CAPÍTULO 10

JiMin cerró sus ojos con fuerza; inhalado y exhalando para tratar de tranquilizarse, no sabía cómo sentirse al respecto, teniendo claro únicamente que hoy terminaría con todo aquello que le uniera a JungKook; por un lado, se sentía triste pues eran muchos años los que había pasado al lado de él, esos días donde fue feliz, los llevaría dentro de su corazón siempre; Por otro lado, se sentía tranquilo, el estaba comenzando a sentir cosas por YoonGi, su corazón lo dictaba así y él ya lo estaba sintiendo, no era tonto pero necesitaba aclarar su mente para no cometer un error de nuevo, su pensamiento era que si terminaba con todo aquello que le ataba a seguir adelante, podría dar paso al llamado de su omega.

JiMin asintió y con ojos dudosos  miró a JungKook, no tenía miedo, pero se sentía inseguro estar con él a solas.

Le avisaría a YoonGi que saldría unos minutos, esperando que el mayor entendiera y no le siguiera, no quería que lo viera junto a JungKook.

Ambos caminaron fuera del edificio dejando a YugYeom esperando dentro del auto. Se dirigieron al parque que estaba cerca de donde vivía el omega, JiMin no confiaba en JungKook y agradecía de que varias personas caminaran por ahí a esas horas.

—Espera un momento. —JiMin habló sacando su teléfono para así avisarle a YoonGi donde estaba. Jungkook entendió y le dio la privacidad al omega, sentándose en una de las bancas que yacían en aquel parque.

YoonGi hyung

¡Hyung! Tuve que salir un rato, estaré bien así que no se preocupe. Luego hablamos.

JiMin guardó su teléfono sin esperar respuesta. Entre más rápido hablara con JungKook, más rápido acabaría todo.

—Bien, tienes mi tiempo. —JiMin se sentó al lado del alfa y éste asintió levemente.

Ninguno se miraba, su vista estaba posada al frente, donde las personas cruzaban de vez en cuando. El omega escuchó el suspiro salir de aquellos labios y le dio el tiempo de que iniciara cuando estuviera listo. —Yo... Quisiera pedirte perdón JiMin, sé que no lo merezco, pero he pensado mucho en nosotros y no vengo a decirte que regreses conmigo, solo... vengo a despedirme de ti. —el alfa respiró profundo, lágrimas amenazaban con salir, él quería a ese omega y nunca se perdonaría todo el daño que le causó. Su ambición le había llevado a lo que ahora era, había causado daño a la persona que mas amó.

Pero ahora solo podía pedir perdón y alejarse, dejándole libre.

—Me causaste mucho daño JungKook, me golpeaste durante años, me insultabas todo el tiempo y me fuiste infiel... Me lastimaste mucho. ¿Como puedes justificar eso? —JiMin cerró sus ojos recordando todo el sufrimiento que pasó. Una lágrima se escapó, limpiándola de forma brusca con su mano.

—Lo sé JiMin, no trataré de justificarme nada solo... Quiero hablarte con la verdad y sé que me... Odiarás después de esto, yo debo confesarte algo de lo que ahora me arrepiento. —JungKook derramó lágrimas, aquellas que creyó jamás derramar por alguien.

El omega miró por unos segundos aquellos ojos que hoy temblaban delante de él. —A pesar del daño que recibí de parte tuya, jamás te llegué a odiar JungKook, solo deseaba que cambiaras, me dolía estar a tu lado pero mi amor por ti impidió que te dejara porque siempre creí que llegaría el día en que me miraras como antes, pero no pasó, quiero que entiendas que para mi es tan difícil perdonarte, ahora solo quiero que esto termine y que los dos sigamos con nuestra vida. —ambos lloraban, el orgullo y el resentimiento había quedado atrás, ellos anhelaban arreglar las cosas, limpiar su corazón.

—Yo realicé trabajos sucios, JiMin. — comenzó. —ellos una vez me pagaron por golpearte, ellos me pagaban por cada vez que te golpeaba, y-yo no quería hacerlo, pero mi ambición se convirtió en mi perdición, luego el dinero y las deudas provocaron que me cegara por completo. Perdí contacto con ellos, les debía mucho dinero, yo me cegué ante el dinero y lo dejé sobre ti JiMin, por eso debes odiarme, te lastimé, te llegué a hacer mucho daño... No puedo dormir tranquilo cuando pienso en lo mucho que te hice pasar.

