso. Una aberración incluso para los propios demonios, mi sabor le disgustó al demonio zorro. Hasta para una asquerosidad como ese animal, yo soy lo peor.

—Mi amigo quiere que cumpla mis sueños. Volví a la vida como... lo que soy. No sé que es lo que quiera que cumpla, estoy teniendo la vida normal que tanto soñé.

—Y no está funcionando.

—Si. Es horrible no poder encajar como me gustaría, pero estoy seguro que cuando la gente sepa que yo soy el hombre motosierra, me amarán todos.

—Bien, aquí está la primera persona que lo sabe. — Reze alzó la mano.

—P-pe... pero ¡Eso no fue natural!

—Yo digo que sí, tuvimos un buen baile en esa ocasión. Así que si aún no hay fans del verdadero hombre motosierra, entonces me declaro la primera. ¡Hurra por nuestro héroe!

Denji quedó un tanto avergonzado, sentía un cierto alivio que solo está conversación quedara para los dos. Su plan de revelar su identidad seguía intacto y el dueño del local se encontraba centrado limpiando su cocina.

—¡Bien! Me tengo que retirar, mi jefe es a veces descuidado y... — Un fuerte estruendo se escuchó en el interior del lugar. — ¿Todo bien, jefe?

—¡Fue una olla!

—¡TE DIJE QUE DEBÍAMOS CAMBIARLA DE LUGAR, MALDITO JEFE DESCUIDADO!

—¡Baja la voz! La vamos a necesitar en alguna ocasión y debe estar colgada por si acaso.

—¡Llevo casi un año aquí y solo la usaste como escalón para alcanzar un foco!

—¡Ya no me hables!

Denji siguió tomando servilletas de la mesa mientras Reze la ignoraba, disfrutaba oír la voz de su amiga. Se aseguró de llevarse suficientes por si llegaba a tener que leer su revista favorita en el baño.

—Bien Denji. Creo que tendremos que dejar nuestra conversación hasta aquí, realmente no sabía que necesitaba esto, pero ya que por fin aclaramos nuestros problemas y esas tonterías, te puedes ir. — Reze se levantó y de forma burlona hizo una reverencia mientras expresaba un exagerado "Su majestad motorizada".

—Reze, yo...

—¡Y no olvides dejar una buena propina! No siempre te atiende una hermosa mujer extranjera en lugares feos como este.

Denji dejó unas cuantas monedas que hacían un total de 900 yenes. Reze abrió sus ojos durante la reverencia y se quejó en voz baja.

Tacaño.

Denji se burló. Observó como ella mantenía su posición y no se iba a mover hasta recibir una mayor propina. Sacó un billete de 1000 yenes y lo dejó en la mesa. Su amiga se enderezó y agarró el dinero para ponerlo en su bolsillo. Acompañó con una cálida sonrisa y señaló donde estaba la salida.

—Aún quedan unos cuantos días antes de que me vaya. Sí... si tú quisieras, podrías visitarme y yo con gusto te puedo atender.

Ambos chicos caminaron hacia la puerta principal. Reze la abrió y esperó la respuesta de Denji, un tanto confundido y aún procesando el hecho que a pesar de volver a tener una cara conocida, era cada vez más cercano el hecho que nunca la volverá a ver.

—¿Tendrás algún celular o número al que te pueda hablar?

—No lo creo. No quiero que algo delate mi identidad o mi posición, solo estaré paseando y conociendo nuevos horizontes, hay bosques hermosos en este país, pero me gustaría ver menos ciudades y ver más planicies.

—Ya. Entiendo. — Denji miró al suelo, decepcionado por la respuesta que le dio la que alguna vez llegó a ser su interés amoroso.

—Cuidate Denji. Te veo mañana, no dudes en traer a tu pequeña hermana... o a tus perros.

—Claro... Lo haré. — Sabía de lo posesiva que podía ser su hermana y que incluso si llevaba consigo a los animales, Nayuta buscaría ser quien los acompañe y cuide.

El camino de los dos estuvo a punto de separarse, Reze aceptando la decisión de Denji y él chico volviendo a la vida que tanto soñó, pero que aseguraba que algo le faltaba.

Apresurado, la mano de Denji sujetó la puerta antes de que Reze pudiera cerrarla. Con los ojos abiertos, ella observó un poco de la determinación del motosierra.

—¡REZE!

—¿QUÉ? Aún no vamos a cerrar, sigue siendo temprano.

—Ah. Lo siento por eso.

—Disculpa aceptada. Continúa...

