Capítulo 23

La primera resolución había llegado a las manos de Heejin, sin ser del todo positiva para Minho cuando Lana había interferido en la parte económica. Si bien el azabache estaba en desventaja en esa parte, su hermana le había asegurado que de todas maneras su solvencia económica era buena para su posición, por lo que no tenía porqué dejarse intimidar.

Una segunda resolución llegó en manos de Heejin, pero ahora nada estaba a su favor. Lana sabía la desventaja que estaba teniendo desde el inicio, por lo que sacar una de las cartas que desprestigiaba más a Minho era su única oportunidad para liderar la decisión del juicio. Estaba siendo injusta, pero su temperamento no la dejaba quedarse con los brazos cruzados sin siquiera intentarlo, así que había dicho que estaba disconforme con la relación cercana que estaba teniendo el azabache con su vecino, siendo mal vista por todos en el juicio.

— Debe de estar bromeando. — Escupió las palabras con cinismo, incrédulo por la situación.

— No, Minho. Ella realmente se atrevió a relucirlo para esta resolución, y por la expresión de todos, están de acuerdo en no aprobar que Lía siga creciendo en un ambiente donde su padre esté en cercanía con su vecino siendo hombre.

— Estamos en el dos mil veintitrés, ¿Por qué siguen teniendo esa clase de prejuicios? — Cuestionó Jisung con disconformidad, cruzándose de brazos.

— Lo sé, pero es difícil cambiar esa clase de pensamientos cuando toda una sociedad aún vive con ellos. Lana sabe que esas personas son adultas que aún piensan de una manera anticuada, por lo que lo está usando a su favor, así que por esta parte están a su favor. — Bufó con cansancio, pasando una mano sobre la base de su cuello. — Mañana volveré a ir, el juicio se está por terminar así que estoy yendo por si cualquier cosa está cambiando, les haré llegar la fecha de la decisión final.

— Gracias, Heejin. Sé que esto debe de ser agotador, suficiente tienes con tu familia como para que también te implicara con esto. — Minho la estrechó entre sus brazos, siendo correspondido de manera inmediata.

— No tienes nada de qué agradecer, todo esto lo hago con gusto y solo quiero que tanto
Lía como tú puedan estar juntos y bien, no creas que se la estoy poniendo fácil a Lana, no apruebo sus actitudes. — Se apartó después de un par de minutos, siguiendo a Jisung para abrazarlo de la misma manera. — No se preocupen porque esto pueda afectar, Minho aún tiene muchas partes ganadas, esto no puede ser más prioritario a todo lo demás.

— Agradezco todo lo que estás haciendo, gracias por informarnos de todo. — Le sonrió, a pesar de que sentía que en cualquier momento estaría colapsando. Jisung no había tomado bien la respuesta de Heejin sobre la segunda resolución, sintiendo que sería cuestión de segundos cuando se desplomaría sin importar quien lo viera.

— Les avisaré cuando esté en el juzgado, cualquier cosa me llaman. —Colocándose su abrigo, se despidió con un gesto de mano antes de salir del departamento.

El lugar quedó en silencio hasta que el llanto de Lía sonó desde su habitación, alarmándolos para apresurarse por el pasillo para ver que era lo que ocurría. Minho levantó a su bebé entre sus brazos y la comenzó a acurrucar contra su pecho, Jisung siendo testigo mientras se quedaba en el marco de la puerta.

Jisung no era una persona precisamente débil, siempre trataba de mostrarse duro cuando las situaciones lo ameritaban, pero ver al azabache junto a su bebé le ablandaba su corazón, no había otra imagen que pudiera contra él como aquella que estaba presenciando. Y cuando comprendió el impacto de ello, se cuestionó si podía soportar ser el responsable de una negativa de custodia, ¿Y si apartaban a Lía de Minho por su culpa? ¿Podría soportar ver devastado al azabache por no haber podido ganar la custodia? De solo imaginarlo se le arrugaba el corazón, anhelaba porque esa no fuera la resolución final, pero las palabras de Heejin estaban picoteando en su cabeza de tal manera que lo estaban frustrando.

Sin poder seguir ahí por más tiempo, decidió volver a la sala por sus pertenencias, tenía que salir de ahí antes de echarse a llorar. No quería preocupar a Minho, sabía que lo cuestionaría y preocuparía si lo veía mal, así que tenía que huir de ahí antes de ceder a las lágrimas que se comenzaban a acumular en sus ojos.

— ¿Te vas? — Cuestionó el hombre detrás suyo, emergiendo por el pasillo.

— Recordé que tengo algo por hacer, Changbin me pidió ayuda en uno de sus trabajos así que iré a visitarlo. — Mintió, guardando su celular en su bolsillo trasero mientras acomodaba su abrigo sobre su hombro.

— Oh, pero, ¿Vendrás a pasar la noche aquí?

Lo pensó por un momento, sin creerlo posible. — Ya es noche, mañana tienes que trabajar y no estoy seguro si estaré mucho tiempo ayudando a Changbin, por lo que es mejor que por hoy no me quede aquí. Pero mañana desayunemos juntos, prometo que me quedaré contigo. — Se acercó para plantarle un beso sobre sus labios, aferrando sus manos en el borde de su camiseta.

