Recolección

En lo que parecía ser un risco en un día bastante bonito se podía verunos árboles que parecía estar inclinados hacia el risco, el grupo de Harland estaba encima de estos árboles recogiendo lo que parecían ser frutas y poniéndolos en cestos que llevaban en sus espaldas.

—Me pueden explicar ¿por qué hacemos esto?—preguntó Rieka notablemente molesta.

—Por que es lo que solicita la misión que Harland nos asignó—dijo Sora volando cerca de las copas de los árboles.

—¿No podia ser algo que diera menos miedo?—preguntó Umi aferrándose a una rama.

—Es mejor iniciar con esto, creo que estas frutas que recogemos solo crecen en estas condiciones—respondió Yagi sujetando una fruta, similar a un mango pero de tonos verdosos con pequeños picos amarillos, con una mano y con otra se sujetaba de una rama.

—¿Por qué Sora no hacía esto sólo y nosotros buscábamos otras frutas?—preguntó nuevamente Umi.

—¿Le temes a las alturas o por qué tan quejumbrosa?—preguntó irritada Rieka.

—No particularmente, pero si veo abajo solo pienso en que si me caigo, tal vez no la cuente—dijo Umi nerviosa.

—Solo serena tu mente y todo estará bien, el miedo es mental, si piensas que no tienes miedo no lo tendrás—dijo Yagi tomando otra fruta.

—Si, creo que...¿Qué eso?—pregunto Umi sorprendida señalando hacia abajo.

Yagi vio a donde señaló Umi, lo cual fue un grave, ya que apenas vio hacia abajo se sujeto con piernas y brazos al tronco inclinado del árbol.

—Con que el miedo es mental ¿no?—preguntó Umi burlona.

—¿Te parezco de mente fuerte? Me dan miedo hasta cosas que no existen como los fantasmas, incluso cosas inofensivas como arañas me dan miedo—dijo Yagi asustado.

—Chicos, dejen de jugar, mientras más rápido recojamos esto más rápido terminaremos—dijo Sora recogiendo varias frutas y solo metiendo algunas en su cesto.

—Es fácil para ti decirlo, tu vuelas—dijeron Umi y Yagi al unísono.

—Exacto, si puedo volar, significa que los puedo atrapar si se caen, además Harland nos está vigilando, si nos llegásemos a caer, sería el primero en actuar, incluso antes que yo—explicó Sora tranquilamente.

—Ok, aunque tienes razón, igual no deja de dar miedito—dijo Umi tomando algunas frutas aferrándose con su otra mano a las ramas del árbol.

—Si, pero dudo que nos pase algo, osea sería muy mala suerte que casualmente apenas nos movamos un poco una rama o tronco se rompa—dijo Yagi tranquilo.

—Tentar la suerte no creo que sea la idea más inteligente, aunque no se porque debería esperar algo de ti—dijo Rieka molesta sentándose en el tronco del árbol en el que estaba.

—Sabes, se que soy idiota, pero también tengo corazón—dijo Yagi fingiendo estar dolido.

—Pobrecito, no seas mala con el niño Rieka—dijo Umi siguiéndole el juego al pelinegro.

—¿Vas a secundar su idiotez en estas condiciones?—preguntó Sora serio pero con una sonrisa.

—¿Qué condiciones?—preguntó Umi confundida.

Sora ante dicha pregunta solo señaló abajo de él ocasionando que Umi siguiera con su mirada el dedo de Sora hacia abajo, recuperando el miedo que sentía por estar tan alto.

—¡No es divertido!—grito Umi aferrándose a una rama.

—Nunca terminaremos a este paso—dijo Rieka tomando una fruta del cesto.

Al sacar la fruta está era igual que las otras, pero lo diferente es que los picos de la fruta eran de un tono rojizo, al sacar la fruta le dio una mordida que dejó salir un jugo rojizo, por la intensidad de la mordida el jugo salto bastante.

—¿Tienes que morder todo tan ferozmente?—preguntó Umi confundida.

—No me digas como comer—dijo Rieka molesta mientras aún comía su fruta.

—La chica tiburón hablando de morder ferozmente, es la ironía máxima—dijo Yagi burlón.

—Oh mira quien lo dice, tenía entendido que los dragones podían volar—respondió Umi igual de burlona.

—Soy una excepción a la regla—dijo Yagi con una sonrisa.

—En realidad no, personas dragón no suelen presentar alas comúnmente, diría que menos del 30% de estos suele presentar alas en base a la información que he visto—explicó Sora serio.

—Eso si no lo sabía—dijo Yagi sorprendido.

—Las ventajas de estudiar—dijo Sora acomodándose los lentes.

En ese instante el sonido de algo raspando la roca se hizo presente, los jóvenes al alzar la mirada vieron como Harland bajaba usando su espada clavada como soporte para bajar.

—Ya están tardando chicos—dijo Harland llegando hasta donde los jóvenes.

—Perdón, nos distrajimos—dijo Umi nerviosa.

—Lo sé, los estaba viendo desde arriba—dijo señalando hacia arriba.

—Puede no hacer eso, nos recuerda que estamos en un lugar con una caída grande—dijo Yagi nervioso.

