CAPÍTULO 20

—Jiminnie puedo ir si deseas. — YoonGi habló mientras intentaba levantarse. El antes mencionado se giró para verle con una sonrisa apenada.

—Lo siento hyung... Pero debo ir solo, prometo tenerte al tanto. —dijo mientras se colocaba su abrigo y gorro.

El alfa seguía recostado en la cama, sintiendo la calidez de las sabanas y el fresco aroma del omega mezclado con el suyo. Miró un poco desganado como JiMin se preparaba para salir, en esos momentos odiaba el estar en ese estado, si tan solo no hubiera sido confiado aquella vez...

Su mente profundizó aquellos pensamientos, agobiandolo. Al parecer JiMin se percató del semblante perdido del mayor, dejando su mochila sobre el tocador se acercó hasta llegar a la cama y así sentarse frente al alfa, colocó su pequeña mano sobre la mejilla pálida del alfa; solo ese tacto bastó para que YoonGi volviera a la realidad, donde la calidez y armonía estaban de la mano junto a JiMin, su lindo Jiminnie.

Sonrió al sentir lo bien que se sentía ser querido, jamás creyó sentir lo que ahora dentro de su pecho se formaba, tanto así que sentía sus sentidos explotar.

—¿Sucede algo? ¿No quieres que vaya? —cuestionó en un susurro el cual pareció  adormilar al alfa.

YoonGi trago en seco y negó. —No es eso...

—¿Entonces?

—No quiero que te arriesgues... Yo, tengo miedo de que algo malo pueda pasarte y yo no estaré a tu lado para protegerte. —el tono con el que habló hizo que JiMin se sintiera mal... Es decir, no quería preocuparlo, el también tenía miedo pero debía solucionar sus problemas para poder continuar.

Hizo un esfuerzo en sonreírle como solo él podía hacerlo. —Estaré bien, volveré rápido hyung... No quiero que te preocupes.

YoonGi asintió sintiéndose resignado. —Matenme al tanto, tendrás a alguien... Cuidándote ¿si? Solo así podré estar tranquilo.

JiMin asintió, dándole ternura la imagen de un alfa adormilado pero con preocupación, el omega podía jurar que su corazón se calentaba cuando YoonGi le protegía con fervor, estaba consciente que cada día sus sentimientos iban creciendo, y parecía que él no era el único.

Ambos se miraron, con miedo de un futuro incierto pero que pase lo que pase saldrían de todo esto, sus sentimientos seguirían fuertes, eso era lo que les ayudaba a mantenerse firmes; JiMin se inclinó para poder besar a YoonGi, un beso cálido y húmedo, donde sus lenguas definían su propio camino. YoonGi tomó el rostro del omega, controlando cada movimiento en el contrario; los minutos pasaron y para pesar de ambos tuvieron que detenerse, ya después podrían continuar.

—Cuidate Jiminnie.

—Lo haré hyung.

El alfa observó como el omega salía de la habitación, su mirada se poso en el tierno reloj y marcaba las once del medio día.

La mañana había pasado volando, entre besos y caricias pues habían aprovechado un poco el tiempo a solas pues TaeHyung había salido con HoSeok para comprar cosas de su bebé.

Ahora estaba sólo y en cama, buscó con dificultad su teléfono encontrándolo debajo de su almohada, lo sacó y buscó el contacto de él.

[JungKook]
¿Cuándo podemos vernos?

Esperó unos minutos para que su celular sonara.

¿Ya estas bien?¿Podría ser mañana?

YoonGi se lo pensó unos momentos, después de todo HoSeok ahora estaba incluido si o si, así que con eso en mente tecleó hábilmente su respuesta.

Mañana, al medio día... ¿Subway está bien?

Si... Bien te veo allí entonces.

YoonGi guardó su teléfono, verificando algunos mensajes de su jefe preguntando por su salud y uno que otro de ofertas de trabajo... No tenía tiempo para ello en esos momentos así que se dedicó a contestar una negativa por respuesta.

Ah~ su tarde sería larga sin su Jiminnie.

Caminó un poco por las calles ya conocidas para él, donde centenares de veces había corrido para llegar rápido a casa; JiMin sintió nostalgia al estar parado de nuevo allí.

Luego de tanto caminar para ordenar así sus ideas, llegó al lugar que había sido su antiguo trabajo; entró, sintiéndose apenado pues nunca dio una justificación, solo desapareció y no volvió.

—Hola. — habló a la mujer que se encontraba siendo cajera. —Disculpa, ¿se encuentra Yeonhee-ssi?— la chica le miró curiosa quedándose un poco anonadada ante lo bello de aquel joven que identificó como un omega; ella era una alfa.


—¿Para qué le busca?— preguntó con desconfianza pues era con su jefa que quería hablar.

—Yo...

Una voz conocida para él interrumpió su explicación. —El trabajó en éste lugar, todo bien Mina puedes seguir trabajando.

Tras un asentimiento YeonHee se acercó al omega que no le veía al tener la mirada viendo el suelo. —Que sorpresa JiMin, pensé que nunca te volvería a ver.

Reproche era lo que se sentía en cada palabra dicha, JiMin trató de no verse afectado aunque por dentro esas palabras quemaron después de todo el tenía culpa.