Con un suspiro resignado, Minho asintió.— De acuerdo, te estaré esperando mañana.

— Levántate tranquilo, prometo que vendré con el desayuno preparado para recompensarte lo de esta noche.

— Me será difícil dormir sabiendo que no estás a mi lado. — Confesó, recargando su frente contra la suya.

Jisung cerró los ojos, disfrutando de la cercanía antes de obligarse a separarse. Se inclinó para dar un beso en Lía sobre su frente, acariciando su cabecita antes de apartarse.

— Lo sé, también a mí, pero no quiero que te desveles esperando a que yo llegue, prefiero que te acuestes temprano a que me esperes hasta que llegue, sé que no estarás tranquilo hasta verme llegar.

Minho soltó una pequeña carcajada, consternado que lo conociera tan bien. — Bien, pero de todas maneras avísame cuando vuelvas a tu departamento o si te quedas con él, no importa la hora que sea.

— Entendido, no tienes de qué preocuparte. — Con una última mirada, caminó hasta la puerta del departamento. — Buenas noches, Minhonnie.

— Buenas noches, cariño. Descansa, no olvides que te amo. — Escuchar aquellas palabras hicieron sonrojar las mejillas del castaño, provocando una risa del contrario.

— ¡También lo hago! — Gritó antes de salir de ahí, buscando algo de aire.

Cuando la puerta se cerró detrás suyo, soltó una exhalación antes de encaminarse hasta el departamento de Changbin, tocando de manera débil antes de sentir las primeras lágrimas bajar por sus mejillas. No tardó mucho en abrirse la puerta, entrando tan rápido sin darle tiempo de reaccionar a su amigo antes de abrazarlo con fuerza, cediendo al llanto acumulado en su pecho. Los sollozos salían de manera incontrolable, no sentía la capacidad suficiente para poder detenerlos, solo sintiendo consciente de que se sostenía de los hombros de su amigo como si de un salvavidas se tratara.

— Sung, ¿Qué es lo que sucede? ¿Qué está mal? — Cuestionó con un tono preocupado, sobando su espalda.

— T-todo, todo está mal. — Susurró entre llantos, siendo dirigido hasta el sillón donde se acurrucaron, Jisung abrazaba el costado derecho de Changbin mientras este trataba de entenderlo.

— ¿A qué te refieres, cariño? Habla conmigo.

— Seré el responsable si a Minho no le dan la custodía de Lía. — Susurró, sorbiendo por la nariz.

— Tienes que ser más específico, Jisung. ¿Por qué serías responsable de algo como ello? No logro entenderte.

— Lana dijo no estar de acuerdo con la relación que él estaba teniendo conmigo, decía que no era un ambiente sano para la bebé y el jurado estuvo de acuerdo. ¿Por qué ven como algo malo una relación de dos personas que solamente se están amando? ¿Por qué debe de complicarse todo esto solo por una relación?

— Oh, Sung. La sociedad aún es muy conservadora, lo podrán ver mal por sus pensamientos anticuados, pero dudo mucho que puedan ceder ante eso cuando ella aún sigue estando en desventaja, ¿Por qué le darían la custodía a una madre que estuvo ausente tan pronto como la bebé nació? No tiene ninguna conexión con ella, no tiene ninguna compatibilidad, dices que ni siquiera puede acercarse an ella porque parece arrepentida, ¿Quién en su sano juicio podría concederle la custodía viendo su historial?

— ¿Eso crees? No estoy seguro, también tiene la parte económica cubierta, son dos cosas importantes para el desarrollo de Lía... — Comentó sin estar convencido, tratando de limpiar su rostro con las mangas de su suéter.

— Vamos, Jisung. Ten un poco de fé, debemos de pensar de una manera positiva para que salga de esa manera, no cedas ante el miedo porque aún no sabemos como está la parte del juicio, solo son informes y suposiciones.

— ¿Crees que pueda vivir con ello si llega a suceder?

Changbin negó, abrazándolo con fuerza. — No, porque estoy muy seguro que eso no sucederá. Minho logrará tener la custodia, Lía estará con su padre como siempre tuvo que pasar y ustedes tres formarán una familia como se debe, eso es lo que pasará al final.

Jisung intentó aferrarse a sus palabras mientras las lágrimas seguían bajando por su rostro, sus manos empuñadas contra la sudadera de Changbin en busca de sentirse consolado. No supo en qué momento se quedó dormido, pero logró relajarse una vez que el sueño lo venció y Changbin lo arropó con una de sus cobijas, dejándolo descansar en el sillón mientras un celular sonaba por un mensaje entrante.

Minho se encontraba rodando por toda la cama, la desesperación consumiendo su ser mientras seguía esperando el mensaje de Jisung avisándole dónde estaría pasando la noche. Para las tres de la mañana, comprendió que aquel mensaje no llegaría y estaba a menos de dos horas para que la alarma sonara, percatándose que no había siquiera dormido una hora. Frustrado por ello, se colocó sobre su espalda mientras veía el techo, deseando con todo su ser que la custodía fuera concedida a su favor, que Jisung no dudara estar a su lado y poder formalizar su relación, tenía tantos planes que todos ellos dependían de una sola respuesta.

Y aquella respuesta estaba a nada de llegar.

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