—¿Por qué estamos aquí por esta fruta? ¿No había otro lugar donde crecieran?—preguntó Umi.

—¿Sora me haces el honor? —preguntó Harland extendiendo su mano hacia el mencionado.

—Claro, el Manam es una fruta que sólo crece en los muros de riscos como en el que estamos por las condiciones que hay en dicha ubicación, debido a el lugar el árbol toma una forma en al que se logra mantener en equilibrio incluso con invitados no deseados como nosotros para evitar caerse—explicó Sora tranquilo.

—Y la frutas tienen esta forma para cuando cae, lograrse pegar a una pared y por decirlo de alguna forma sembrarse para dar origen a otro árbol—dijo Rieka seria.

—Wow, Rieka dándonos información, eso es nuevo—dijo Yagi sorprendido.

—Te daré 5 segundos para correr antes de matarte...5...4...—dijo Rieka molesta.

—Es broma...¿Verdad?—preguntó Yagi nervioso.

—3...2...—Rieka seguía contando tomando una posición para saltar al árbol en el que estaba Yagi a la vez que en sus manos se formaban sus guantes con garras de hielo.

—Ok, no bromea—dijo Yagi asustado saltando a otro árbol.

—¡1, ven acá retrasado!—grito Rieka lanzándose árbol tras árbol.

Yagi iba saltando de árbol en árbol y de vez en cuando corriendo en el tronco, Rieka no se quedaba atrás y le perseguía a cuatro patas cual lobo.

—Esto ¿no deberia detener a Rieka?—preguntó Sora viendo la persecución.

—Eso haría, pero extrañamente esto les puede servir como un entretenimiento, pese a la altura Yagi se mueve con agilidad entre los árboles con tal de no ser atrapado y lo mismo se podría decir de Rieka, no pierde el ritmo con tal de atrapar a su presa—explicó Harland viendo la situación con una ligera sonrisa.

Rieka perseguía con enojo a Yagi quien no parecía seguir un ritmo.

—(Idiota, ya sigues un patrón, saltas los mismos tres árboles y vas a uno más alto para volver al primero, así que evitare que puedas elevarte)—pensó Rieka seria dando un impulso más fuerte.

Por el impulso Rieka estuvo a nada de alcanzar a Yagi, para sorpresa de la chica, Yagi dio un ligero salto pareciendo que cayó.

—¿Pero qué?—preguntó Rieka confundida yendo al árbol del que cayó el pelinegro.

—Sorpresa—decía Yagi saliendo detras de la chica lobo.

—Ya veo, uso una rama para balancearse y volver al árbol, muy inteligente—dijo Sora sorprendido.

—Estúpido más bien ¡Estas a mi alcance!—grito Rieka lanzando un ataque.

Yagi procedió a poner sus brazos en cruz para defenderse, eso hasta que se escucho un crujido, de tantos brincos el árbol no pudo más y se partió, Rieka comenzaba a caer junto a la parte del árbol en la que estaba, el pelinegro ante esto extendió su mano logrando sostener a la chica del brazo.

—Estuvo cerca—dijo Yagi con un suspiro pesado.

—¡¿Están bien?!—preguntó Sora preocupado mientras se acercaba volando.

—Si...—dijo Rieka con el ceño fruncido.

—Eso creo, solo se me salio el alma del miedo—dijo Yagi con nervios.

Una especie de plataforma se formó debajo de los pies de Rieka permitiendole pararse y soltarse de Yagi.

—Buena reacción Yagi—felicito Harland acercándose.

El castaño comenzó a checar a Rieka para verificar que no tuviera ninguna lesión o algo parecido, la chica apartó bruscamente a Harland.

—Veo que estás bien—dijo Harland con una sonrisa.

—Por esto me quiero ir de aquí—dijo Umi pegándose a la pared.

—Si, creo que tenemos suficientes Manams, tenemos que conseguir otras frutas, así que andando—dijo Harland tanto unos leves golpes a la pared.

Al hacer eso unos pequeños escalones de roca salían haciendo un pequeño camino hacia la cima del risco, la primera persona en subir fue Umi seguida de Yagi quienes iban a toda velocidad, Rieka les siguió a su ritmo, Sora solo se elevó con sus alas hasta la cima, Harland fue el último en subir mientras que cada escalón que pasaba regresaba a la pared del risco como si nunca hubieran estado ahí.

Ya en tierra Yagi y Umi se recostaron en el césped agotados.

—¿Se divirtieron?—preguntó Sora algo burlón.

—No, pero al menos recogimos bastante fruta—dijo Yagi mostrando su cesto de frutas.

—Con esta cantidad dudo mucho que tengamos que volver—dijo Umi feliz.

—¿Verificaron que la fruta esté madura?—preguntó Harland serio.

—Según yo esta madura—dijo Yagi dándole una mordida a una de sus frutas—Esta un poco más amarga pero no está tan mag...—de repente Yagi se dejo de mover.

—¿Estás bien?—preguntó Umi preocupada.

En ese instante Yagi cayó de golpe y de cara contra el suelo.

