Capítulo 25
Narra _________.
—No, no has dicho nada malo. Es sólo que... Tuve una discusión con Andy, y escuchar su nombre me ha hecho recordarlo.
—Oh, qué mal, ¿Por qué ha sido la discusión? —no respondí. —¿ha sido por mí? ¿Es porque tuvimos una relación en el pasado?
—Sí... Es solo que es algo chocante enterarte de que tu novio estuvo antes con tu hermana... No es nada contra ti... Es solo que, Andy estaba nervioso cerca de ti, y solo quiero saber si aún tiene sentimientos hacía ti.
—Oh, linda, por su puesto que no tiene algún sentimiento amoroso hacia mí. Estuvimos juntos mucho tiempo, pero el terminar nuestra relación fue un acuerdo mutuo, ya no sentíamos lo mismo que cuando recién empezamos a estar juntos. Se puso nervioso, porque estando con su novia se encontró a su ex, la cual resultó ser la hermana de su nueva novia, y porque yo siempre le había hablado sobre querer conocerte, quizá el recuerdo lo hizo sentirse incómodo.
—Puede ser... Pero, es solo que, la manera en que te miraba, no lo sé. Además Andy no se pone en mi posición, no quiere tratar de entender por lo que estoy pasando.
—Andy es así. Pero, no te preocupes, Andy jamás me miró de la manera en que te mira a ti.
—Lo hablaré con él. —pensé un segundo. —¿qué tan segura estás de que no se negará?
—Bueno, ahora no tanto.
—¡Qué esperanzadora!
—Andy es bastante impredecible, de todas formas tienes muchas probabilidades de que diga que sí.
—¿No será raro para él ir a ver a tu ex suegro por parte de tu ex, pero nuevo suegro por tu nueva novia?
—Bueno, si le mencionas eso las probabilidades de que se niegue crecen exponencialmente. No se lo menciones así.
—Ojalá él no se lo imagine por sí mismo, porque ahí si que no sé de qué manera haré que me acompañe.
***
—Tu y yo vamos a hablar, Andy.
—¿Ahora estás dispuesta a hablar? ¿Qué pasa si yo ya no quiero hablar?
—Pos no hablamos...
—Si quiero hablar. —qué raro es este hombre.
—Bueno, sé que quizás me enfadé por una estupidez. —Andy me miró levantando una ceja. —Bueno, me enfadé por una estupidez. Pero, entiéndeme, fue bastante chocante para mí. No tengo problemas con intentar resolver esto de manera tranquila. No quiero tener más inseguridades acerca de lo que sientes por mí. Y mucho menos sobre qué sientes por mi hermana.
—Intentaré ponerme en tu lugar para tratar de comprender lo que estás pasando. Perdón por ser un idiota antes. ¿Me perdonas? —quién podría no perdonarlo si la miraba de manera tan tierna con sus ojos azules rogando perdón.
Nos acercamos para poder tener contacto visual más cercano, y pars luego abrazarnos fuertemente. Habían extrañado abrazarlo, el poco tiempo que se mantuvieron distanviados, que en realidad no fue casi nada, lo había extrañado. Había sido horrible no hablarle como siempre lo hacía. Y no poder abrazarlo ni besarlo como siempre.
—Arreglaremos esto. Lo sé.
***
No había querido interrumpir el ambiente, así que no hablamos mucho. Comimos juntos y vimos una película. Andy se quedó dormido, siendo que yo creo que la película estaba asombrosa. Andy y sus gustos raros. No demoró mucho en despertar así que nos pusimos a hablar de algunas cosas.
—Oh, Andy, me preguntaba si podrías acompañarme a conocer a mi padre. Juliet dijo que quería conocerme, y yo quiero conocerlo. Pero la verdad, me da terror ir sola, necesito que estés ahí. No sé si podré con todas las emociones que llegarán en cuanto lo vea. ¿Me acompañarías?
—Por su puesto. —dijo sonriendo. —recuerdo que siempre quiso conocerte. Y no podría no estar para ti en un momento tan importante como ese. Creo que deberías llamar a Juliet de inmediato pata agendar un día para juntarse.
***
Resulta que la agenda de Juliet y nuestro padre estaba completamente vacía. Vacía vacía. Tan vacía que Andy y yo vamos en camino a la casa de Juliet para el encuentro. Así de vacía.
Habíamos demorado en salir porque no sabía con qué vestirme. Nunca habia tenido ese problema. Siempre me vestía muy casual. Pero era un día importante. ¿Y si vestía muy mal y daba una mala primera impresión? Normalmente no me importaría pero... Iba a conocer a mi padre después de dieciocho años. Incluso me como que maquillaje. Pero un buen maquillaje. No solo me hice un delineado. Sino que apliqué sombras y todas esas cosas. Gracias YouTube por tener tantos tutoriales.
Y Andy... Bueno, Andy tenía la misma ropa arrugada con la que se había quedado dormido en el sillón mientras veíamos, corrección, veía la película.
La casa de Juliet era linda. La verdad no tenía nada de especial pero era linda. Era de un piso, color blanco algo desgastado, tenia un pequeño ante jardín que estaba bastante tierno, tenía rosas y otros tipos de coloridas flores.
Andy tocó el timbre y el sonido hizo un eco dentro de mi cabeza. Un eco terrible. Me empecé a hiperventilar. Respiraba muy rápido y sentía la necesidad de mover mucho las piernas, antes de que estas me botaran a mí por tantos nervios.
Abrió Juliet, que lucía adorable como siempre. Entramos y la casa por dentro resultaba muy cómoda y acogedora.
Había una pequeña mesa redonda sobre la cuál habían puesto algunos platos y servicios. Se acercaba la hora de la cena. Y en la mesa también, había un hombre de espaldas que estaba sentado. Estaba sentado sobre una silla de ruedas. Estaba con una camisa blanca, la cual combinaba con su cabello, el cual ya tenía canas que marcaban el paso de los años.
—Juliet, querida ¿A qué hora llega tu hermana? Ansío mucho verla. Por fin.
Se me detuvo el corazón. Su voz a pesar de ser ronca, se sentía como si fuera la voz más dulce y reconfortante que fuera a escuchar en la vida.
—Estoy aquí papá. Ya llegué. —y las palabras salieron sin que hubiese planeado decirlas.
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