𝐃𝐥𝐄𝐂𝐈𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄

Penúltimo capítulo...

― ¿Necesitas ayuda?

Ver a JiMin alistando sus cosas en su maleta lo llena de emociones que trata de mantener en línea, juega con sus dedos para apaciguar lo que siente y que tanto trata de salir como súplicas para que se quede y lágrimas saladas. JiMin le da una rápida mirada y niega mientras vuelve a doblar una camisa.

― No es necesario sabes. ― Jungkook asiente, ahora se cruza de brazos y mueve su pierna derecha en un signo de ansiedad; JiMin lo nota. ―¿Qué pasa? Te noto ansioso.

― Nada... nada, estoy bien. ― Asiente para responder a su pregunta y al mismo tiempo tratar de convencerse a sí mismo de sus propias palabras. Toma asiento a su lado y lo mira unos segundos para bajar la mirada a sus ropas en la maleta negra.

JiMin no dice nada, Jungkook ha estado muy pegado a él desde que llegó para despedirse, hoy es su último día en Seúl antes de irse, cree que Jungkook está tan pegado a él porque no quiere que se vaya. Lo entiende, de todas formas, no está siendo fácil para él, se siente asustado y nervioso, irá a un lugar nuevo, se rodeará de nuevas personas, dejará a su madre en Seúl y a Jungkook también, que es lo que más le duele.

Por la noche pensaba sin parar, no pudo conciliar el sueño por una pregunta que rondaba su mente una y otra vez...

¿Esto es un adiós a toda nuestra historia? piensa.

No quiere dejarlo atrás, no ahora que están siendo más unidos, pero sabe muy bien que Jungkook no siente lo mismo que él, y por más que le duela, no volverán a ser lo que eran, debería pasar página y abrirle su corazón a esta nueva etapa de su vida, volverá al baile y nada podría hacerlo más feliz a la par que nervioso por el nuevo comienzo.

Cierra la maleta teniendo ya todo lo necesario dentro, se queda un momento viendo la maleta negra y suspira profundamente, gira hacia Jungkook quien parece perdido en sus pensamientos.

― ¿Estás bien? 

Jungkook sube la mirada hacia él, le sonríe tan solo un poco. ― Claro... Estoy feliz por ti. ― JiMin asiente apretando los labios, toma asiento a su lado. ― ¿Cómo te sientes tú?

― ¿Siendo honesto? Pues... nervioso, bastante nervioso a decir verdad. ― Carraspea y trata de disimular con una sonrisa sus nervios.

Jungkook coloca la palma de su mano en la rodilla del contrario, JiMin alza su mirada hacia él, sonrojado por la acción, Jungkook lo nota sin embargo no retira su mano, pero le da un suave apretón. 

― Lo harás bien, eres el mejor bailarín en toda Corea, yo confío en ti, sé que serás el más destacado en esa academia. No dudes de eso, dejarás a todos los americanos asombrados con tu talento. ― Le dijo de forma suave, tan suave que logró calmar el corazón de JiMin.

El peli negro sonríe sonrojado bajando la mirada a sus propias manos, las palabras de Jungkook siempre han podido ser más fuertes que las voces en su cabeza diciéndole que fracasará y jamás cumplirá sus sueños, esas voces que tantas veces lograron hacerlo dudar de sí mismo, esas voces no eran nada comparado al consuelo y cariño que Jungkook le brindaba.

¿Cómo podrá estar lejos de esos ojitos redondos que tanta calidez le trasmiten en los peores momentos? Hasta podría desistir de última hora su viaje para quedarse en Seúl junto a Jungkook... pero recuerda que solo es un amigo para él y su sonrisa flaquea.

― Gracias Jungkook. ― Pasa saliva sintiendo aún su mano en su rodilla. ― ¿Sabes? Tenía algo que decirte... y es importante. ― Se acomoda en su lugar, gira su torso y le sonríe un poco. ― Hubo un cambio de planes y-

― ¿Ya no tienes que irte? ― Sin poder evitarlo pregunta mirándolo con ilusión en sus ojitos, luciendo tierno y emocionado con esa idea; sin embargo, la sonrisa en JiMin flaqueó y eso Jungkook lo notó. ― ¿Qué pasa? ¿Dije algo malo?

― Siento... siento que me mientes cuando dices que estás feliz por mí. ― Dice girando su torso hacia el frente y haciendo una mueca con los labios.

Jungkook niega rápidamente. ― ¡Claro que estoy feliz por ti! ― Se defiende inútilmente, sabe que es mentira y JiMin también.