—¡Yagi!—grito Sora preocupado lanzándose a revisar a su amigo, este le dio la vuelta notando como aún tenía los ojos abierto—¿Yagi estas consciente?—preguntó dándole suaves palmadas en la mejilla al pelinegro.

—Nog e, sinto ada—decía Yagi apenas entendible.

—Es lo que pasa cuando comes Manam sin madurar, tu cuerpo se paraliza y no puedes articular palabras adecuadamente—explicó Harland serio.

—Vaya, si que es fuerte el efecto—dijo Umi tomando una fruta de su cesto y mordiéndola, esta fruta tenía picos naranjas, tras ingerir en bocado Umi cayó también al suelo—No siento mis piernas, ni mis manos, ni más brazos, no siento nada—dijo con al cara en el suelo.

—Y eso es lo que pasa cuando comer un Manam a medio madurar solo paraliza tu cuerpo, recuerden chicos, amarillo sin madurar, naranja a medio madurar y rojo es maduro, el Manam se consume al madurar—dijo Harland serio.

—Podría habernoslo dicho antes—se quejo Umi en el suelo.

—Es mejor que aprendan de primera mano los efectos, descuiden los efectos duran relativamente poco, así que estarán bien—dijo Harland tranquilo.

Harland en ese momento dio un pisotón al suelo, de este mismo dos montículos de tierra se comenzaron a elevar dando paso a unos especies de reptiles de gran tamaño hechos de roca que pusieron en su espalda a Yagi y Umi junto a su cestos.

—Lagartos armadillo hechos de roca, pueden ser sumamente versátiles si se les usa bien—decía Sora viendo los lagartos.

—No te equivocas, son útiles si se les usa bien, pero dejando eso de lado, hay que seguir con nuestra misión—dijo Harland tranquilo comenzando a caminar.

Los lagartos armadillo comenzaron a seguir al castaño mientras que Rieka y Sora hicieron lo mismo, era una planicie bastante bonita con largos campos de césped y varios árboles, a la lejanía se podía observar una ciudad un tanto grande.

—Si que estamos un poco lejos de la ciudad—dijo Sora levemente sorprendido.

—No veo que te sorprende—decía Rieka indiferente.

—No solemos alejarnos tanto de la ciudad seguido, la mayoría de misiones que nos asigna Harland se suelen poder realizar sin problema alguno dentro de la ciudad—recordaba Umi aunque se veía incomoda por estar en el lagarto.

—Por qué solemos tener misiones aburridas como esta de recoger frutas—dijo Rieka molesta.

—Así es mejor, vamos obteniendo experiencia poco a poco, solo mira a Yagi, no puede ni articular una palabra por no informarse bien—mencionó Sora a la vez que señalaba al pelinegro.

—Yas casi puno hablar bine—decía Yagi indignado.

—Eso es por que es un idiota, si queremos mejorar, misiones como la del otro día podrían ser mejor—decía Rieka molesta.

—La misión del otro día solo lo permití porque confíe en ustedes, el lugar al que llegamos no era para jóvenes como ustedes—dijo Harland serio.

—¿Qué quiere decir?—preguntó Umi confundida.

—El bosque al que terminamos llegando es un lugar con animales peligrosos, se le conoce como El Bosque de Viggo, aquel bosque en el pasado se le conocía por ser un lugar inhabitable para cualquier persona debido a que los animales ahí eran bastantes violentos, eso hasta que Viggo Sigfridson, un Tierkreis del pasado se volvió el primer hombre en sobrevivir en aquel lugar durante una semana, tras volver se le dio el título de Viggo el Sobreviviente, el conocimiento que adquirió lo compartió dándole a aquellos con la fuerza suficiente el adentrarse en aquel bosque y saler vivos, pero nadie ha logrado estar la misma cantidad de días dentro, ha habido quienes han muerto tratando de superar ese récord—narró Harland serio.

—Y ese ladrón usaba un lugar tan peligroso para esconder los objetos robados, como salía constantemente no estaba expuesto al peligro que significaba estar ahí tanto tiempo—analizó Sora pensativo.

—Pero había un túnel previamente hecho, si un animal hubiera detectado el túnel podría...—decía Umi pensativa.

—Existía la posibilidad de que llegara un animal salvaje a la ciudad—dijo Harland serio aunque denotaba cierto enojó.

—Ese tipo por su codicia podría haber puesto en riesgo a inocentes—dijo Rieka seria.

—Es un maldito—decía Yagi enojado apenas recuperando la voz.

—Así es, se podría decir que hicimos una acción mejor de lo que se esperaba, incluso tuvimos suerte, el hecho de que la aparición de un animal no se diera fue mucha suerte—explicó Harland serio.

—Esto es muy fuerte—dijo Sora sujetandose la cabeza.

—Lo sé, pero por suerte no escalo a peor, los guerreros de seguridad cuyo elemento es tierra se están encargando de sellar aquel túnel, así que no hay de que preocuparse—dijo Harland con una sonrisa.

—Es increíble que detuvieramos un problema que podía escalar a recoger fruta—decía Umi pensativa.

—Y aún no llegamos a lo divertido de la recolección—respondió Harland con una risas.

