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.+*• encuentro en la superficie •*+.

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«...»

Desde la orilla de la costa a los pies de una pendiente, que además estaba rodeada de muelles, una plataforma con columnas doricas a las esquinas de antigua piedra caliza cargando una ancha escalera del mismo mineral, conformada, en cada tercer escalón, por estructuras iguales a las columnas en forma de rectángulo, tan esplendorosas como en el pasado. Antes de los relojes, aquellas estructuras (llamadas "calizas" simplemente), fueron usadas para designar el tiempo mediante sus sombras.

Después de emerger del mar, Hoseok se detuvo ahí, en la plataforma, con su espalda recargada contra una columna y sus brazos cruzados sobre su pecho.

Seguido a él, un segundo cuerpo emergió también, quien, antes de continuar con su camino, había tomado unos segundos para absorber el exceso de agua que de su cabeza, piel y ropa no había resbalado completamente. Algo inusual, de hecho.

— Te preocupa. Después de todo.

Hoseok chasqueó la lengua desviando su oculta mirada despreocupada de Kihyun. Sus ojos cerrados impidieron que viera a Kihyun sonreir con satisfacción.

Pronto, un tercer y penúltimo cuerpo emergió del mar y le siguió el paso a Kihyun. Pero antes, se burló de la desesperación que Hoseok emanaba.

- ¡No es mi culpa que Hyungwon sea tan lento, Minhyuk! - Se quejó Hoseok.

- No. Lo que es tu culpa es esperarlo cuando casi juraste que no lo harías. - Minhyuk replicó para luego observar con curiosidad el bochornoso color en las puntas de las orejas salidas de Hoseok. La tela satinada de escamas azules en algunas partes de su cara, cuello y brazos, casi cambiaron a un brillante color magenta.

- Ya déjalo, Hyuk. - Defendió Kihyun. O eso pareció. - No es como si no supieramos que mentía.

Hoseok rodó sus ojos seguido de expulsar un bufido. Está vez no se perdió de la divertida satisfacción en las sonrisas de sus amigos. Él los ignoró, se giró y se colocó en posición para esperar a su Hyungwonnie.

- Ven vamónos. - Minhyuk caminó escaleras arriba una vez que palmeó el hombro de Kihyun, alejándose. Sólo que Kihyun no caminó junto a él. No en seguida. - ¡No tarden demasiado! - Gritó Minhyuk a Hoseok.

Hoseok no respondió en absoluto. En silencio, él miró el danzante destello dorado y blanco de los rayos del sol reflejados en el ondeante mar. ¿Por qué Hyungwonnie tardaba tanto?

- Cuídense bien, ¿Sí? - Kihyun le dijo en voz baja. Un suspiro se mezcló entre la salada brisa marina. Kihyun apresuró sus pasos alcanzado a Minhyuk.

- ¿Estás bien con eso? - La compasión en la voz de Minhyuk casi hace reír a Kihyun. Aunque le fue imposible no trazar su recóndita amargura en una media sonrisa desmadejada.

- ¿Estar bien con qué?- Preguntó Kihyun de vuelta.

Minhyuk lo analizó y después sonrió mientras asentía. - Bien. - Rodeó con su brazo los hombros de Kihyun. - ¿Será la vida terrestre muy diferente a la nuestra?

De un momento a otro, aquellas ondas en el agua se convirtieron en pequeñas olas que empezaron a impactarse contra la plataforma, la orilla, los muelles, y desbaratándose.

El ruido de un motor hizo a Hoseok alzar la mirada.

Encontró un barco.

No, no un simple barco. Un maldito buque de pesca.

A bordo, había dos hombres, uno mucho más joven que el otro.

Hoseok entendió que el mayor le decía al jóven que la red, o había atrapado algo grande o había atrapado una buena cantidad de peces y que ojalá la suerte estuviera de su lado.

Cuando la red fue arrancada del mar mediante una cuerda enganchada a un puntal, el hombre mayor se dió cuenta que, definitivamente, la suerte no estaba de su lado.

Vaya problema en el que se metería.

Lo que la red atrapó no era nada menos que una tierna criatura de tez aperlada adornada por irregulares figuras compuestas de singulares escamas verdes que la luz ultravioleta del sol hacían que brillaran rojo.

El jóven, al quedar frente a frente por ser él quien manipulaba el puntal, miró con ojos cuidadosos al chico atrapado en la red, mientras este, perplejo y asustado, le devolvía la mirada con ojos bien abiertos.

Fue la impresión la que hizo que tres corazones fueran capaces de escucharse.

Y lo que Hoseok escuchó en el suyo no le agradó nada.

Había presenciado el primer encuentro de dos personas que no sabían lo que el destino les depararía.

Minhyuk y Kihyun observaron en la lejanía.

Supieron que nadie lo tendría fácil.

O en el caso de Kihyun, pensó que tal vez la oportunidad se presentaba ante él como una red de pesca.

Y él se asustó de sus pensamientos egoístas.

«...»

- Literalmente lo pescaste. - Prosiguió Kihyun. - Hyungwon estuvo tan nervioso y asustado que sin darse cuenta absorbió toda el agua de su ropa de un tirón y por eso no podía dejar de estornudar sal en todo el día hasta que llegamos a casa y la curandera del pueblo lo sanó.

Él rió ante el recuerdo.

Hyunwoo apenas sonrió, más concentrado en lo que decían las estadísticas que una máquina computarizada encajada en la cristalizada capa cubriendo el mar imprimía.

- Hyunwoo... - El nombrado permaneció callado y Kihyun continuó. - Debo estarte distrayendo, ¿No es así?

- No.

Kihyun suspiró y miró el cielo. Estaba despejado. El sol, desnudo en toda su grandeza. Sin embargo, no era capaz de hacer que su alrededor dejara de sentirse gris.

Y estar con Hyunwoo no hacía ninguna diferencia.

Kihyun se levantó de una bajita banca que Hyunwoo tenía por ahí y sacudió con sus manos sus pantalones quitándose la sal atorada. Hyunwoo lo observó. - Ya te dejé para que almuerces. Me voy. No olvides traerme la vasija.

Después del tercer crujido de la nieve bajo el peso de Kihyun, Hyunwoo detuvo su andar con una sola oración.

- Creí que era tu día libre.

Kihyun devolvió su mirada hacia Hyunwoo. - Y por eso tengo más cosas que hacer. Visitaré al abuelo. - Dió un par de pasos hacia atrás y en voz alta agregó: - Deberías tomar un día para ir a verlo, Shownu.

Casi pudo saborear el apodo de Hyunwoo en su lengua.

Siete años habían pasado y Kihyun aún no se acostumbraba a llamarlo así.

Hyunwoo lo vio partir, y luego puso su atención en la vasija que descubrió repleta de humeante comida casera.

Eran porciones para dos. Aunque una con más cantidad que la otra.

Hyunwoo exhaló una risita mientras negaba.

¿Cuánto tiempo más tendría que pasar para que Kihyun fuera sincero con sus propios sentimientos?

Tal vez el mismo tiempo que Hyunwoo necesitaba para expresarlos.

«...»

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"Cuan equivocado estás si piensas que tus sentimientos por mi no han cambiado.

Yo lo sé."

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