—JungKook... — JiMin lloraba al no creer lo que escuchaba, se sentía decepcionado de ver a ese ser que tanto amó, confesarle tremenda barbaridad.

—¿Lo hiciste por dinero? no puedo creer que me hayas hecho todo eso por dinero, ¿Dónde quedó el amor que me decías tener, donde quedaron esos sentimientos? —JiMin no tenía palabras en ese momento, su mente estaba en blanco de un momento a otro.

—Si JiMin... hace días recibí una llamada y era ese señor, me amenazó con hacerte daño si yo no pagaba lo que debía, el estaba obsesionado contigo y eso me ponía entre la espada y la pared por eso vengo a despedirme, yo no permitiré que te hagan daño, no más. —JiMin temblaba desmesuradamente, esto era demasiado para él, la gente que pasaba les dedicaba miradas curiosas.

JungKook se alarmó al ver el estado perdido del omega. —Perdóname JiMin, por favor, prometo que no volverás a saber nada de mi... Solo anhelo irme y saber que he sido perdonado por ti. —el mayor se levantó y se colocó de rodillas delante de JiMin.

El omega negó. —JungKook levantate por favor, no hagas esto, yo... No se que decirte, darme cuenta de esto me da mucho que pensar pero... Si eso es lo que quieres... Te perdono, lo hago JungKook.

Ambos se levantaron y se observaron con dolor, sus miradas se encontraron y aquellos sentimientos que alguna vez sintieron los hizo unirse en un abrazo, un abrazo de despedida para ambos; los dos lloraban y cuando la parte de decir adiós llegó, dejó al alfa con un sentimiento de soledad instalado en el pecho viendo como el menor caminaba lejos de él.

Se sentó de nuevo porque sus piernas temblaban; llorando y hundiéndose en su tristeza suspiró un momento. Cuando consiguió calmarse un poco caminó de vuelta al edificio, limpiando aquellas lágrimas que no dejaban de salir. Entró al auto y sin mediar palabra con su amigo se marcharon de allí.

JiMin subió por el elevador y limpió sus lágrimas. Soltó un suspiro que le provocó dolor, había llorado demasiado ya pero no podía dejar de pensar en aquello que JungKook le había dicho.

Negó con la cabeza. Obligándose a dejar de lado esos abrumadores pensamientos.

YoonGi me verá así, debo contarle después de todo.

Su celular vibró y sacándolo suspiró decepcionado.

[YoonGi hyung]
Fui a la estación, debo interrogar a los tipos. Nos vemos en la tarde JiMin-ah.

Por cierto, no tardes en llegar al departamento por favor.

Genial... ¿Habrá llegado TaeHyung?

Entrando al departamento se despojó de sus zapatos y chaqueta, todo era silencio en aquel lugar.

TaeHyung no había vuelto así que se metió a su habitación y soltó todo lo que sentía, lloró hasta lograr quedarse dormido, sintiendo una leve molestia en su cabeza.

YoonGi manejaba frustrado por las interminables calles de Seúl, los tipos habían confesado poca información y ninguna era algo sensato para que le dijera quien era el que había ordenado lo sucedido el día anterior. Lo único que sabía era que gracias a sus antecedentes podrían quedarse un buen tiempo encerrados.

Puso música para despejar su mente, ya era de noche; le había mandado un mensaje a JiMin para avisarle de la situación y de que lastimosamente su salida sería hasta mañana pero, hasta el momento no había recibido respuesta del menor; las calles estaban un poco congestionadas a esas horas así que no podía ir más rápido.

Luego de media hora divisó a lo lejos el edificio. Llegando aparcó con facilidad y salió de su auto dirigiéndose al elevador. Su lobo se sentía inquieto, pero aún no sabía el porqué.

Cuando entró todo era oscuro, extrañado encendió la luz, su teléfono sonando le sacó un susto horrible, maldijo al no encontrar el aparato, para cuando por fin dió con él, lo sacó y vio al responsable.

—TaeHyung.

Hyung, Hobi y yo no llegaremos hoy a casa, es viernes y decidimos ir a visitar a los padres de Hobi, nos vemos mañana en la noche.

—Así que salieron, mandale saludes a la familia Jung, cuídense.

Tras despedirse, el mayor colgó la llamada y de nuevo el apartamento era un lugar lleno de silencio, en otra ocasión se sentiría bien pero justo ahora tenía un mal presentimiento.