Aquellas risas les preocupó un poco al grupo, estuvieron caminando un rato más, la parálisis se le pasó a Umi por lo que se bajo del lagarto y comenzó a caminar por su cuenta cargando su cesto, al final llegaron a un lago con algunos árboles y vegetación a un lado.

—Ahí está nuestro último objetivo del día, a un lado de los lagos cerca de los árboles crecen arbustos que portan el último fruto del día—dijo Harland señalando a los árboles.

—Se ve normal...¿Cuál es el truco?—preguntó Umi preocupada.

—Les dejaría descubrirlo por ustedes mismos—dijo Harland con una sonrisa.

—Esto será pesado—decía Yagi ya recuperado de la parálisis.

—¿Todo bien Yagi?—preguntó Sora algo preocupado.

—Dejando de lado que me duele el cuerpo por estar en ese lagarto armadillo, todo bien—decía Yagi con una sonrisa.

—Bueno, ustedes vayan adelante, yo vigilare de lejos como lo hacen—dijo Harland tranquilo.

Un suspiro de tres de los cuatro jóvenes se hizo presente, por lo que con pocas ganas fueron con sus cestos al lago mientras Harland los veía con una sonrisa.

Al llegar se podía ver algunos arbustos en un punto interme entre el lago y los árboles, en estos arbustos había frutos similares a frambuesas, pero eran de un tono más naranja.

—Supongo que estas son las últimas frutas del día—decía Yagi tomando algunas.

—Si no mal recuerdo estos son frambuesas naranjas—dijo Sora viendo los frutos.

—No me digas, no se me hubiera ocurrido nunca—dijo Umi burlona.

—Déjame terminar, leí que son reconocidas como el tipo de frambuesa más dulces que se conoce, se suele usar en diversos postres incluso reemplazando a las otras frambuesas en algunas recetas debido a este dulzor—explicó Sora acomodándose los lentes.

—Eso es verdad, vi algunas recetas de pasteles que piden frambuesas entre sus ingredientes pero tenían una nota de que si se contaba con frambuesa naranja se usará, no sabía cuál era dicha frambuesa hasta ahora, me pregunto a qué sabe—dijo Yagi comiendo una—Oh wow, son muy dulces, más de lo que pensaba—decía comiendo más.

—¿En serio?—preguntó Umi comiendo una para deleitarse con su sabor.

—No creo que sea para tanto—decía Rieka seria comiendo una solo para tener un rostro de sorpresa.

—Dejen de comer, necesitamos estas y si siguen comiendo más se acabarán—dijo Sora serio.

—¿Quién crees que somos?—preguntó Umi comiendo más frambuesas naranjas.

Sora sólo also una ceja mientras daba una mirada acusadora haciendo que Umi se avergonzara y dejará de comer.

—Podemos llevarnos un extra para nosotros—dijo Yagi con una sonrisa.

—No se si debamos o si quiera podamos, si Harland lo ve podriam...—decía Sora pensativo pero de repente fue embestido por Yagi.

El lugar en donde estaba Sora habían pasado una especie de raíces con rapidez.

—¿Pero que?—preguntó Umi retrocediendo mientras le apuntaba a las lianas con sus manos.

De entre los árboles salió un oso de pelaje mayormente marrón pero con el de sus garras de un tono más verdoso, el animal se veía molesto mientras se acercaba al grupo de quienes Sora y Yagi apenas se levantaban de haber esquivado por los pelos el ataque.

—Parece que nos metimos en su territorio—dijo Sora serio.

—Y por las raíces supondre que su elemento son las plantas—decía Yagi serio creando fuego alrededor de sus puños.

—Perfecto para ti—dijo Umi disiparon sus balas de agua desde la punto de sus dedos.

Las balas iban con rapidez hacia el oso, pero este al verlo elevo sus patas delanteras y dio un golpe al suelo que al contacto alzó lo que parecían ser raíces de gran tamaño que con facilidad bloquearon las balas, pero no se detuvieron ahí, las raíces siguieron avanzando hasta llegar enfrente de Umi apunto de aplastarla.

—¡Cuidado!—grito Yagi poniéndose enfrente y lanzando de sus manos fuego que con dificultad quemaron las raíces.

—G-gracias—decía Umi un poco nerviosa.

—Por nada—dijo Yagi con una sonrisa.

—¡No se distraigan!—grito Rieka molesta dando un zarpazo al brazo del oso que en un instante estaba enfrente de Yagi lanzado un ataque con su garra.

—Este oso es rápido, habrá que tomar medidas—dijo Sora sacando su bote de pastillas apunto de abrirlo.

Al momento de sacar el bote una raíz emergió del suelo golpeando su mano, por el impacto su bote de pastillas terminó volando hacia el lago hundiéndose en el agua.

—(Mierda)—pensó Sora preocupado.

El oso comenzó a correr hacia Sora quien se encontraba indefenso tras perder sus pastillas.

—¡Sora cuidado!—grito Yagi preocupado corriendo hacia su amigo.

Sora apenas y había logrado ver al oso preparando un golpe con su brazo, Yagi había logrado empujar a su amigo para salvarlo del golpe, por desgracia el pelinegro fue el que recibió el ataque siendo mandado a volar haciendo que choque contra un árbol.

