Capítulo 20

En el trabajo, Minho ya no estaba rindiendo lo suficiente, teniendo un bajo rendimiento de manera drástica en tan solo una semana. Desde capturar mal los datos, tirar el café por todo su escritorio, olvidar preparar la sala de juntas, e inclusive olvidando sus propias pertenencias al salir, sus amigos sabían que algo no estaba yendo bien para él.

Por ello, esa misma mañana cuando Seungmin y Jeongin miraron al ascensor en cuanto las puertas se abrieron y Minho traía un sobre entre sus manos, se dispusieron a cuestionarle que era lo que ocurría.

Minho caminó hasta su cubículo, dejando sus cosas sobre el escritorio mientras no apartaba la mirada del sobre. Seungmin se cruzó de brazos mientras Jeongin lo observaba desde el otro extremo de su área de trabajo.

— Buenos días, Minho. ¿Cómo estás hoy? — Inquirió el menor de ellos dos, buscando captar su atención al solo pasar entre ellos a su cubículo.

El azabache no contestó, tomando asiento.

— Hey, Lee. — Seungmin agitó su mano delante de su rostro, pero no logró el resultado que esperaba.

Aquella mañana no estaba yendo del todo bien para Minho, desde que no sonó la alarma y tuvo que alistarse de manera rápida para el trabajo, alistar las cosas de Lía y salir del departamento de manera apresurada, sin encontrar un lugar cerca en el estacionamiento de la empresa y teniendo que aparcar demasiado lejos para su gusto, llegando tarde para dejar a Lía en la guardería y checando su hora de entrada por un par de minutos de atraso, sabía que eso traería consecuencias al momento de su paga. Era mínimo, pero no podía permitirse despediciar su dinero y hacer que le descontaran, no cuando todo su dinero se estaba dirigiendo hacía un abogado.

Porque sí, Lana había mandado una notificación de juicio a los tres días desde que apareció, sin darle mayor oportunidad de hacerse a la idea a lo que se enfrentaba. Necesitaba conseguir un buen abogado que pudiera defender su caso y que además estuviera entre sus límites económicos, pero eso estaba siendo casi imposible. No había horas extraordinarias en la empresa, no podía conseguir un segundo empleo por el horario que tenía y no pensaba recurrir ni a sus padres ni a nadie por ayuda monetaria, ese era su problema y él mismo lo resolvería.

Estaba tan sumido aún leyendo la notificación que el abogado de Lana le había hecho llegar, que se sobresaltó cuando sintió unas manos plantarse sobre sus hombros.

— ¡Hombre, qué te pasa! — Seungmin gritó cerca de su oreja, provocando que soltara la notificación.

— Perdón, buenos días. — Contestó una vez que estuvo consciente de las miradas de sus compañeros de trabajo.

— ¿Qué es lo que ocurre? Estos días estás demasiado alejado, inclusive distraído, BangChan ya lo notó con lo de la junta pasada y estamos preocupados que te esté ocurriendo algo en particular. — Mencionó Jeongin con una expresión seria.

El azabache se mordió el labio antes de alzar el papel en sus manos. — Lana, la madre de Lía, apareció hace un par de días en mi departamento. Ahora tengo el tiempo encima para mandar mi petición para la demanda y elaborar las razónes por las cuales quiero quedarme con la custodia definitiva de Lía.

Los dos hombres se miraron entre ellos, totalmente consternados con lo dicho. Ahora cobraba sentido la preocupación del azabache, alertándolos mientras lo observaban con preocupación.

— ¿Por qué te lo habías guardado? Podemos ayudarte, ¿Qué es lo que necesitas? Si hablas con BangChan, él podría ayudarte de alguna manera mientras te centras en ello, no debe de ser fácil llevar a cabo este tipo de demanda. — Seungmin sugirió, tomando una postura pensante.

— Tiene razón, no tienes porqué pensar en esto solo, solo dinos de qué manera podemos ayudarte y lo haremos sin dudarlo. No estoy seguro de como se lleva este tipo de demanda, ¿Estás consiguiendo asesoría con alguna firma? ¿Cuánto tiempo tienes para emitir tu petición?

— No, chicos. Agradezco su preocupación, pero no los quiero implicar en esto, es mi problema y lo resolveré como pueda, solo necesito organizarme mejor. Estoy agradecido por su interés, pero lo último que quiero es que me ayuden, no quisiera aprovecharme de esa manera, ya podré apañarmelas. — Negó cualquier gesto de ayuda, guardando el sobre en uno de los cajones del escritorio.

El mayor lo miró con el ceño fruncido, disconforme con sus palabras. — No te estás aprovechando de ninguna manera, Minho. Somos tus amigos, solo queremos ayudarte porque sabemos la historia detrás de todo esto y que no debe de ser nada fácil afrontar un problema de este grado, así que acepta nuestra ayuda, aunque sea mínima.

Minho sintió repentinamente sus ojos húmedos, parpadeando en repetidas ocasiones para no echarse a llorar en ese momento. La presión sobre sus hombros estaba tirándolo, lo sofocado que se sentía le estaba haciendo un hueco en el pecho con miedo de que la resolución no diera a su favor. Estaba explorando cada posible escenario de como podría acabar esa disputa y en todas temía de que no fuera a favor suyo, ¿Qué haría si lo alejaban de Lía? ¿Y si limitaban las veces que podría verla? O peor aún, ¿Y si le prohibian que la viera? No imaginaba poder estar lejos un solo segundo de Lía, su bebé aún era muy pequeña y él estaba dando su mayor esfuerzo desde el primer día para cuidar de ella, darle lo mejor siempre, pero si comparaban ese punto con Lana, él estaba demasiado desfavorecido.

