Capítulo 47

Cuando volví a mis sentidos, abrí mis ojos lentamente y pude reconocer de inmediato que me encontraba en mi habitación.
No lo veía pero claramente escuchaba la voz de Jimin en el pasillo hablando.

—Muy bien doctor, mañana a primera hora estaremos en la clínica.

—Por favor. Quiero examinarla mejor, si vuelve a sentirse mal me llamas, no importa la hora.

—Sí doctor.

—Ah, algo más. Si algo en los análisis me preocupa la llevaremos; si no te llamo en dos horas es porque todo está bien y los espero mañana.

—Perfecto, gracias nuevamente. Jung Soo acompaña al doctor a la salida.

—Si señor.

Miré mi brazo y noté que me habían quitado sangre. Jimin entró a la habitación e inmediatamente desvié la mirada hacia el costado contrario en el que estaba él. Me sentía avergonzada y sobretodo culpable, porque me encontró de metiche en una habitación en la que me dijo ciento de veces que no entrara, ni pregunte absolutamente nada.

Rodeó la cama hasta llegar a mi lado y tomó asiento en el pequeño espacio que había. No sabía que hacer, donde mirar. Acarició mi cara y me abrazó, hundiendo su cabeza en mi cuello.

—¿Escuchaste lo que dijo el médico? —Negué con la cabeza, mintiendo —Mañana debemos ir a la clínica para una revisión más completa.

—No hace falta. —dije bajo.

—Si hace falta, —Se incorporó —¿por qué no me dijiste que te sentías mal? —En su mirada y sus palabras había preocupación.

—Pensé que era un simple dolor de cabeza, que pasaría con un analgésico.

—Pero no lo era, te encontré en el suelo, sosteniendo tu cabeza. ¿A eso le llamas un simple dolor de cabeza? Me preocupé mucho, —Volvió acostarse sobre mi —de verdad me preocupé. —Besó suavemente mi cuello.

Al día siguiente bajé a desayunar, lista para ir a trabajar, me sentía mucho mejor.

—Buenos días. —me dijo Jimin apenas me vio —¿cómo estás?

—Buenos días. —Tomé asiento —Bien.

—¿Qué es esa carpeta? ¿Algún estudio médico que deba ver el doctor?

—Papeles de la empresa.

—¿Por qué papeles de la empresa si debemos ir a la clínica?

—Lo sé, luego de la consulta iré a la empresa.

—Ni sueñes que iras a trabajar.

—Jimin... —me dijo que no con el dedo índice.

—El médico dijo que debes descansar.

—Estoy bien, lo digo enserio.

—El médico lo dirá ahora. Igual ya le comuniqué a tu padre que no iras nuevamente.

—¡¿Que?! ¡¿por qué?!

—Sólo avise lo que el médico me dijo: reposo mínimo de 48 horas y control hoy temprano.

—No debiste decirle.

—No pensaba decirle pero, insistió tanto que tuve que hacerlo. Desayuna tranquila, voy a la biblioteca un momento, ya vuelvo para irnos.

Fuimos a la clínica y me realizaron varios estudios, Jimin no se despegó de mí ni un instante. Tan así que Tae me llamó dos veces y no pude siquiera rechazar la llamada, porque vería el nombre en la pantalla.

—¿Quien es? ¿Por que insiste tanto?

—Es mí secretaria, seguramente debe querer saber cómo estoy o simplemente se prendió fuego la empresa.

—Para lo segundo está tu padre, tu estás de licencia.

Estuvimos un buen rato esperando a que el médico me llamara.

—¿Jimin, no tienes que ir a la empresa?

—No, ya dejé la orden a mi secretaria que cancele todo lo que tenía para hoy.

—No debiste hacerlo.

—Eres mi esposa y es mí deber acompañarte.

—No hace falta fingir interés. No seré ni la primera, ni la última mujer en la tierra que viene a una consulta sola.

—No estoy fingiendo, ______...

—Señora Park. —Llamó una enfermera. No hice caso, mí apellido no era ese.

—Somos nosotros. —Jimin se puso de pie.

—¿Que? —Me tomó de la mano.

—Gracias. —Agradecí con una pequeña reverencia.

Obviamente Jimin entró conmigo.

—Bueno... Sacando algunos valores que me preocupan un poco... Los demás estudios salieron bien. —¿Señora Park, usted está pasando algún mal momento? ¿Estrés? ¿Recibió alguna mala noticia?

—Puede ser un poco de estrés, problemas tengo los normales, de trabajo. —¿Que más podía decirle? Si, estoy casada con esta persona que se encuentra a mi lado por obligación desde hace unos cuantos meses, y a eso sumele un amante —Fuera de eso... Nada.