—¡Yagi!—gritaron preocupados Umi y Sora.

—Necesitarás más...que eso...para derribarme—dijo Yagi adolorido abriendo su boca preparando una llamarada.

En ese instante el oso repitió su movimiento de golpear con sus patas delanteras el suelo, pero esta vez las raíces no salieron de enfrente del animal, si no debajo de Yagi tapandole la boca bloqueando su llamarada, las raíces no dejaron de salir atando al pelinegro al árbol, llegando incluso a atar el cuello del chico eso mientras el oso se acercaba al capturado Yagi.

—¡Aléjate de mi amigo!—grito Umi disparando sus tiburones de agua al oso mientras se acercaba.

El oso detuvo su avanzar al recibir los mordiscos de los tiburones de agua que apenas y parecían hacerle daño, el animal volteó a ver a Umi mientras soltaba un rugido feroz.

—Ok...puede que seas un poco atemorizante—dijo Umi nerviosa.

El oso lanzó un zarpazo que Umi esquivo agachandose siendo solo rozada, posteriormente rodó disparando aún más balas de agua, al mismo tiempo Rieka se acercaba con sus garras de hielos asestando varios golpes al oso congelando partes de su cuerpo, pero el animal con movimientos bruscos rompía el hielo con facilidad.

—(¿Qué hago? ¿Qué hago? Ahora mismo no puedo batallar adecuadamente, Rieka y Umi no parecen hacerle ningún daño)—pensaba Sora nervioso y preocupado.

—¡Sora reacciona!—grito Umi mientras disparaba.

—¿E-eh?—preguntó Sora confundido.

—Se que necesitas tu medicina para combatir, pero en serio necesitamos ayuda—decía Umi seria.

—¡Cuidado!—grito Rieka seria.

Sin que se diera cuenta el oso estaba enfrente de Umi lanzando un golpe contra la chica, la peliazul no tuvo tiempo de reaccionar por lo que recibió el golpe siendo mandada a volar al lago.

—¡Umi!—grito Sora preocupado.

—(Diablos, debo ayudar a mis amigos, pero apenas y puedo respirar, maldita sea)—pensaba Yagi preocupado intentando soltarse pero sin hacer tantos movimientos bruscos.

—Métete con alguien con tu fuerza—decía Rieka lanzando zarpazo tras zarpazo.

El oso se molestaba aún más lanzando ataque más feroces contra la chica lobo que apenas y podía esquivar los ataques, en uno de los zarpazo el animal logró rasguñar la pierna de la chica quien retrocedió ante el daño.

—(¿Que debería hacer?)—pensaba Sora analizando su entorno.

Sora veía a todos lados tratando de encontrar una respuesta ante la situación, entonces su mirada se detuvo en Yagi para posteriormente pasar a Rieka quien había congelado su herida para evitar el sangrado.

—Lo tengo—decía Sora decidido—¡Rieka, te daré una apertura para que obtengamos una ventaja, no la desaproveches!—decía Sora extendiendo sus alas mientras rayos salían de el.

—(¿Obtener una ventaja?)—fue lo que pensó Rieka levemente sorprendida al ver a Sora emanar rayos.

—¡Toma esto!—grito Sora alzando vuelo.

Tras alzar vuelo comenzó a moverse con rapidez yendo hacia el oso quien no pudo reaccionar a tiempo recibiendo de llenó una patada electrificada en el estómago que le mando a volar e inmovilanzando a la bestia unos momentos por la electricidad.

Por su parte Sora tras haber dado la patada salió volando rodando unas cuantas veces contra el suelo para detenerse mientras se sujetaba el pecho mientras jadeaba un poco.

—(Alejó al oso mucho ¿qué busca...)—pensaba Rieka hasta que vio al frente suyo.

Rieka sin perder comenzó a correr de frente hasta llegar a su objetivo, su capturado compañero de equipo, al estar cerca sujeto las raíces que aprisionaban a Yagi congelandolas en el proceso, tras eso de un tirón las arrancó liberando a su amigo.

Yagi apenas se libero comenzó a toser mientras se intentaba recomponer, pero casi se cae mientras tosía, para su suerte Rieka lo sujeto del brazo evitando que cayera.

—Estamos a mano retrasado—dijo Rieka seria.

—Ok—decía Yagi con una sonrisa.

El oso se había levantado nuevamente y comenzó a correr hacia el dúo, cuando estuvo cerca lanzó un zarpazo que ambos jóvenes evitaron, por su parte Rieka lanzó un zarpazo al costado derecho del oso mientras Yagi con su puño envuelto en fuego asesto un golpe en el costado izquierdo logrando hacer retroceder al oso.

—Te lo dije animal, necesitas más que eso—decía Yagi tomando una pose de combate.

—No te confíes, ya dejo fuera dos de nosotros y a ti ya te capturo una vez—dijo Rieka molesta.

—Lo sé—dijo Yagi serio dándole una mirada preocupada a Sora quien aún estaba en el suelo.

Ese momento de descuido hizo que el oso estuviera apunto de darle un golpe, pero Rieka lo bloqueo con ambas manos.

