7

La luz del sol se reflejó en los ventanales de la habitación de Ochako, chocando con su rostro descubierto en la cama. No pudo evitar abrir los párpados confundida. Se sentía desubicada, era común que eso le pasara al despertar como si perdiera la noción del tiempo en cuanto sus párpados se cerraban. Se sentó sobre la cama, observó a detalle la habitación y se percató que no era la suya. Un amargo sabor en sus labios se hizo presente en cuanto los relamió para que se humedecieran. Recordó el por qué estaba ahí, eso hizo que se presentará de nuevo una sensación de incomodidad mezclada con algo de paz. Se levantó rápidamente de la cama y bajó las enormes escaleras, cuando llegó al piso de abajo se percató de que Momo se encontraba hablando con Izuku y un oficial de policía. Estos se percataron segundos después de su presencia y detuvieron su conversación. Él policía se acercó a ella con seriedad, Ochako dio unos pasos hacia atrás para no estar tan cerca del oficial.

Tenía que aceptarlo, le daba fobia que la gente se le acercara e invadiera su espacio personal en especial si se trataba de un hombre. Izuku noto esto se acercó a donde estaba el oficial y lo detuvo para que no se acercara más a ella.

—Señora Hinomoto, tengo que hacerle algunas preguntas. — Habló el policía ignorando el acto que el peliverde había hecho.

¿Señora Hinomoto? Hace tanto que no escuchaba que le dijeran así, tampoco es que hablara con mucha gente a lo largo de su matrimonio. Un gesto de desagrado se hizo presente en su rostro.

—Disculpe señor policía, ¿Podría esperar un poco? Ochako acaba de despertar de seguro quiere comer y cambiarse no la agobie con esto. — Respondió Izuku pensando en el bienestar de su amiga

—Está bien, esperaré. — Afirmó el policía.

Izuku se acercó a Ochako pero no lo demasiado para no invadir su espacio personal. — Ve a cambiarte, mientras las personas que trabajan para Momo preparan el desayuno. —

Ochako hizo caso a las suaves palabras de su amigo, subió a cambiarse la pijama por otra clase de ropa después bajó a desayunar, así fue. Minutos después tuvo que sentarse a dar un testimonio al policía para empezar con la demanda.

—Bien, escucha no quiero ser insensible. Pero necesito que me cuentes todo, desde el principio. — Explicó el policía mientras ponía una cámara a grabar.

Había otros policías que comenzaron a llegar que el oficial había llamado junto con un abogado que hablaba con Yaoyorozu, Ochako observó el lugar, le agobiaba estar rodeada de tanta gente. Escuchó atentamente la pregunta del policía, dirigió su vista hacia este, aferró sus manos a sus piernas con fuerza estaba nerviosa.

— ¿Señora? — Volvió a llamar su atención.

Era verdad que era su trabajo pero ¿Acaso no entendía lo delicado de la situación? Estuvo sometida a ese maltrato incluso antes de darse cuenta y hablar de todo eso no era fácil; Pensó.

—B-bueno...— Balbuceo una nerviosa castaña.

Izuku caminaba de lado a lado en la enorme mansión de su amiga, observaba como Yaoyorozu hablaba con un abogado, necesitaban toda la ayuda posible y una buena estrategia para tener a la ley de su lado. Si querían proteger a Ochako tenían que asegurarse que ese hombre no se le acercara nunca de nuevo. Estaba metido en sus pensamientos cuando escuchó un grito en la sala de la mansión dirigió su vista al lugar observando cómo un oficial se levantaba del asiento.

— ¡Estoy perdiendo mi tiempo! No dice nada. — Exclamó el hombre frustrado.

Izuku se acercó y observó a la castaña de mofletes grandes estresada y aferrándose a sus piernas en silencio, el hombre seguía gritando con frustración Izuku se acercó, tomó con fuerza uno de sus hombros para callarlo y llamar su atención.

— ¡Basta!— Gritó Izuku. — sea un poco más amable, no ayuda en nada que actué así ¿Acaso no es un policía? Haga bien su trabajo ¡Por un demonio! — El de hebras verdes se exaltó.

El policía se quedó atónico, el héroe número uno jamás le había hablado así, era verdad Izuku había formado un carácter con el pasar de los años pero rara vez lo demostraba. Ochako observó al exaltado Izuku ¿Tantos problemas está provocando?

Si ella no luchaba, todo sería en vano el esfuerzo de ellos por sacarla de esa situación sería en vano.

Tomó una gran bocanada de aire y observó al oficial.

—L-Lo siento, ¿Podemos volver a empezar? — Suplico la chica.

El policía la miró sorprendido porque saliera algo de su boca, asintió avergonzado por su comportamiento, era verdad tenía que intentar ser más flexible con ella.

—Sí, me disculpo de antemano señora. — Hizo una reverencia y volvió a sentarse en la silla que estaba frente a ella.

Izuku observó como el hombre retomó su lugar cruzó los brazos y se dio la vuelta para darles espacio, en ese momento escucho como una tímida voz lo llamó.

—Deku...Puedes quedarte aquí. —

El peliverde se quedó helado, no esperaba esa petición, querría que lo mejor sería darles su espacio pero al parecer se equivocó. Dirigió su vista a ella después asintió y se sentó a su lado para  observar a la chica con un semblante más tranquilo.

—Bien, ¿Puedes decirme tu nombre y edad?— Comenzó a escribir el policía.

Ella suspiro. —Ochako Uraraka, 25 años. — Respondió con una voz más firme.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top