.+*• lo que no dicen las palabras •*+.

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«...»

Sentado en el muelle, Hyungwon pateó el agua, la marea estaba alta.

— ¿Un citatorio?

Hyunwoo asintió y luego hizo un chasquido. — La carta llegó hace unos días. Mi abuelo ya sabía lo que pasaría. Teme que esto cause problemas entre pescadores de Geum y acuicultores en Palasaeng. — Exhaló con fuerza, realmente apenado. — Discúlpame otra vez Hyungwon. De verdad. No quisimos...

Hyungwon cabeceó. — Está bien. Cómo te dije antes, también fue mi culpa. No debía andar por ahí, pero una corriente me arrastró y luego estaba en tu red. Hoseok estaba muy molesto por eso.

Hyunwoo se percató, que en cada cosa de la que hablaba con Hyungwon, Hoseok venía a colación.

— ¿Tu y él...

— ¿Si?

— Nada.

El silencio los acompañó por unos segundos.

— Fue muy lindo — dijo Hyungwon de repente —, que propusieras que Geum también honrara a mi diosa en el festival de verano Nolan Yeoleum. La instructora adoró la idea. Yo también.

Hyunwoo sonrió y Hyungwon atesoró la vista. — Soy pescador, vivo del agua, como tu. Y el mar me encanta. ¿No es lo adecuado que nosotros también seamos agradecidos?

Hyungwon estuvo de acuerdo. — Pero entonces "Nolan Yeoleum" ya no sería un nombre adecuado.

— ¿Qué nombre propondrías tu?

Hyungwon lo pensó, verdaderamente. — Algo relacionado con nuestras respectivas deidades. El dios del sol y la diosa del océano. A ver... Déjame ver... ¡Ya sé! Mulgwa Bul.

— ¿Mulgwa Bul?

Hyungwon asintió con una sonrisa de ojos abiertos. — Agua y fuego.

A Hyunwoo le encantó el nombre.

«...»

Si había algo más que Hoseok odiara, además de los buques de pesca, eran las matemáticas. Menos mal tenía a Hyungwon a su lado para hacerle la materia mas sencilla.

Por fin, las clases en la escuela comunitaria, Jisigui Jinju, habían terminado por esa tarde.

— ¿Cómo es que lo haces? — Hyungwon, quien estaba hablando con Woosung sobre detalles de Geum, ya que recientemente se había inscrito al curso, se giró a Hoseok, como siempre, su compañero de mesa. — Te veo y tu imagen perezosa no coincide con que seas un cerebrito de los números. Te envidio. Para mí es como leer otro idioma. — Hyungwon no supo si ofenderse o sentirse halagado.

— No lo sé. Sólo los veo, los acomodo y listo. — Hoseok bufó, ¿Qué explicación era esa? Pequeñas burbujas de aire se reventaron en el ambiente acuático cuando se dejó caer en la mesa.

— ¿Vendrán a mi casa esta noche? — Preguntó Kihyun a sus amigos cuando se reunieron en las afueras de la escuela. Kihyun iba a clases avanzadas por lo que no compartían salón.

Cada viernes en la noche, los cuatros chicos se encontraban sobre el techo de la casa de Kihyun para pasar el rato; comían, jugaban, nadaban, o simplemente, platicaban por horas hasta muy tarde o quedarse dormidos, y los silbidos de los delfines los despertaban en la mañana.

— Yo no puedo. — Respondió Hoseok primero. — Mi padre quiere que esté presente en la reunión del consejo.

— El ministro de verdad quiere que sigas su mismo camino. — Dijo Hyungwon. — Ya es la segunda vez.

Hoseok se encongió de hombros desinteresado. — Me intrigan los temas sobre los que hablarán. Se acerca otro año de nuestra federación con Geum, la salinidad en el agua esta preocupando al pueblo, y esos pescadores...

— Ah, ya entiendo. — Interrumpió Minhyuk sosteniendo su barbilla. — Tu sólo irás porque quieres despotricar sobre Son en la reunión. — Hoseok le gruño.