—¡Te dije que no te confiarás!—grito Rieka bastante enojada.

—Perdón—dijo Yagi asustado.

Yagi aún asustado dio un saltó preparando una patada llameante que asesto en la cabeza del oso haciendo que este perdiera un poco el equilibrio.

—A veces no entiendo tu estilo de combate, lanzas fuego de la boca y luego lanzas golpes rodeados de fuego—dijo Rieka seria.

—Es muy atrevido de tu parte que pienses que tengo un estilo de combate, más bien improviso—dijo Yagi lanzando una llamarada de su boca hacia el oso haciendo que retroceda.

—...¿Cómo es posible que me pueda sentir decepcionada de alguien que odio?—preguntó Rieka lanzadose contra el oso asestando varios tajos con su garras.

El combate seguía un ritmo constante, Yagi con su fuego mantenía raya al oso y sus raíces que de vez en cuando sacaba, dándole a Rieka aperturas para atacar logrando congelar algunas partes del oso, pero el animal pese a los ataques constantes no se rendía y seguía combatiendo como si nada.

—M-maldita sea...necesitan ayuda...p-pero que puedo hacer—decía Sora dolido repente un sonido en su bolsillo atrajo su atención, sacó su dispositivo circular y lo activo—¿Un mensaje de...Umi?—preguntó Sora sorprendido.

En la pantalla de su dispositivo se podía ver un texto.

—“Sora, necesito que lleves al oso a lo más profundo que puedas del lago, yo haré el resto, tu confía”, es más fácil decirlo que hacerlo, ni siquiera puedo pelear—decía Sora preocupado pero su dispositivo volvió a sonar—“PD: Ten cuidado con la cabeza”, ¿Cuidado con la cabeza? ¿Qué significa eso?—preguntó confundido.

En el instante en que preguntó eso algo le dio un golpe en la cabeza al peliblanco, haciendo que soltara un quejido y tirandolo de cara al suelo, al ver frente el que le golpeó sus ojos se abrieron de par en par, su bote de pastillas estaba frente a él.

—Confiaré en ti Umi—dijo Sora con una sonrisa mientra tomaba su bote de pastillas , sacando una pastilla y tomandola mientras extendía sus alas.

Mientras tanto en la pelea se podía ver a Yagi y Rieka que seguían batallando pero se le veía algo agotado al pelinegro.

—¿Soy yo o...este no se cansa?—preguntó Yagi con la voz un poco áspera mientras esquivaba una raíz.

—Pareciera que no le hacemos nada—dijo Rieka esquivando un zarpazo.

—¡Tengo un plan!—grito Sora dándole una patada en el brazo del oso.

—¡¿Sora qué haces? No debes luchar en tu condición!—grito Yagi preocupado.

—Ya lo resolví—respondió Sora mostrando su bote de pastillas aliviando un poco a Yagi.

—No soy fan de tus planes, pero te oigo—dijo Rieka seria.

—Necesito que retrocedamos y atraigamos al oso hacia el lago, una vez lo tengamos lo suficientemente cerca haremos un ataque combinado para lanzarlo al centro del lago—explicó Sora serio.

—Entiendo, inmovilizaremos al oso forzandolo a nadar, dándonos tiempo para una retira estratégica—dijo Rieka seria.

—Y de paso podremos sacar a Umi del lago ¡Eres un genio increíble Sora!—grito Yagi emocionado esquivando una raíz que salio del suelo.

—Me alegra que me reconozcas por lo que soy—decía Sora acomodándose los lentes—(Ojalá Umi no les diga que ella pensó en el lago)—pensó algo nervioso.

Tras haber escuchado a Sora, Yagi comenzó a retroceder mientras esquivaba ataques del oso, Rieka provocaba al animal con zarpazos que congelaban el pelaje del oso quien se mantenía atacando con furia a ambos jóvenes.

—Sigan así, ya estamos cerca—decía Sora viendo la distancia entre el lago y su equipo.

—¡Lo dices como si tu estuvieras atrayendo al oso!—gritaron molestos Rieka y Yagi mientras daban un gran salto.

Ya estando al frente del lago el dio dejó de retroceder, cosa que el oso no desaprovechó y lanzó un zarpazo muy fuerte, Rieka saltó a la derecha mientras que Yagi saltó a la izquierda esquivando el golpe.

—¡Ya me tenías harta!—grito molesta Rieka lanzando un puñetazo.

—¡Terminemos con esto!—grito Yagi lanzando un puñetazo envuelto en fuego.

El golpe de ambos le dio en el estómago del oso, la fuerza combinada de ambos lograron alzar al animal algo alto.

—¡No me olviden a mi!—grito Sora lanzando una patada al oso que lo lanzó a aproximadamente el centro del lago.

—Perfecto, le tomará volver, vamos a por Umi y a reagruparse—decía Yagi con una sonrisa.

—Si...bueno, respecto a eso...—dijo Sora nervioso.

—¿Qué pasa?—preguntó confundido Yagi.

—Umi es parte del plan, hay que esperar que hace—dijo Sora viendo al lago mientras sus compañeros hacían lo mismo.

