CAPÍTULO 8
La llegada al departamento fue silenciosa, ambos iban tomados de la mano aún, pero quisieron darse el espacio como para pensar, porque JiMin tenía la leve sospecha de quién era el causante de lo que había pasado, mientras YoonGi pensaba en el omega a quien se había aferrado en aquel momento, tal vez no le importó si eran tres alfas o si éstos le habían dejado ir golpes; en aquel momento no importó nada de ello por que su mente solo procesaba el no dejar que lastimaran a JiMin, reprochó en su mente el ser descuidado porque por su culpa el omega había resultado herido y eso enfada tanto su parte lobuna como también a su parte humana.
Tal vez no quería aceptar lo inevitable; tal vez aquel sentido de protección iba mas allá de cumplir con su trabajo. Dirigió su vista hacia la mano que estaba siendo sostenida por el omega, quiso soltarse porque se sentía confundido y esos tactos no le ayudaban a aclarar su mente.
Pero luego de ver esos ojos perdidos y con rastros de llanto, optó por no alejarse y al menos dejarse llevar por ese momento.
Las puertas del elevador se abrieron, y al parecer JiMin se dio cuenta de como se aferraba a su mano, porque en cuanto vio la unión en ellas, deshizo esa unión como si de fuego se tratase y sin mirar a su hyung, se dirigió hacia él. -Apresuremonos hyung.
YoonGi no dijo nada, quizá dolió ver esa extraña indiferencia o tal vez dolió que sus manos habían sido alejadas.
YoonGi se adelantó unos pasos dejando al omega atrás de él, marcó la clave y entraron para descalzarse y caminar hacia la sala donde se encontraron a TaeHyung viendo televisión.
El omega se dió cuenta de la presencia de ambos y se giró sin moverse del cómodo sofá. No se esperaba encontrarlos en ese estado, descartó lo distantes que estaban el uno con el otro y se centró en los rasguños y golpes que tenían, sumando el rastro de llanto en JiMin, hizo una mueca y se levantó del sillón para acercarse.
-¿¡JiMin que paso!?- JiMin miró a YoonGi una fracción de segundos y negó con la cabeza.
A TaeHyung le dolió el tono frío en la voz de JiMin, haciéndole tragar sus preguntas porque sabia al aparecer no estaba de humor. -Ahora no TaeHyung, trae el botiquín a mi habitación por favor. - el nombrado se dirigió al baño en silencio para hacer lo pedido mientras JiMin llevaba al mayor a su habitación.
Luego de que TaeHyung se logrará calmar debido a que ver en ese estado a ambos, le ponía los nervios de punta y el semblante de ambos era extraño cuando los había visto animados y hacerse bromas en la mañana; dudas y sospechas cruzaban su mente pero no era el momento para hablar de ello.
Sacó el botiquín y lo apretó con fuerza. Tocó ante de entrar h con suavidad abrió la puerta, la imagen de JiMin se notaba asustada, llevaba la misma cara que cuando lo sacó de su apartamento aquel día; pero entendía que debía darle su espacio así que solo les entregó el botiquín y salió de la habitación, ya luego les preguntaría.
YoonGi sentía su cuerpo doler, pero se sentía bien al saber que nada había llegado a mayores.
Sin embargo el aspecto de JiMin le dejaba un mal sabor de boca, ¿No habían arreglado sus problemas ya? Si era así ¿Por qué le trataba indiferente y actuaba de esa forma?
Le enfurecía ver su rostro con un labio partido y un pómulo herido debido a la cachetada que le había propinado el maldito alfa.
No pudimos defenderlo bien.
Sus pensamientos eran pésimos en ese momento, dejando escapar gruñidos molestos. Todo estaba mal de un momento a otro.
Se sentía frustrado y el ardor de su labio y pómulo no ayudaba.
Dentro de la habitación, el menor le había pedido en un susurro que se acostara en la cama; siendo las únicas palabras dirigidas hacía el en ese momento. YoonGi obedeció, viendo como JiMin se acercaba a la mesa de noche y traía consigo el botiquín.
-Tranquilo hyung, curaré tus heridas. - el omega habló con vos suave. Tomando un algodón y colocándole alcohol para desinfectar las heridas. -¿Por qué me mira así? - preguntó cuando unos ojos se posaron a él, viendo el leve temblor en ellos.
-Tu... ¿Estás bien?...- dijo sin perder el contacto visual establecido en esos momentos.
