Vivir juntos
Los últimos días de vacaciones de Sehun habían acabado desde hacía mucho, Luhan y él se habían vuelto muy cercanos en lo que se han conocido, el pelinegro le había contado algunas cosas sobre su vida y su trabajo. Bastó solo casi dos meses para que se llamaran Hunnie y Lu, jamás en su vida le habían puesto sobrenombre.
Desde el primer día, Luhan ha dormido junto a él y anoche no fue la excepción, tampoco le molestaba.
Cómo siempre Sehun tenía que levantarse temprano para ir al trabajo pero Luhan esa mañana no se dignaba en despegarse de él.
—Lu. Tengo que levantarme y prepararme para ir el trabajo, te dejaré comida preparada, me esperaras aquí y no saldrás ni tampoco le abrirás a nadie.
—¡No! Quiero que te quedes conmigo como cuando llegue aquí, estos días me he sentido sólo— dijo con voz ahogada desde mi cuello.
Sehun es consciente que Luhan se acostumbró a estar tanto tiempo junto él y tanto como él se acostumbró a Luhan, y que le hace mucha falta durante el día en su trabajo.
Observó al castaño, quién vestía un suéter suyo. Aún no se disponía a comprarle ropa, algo que tenía bien claro era que tenía que conseguírsela.
—Luhan, vi unas cosas en internet que te gustarán, son juguetes para tu gato le diré a Baek que me acompañe a comprarlos junto con tu ropa, después del trabajo.
—Está bien, pero ¿Puedo ir contigo?— pregunta separándose un poco, Sehun lo miró a sus hermosos ojos almendrado.
—No te puedo llevar conmigo, mírate ahora tienes orejas y tu colita— sonríe.
—Bien Hunnie ¿No me dejarás, cierto?
Sehun frunció el seño, Luhan solía hacerle tipos de preguntas.
—No, te quedarás conmigo— le dijo, Luhan rió, su risa es tan melodiosa para Sehun, porque es lo que quiere escuchar— Eso quiere decir soy suyo.
"¿Pero por qué tenía que decir eso?"
—Lu, ¿No dejarás que me levante?— el castaño lo suelta entre risitas, se sienta a un lado de la cama mirándolo fijo—¿Qué?
—¿Pasarás el celo conmigo? He sentido a mi cuerpo extraño y pienso que será eso.
—Creo que no es lo correcto— se sienta también frente a él —iré con Chanyeol para ver qué te recomienda y dárselo a tu gato ¿Si?, La verdad es que no se nada de esto— dijo y, en un abrir y cerrar de ojos Luhan está en su forma de gato. Sale de bajo del suéter, salta de la cama yéndose a quien sabe a dónde.
—Ciervito... Espera. Lu— llamó, más no lo ve.
Sehun se levantó y se dirigió al baño, después de unos minutos ya se encontraba listo. Fue a la cocina, preparó el desayuno y el almuerzo para Luhan, lo único que tenía que hacer calentarlo.
—Lu, ciervo. Gatito ¡Por Dios! sal de donde esté Luhan. Me tengo que ir...
Ahí lo vio saliendo detrás del sofá, se acercó agachándose y le acarició la cabeza. —¿Sabe? También me harás mucha falta— pero Lu lo ignoró —No me ignores— resopló —Está bien, me tengo que ir.
Se levantó haciendo una mueca para después salir de la casa.
Su jornada de trabajo había concluido, ahora está por salir. Durante toda la mañana se preguntó como estaría Luhan después que sé enojó con él. Estaba por tomar el ascensor cuando recordó que debía llamar a Baek, pero hubo algo o más bien alguien que se lo impidió.
Irene, su compañera de trabajo, con la que ya había salido antes, llegó hasta él insistiendo que quería ir a su casa y tomar algunas cervezas como recompensa por ignorar sus llamadas durante sus vacaciones. El acepto ya que no perdía nada con hacerlo de igual forma ellos no tenían ninguna relación romántica.
Lo que no sabía cómo iba reaccionar Luhan cuando lo vea llegar con una desconocida para él, ya que no había interactuado con alguien más que no fueran ellos.
Sehun estaba convencido que Luhan seguía enojado con él y que lo ignoraría por lo que había dicho por la mañana, o lo encontraría dormido.
Al llegar a su casa junto a Irene, encontró las luces encendidas.
—Vamos Sehun, tomemos un poco— dijo quitándole las cervezas de las manos que habían comprado antes de llegar.
Tomaron asiento y empezaron hablar mientras tomaban, al pasar de los minutos todo iba tan ameno.
—Sehun, ¿por qué ya no me vez de otra manera que no sea como tú compañera de trabajo? ¿Tú no vez que me gustas desde hace tiempo?— preguntó de repente después unos minutos.