De la misma forma que el día de los fuegos artificiales. Denji sujetó las manos de Reze, alzandolas y tomando desprevenida a la chica bomba. Un tanto nerviosa, no pudo ocultar verdaderamente el rubor que en su rostro expresaba. En este momento, era Denji quien tenía control de la situación.

—¡Me vale verga que solo tengamos una semana! Escápate conmigo, a la mierda la escuela, puedo decir que me partieron mi madre y estaré todo el mes en el hospital.

—¿¡QUÉ?! ¿Cómo vas a demostrar eso?

—Me rompiste el cuello la otra vez. Solo hazlo con el resto de mis huesos, le tomamos evidencia y nos largamos a lo que sea.

—¿Estás seguro de esto?

—¡Jamás he estado tan seguro de algo!... Además de cuando compré esta playera, mírala me queda genial. — Denji le enseñó la playera que estaba por debajo de su uniforme a Reze, con el estampado del hombre motosierra.

Reze la miró de reojo, aunque el estampado se estaba despegando. Le gustó el diseño, le quedaba el estilo a su amigo de escasos recursos. Dio una ligera sonrisa y miró directamente a los ojos del motosierra.

—¿Qué dices, Reze?

—Yo...

『Respuesta』

En medio de la sala, Denji estaba tumbado en el suelo. Rodeado por sus mascotas. Tiramisú y compañía no paraban de lamer y buscar afecto de su dueño. Unos cuantos chillidos soltaron sin respuesta de su amo, Denji miraba al techo sin ningún tipo de reacción a su alrededor. Miró el reloj pegado en su pared, su hermana menor estaba cerca de regresar a casa.

Toc Toc

Abriendo la puerta, Nayuta soltó unos cuantos bostezos. Estaba cansada y aburrida de haber tenido como última clase la materia de lengua japonesa. Se aburría de leer en voz alta, hubiera preferido no ser un genio en esta ocasión, sus compañeros eran idiotas que leían lento y ella podía continuar sin trabarse o confundirse en los textos que daba lectura.

—Mmmmn.... ¡Un cadáver! Ah no, es solo Denji.

—Ajá. — respondió Denji mientras seguía en la misma posición. Ahora era Nyako quien pedía acaricias de parte del motosierra, sin embargo, Denji mantenía su inactividad.

—¿Ya hiciste la cena?

—Nope.

—Inútil. Sabes, como futura presidenta de este país lo único que le pido a mi hermano mayor es que me haga mis comidas preferidas, pero viendo que no has podido cumplir con tu misión...

—¿Qué harás?

—La cena. ¿Sopa instantánea picante o la normal?

—La normal está vez, no me siento bien del estómago.

—Le haces un favor al excusado. Así que mantente ahí y no hagas nada más.

Nayuta abrió los cajones y buscó una tetera para hervir el agua. También sacó los dos vasos de sopa instantánea y empezó a hacer los preparativos. Dejó el agua calentarse y llamó la atención de los perros y los gatos dándoles de comer. Acarició a todos los animales y con una sonrisa continuó con su preparación. El agua estaba caliente y la vertió en los vasos.

—¡Bien! Ya está casi la cena ¿Te vas a levantar ya?

Denji soltó unos cuantos sonidos impronunciables y siguió estático en su posición. Nayuta dio un profundo suspiró, preparó su misión y escupió en sus manos.

Rápidamente agarró una de las manos de Denji, los ojos del motosierra dejaron de parpadear. Sentía húmedo en la palma y luego escuchó las risas de su hermana.

—¡Agh! Que puto asco.

—¡Levántate ya!

—No quiero.

—¿Ah? Con qué no quieres... bien. — Nayuta se tumbó sobre el cuerpo de Denji, estando igual de estática que él. — Te acompaño.

La pequeña abrazó a su hermano y cerró sus ojos. Denji se limitó a acariciar su cabello con la mano seca, había información que procesar y poco tiempo para actuar, realmente no sabía cómo tomar su visita a ese lugar.

—¿Te pasa algo?

—Nah.

—Anda cuéntame ¿Otra chica te rechazó o algún demonio te partió tu madre?

—Algo así.

—¿Una chica te partió tu madre o el demonio te rechazó? Ya sabía que tenías gustos malos, pero que hasta un demonio te rechace es humillante ¿Cómo era?

—¿Qué? No, eso no. Simplemente...

—¡Era un fantasma!

—¡Déjame terminar!