Vio la duda en esos ojos, como si la pregunta le hubiera afectado. -Creo que me afectó saber que él fue el causante de todo esto. Es difícil para mi ver cuanto daño sigue haciendo y... No tengo el valor de verle hyung... Por mi culpa se lastimó usted también.
El mayor colocó una mano sobre la mejilla del menor, quitando las lágrimas que en ese momento se deslizaban sin cesar.
-No te culpes por ello, tu no tienes la culpa de todo esto Jiminnie... Yo lamento mucho no haberte salvado a tiempo, mirate ahora estas lastimado.
Ambos se observaron sin decir más. Perdiéndose en los ojos del otro, JiMin sorbió su nariz y continuó con su labor, limpiando las heridas para desinfectar. -Ah hyung, siempre hace que me sienta mejor. - sonrió. -Pero usted tampoco se culpe, no se preocupe yo... Estoy bien. - dudó.
-Yah, no me mientas.
-No lo hago. - dijo sonando seguro. -Ahora déjeme curarlo.
-De acuerdo... Pero dejame curarte después ¿Si?
Ambos sonrieron, al alfa se alivió al ver de nuevo esa sonrisa sincera y siendo dirigida solamente a él.
JiMin asintió y eso bastó para que YoonGi se dejara hacer.
El omega sonrió al terminar su trabajo. Metiendo las cosas en su lugar. -Listo hyung, iré a preparar un té de...
Fue interrumpido por el agarre de su brazo, impidiéndole querer levantarse. -¿No te dije que te curaría?
Las mejillas del omega tomaron un leve rosado, demostrando su vergüenza. -Pero...
-Nada de pero, ven acomodate. - interrumpió.
El aludido sonrió y tomó asiento de nuevo, tomando una posición de loto frente al mayor. El alfa con delicadeza limpió y colocó crema en sus heridas. Tragó saliva por lo ansioso que sentía el tener a JiMin tan cerca, mientras que su lobo se encontraba muy feliz ante al acercamiento.
Terminó de curar sus heridas y el omega le miró con curiosidad, sabiendo que quería preguntar algo. -Dime JiMin-ah.
JiMin se sonrojó por ser descubierto y su voz resonó en un susurro. Volviendo el ambiente más íntimo. -¿Puedo abrazarte hyung? - su mirada deslumbró al mayor que le miraba sonriendo.
-Ven acá Jiminnie. -El menor se abrazó al alfa, colocando su nariz en el cuello del mayor; sintiendo la tranquilidad al percibir su aroma. Por otro lado, YoonGi era un manojo de nervios que se aferraba a la cintura del menor, pero se sentía bien abrazarlo, le gustaba.
¿Se puede gustar de alguien tan rápido?
Esa pregunta rondaba la mente de YoonGi, tenia miedo de que sus sentimientos se desarrollaran más, el ya no podía ignorar como su lobo se ponía feliz al estar así de cerca del omega, y su parte humana también se sentía feliz y atraída.
La voz del menor chocó e la curvatura de su cuello. Provocando una corriente bajar por su espalda. -Hay que descansar hyung.
-Esta bien. - YoonGi se separó del abrazo primero, queriéndose levantar; acto que no le fue permitido por el agarre en su camisa. Se volteó para mirar esos ojos que le miraban de manera indescriptible. -¿Sucede algo?
-Quédate aquí hyung. Descansa a mi lado... Por favor.
Los ojos de YoonGi le miraron curiosos. -Cla-claro, digo, ¿estarás bien con ello?
JiMin asintió. -No sé porqué, pero contigo me siento tranquilo hyung.
El alfa soltó el aire retenido y se sentó en la orilla de la cama. -Esta bien, me quedaré solo deja dejame ir por un pijama y...
JiMin le interrumpió. -¡No!... Digo... Tae de seguro si te ve, te preguntará sobre lo sucedido y es mejor hablar mañana, te daré uno de los míos ¿sí?
El alfa asintió con una sonrisa, tenía razón y ahora que lo pensaba no estaba listo para un interrogatorio al nivel de Kim TaeHyung.
JiMin se levantó, caminando hacia el armario de madera, lo abrió y sacó unos pantalones holgados y una camiseta, vio hacia la ventana; un atardecer muy hermoso se observaba.
-Hyung vamos afuera, veamos el atardecer. - el omega emocionado tiró la pijama sobre la cama y tomó la mano de YoonGi, provocando un sonrojo en el mayor. Abrió la puerta que daba con una pequeña terraza y ahí se colocaron a la par, colocando sus manos sobre el grueso barandal en color blanco. Ambos miraron el hermoso cielo que se mostraba en tonos naranjas, morados y más arriba azul.