Se dirigió a la habitación del omega, la puerta estaba entre abierta dejando ver como este estaba hecha una bolita.

Tierno.

YoonGi intentó cerrar la puerta, pero una voz se lo impidió.

—¿Hyung?—el omega había hablado suave y somnoliento.

—Lo siento ¿te desperté? —JiMin se sentó un momento y negó. —Claro que no hyung.

El mayor se acercó a la cama del omega y se sentó a la orilla de esta; el menor se abrazó al mayor y YoonGi lo recibió rápido, ambos fundidos en un abrazo apretado. Algo que durante el día habían necesitado tanto.

—¿Qué ha pasado? ¿estás bien JiMin? —el tono de preocupación en YoonGi hizo que el omega sintiera calidez.

—¿Quieres que pidamos comida hyung? No he almorzado. —YoonGi sintió el cambio de tema repentino; miró la hora viendo que aún era temprano.

—Claro, ¿qué deseas pedir?

—Pizza, por favor hyung. —el omega se separó del abrazo mirando a YoonGi con ojos aún somnolientos y pequeños, pero con un brillo que reflejaba lo que sentía.

Me gusta.

—Vamos a la sala. —el mayor tomó de la mano a JiMin; un acto que se había vuelto común en ellos y juntos caminaron hacia la sala para así acomodarse sobre el sofá grande.

—Hyung, llama ya... Hay algo que debo contarte. —JiMin habló nervioso, acomodando su cabello hacia atrás con su mano, dejó ir su espalda hacía el respaldo del cómodo sofá.

El mayor hizo lo pedido y acabando la llamada; observó a JiMin, dándole la oportunidad de que el decidiera cuando comenzar a hablar, tras un suspiro el menor comenzó a contarle. —Hoy vi a JungKook. — el menor miró como el mayor se tensaba.

—¿Ese idiota te hizo daño? —el mayor hizo puño sus manos, su sangre hervía con tan solo pensarlo.

El omega colocó sus pequeñas manos sobre los puños, relajandolos al instante. —tranquilo hyung, solo hablamos de todo lo que pasó, el me dijo todo y lloré, el me lastimó mucho en el pasado, pero podrás creer que todo aquel daño lo hizo porque le pagaban. —JiMin comenzó a llorar y el mayor lo trajo consigo abrazándolo.

—¿Él te dijo eso? —YoonGi estaba tenso, ese idiota era un asco.

—Me pidió perdón, pero a pesar de decir que si... Yo aún no puedo hacerlo, aún no puedo perdonarlo hyung, me dijo que ya no lo volvería a ver y que de hoy en adelante cada uno seguiría con sus vidas. También me dijo que debía un dinero y estaba amenazado por eso vino hablar conmigo para así evitar que yo corriera peligro. —JiMin se acurrucó más al abrazo, colocando su nariz en la curvatura del cuello del mayor sintiendo el aroma que tanta calma le daba.

—¿Tú lo amas aún JiMin? —el alfa preguntó temeroso.

—Ha pasado mucho desde que me separé de él, yo siento que ya no lo amo del todo, mi corazón ya no late por el hyung. —JiMin se separó de YoonGi un poco, volteando su rostro; su mirada se dirigió a los labios del alfa.

—Mi corazón comienza a latir por alguien más hyung. —Susurró. El mencionado miró a JiMin, reconociendo sus sentimientos.

—¿A-así? Y ¿Quién es el afortunado? —ambos rieron mirándose con aquel brillo de anhelo.

—Creo que el afortunado eres tú hyung. — mencionó con un sonrojo.

Ambos se acercaron, acortando poco a poco la distancia.

Juntaron sus labios en un tacto suave, sin ir mas allá, solo aceptando lo que sus corazones y mentes ahora entendían.

Era algo inevitable, porque cuando dos almas nacían para estar juntas, sin importar lo que deparara el destino ellas siempre terminarían encontrándose y ahora ellos lo estaba aceptando; su parte lobuna ya se amaba y anhelaba, ahora su parte humana comenzaba a sentir y aceptar aquellos sentimientos.

Ellos comenzaban a aceptar su destino.

[Editado]

Si has llegado hasta agradezco el apoyo... Realmente estoy muy feliz y ya no me siento tan insegura respecto a esta historia.

Los quiero❤😪

Hotcakeworld🌟

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