— ¿Qué tienen los pescadores? — Preguntó Hyungwon distraído y eso molestó a Hoseok.

— ¡Cruzaron el límite, Hyungwon! ¡Te pescaron! — Hoseok acusó. — ¿O acaso ya lo olvidaste?

— No. No lo he olvidado. Pero prometiste que no dirías nada. — Reclamó Hyungwon. — Ustedes también.

— ¿Diríamos? — Kihyun frunció el ceño. — No hemos dicho nada. Te vieron, Won. Tu padre solicitó él mismo la reunión.

— ¿Cómo lo sabes, Kiki? — Hoseok se le acercó, mucho, y Kihyun dió un paso atrás, virando la mirada.

— Mi mamá lo comentó hace unos días. Como acuicultora, está preocupada, no quiere que haya ninguna disputa. No cree que sea conveniente, Wonho. — Agregó Kihyun. — La nieve oceánica debería ser nuestra prioridad. Con ella, lo último de nuestras preocupaciones serán los pescadores. No habrá nada que pescar.

Guardaron silencio y sus mentes hablaron; deberían estar disfrutando el fin de semana en vez de preocuparse por cosas que estaban fuera de sus manos.

— ¿Una carrera hasta la rotonda de los corales? — Minhyuk dió un par de codazos suaves al brazo de Kihyun. Kihyun rodó los ojos antes de sonreír.

Entre risas, los cuatro chicos salieron corriendo para finalmente dar un brinco y nadar, espantando los montones de peces coloridos por ahí; Hoseok llevaba la adelantera, con Minhyuk alcanzándolo, y extrañamente, Kihyun había sido dejado atrás por Hyungwon.

«...»

Usualmente, Hyungwon era el último en llegar. Pero esta vez fue diferente.

— ¡Wonho!

Gritó Kihyun, pero ni su voz lo alcanzó tan rápido como lo hizo Hyungwon.

Se encontraban en un pequeño campo al aire libre dentro de ISMI realizando saltos de altura, una prueba de uno de los deportes que los terrestres practican: atletismo.

— ¡Chicos! ¿Están bien?

La instructora se acercó al par de muchachos que cayeron al suelo a poco de terminar la carrera. Pronto se vieron rodeados por los demás participantes del curso.

Hyunwoo corría rápido y con tanta facilidad que para los chicos marinos fue como si nadara en el aire. Hasta que las piernas de Hoseok se enredaron, su cuerpo entero se tambaleó y terminó por chocar contra el cuerpo de Hyunwoo, rodando ambos por la tierra con manchas de césped.

Hyungwon colocó la cabeza de Hoseok en su regazo, tenía una herida en la frente y su sangre roja fluía mojando su ceja.

— Wow, ¿Cómo fue qué te abriste la cabeza? — Preguntó Minhyuk y su respuesta fue una mala cara de Hyungwon.

Kihyun apretó los puños y se giró hacia Hyunwoo dándole la mano para ayudarlo a levantarse. Hyunwoo no rechazó el ofrecimiento aún si la cara de Kihyun se mostraba menos de amigable.

— Gracias.

— No me agradezcas.

Y Kihyun se retiró de ahí. La voz de la instructora a sus espaldas pidiéndole a Hyungwon acompañar a Hoseok a la enfermería antes de preguntarle a Hyunwoo si necesitaba ir también.

— No, estoy bien. — Dijo Hyunwoo, viendo a Kihyun ignorar a los que se fueron juntos.

Bambam murmuraba cosas desgradables sobre que, además de su olor a pescado, tenían que ser asquerosamente gays, Yugyeom fue el único que no rió, no del todo divertido y cómodo, y Minhyuk hizo un gesto preguntándose por qué entonces el chico era amigo de alguien como él. Hyungwon se preguntó a qué se refirió Bambam con esa palabra.

— ¿Listo? — Hoseok asintió y Hyungwon acercó a su herida un spray antiséptico, Hoseok hizo una mueca. — Lo siento, arde. — Dando golpecitos suaves con una gasa, Hyungwon limpió su frente. Hoseok tenía los ojos cerrados y un pensamiento cruzó su mente.

