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Las horas haciendo fila para un concierto pasan más rápido de lo que a uno le gustaría. No faltaba mucho para que nos dejaran entrar.

Por lo que había hablado con Spencer, BVB también fue, de cierta forma su salvación. Creo que es otra cosa en común entre todos los fans de BVB.

Una vez que nos dejaron entrar, el tiempo pasó aún más rápido. De un momento a otro, apagaron las luces y todo se volvió mágico. Todos empezaron a gritar y a saltar. Y luego, las luces se prendieron, y estaba toda la banda en el escenario. Aún más gritos.

Cada uno se colocó en su lugar, y la música no demoró en empezar a sonar. Andy alentaba al público a cantar, gritar y saltar. Y todos hacían caso. Canción tras canción la energía del público, y la mía, incrementaba.

Luego, la característica melodía de In The End empezó a sonar. Todos sabíamos que era la canción final. Ahora había energía fundida entre felicidad y próxima tristeza una vez que todo acabara.

Andy se despidió junto a los chicos. Dijeron que nos verían en el M&G.

Saltando durante el concierto, Spencer y yo habíamos terminado alejados y en distintos lugares de donde partimos. Una vez que nos encontramos, caminamos sin decir mucho hacía el lugar donde se realizaría el ansiado Meet And Greet.

—¿Lista para cumplir el sueño? —escuché decir a Spencer segundos antes de cruzar la puerta.

—Lo llevo esperando por años.

Spencer sujetaba unos dibujos, que no sé como habían sobrevivido al concierto. Quería que los firmaran. Dibujaba muy bien.

Los chicos nos saludaron y abrazaron. Yo no era capaz de decir mucho. ¿Qué debería decir? Después de años soñando que los conocía, aún  no sabía qué debería decir en una situación que solo pasaría una vez en la vida.

Sólo me dedicaba a disfrutar los breves momentos en los que los abrazaba.

Luego recordé, había comprado un póster después de el concierto. Quería que los firmaran.

—¿Podrían firmarme un póster, por favor?

—Claro, tráelo.

Me saqué mi mochila un segundo para sacar el póster que había dejado ahí. Le saqué el elástico que lo cubría y se lo extendí a Andy. Pero él no miraba el póster.

—¿Por qué? —fue lo único que dijo. Me costó saber a qué se refería, incluso llegué a pensar que me preguntaba porqué quería que me firmara el póster y me puse muy nerviosa. :c y me abrazó.

Ahí lo comprendí. Durante el concierto hacia demasiado calor, así que me subí las mangas. Andy había visto mis cortes. Me quedé en silencio, y él notó que no quería hablar de ello.

Luego de eso nos reimos un rato, consegimos autografos y fotos y nos reimos mucho de las bromas que hacia Spencer.

Cuando nos ya nos ibamos sentimos que alguien nos llama.

—Saben. —empezó Jinxx. —hablamos con los chicos, y ustedes nos parecieron muy geniales y divertidos. Así que ¿Por qué no mantener el contacto? —nos extendió un papel con su número telefónico. —hablenme y luego hacemos un grupo donde estemos todos. Asentimos muy emocionados.

***
Spencer se ofreció a dejarme en mi casa, ya que era de noche y no se supone que debería estar sola por las calles. Acepté.

—¿Esta es tu casa? —preguntó una vez que llegamos al lugar.

—Sí... ¿Por?

—Yo vivo justo en frente. —dijo señalando la gran casa ubicada, como él dijo, justo en frente de la mía. —Siempre me había preguntado quién vivía aquí. Bueno, cuando lo quieras, eres bienvenida.

—Está bien. Mañana tengo clases. Adiós, espero verte pronto.

Me deseó suerte y luego lo miré cruzar la calle que dividía nuestras casas.

Al entrar a mi casa divisé a mi madre inconsciente en el sillón junto a un par de botellas de cervezas vacías. Subí a mi habitación sin hacer mucho ruido, no quería despertarla. Me coloqué ropa más cómoda y volví a bajar, alguien debía limpiar todo el desorden, y esa era yo.

Quizás pasaron treinta minutos durante los que perdí la noción de lo que estaba haciendo y terminé ordenando toda la casa. Incluso las cosas que no necesitaban ser ordenadas.

Me coloqué mis audífonos y dejé en modo repetir una lista de reproducción que había hecho especialmente para cuando necesitara dormir.

***

Al día siguiente, una vez despierta, me levanté y arreglé para ir a clases. Agradecía que no me pidieran usar algún tipo de uniforme, porque sinceramente los odiaba. Y amaba poder ir vestida a mi propio estilo.

Una vez dentro de la escuela, todos los alumnos que me miraban apartaban su mirada rápidamente de mí. La verdad, yo no le encontraba nada peculiarmente raro a vestir bastante seguido de color negro, pero al parecer mis compañeros sí lo hacían.

Una vez dentro de mi sala, busqué un lugar desocupado al final del salón. Me senté a una de las esquinas. Las esquinas eran más calentitas :c.

El profesor entró y comenzó a hablar sobre un nuevo compañero. Genial. Como si no hubiesen demasiados idiotas en este lugar. De todas formas presté atención a lo que dijo. El nuevo alumno hizo su aparición dentro de la sala de clases. ¿Spencer? ¿No era demasiado como una película que justo quedara en mi misma escuela?

Miré como buscaba con la mirada un lugar vacío. Le hice señas hasta que me vio. Caminó a un paso rápido pero sin verse con prisa, hasta que llegó a mí.

—Hola.