🥀 Capitulo 3.
Gun vuelve a casa dos horas después con una mano en su cuello pues trata de tapar la marca de dientes que su amigo dejó ahí.
Sube las escaleras hacia su habitación rápidamente pero con cuidado de no hacer ruido, no quiere que su prima lo vea así, y tampoco sabe si Off seguirá en casa.
Cuando llega cierra su puerta con seguro y se quita la chaqueta tirandola al suelo. Suspira, su mirada se dirije al espejo de cuerpo entero frente a su cama.
Se mira al espejo, su mirada baja por la camisa negra que lleva hasta sus pantalones ajustados, las yemas tocan las telas... y se siente miserable.
¿Porqué pretende de esa manera? Por más ropa bonita que trate de ponerse seguirá viéndose roto.
Tay se lo confirmó cuando quedaron recostados uno al lado del otro en su cama, con las respiraciones aceleradas y las miradas en el techo de su habitación.
"Tu... no llegaste otra vez, ¿No dejaste de pensar en ese beso que me contaste, verdad?
"No yo... sí, sí es eso... Es que no puedo hacerlo sin él y m-mucho menos con ese beso presente en mi mente, lo siento Tay... "
"No te disculpes Gun, está bien. "
Por más que quiera distraerse acostándose con su amigo y así olvidarse de todo tipo de dolor en su corazón con un orgasmo... no puede.
Con Off no solo era sexo, era una demostración de amor, era besos en la piel y abrazos en cada momento, era palabras bonitas y toques suaves.
Era amor. Hacían el amor.
Es la tercera vez que trata de acostarse con Tay, y es la tercera vez que solo su amigo alcanza el climax y no él. Ya está cansado.
"No volvamos a hacerlo, sabemos que n-no llegaré a nada con esto..."
-¿Entonces te quedarás a dormir?
Gun agudiza su oído al escuchar la voz de su prima fuera de su cuarto, al parecer hablando con Off
Mierda, pensé que se había ido.
Rápidamente entra al baño y se da una rápida ducha para cambiarse de ropas. Cuando termina se vestirse es cuando Davika toca su puerta.
— ¡Gun, sal un momento por favor!
La voz dulce de su prima lo hace suspirar, con pesar se acerca a la puerta y la abre.
- ¿Qué ocurre?
- Uhm, quería avisarte que Off se quedará a dormir, ya es muy tarde para que llegue a su casa.
Gun arquea ligeramente una ceja, su mirada pasa de su prima al alto chico detrás suyo. Hace una mueca pero asiente.
- Bien, puede dormir en el sofá. - Dice cruzándose de brazos y tratando de cerrar la puerta. –Buenas noches.
La mano de su prima detiene la puerta, Gun se extraña por eso.
-¿Algo más, Dav?
–Sí, verás... Él no puede dormir conmigo así que pensaba que podría quedarse contigo, ¿Qué dices?
Ella sonríe para tratar de animarlo a aceptar pero Gun se niega rápidamente.
-¿Porque no duerme en el sofá?
-¡Hace mucho frío ahí!
Off presencia incómodo la discusión entre primos sabiendo que es por su causa y aún peor porque Gun lo rechaza.
Él realmente cree que le cae muy mal al chico.
- Davika...
- Por favor. - Ella ruega una última vez y ahí es cuando Gun baja los hombros y asiente.
- Bien, bien. Trae la bolsa de dormir, está en el cuarto de mi mamá.
Le ordena a Davika quien tiene una gran sonrisa en su rostro por haberlo convencido. En un momento se aleja de la escena dejando a Gun y a Off solos.
[...]
No puede dormir.
Todo es culpa del chico que duerme al lado de su cama, dentro de la bolsa de dormir de su mamá.
Se mueve de un lado para el otro, pero no logra caer dormido. Tiene demasiado en su cabeza, es una persona que piensa demasiado las cosas. Por eso se ha convertido en una persona insegura, aunque su ex-novio siempre lo ayudó con eso, ahora no tiene a nadie para apoyarse.
Solo, él se siente más solo que nunca. Y siempre ha sido así, pero con Off a su lado era diferente.
Off es atento, de muchos amigos y cariñoso, noble y amoroso. Él se considera inseguro, de pocos amigos y reservado con sus problemas y sentimientos, el tipo de persona que se ahoga solito en sus penas.
Off le ayudó a tener más confianza de abrir su corazón, pero ahora todas esas enseñanzas quedaron atrás con el accidente que le arrebató la memoria a su chico y a él su corazón.
-Hm... fresas...
Gun gira su rostro hacia el chico alto y de cabello castaño hacia atrás, sonríe por la ternura que da cuando murmura dormido y por la extraña posición en la que siempre duerme. Sus brazos parecen enredados y al tener la boca abierta le da un toque gracioso pero tierno, al menos a sus ojos.
Pero su sonrisa cambia por una expresión de preocupación cuando lo nota removerse como si experimentara una pesadilla.
Se levanta de la cama y se coloca a su lado sobre sus propias rodillas. Su mano sin dudarlo empieza a acariciar el cabello suave y azul del hombre. Pasa saliva al sonrojarse viendo su rostro.
Es muy guapo, siempre lo ha sido.
A pesar de esa cicatriz en su frente producto del accidente.
Con sus caricias él parece calmarse y dormir tranquilo, quita sus brazos sobre su cabeza y los coloca sobre su pecho con cuidado.
"Fresas con... con chocolate " lo escucha murmurar tranquilo.
Vuelve a sonreír, sus mejillas están rojitas y sus manos las cubren a pesar de que nadie lo ve. No puede evitar sentir aquellos nervios en su estómago, algunos les dicen
mariposas.
Tan guapo, tan lindo a sus ojos.
Recuerda la primera vez que Off se quedó a dormir con él, fue esa noche donde él le pintó a Off el cabello de azul porque este es el color favorito de ambos.
Sonríe, pero su momento dulce se convierte en uno triste cuando las comisuras de sus labios tiemblan, las lágrimas se acumulan en el borde de sus ojitos.
Duele saber que esa bonita noche quedará en el olvido porque él es el único que lo recuerda. Duele que sus recuerdos más hermosos se manchen con lágrimas amargas.
Por eso mismo necesita algo de consuelo, algo que lo ayude a dormir.
"¿Qué pasa, Gun? ¿Tuviste una pesadilla, bebé? Te daré un beso, siempre te ayuda a dormir..."
Sus manos siguen acariciando sus cabellos, descienden al costado de su bonito rostro y acuna su mejilla. Sin poder evitarlo se acerca a él, tan cerca que puede sentir su calmada respiración contra sus labios.
"Tiene el sueño pesado, siempre lo ha tenido, no se dará cuenta" piensa.
Los nervios explotan en su estómago cuando sus labios tocan los rosados de Off
Es un toque íntimo, labios tibios y pegados con dulzura, como una caricia que había estado esperando por mucho.
Se separa y una lágrima cae por su mejilla pero la limpia. Lo ve dormir tranquilo y aprieta los labios, se levanta y regresa a su cama para por fin quedarse dormido.
Mientras él dormía plácidamente, no se percató de que Off tenía los ojos bien abiertos y la respiración agitada.
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