En el lago se veía al oso nadando para volver a tierra firme, pero debajo de él una sombra que resaltaba por tener una cola de algún animal marino se movía a una velocidad considerable, la sombra tomó las patas traseras del animal logrando atraerlo abajo del agua, el oso parecía desconcertado y sin tiempo de reacción sintió como recibía un golpe en su costado derecho, al voltear a aquella dirección ya no había nada, nuevamente un golpe le dio en su espalda, el animal no podía ubicar a lo que se enfrentaba recibiendo bastantes golpes en un corto periodo de tiempo le hacían perder la orientación, el oso dirigió si mirada al frente encontrándose con una hilera de dientes puntiagudos que iba hacia el, era Umi quien con rapidez clavó sus dientes en el costado del oso comenzando a empujarlo con rapidez golpeando unas rocas para debilitar al oso aunque disminuyendo un poco la velocidad a la que iba, aún así la chica no se detuvo y siguió avanzando hasta salir del lago sacando a volar al oso contra un árbol y Umi cayendo en el suelo ante una mirada sorprendida de sus amigos.

—¡Umi ¿estás bien?!—grito Sora corriendo hacia donde estaba su amiga.

—¡Umi no te mueras, eres demasiado joven para morir!—gritó preocupado Yagi.

—Descuida, estoy bien, cansada y con un terrible sabor de boca—dijo Umi con una sonrisa tratándo de pararse.

—He de decir que eso fue increíble, no esperaba que pudieras lograr eso—decía Rieka tratando de no revelar su sorpresa.

—Je je el agua es mi elemento en más de un sentido—decía Umi parándose pero cayendo nuevamente.

—Déjame te ayudo—dijo Yagi ayudando a su amiga a pararse mientras esta se apoyaba en su hombro.

—Gracias, nadar a esa velocidad tensa mucho mis músculos, quiero llegar a casa y descansar—dijo Umi agotada.

—Eso esta bien pero...¿Donde están toda tu demás ropa?—preguntó Sora confundido.

Umi en esos instantes tenía solo su traje de baño de una pieza encima, su abrigo, shorts e incluso zapatos no estaban.

—...no tengo idea, se me cayeron cuando caí al lago—dijo Umi con una sonrisa nerviosa.

—Ya los buscaremos, primero vamos a por Harland—dijo Sora tranquilo.

Sin que ninguno se diera cuenta, el oso se había levantado nuevamente y en silencio se posicionó detrás preparando un ataque, al momento de lanzar su ataque se quedó inmóvil mientras temblaba, no era el único que se congelo o actuó diferente, el pelaje de las orejas y cola de Rieka se erizaron, las pupilas de Yagi se habían contraído siendo semejantes a los de un reptil, Umi mostró sus dientes mientras temblaba un poco y Sora expulsaba leves rayos de su cuerpo.

—Aléjate....de...mis...chicos—decía molestó Harland avanzando lentamente con su espada en mano de alguna manera parecía ejercer una presión enorme.

El grupo se quedó inmóvil, habían identificado a su capitán pero no se podían mover, el oso retrocedía asustado, a su vista no veía a Harland, veía a un feroz animal dispuesto a matarlo en cualquier segundo, por lo que sin pensarlo dos veces comenzó a correr lejos.

—¿Se encuentran bien?—preguntó Harland tranquilo dejando de ejercer aquella presión mientras ponía su espada en su espalda.

—¿Q-qué fue eso?—preguntó Yagi en shock cayendo de espalda.

—N-nunca había sentido algo así—dijo Umi dando bocanadas de aire.

—Lo siento chicos, si no hacia eso el oso los hubiera dañado más de lo que ya estaban—dijo Harland un tanto apenado.

—Pero ¿qué hizo exactamente?—preguntó Sora confundido recargandose en un árbol.

—Se los explicaré y enseñaré algún día, de momento será sorpresa, hoy fue suficiente, lo hicieron bien—decía Harland con una sonrisa.

—Estoy agotada y perdí mi ropa—dijo Umi con un suspiro.

—No puedo dejar que regreses a la ciudad así, Yagi prestale tu sudadera—dijo Harland quitándose su chaqueta.

—Supongo que no hay de otra—dijo Yagi quitándose su sudadera.

Tanto Harland como Yagi le pasaron su respectiva prenda a Umi, quien se puso la chaqueta que le quedaba un poco grande y se ató a la cintura la sudadera.

—“Yo” llevare sus canastas—dijo Harland poniendo sus manos en el suelo.

Del suelo salieron cuatro lagartos armadillos que fueron por las cestas de los jóvenes, la cestas pese a que se les había caído casi al inicio del combate aún contenían la mayoría de las frutas que habían recogido comenzando a avanzar junto al equipo.

—Por cierto Umi ¿Cómo sabías del plan de llevar al oso al lago?—preguntó Yagi confundido.

—Yo le pedí a Sora que lo llevara al lago—dijo Umi tranquila.

—Así que fue tu idea—dijo Rieka dándole una mirada acusadora a Sora quien solo silbaba con la mirada hacia un lado.