—¿Almuerza bien? ¿Desayuna bien?

—Si.

—¡No! —dijo Jimin —La mayoría de las mañanas no desayuna, —Lo miré enojada —es la verdad. —Me devolvió una respuesta sin haber escuchado mi defensa.

—Desayuno en la oficina.

—Le recomiendo que lo haga en su hogar, que lo haga con alimentos saludables. Está algo anémica señora Park.

—Está bien doctor. —Me sentía una niña que la estaban regañando.

—Aquí lo importante es un buen desayuno y un buen almuerzo.

—¿El desmayo fue a causa de la anemia? —preguntó Jimin.

—No directamente... En algo influyó, pero aquí el factor principal es el estrés.

—Tuve unos problemas importantes por los cuales debí viajar, supongo que viene de ahí el mayor estrés. —Le sonreí tímidamente.

—Le recetaré un suplemento vitamínico con hierro. En un mes repetiremos los estudios para un control.

—Yo me encargaré personalmente que tome las vitaminas y sobre todo que desayune y cene bien. —El doctor sonrió.

—Señora le recomiendo que hoy y mañana siga con el descanso, ¿Necesita más días?

—No, son más que suficientes. ¿Puedo trabajar desde mi casa al menos?

—Poco, no se sature de obligaciones.

—Está bien.

Una vez que salimos del médico, Jimin se encargó personalmente de dejarme en casa y él se fue a su empresa.

Luego de dejar todo y ponerme cómoda, le devolví el llamado a Tae. Lo escuchaba muy preocupado y muy enojado al mismo tiempo. Recibí muchos regaños por su parte; quería verme a como dé lugar, no entraba en razón de que él no podía venir y yo no podía salir debido a que Jimin volvería en cualquier momento sin previo aviso. No lo convencí del todo pero había alejado su idea de vernos.

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Había deseado tanto tener unos días libres... Y ahora que los tenía no sabía qué hacer.

Me puse a pensar en lo que me había sucedido antes de perder el conocimiento. No le dije al médico porque se encontraba Jimin y no quería quedar como una desquiciada.

Quiero saber que significan esas voces. ¿Serían recuerdos? ¿Estaba recuperando poco a poco mis recuerdos de la infancia? Tenía que averiguar qué era lo que me había pasado, ¿pero con la ayuda de quien?

La única que me podía ayudar era Mi Yeong, pero ella no sabía más de lo que ya me había contado. ¿A quién podía recurrir?

—¿Señora, puedo pasar? —Llamó a la puerta del despacho Jung Soo.

—Adelante.

—Trajeron este sobre para usted y el señor.

—¿De quién es?

—No lo sé señora, no tiene remitente.

—Gracias.

Tomé el sobre y lo miré, solo decía: "Señor y señora Park" .
Comence abrirlo un poco temerosa, no sabía con que me podía encontrar.

«¿Sería algo así como una nota contando algo de mí y TaeHyung?»

—Llegué. —Me sorprendió Jimin, antes de que termine de abrir el sobre.

—Hola. —dije.

—¿Cómo te sientes? ¿Cómo estuvo tu día?

—Me siento bien, aburrido.

—¿Qué es eso?

Tenía que decirle la verdad, su llegada sorpresiva no me había dado tiempo para esconder el sobre.

—No lo sé, recién llegó y no tiene remitente.

—A ver. —Me quitó el sobre de la mano.

Jimin terminó de abrirlo y sacó una tarjeta, quedé un poco más calmada.

—¿Qué dice? —Se acercó a mí y me besó.

—En realidad es para ti.

Tomé la tarjeta y era una invitación del señor Son para una fiesta de bienvenida de su hijo.

—¿Habrá alguna manera de no ir? —Pensé en voz alta.

—¿Los conoces?

—No, solo y de casualidad conozco al señor Son. Cerré un negocio con él.

—Yo conozco al hijo y no al padre. Hicimos juntos el primer año de universidad.

—Tendré que ir al menos unos minutos para cumplir.

—Si no queda más opción... Iremos.

—Si la fiesta hubiese sido en tres días tendría la excusa perfecta para no ir.

—Con respeto a eso. ¿Tomaste la merienda?

—No, no tengo hambre.

—Hay dios… —Suspiró y negó con la cabeza —Vamos. —Me tomó de las manos.

—¿A donde?

—Adivina. —No entendía —A merendar, señora cabeza dura. —Me puso de pie y me llevó sin soltarme a la cocina.

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