Pasó el dorso de sus manos sobre sus ojos y sorbió por la nariz, tratando de apartar sus pensamientos engañosos. — Se los agradezco, primero que nada necesito armar mi petición junto con los argumentos, creo que me piden una lista de testigos que puedan ir a juicio para declarar, necesito las pruebas necesarias para comprobar su lejanía y abandono a Lía, pero para ello pensaba contratar a un abogado para que me asesore en ese aspecto.

— ¡Cuenta con nosotros! Podemos ser tus testigos, ¿Ya tienes contemplado a quienes puedan testificar? — Jeongin cuestionó, juntando sus manos sobre su rostro.

— Estaba pensando en mi hermana y en Hyunjin, mis padres definitivamente no querrán siquiera involucrarse, así que estoy tratando de pensar en más. A lo mejor un par de conocidos de mi anterior trabajo, Jisung dijo que me ayudaría de ser necesario, creo que son todas las personas que tengo contempladas.

— Entonces podemos hacer ello, ¿Tienes algún abogado pensado para la asesoría? Tengo un par de números agendados, o en internet puede ver algunos. — Sugirió el mayor mientras tentaba su pantalón de vestir en busca de su celular.

— Uh, sobre ello... Busqué algunos, pero no creo que estén aún en mi rango económico lo suficiente, los mejores valorados y más cercanos en la zona suelen cobrar demasiado, no sé si pueda permitirme pagar en todas las sesiones de asesoría que requiera, el juicio posiblemente sea algo alargado.

— Podríamos ayudarte a buscar alguno, puedo preguntarle a un par de conocidos en mis tiempos de universidad, debo de tener alguno que tenga relación en ello. — Comentó Jeongin, agarrando su propio celular en busca de sus contactos.

El azabache solo se limitó a asentir, viendo como entre ellos comenzaban a hablar sobre posibles opciones, sintiéndose agradecido de tenerlos como amigos. Y, como si no fuera suficiente lo que ambos chicos estaban haciendo para ayudarlo, se giró al escuchar una notificación provenir de su celular.

Se trataba de Jisung, y todo indicaba que se trataba de buenas noticias.

Jisung se encontraba en la sala de espera, repasando mentalmente su propósito de su visita aquel día. Si bien no frecuentaba por esos lugares, ahora tenía una razón válida para hacerlo, solo esperaba poder ser escuchado por la mujer.

— ¿Han Jisung? — Cuando la recepcionista lo llamó, se levantó rápidamente de su asiento.

— Voy. — Dijo mientras arreglaba su ropa, tratando se verse lo más presentable posible.

— Puede seguirme, la señora Han está emocionada por atenderlo. — Musitó la recepcionista, guiándolo por uno de los pasillos que conectaba a la oficina principal. Jisung sonrió, sabía que se trataba de la verdad, pero no quería usar sus preferencias en esa ocasión. — Tenía tiempo sin venir por aquí.

— No es un lugar que me quede precisamente en el camino, pero debí venir antes. — Confesó con una sonrisa apenada, deteniéndose enfrente de la puerta.

— Es un placer tenerlo por aquí, solo toque una vez la puerta y entre, la señora Han no quiere demasiadas formalidades con usted.

Jisung asintió, ofreciéndole una cálida sonrisa antes de verla alejarse, dejándolo solo. Se giró para encarar la puerta, haciendo lo que la recepcionista le había dicho solo tocando una vez antes de abrir la puerta, asomando apenas su rostro cuando fue llevado al interior de la oficina.

— Jisunggie. — La mujer lo recibió con un abrazo, sorprendiéndolo por completo.

El castaño le correspondió el abrazo, pero se alejó rápido. — ¿Así sueles recibir a tus clientes?

— Solo a los que me caen muy bien. — Contestó con una sonrisa antes de alejarse de igual manera, caminando hasta su escritorio. — Si mi hijo me visitara más seguido, no habría necesidad de recibirte de esa manera.

— Perdón, mamá. — Sintió un rubor sobre sus mejillas ante la llamada de atención, siguiéndole el paso. — Hoy quiero pedirte algo importante, pero quiero que me veas como una persona externa, no como tu hijo.

— ¿Qué sucede? No sueles ser muy serio cuando vienes a verme, ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que nos vimos. — Frunció el ceño ante ese dato, tomando asiento detrás de su escritorio.

— Prometo ser más constante, pero esto es algo serio.

— Dímelo, estoy dispuesta a ayudarte de cualquiera manera que me lo pidas.

— Necesito a uno de tus mejores abogados de tu firma, pero no es una demanda hacía mí... — Comenzó a explicar, juntando sus manos sobre su regazo.

— ¿Entonces para quién? — La mujer se encontraba completamente desorientada, tratando de saber más.

— Necesito uno de tus mejores amigos para que pueda asesorar a un padre que está siendo demandado por la custodia de su bebé, queriendo mandar su petición con sus argumentos del porqué no está a favor de ceder con la madre.

— Me puedo hacer una idea del caso, ya han surgido un par, pero sigo sin saber de quién se trata, ¿Por qué tanto interés en ayudarlo, cariño?

Jisung tragó en seco antes de soltar la verdad. — Porque es mi novio, mamá. Quiero pedirte si me ayudas con la demanda hacía mi novio, puedo darte una larga lista por las razones de qué merece ganar esto, así que hoy vengo como cliente e hijo para que puedas ayudarme, a ayudarnos, por favor.

Y en ese momento, Soyeon creyó poder caer al suelo si no fuera porque se encontraba sentada, ¿Qué había pasado?

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