¿Debería preguntarle a Hyungwon por qué su padre fue a buscarlo a su casa?

— ¡Apresurense a cambiarse! ¡La clase de gastronomía está apunto de comenzar! — La voz se la instructora recorrió los pasillos correteando a los participantes ir a los vestidores.

Hyungwon y Hoseok ya se encontraban en el salón, frente a una ventana abierta, el vidrio era algo extraño para ellos, y las cortinas por igual. Veían el pasar de la vida pacífica en Geum. O lo que su visión alcanzaba.

Las personas caminaban de un lado al otro; llegando o saliendo, de sus lugares de trabajo o sus casas, con mochilas a sus espaldas, bolsos cayendo de sus brazos o hombros, o partafolios en sus manos; algunas sobre sus bicicletas, otras dentro de sus autos, estos últimos llamaban mucho la atención de la población marina. Muchas cosas que los terrestres usaban o hacían, no las usaban o practicaban, no existían.

Por encima de la cotidianidad, el aire revoloteó el follaje de los árboles de la ciudad creando un sonido agradable y pacífico, casi tan relajante como el sonido del agua dentro de Palasaeng.

Terminaron por acostumbrarse a respirar la fresca sensación de, casi, nula humedad.

— Es como el primer día — dijo Hyungwon —, solo y tranquilo.

Hoseok levantó los hombros concentrado en el paisaje terrestre y muy citadino, tan diferente de Palasaeng, pero lo suficientemente igual.

«...»

— Oye, Shownu, — el mencionado hizo un ruido con su garganta indicando que lo estaba escuchando — ¿Qué significa esa palabra? ¿Ser gay?

Por más increíble que a Hyunwoo le parecía, Hyungwon realmente estaba preguntándole eso.

La confusión y la duda brillaron genuinamente en su mirada. Entonces, Hyunwoo recordó la procedencia de Hyungwon y del resto, quizás ellos usaban otra palabra.

Pero antes de que pudiera explicar lo que esa palabra significaba, Hyunwoo miró alrededor. Encontró que a Hoseok se le incendiaba el sartén.

— Es... — Se le atoraron las palabras en la garganta. — Por ejemplo, lo que tú tienes con Hoseok.

Hyungwon parpadeó confuso aún. El se giró y vió a Hoseok ser cubierto por la curiosa espuma del extintor. Minhyuk había fallado de objetivo.

— ¿Es tener... un mejor amigo?

Hyunwoo pensó que Hyungwon debía estarle tomando el pelo.

— Yo me refería a que... — Hyunwoo dudó. Hyungwon alzó las cejas en su dirección. Hyunwoo tragó aire. — ¿Él no te gusta?

Hyungwon no pensó dos veces su respuesta. — Claro que sí.

— No, Hyungwon, hablo de "gustar", que Hoseok, siendo un chico, te guste a ti, otro chico. — La piel sin escamas de Hyungwon se ruborizó.

— Hoseok... Él... — Fue el turno de Hyungwon para tragar aire. — Él es mi todo. Pero no estoy seguro, si eso responde mi pregunta.

Hyunwoo escuchó y analizó, pero él no se imaginó la iluminación en los ojos de Hyungwon ni en el resplandor rojo en sus escamas. Menos la suavidad en su voz sondeada, a punto de averiguar algo.

— Nosotros tenemos otra palabra para lo que me diste entender. — Dijo Hyungwon, retomando su tarea de picar verduras. El silencio entre ambos fue un permiso para que Hyungwon continuara. — Pareja.

En una mesa atrás, Kihyun se detuvo de hacer lo que hacía; Changkyun y Jooheon le ayudaban a separar las semillas para el platillo que escogieron.

Ciertas verdades revoloteaban como polvo en el aire, como oxígeno en el agua.

Imperceptibles.

«...»

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"Perder antes de comenzar el juego, era desalentador"

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