JiMin suspiró al ver el hermoso cielo. -Es hermoso.
-Lo es. - el alfa habló mirando el cielo que se extendía en bellos colores cálidos.
-Hace tiempo no disfrutaba un atardecer. - JiMin sonrió en suficiencia.
Ahora soy feliz, soy libre.
El menor posó su mirada sobre el mayor, quien veía con una sonrisa el bello cielo. -Hyung, ¿Qué te parece si salimos mañana?
- ¿Mañana? - el alfa no se esperaba esa pregunta.
Cálmate idiota, solo es una salida, de amigos.
Aquel pensamiento hizo molestar a su lobo y a el también, volviéndose inquieto.
Asintió. -Si, mañana... Quiero llevarte a la cafetería que está cerca de acá, es muy bonita y hacen el mejor café del mundo, y los postres son exquisitos. - el alfa esta vez miró a JiMin y sonrió mostrando sus encías, su mirada gatuna destellaba de felicidad. Ambos rostros siendo iluminados por aquel atardecer.
-Vamos entonces, me encantaría ir. - aceptó. -No puedo creer que el día pasara demasiado rápido. - habló sorprendido
-Tienes razón... Vamos adentro has de estar muy cansado. -JiMin observó como el sol se despedía, dando paso a la bella luna y sus estrellas, quedando una noche clara e iluminada.
Ahora debía anticipar esa salida, ahí descubriría que era lo que realmente estaba sintiendo. Esperaba por fin aclarar sus dudas.
JungKook y YugYeom yacían sentados en la sala del departamento del mayor. Uno molesto y el otro afligido y nervioso.
-JungKook...
-Cállate, dejame pensar.
-Es que deberías parar con esto ya. - suplicó YugYeom
-¿Por qué? - habló molesto el alfa.
-JiMin no merece esto JungKook, debes dejarlo ir o al menos solucionar como personas civilizadas las cosas.
-Lo quiero aquí, conmigo YugYeom. -el alfa habló un poco más calmado.
-Pero no puedes obligarlo, esa no es la manera, habla con él.
-¿Y cómo? El no querrá escucharme.
-Llamalo y véanse en un lugar, hablen y terminen con esto de una vez por todas... Dale el divorcio. - dijo con pesar.
JungKook no quería hacerlo. Pero no estaría mal platicar con aquel omega y tal vez así contarle lo que le pasaba...
Quiero verlo y explicarle el porque le hice tanto daño.
Un nudo se instaló dentro de su garganta, ¿podría confiar en YugYeom? -Hay algo que debo contarte...
El sonido de su teléfono lo hizo callar.
[Numero desconocido]
-Diga. - Contestó rápidamente.
-Jungkook. - El alfa se heló al escuchar esa maldita voz.
-¿Qué quieres?
-Esta es una advertencia mi querido JungKook, debes entregarme el dinero que me debes.
El alfa rió nervioso, su orgullo siendo olvidado al escuchar esa fría y ronca voz.
-No tengo dinero...
Una risa se escuchó del otro lado. -Ven a mi oficina en tres días Jeon, no querrás que te quite a ese omega ¿verdad? Por que se que ahora ya no esta a tu lado.
La llamada fue cortada sin dejarle decir alguna palabra sabía que ahora todo estaba perdido, todo se había arruinado.
-¿Ocurre algo Kook? -YugYeom se levantó al ver el rostro pálido del alfa.
-Debo pagar ese dinero, si no me matara y matara a JiMin, YugYeom. - JungKook cerró sus ojos, suspirando para así evitar desarmarse en llanto. Ya no podía más.
-¿De cuanto dinero estamos hablando? ¿Por que le haría daño a JiMin?- YugYeom se acercó alarmado y colocó una mano sobre el hombro del mayor.
-Cinco millones. - JungKook miró a su amigo asustado. -Hay algo que debo contarte YugYeom, algo que tú no sabes.
-Maldición es demasiado dinero JungKook, ¿en qué diablos estas metido?
El alfa supo que debía confesarle todo a YugYeom; desde lo que pasó con JiMin, hasta sus trabajos sucios de los cuales hoy se arrepentía y dudaba de que el omega lo perdonara, su ambición había destruido lo que más había amado.
Si no los pagaba era hombre muerto y JiMin correría con la misma suerte. Era un idiota al pensar que esa deuda había sido olvidada.
[Editado]
HotCakeWorld
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