—Lamento no avisarte nada pero han sucedido muchas cosas, ¿podemos hablar? —preguntó temeroso pero ahora viéndola. Habían pasado meses sin observar aquellos ojos color miel, la había extrañado.

—Vamos afuera. —fue todo lo que dijo, no sin antes sacar cinco botellas de soju. JiMin abrió sus ojos sorprendido. —Yo no quiero tomar Noona.

—Deberás hacerlo si quieres que te escuche. — dijo mirándole seria al tiempo que salían del establecimiento. —Además siempre bebíamos juntos para deshacernos de nuestras penas.

JiMin asintió resignado, pensando en que una no le haría nada, después de todo sería algo difícil lo que le contaría y necesitaba un arranque.

Sentados en una de las mesas fuera de aquel establecimiento y con botellas de soju en mano se dedicó a contarle todo a ella, que además de haber sido su jefa, ella fue su amiga, aquella que le escuchaba cuando ya no podía más con su vida hecha un desastre; ambos tenían una historia similar así que tal vez eso les unía


—Noona, ¿Estas llorando?

JiMin miró divertido a su amiga, sintiéndose un poco mareado ante el efecto del alcohol. Si bien solo se había tomado dos botellas éstas habían sido suficientes para pegarle, lo atribuyó a que tenía meses sin beber. YeonHee se había tomado seis botellas, soltando hipidos ante el llanto.

JiMin le había terminado de contar todo lo de JungKook y también el como había encontrado a YoonGi. Ella había maldecido molesta a JungKook, diciéndole un "te dije que debías huir de ese idiota JiMin-ah"

El tiempo pasó, el reloj marcando las tres de la tarde. JiMin se alzó, sintiéndose un poco mejor ahora, mientras YeonHee limpiaba los rastros de lágrimas. —Debo irme, éste es mi nuevo número...

Ella asintió. —¿No trabajaras más aquí?

JiMin negó. —Yo... No quisiera estar en este lugar, al menos por ahora no puedo.

Ella comprendió, comprendió que habían heridas la cuales faltaban sanar. —Mi amigo tiene un restaurante por donde vives... Puedo decirle que te dé trabajo.

JiMin abrió sus ojos sorprendido. —¡Si! —asintió efusivamente. —Te lo agradezco Noona.

—De acuerdo, yo me iré a casa, la vida de solteros es mejor JiMin-ah... —el omega rió por las ocurrencias de su amiga.

—Ya vendrá el taxi, ve con cuidado y llámame ¿de acuerdo?

—Lo haré.

Sin más se despidieron, JiMin caminó de nuevo a la parada de autobús, al llegar se sentó en uno de los banquillos para esperar, sin embargo una voz la cual era familiar para él, le hizo girarse viendo a un alfa de ahora cabellos rubios caminando hacía él.

—JungKook...

—¡Azul! —gritó un omega ya frustrado y hambriento.

—¡Amarillo! —contestó HoSeok sobando el puente de su nariz debido al estrés.

TaeHyung tomó de los hombros a su pareja y le miró con un rostro calmado. —Cariño... ¿Y sin comemos primero?

HoSeok rodó sus ojos. —Bien... Pero dejame explicar porque amarillo.

—A ver.

—No sabemos con exactitud si será niño o niña, y el amarillo es un color... Brillante y queda perfecto en ambos.

—Quizá deberíamos comprar cosas como la cuna, o armar su habitación... Es muy pronto aún.

—No dices eso cuando tienes hambre, espero no te estés aprovechando eh.

TaeHyung abrió y cerró la boca tratando de defenderse, más solo dejó ir un golpe en el hombro del alfa. —Eish, eres imposible Jung HoSeok.

—Así me amas. —respondió robándole un beso.

TaeHyung formó un puchero. —Si eres así no puedo molestarme.

—Te amo. —dijo besando el puchero en los labios de su omega.

—Te amo. —recitó sintiéndose feliz, amaba al alfa y todo lo que él conllevaba, ahora un cachorro estaba en camino como muestra de su amor; un amor interminable.

—¿Qué haces aquí? —JungKook preguntó sentándose al lado del omega.

JiMin levantó sus hombros en un acto despreocupado. —Vine a hablar con YeonHee. —dijo sabiendo que JungKook ya sabía quien era.

—Oh... ¿Trabajaras aquí?

JiMin soltó una risa sin gracia. —No... Solo vine a despedirme de éste lugar...

—JiMin... —aquel nombre escapó dolido, se sentía mal de todo lo que su avaricia había logrado.

—No te preocupes... Es pasado JungKook.

—Pero... ¿No te sentirás incómodo el tenerme cerca?

JiMin le miró confundido. —¿Eh?

—¿No te lo dijo YoonGi? —preguntó extrañado.

—¿Decirme el qué?

—Que ambos trabajaremos juntos para atrapar a quien te persigue... JiMin ambos hicimos una tregua porque yo... Se quien es quien te persigue y solo yo puedo guiarlos hacia él.

Hoy su gente, vayan preparando de todo....

Espero les haya gustado.

Y... GRACIAS POR EL APOYO, :'v en serio muchas gracias por votar, comentar y leer.

Les amo💙

Hotcakeworld🌻

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