—No lo sé, solo no te puedo ver de otra manera — se sinceró.
—Comprendo... Pero ¿Puedes besarme solo por está vez?---Preguntó y Sehun no sabía si era por el efecto del alcohol.
—No sé, si sea...
No continúo por la cercanía de Irene, pero unos pasos llamaron su atención.
—¡Aléjate de Hunnie!— Luhan gritó desde las escaleras, en sus ojitos se veía tristeza.
—¿Quién es él, Sehun?— pregunta la chica colocándose de pie.
—Vive conmigo—le dice y vuelve a mirar a Luhan pero este corre al piso de arriba— lo siento, pero ya te tienes que ir. Después hablaremos.
No espero respuesta y fue tras el castaño.
—Lulu, ciervito...— llamó, al entrar al cuarto lo vio sentado en la cama.
—¿Por eso no quieres pasar el celo conmigo? ¿Es por ella?
—No Lu, no es por ella. Lo que sucede es que todo esto es nuevo y delicado para mi— se sentó junto a él— Pero haremos una cosa, cuando te llegue el celo, veremos qué hacemos en ese momento ¿Si?
—Está bien... Hunnie, te quiero— dice y se abraza al pelinegro dándose caricias en su mejilla con su pecho, provocando que sus orejas y cola salieran.
Sehun sonrío, es la primera que escucha un "te quiero" de Luhan.
—También te quiero, Lu— lo abrazó— Estás muy mimoso.
"¿Que me estás haciendo Luhan?" pensó el pelinegro.
La noche anterior Luhan se había quedado más tranquilo después que Sehun hablara con él y prometió que no volvería llevar a Irene nuevamente a su casa. Después de hablar de lo sucedido bajaron para comer algo, al estar en la cocina se había dado cuenta que Luhan había dejado la mayor parte de la comida. Y por la mañana, en el desayuno había comido muy poco.
Le había preguntado del por qué estaba comiendo poco o que si sentía mal y la respuesta del castaño fue que no.
Pero luego se pensar más claro, Luhan le había dicho que se sentía extraño y se preguntó si eso era la causa.
Antes de irse a trabajar llamó a Baek, para que lo cuidara mientras él no estaba. Y un poco preocupado por lo que sucediera ya que Baekhyun y Chanyeol todavía no saben nada, entre mimos y ronroneo le pidió a Luhan que se mantuviera en su forma de gato todo el día.
Solo esperaba que Luhan lo haya hecho, no quería a un Baek dándole un infarto por la sorpresa que Lu cambiara en frente de él. Esperaba contárselo cuando estuviera preparado.
Después de todo quería mucho a Luhan, tenerlo a su lado a sido de muchas sorpresas y aún si quiere tenerlo a su lado. Tenía que reconocer que tenerlo de un lado a otro por la toda casa con sus orejas y cola le estaba causando cosas extrañas.
Y cómo le había prometido después de salir del trabajo, fue a comprarle los juguetes que le había prometido.
Y bueno... Todo se le estaba complicando ya no sabía qué escoger de las tantas cosas que había en ese lugar. Nunca a tenido mascotas y mucho menos un gato.
La chica que estaba detrás del mostrador, llegó a su lado para ayudarlo.
—¿No sabe que escoger para su mascota?— pregunta y el niega.
—No sé. Nunca he comprado una de estas cosas— señaló a su alrededor.
—Entonces es primera vez en tiene una.
—Sí, se ha vuelto importante para mí y quiero consentirlo.
—Si, lo entiendo, ellos se vuelven parte de nosotros— dice y el asiente — Son como nuestros hijos, venga lo ayudaré.
"¿Hijo? El nunca a pensado en Luhan como en una mascota y mucho menos cómo en un hijo"
Al volver a casa, Sehun entró y vio a Baek acostado en el piso sobre la alfombra con un gatito encima suyo, recibiendo caricias en su pancita.
Suspiró tranquilo al ver que no sucedió nada, era bueno que Luhan estuviese en su forma de gato.
—Sehunie. Que bueno que llegas— dice dice el mayor, se levanta cargando a LuLu en sus brazos —LuLu parece extraño, no ha querido separarse de mí y anda pidiendo cariño de más y no come como es debido ¿Lo llevarás a un veterinario?
—Si, lo llevaré. Me he dado cuenta de eso también, hace dos noches para acá ha estado actuando diferente.
—¿Quieres que te acompañe?, también quiero saber qué le pasa.
—¿Por qué no vamos ahora?-— miró su reloj —Es temprano todavía, déjame colocar esto en algún sitio— dijo mostrando la bolsa —le compré estos juguetes, te iba a decir que me acompañarás ayer, pero se me presento un inconveniente.
—Ya, no importa, a la próxima si llámame.
—Bien, dejo esto y nos vamos.
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