—¡Y tenía grandes senos! Maldito cochino, pervertido y mal hermano. Te olvidas de tu indefensa compañera de vida, solitaria y con muchos perros que alimentar.

Denji había escuchado suficiente. Apartó a Nayuta y la dejó caer en el suelo. Ella expresó un pequeño Auch y Denji se movió de posición, le dio la espalda a Nayuta. La pequeña demonio se levantó y limpió su uniforme del suelo, se dirigió a su mochila y sacó la regla que tenía guardada.

Picoteo continuamente el rostro de Denji, su mejilla era aplastada por la punta aplanada de la herramienta de Nayuta.

—Vamos. Dime qué te sucede y quizá yo te ayude ¿A quién tenemos que matar?

—A nadie.

—Que bien, odiaría arruinar mi horario de juegos por culpa de alguna zorra.

—No es ninguna zorra.

—¿Entonces hay una?

—Algo así. Descuida, no pasará nada. Ella se va a ir del país y creo que nunca más la volveré a ver.

—¡Qué bien!

—Ugh. No sé porque te estoy hablando de esto, pero sí, era una de las chicas...

—De las que te intentó matar. Sabes, podrías ser alguien que cocina bien y en la mayoría de las veces me ayudas a pasar los niveles de los videojuegos más difíciles, pero creo que deberías pensar bien que volver a involucrarte con una perra así es una mala, muy mala, excesivamente mala idea.

—¿Tu crees es...

—¡Serías un retrasado mental! Uno que hasta los científicos tengan que estudiar para decir, en efecto este es un auténtico caso de pendejo, le diremos el caso Denji.

—Tonta. — Denji cubrió su rostro con sus manos. Estaba procesando qué hacer. — Odio a mis compañeros, odio la escuela y odio que no tengamos dinero.

—Podemos robar un banco.

—No seas tonta, no tengo licencia para conducir y fugarnos.

—O tal vez podríamos ¡MMMMMM!— Denji levantó y cerró el pico de Nayuta.

—Pero hablando con esa...

—¡Zorra! — Nayuta apartó la mano de su hermano mayor.

—Hablando con ella. Me sentí más relajado que de costumbre, así que supongo que fue bueno ver una cara conocida. Basta de idioteces, muero de hambre y espero que te haya salido excelente.

—¡Soy la segunda mejor cocinera en esta casa!

—Ya. Eso lo vamos a comprobar justo ahora.

Denji y Nayuta se sentaron y agradecieron por la comida. Denji dio su aprobación, dejando una pequeña sonrisa en nayuta y jactándose que puede hacer mejor sopas instantáneas que Denji.

—Tampoco es para presumir.

—¡Lo dices porque no te sale igual de deliciosa que a mí!

—Solo le echaste agua hirviendo.

Cómo respuesta, Nayuta le enseñó el dedo de enmedio a Denji. Ambos continuaron haciendo lo mismo de siempre, limpiaron y acomodaron las cosas que usaron para comer. Para poder divertirse un rato jugaron un videojuego por unas horas hasta que a Nayuta le dio ganas de hacer la tarea. Denji aprovechó ese momento para ver la televisión, como de costumbre seguía escuchando las hazañas del hombre motosierra, las mujeres enamoradas por él y a pesar de todo, no poder disfrutar de los lujos de la fama.

Observó al hombre motosierra siendo grabado en su último combate. No había rescatado a ningún civil, solo se encargó de lucir bien y dejar destrozado al demonio que se encontró. Los presentadores continuaron con lo siguiente, hablaron del clima y ahí el motosierra cambió de canal.

—¡Ya casi pasa Dragon ball!

—También termina de hacer mis tareas y te dejo ver el maratón de esa cosa.

—Eres un culero.

—Lo sé, pero mucha charla y poca acción, así que necesito esa tarea para mañana, descuida te lo pagaré con pizza.

—Eres un explotador infantil, se lo diré a la policía.

—Bueno, bueno. Dos pizzas y un bote de helado.

—¡Hecho!

≫ ── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ── ≪

Espero les haya gustado, yo me retiró y la publicación constante acaba hoy, volveremos a la rutina porque los amo y no puedo permitirles ser felices. 

Si tiene alguna sugerencia para las citas de Denji y Reze, haganmelas saber. Pese a que en el fic principal Denji y Reze tendrán sus momentos, nuestra musulmana favorita no tendrá esta misma actitud y su Lore será muy ampliado, no al nivel de otra miniserie, pero si tengo ideas claras de lo que quiero hacer con ella. Los amo y nos vemos luego.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top