someone under strees meet someone looking pretty.

No hay nada como el verano en la ciudad. Alguien bajo estrés conoce a alguien lindo. Hay problemas en el aire, puedes olerlo.
Y Naruto está solo, dejaré que él se los cuente.

No había dormido en una semana. Estaba débil, estaba despierto, nunca habían visto a un bastardo huérfano tan necesitado de un descanso; extrañando a mi esposa.
Fue entonces cuando Sasuke Uchiha entró en mi vida, él dijo:

-Sé que es un hombre de honor, lamento mucho molestarlo en su casa. Pero no tengo a donde ir, y vine solo hasta aquí... Mi hermano me está haciendo daño. Me golpea, me engaña, me maltrata y de repente me abandona -. Pudo notar los hematomas en sus brazos y cara, donde escondía un hematoma en su ojo bajo un mechón de pelo -No tengo los medios necesarios para seguir adelante -. Declaró con pesadez y angustia.

Así que le ofrecí un préstamo, le ofrecí acompañarlo hasta su casa, él dijo:

—Es usted muy gentil, señor —.

Le di treinta dólares que tenía guardados, él vivía a una cuadra de distancia.

—Esta es mía, señor —. Dijo una vez estaban delante de la casa.

Entonces dije:

—Bueno, debería volver a casa —. Hizo el amago de volver, pero fue detenido.

Él tomó mi mano y me hizo pasar invitandome un café como agradecimiento, no pude negarme y cuando me di cuenta estábamos en su cuarto, él estaba debajo de mí con las piernas abiertas y el rostro tan rojo y preguntó:

—¿Se queda? —.

Fue entonces cuando comencé a rezar. Oh, señor, muéstrame cómo decir que no. No sé cómo decir que no a esto.
Pero, mi Dios, él se ve tan indefenso y su cuerpo dice "¡demonios, sí!".

En mi mente, estoy tratando de irme. Pero entonces, su boca se encuentra sobre la mía y no puedo decir que no.

Ambos labios se movían con desesperación y lujuria, casi sin despegarse se deshicieron de la ropa y pronto lo único que se podría escuchar era el choque de sus pieles y los gemidos y jadeos de excitación.

Me gustaría decir que fue la última vez... Eso fue lo que dije la última vez, se había convertido en un pasatiempo.

Un mes después iniciado este enredo recibí una carta de un tal Sr. Itachi Uchiha, la cual decía:

"Estimado señor, espero que esta carta le encuentre con buena salud... Y en una situación lo suficientemente próspera para poder poner dinero dentro de los bolsillos de la gente como yo que pasa por un mal momento.

Verás, es mi hermano con el que decidiste acostarte"

Oh, mier-

Uh-oh! Parece que te metiste con el tipo equivocado. Así que, ahora paga por los pantalones que desabrochaste y puedes seguir viendo a la puta de mi hermano. Mientras pagues el precio, este secreto no lo sabrá tu esposa"

Escondí la carta y corrí a su casa, en su cara le grité:

—¡¿Cómo pudiste?! —. El enojo era lo único que podía verse en su cara.

—¡No, señor! —.

A medio vestir, avergonzado. Un desastre se veía; patético, él dijo:

—¡Por favor, no se vaya! —.

—Entonces, ¿toda tu historia fue un engaño? —. Preguntó, tratando de calmarse.

—Yo no sabía acerca de ninguna carta —. Sus ojos estaban acuosos, era tan convincente.

—Deja de llorar, ¡maldita sea, levántate! —. El enojo de Naruto ahora era más bien desesperación.

—Yo no sabía lo que hacía —.

—Estoy arruinado, ¿qué haré? —. Habló para él mismo.

—Por favor, no me dejé con él —. Pidió.

—¡¿Cómo pude hacer esto?! —. Parecía como si por fin se diera cuenta de sus acciones, bastante tarde.

—¡Sólo dale lo que quiere y podrás tenerme! —. Se acercó a Naruto, tomándolo de los hombros, mirándolo directamente a los ojos. Naruto intentó desviar la mirada, no podía caer otra vez, no podía. Pero esa mirada, suplicante, indefensa...

—No te quiero —. Dijo firme, pero era a él mismo a quien trataba de convencer de aquella mentira.

—Lo que sea que él quiera, si le pagas... —. Insistió, mientras se acercaba lentamente más y más al rostro de Naruto.

—No quiero, yo no... —. Titubeó esta vez sin poder evitarlo, estaba volviendo a caer.


—Si le pagas... Te puedes quedar —. Susurró, una delgada línea casi inexistente que separaba sus labios, Sasuke veía a Naruto esperando una respuesta, pero Naruto sólo veía sus labios, los cuales finalmente se unieron al tomar su silencio como un sí.

No sé cómo decir que no a esto, porque la situación es irremediableme y su cuerpo me está gritando "¡demonios, sí!". ¿Cómo puedo decir que no a esto? Cuando su cuerpo está sobre el mío yo no puedo decir no. Yo... No dije que no.

—¿Entonces? —. Preguntó Itachi con una sonrisa socarrona, había encontrado a Naruto saliendo de su casa. Un silencio se hizo presente, el rostro de Naruto serio.

—... Nadie necesita saberlo —. Y dicho esto, se fue.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top