—Pero caíste en el lago, tu comunicador se debió descomponer—dijo Yagi confundido.

—Yagi, Yagi, Yagi, lo que no sabes es que mi comunicador es aprueba de agua—dijo Umi mostrando su dispositivo circular.

—¿Cómo es que aun tienes tu comunicador y no tu ropa?—preguntó Sora serio.

—Cuando apenas iba recuperando mis sentidos en el lago lo vi flotar, por lo que de inmediato lo recogí y pensando que aún estarían en problemas envié el mensaje—dijo Umi con una sonrisa.

—Al menos todo salió bien ¿Qué habrá sido lo que hizo Harland hace rato?—preguntó Yagi interesado.

—De hecho pensándolo en frío creo haber leído algo parecido—decía pensativo Sora llamando la atención de Rieka quien se mantenía al margen de la conversación—En el libro decía que algunos animales, principalmente animales carnívoros o que fueran depredadores de otros eran capaces de usar una especie de instinto de intimidación que al instante hacia que sus presas se paralizaran del miedo—explicó serio.

—Pero si son los animales los que lo usan ¿Cómo es que el capitán lo pudo usar?—preguntó Umi confundida.

—El libro no decía nada de que las personas fueran capaces de usarlo, mañana en clases podríamos preguntar—dijo Sora tranquilo.

—Ojalá nos digan, quiero ver si puedo aprenderlo—decía Umi tranquila.

Rieka viendo que no obtendría nada más de información solo chaqueo la lengua mientras dirigía su mirada hacia otro lado, eso hasta que soltó un quejido que le hizo arrodillarse.

—¿Estás bien?—preguntó Yagi preocupado al ver a su compañera.

—Métete en tus asuntos—respondió molesta Rieka forzandose a levantarse nuevamente.

—Es la herida que te hizo el oso, no deberías exigirte—decía Sora serio.

—Nadie pidió tu preocupación—dijo Rieka pasando de sus compañeros.

—Lo siento Rieka, pero no puedo permitir que te esfuerces más de la cuenta—dijo Harland serio.

—Usted no me dice que hacer—dijo Rieka irritada.

—Como tu digas—dijo Harland serio.

En ese instante Harland cargo a Rieka en su espalda.

—¿Q-qué hace?—preguntó Rieka confundida intentando bajarse.

—Como su capitán es mi obligación cuidarlos y a sabiendas de que estás herida no puedo permitir que te esfuerces más y empeores tu herida, así que mejor no te opongas, entre más rápido lleguemos a la ciudad a que te traten más rápido podrás irte—dijo Harland tranquilo.

—Tch bien—dijo Rieka molesta dejando de poner resistencia.

—Rieka tiene un mal genio—susurró Yagi a Sora.

—Y que lo digas—susurró de vuelta Sora.

En ese instante un pedazo de hielo afilado pasó al lado silenciando al par, al voltear vieron a Rieka bastante molesta, entendiendo la indirecta tan directa dejaron ese tema de lado, el camino a la ciudad no era tan pesado principalmente debido a que los jóvenes ya no tenían que cargar sus cestas con frutos, Yagi, Sora y Umi iban charlando de cosas principalmente referente a la escuela gracias al peliblanco, al cabo de un rato terminaron volviendo a la ciudad, más específicamente a la entrada de aquel edificio donde tomaban las misiones.

—Muy bien chicos, por hoy creo que es suficiente, aprovechen el resto del día para estudiar, primero, Rieka ve a la enfermería del gremio, es una orden—ordenó Harland a lo que la chica se adentro a regañadientes al lugar—Segundo, Yagi acompaña a Umi a su casa y tu Umi cuando puedas regresame mi chaqueta—decía serio.

—¡Si capitán!—dijeron Yagi y Umi tomando pose militar para posteriormente retirarse.

—Y supongo que es todo, nos vemos después capitán—dijo Sora despidiéndose.

—Descansa Sora—dijo Harland tomando las cestas y comenzando a caminar.

Con Yagi y Umi estos caminaban en silencio, al menos así era hasta que Umi soltó un suspiro.

—No quiero estudiar, estoy cansada, apenas y siento nuevamente mis músculos—dijo Umi con un puchero.

—Tenemos que, es nuestra responsabilidad—decía Yagi serio.

—¿Tu quieres estudiar?—preguntó Umi.

—...no, estoy cansado—respondió Yagi con un puchero y cruzando los brazos.

—...¿Y si cuando me cambie de ropa vamos a algún lugar?—propuso Umi.

—¿A dónde?—preguntó Yagi confundido.

—A donde sea con tal de no estudiar—respondió Umi con una sonrisa.

—Bueno, hoy ya hicimos mucho, un descanso no viene mal—dijo Yagi con una sonrisa.

La sonrisa de ambos se volvieron maliciosas por lo que aceleraron el paso para poder disfrutar más de su tiempo de vagancia.

—¿Por qué siento que Yagi y Umi harán una tontería? Igual y debí haber ido con ellos—decía Sora para si mismo soltando un leve suspiro siguiendo su camino a casa.

Con cada miembro del equipo haciendo sus respectivas actividades, se podía dar por finalizado su día.

Continuará...

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