JiMin lo mira frunciendo el ceño. ― Eso es mentira.

― Imaginas cosas... ― Pasa saliva.

Gira completamente hacia él. ― ¿Entonces porqué preguntas eso con tanta ilusión? ¿Acaso no quieres que siga mis sueños? ¿Qué es lo que te molesta? ― Termina alzando un poco la voz.

Agita ligeramente sus manos. ― ¡No me molesta que sigas tus sueños, estoy feliz por eso! Solo que... ― Baja la mirada, cierra sus manos en puños y aprieta sus labios; queda en silencio mientras JiMin espera impaciente una respuesta suya.

― ¿Qué? ¿No dirás nada más? ― Se escucha ya molesto con su silencio.

Jungkook le da una rápida mirada y termina suspirando. ― Sí, estoy feliz por ti, pero la idea de que te vayas después de que supuestamente nos daríamos una nueva oportunidad solo me hace pensar... ― Se detiene a tomar aire. ―... en lo egoísta que estás siendo-

― ¿Egoísta? ― JiMin lo interrumpe; no lo puede creer.

¿Acaba de llamarlo egoísta en su propia cara?

― ¿Cómo puedes llamarme a mí egoísta? ― Se señala a sí mismo con voz molesta, sin creer lo que escuchó de sus labios. ― ¿Tengo que recordarte lo mucho que tú me jodiste a mí luego del accidente? ¿Tengo que recodarte que fuiste tú el que se alejó de mí cuando te conté todo? ¡El egoísta no soy yo!

― Yo me disculpé por todo eso, además-

Lo interrumpe. ― ¿Qué? ¿Quieres que me disculpe contigo, es eso? ― Lo mira incrédulo, jamás había escuchado a Jungkook hablarle de esa manera, no sabe si el chico frente suyo es Jungkook o algún malvado impostor.

― No me refiero a eso, JiMin... yo- olvídalo, esta conversación no está llegando a ningún lado... ― Mira sus manos, no quiere ver los ojos marrones del menor.

JiMin lo mira unos segundos más para luego alejarse y frotar sus manos en su rostro, resoplando. Retira sus manos segundos después y gira a ver a Jungkook.

― Es mejor que te vayas. ― Dijo firme, estaba molesto y frustrado con su actitud.

Jungkook frunce el ceño y con su tensa expresión se levanta sin decir nada y sale de la habitación, lo mejor es que se alejen por ahora. Jungkook piensa que luego pueden conversar, ignorando el hecho de que ese mismo día por la noche JiMin estará tomando su vuelo a América.

Sale de la casa Park y camina con el frío atravesando sus ropas, la nieve cae levemente en su capucha y hombros; debe caminar hasta la estación de bus más cercana, mientras mantiene su mente en el cielo y sus ojos en el suelo, ignorando las bonitas casas decoradas de luces de colores en el vecindario. Prefiere ignorar que Navidad se acerca, porque esa fecha lo único que hace es hacerlo sentir solo, y siempre ha sido así desde que era un niño.

De pronto se imaginó a sí mismo con JiMin entre sus brazos, bebiendo chocolate caliente frente a una fogata; no están sus padres, no está nadie, solo ellos juntos, disfrutando de las fechas navideñas. Ese escenario imaginario que lo ataca, lo hace sentirse cálido, y de pronto culpable al realizar todo lo que le dijo a JiMin momentos antes.

¿Enserio lo llamó egoísta? ¿Con qué cara dice eso? Si el más egoísta de los dos es él mismo, ya que no quiere que JiMin se vaya para que se quede a su lado. Es un idiota, y lo sabe.

Llega a casa, sus padres están en la sala, su padre ve el periódico y su madre se arregla las uñas. Pasa directamente a su habitación sin saludarlos, realmente no quiere ni verlos. Ya sentado en su cama, la mirada molesta y hasta decepcionada de JiMin perturba su inexistente calma. Frota su rostro arrepentido de lo que le dijo al menor.

¿Porqué le dijo todo eso? ¿Porqué no está realmente feliz porque JiMin quiera retomar su vida antes del accidente? ¿Qué es lo que lo molesta tanto? No lo entiende... ¿Porqué le molesta tanto? ¿Porqué se siente abatido cuando piensa en JiMin lejos de él?

― Mierda...

Abre en grande sus ojos, sus manos se deslizan hasta cubrir su boca, mira un punto en su habitación atónito por su descubrimiento y se sonroja violentamente cuando realiza el porqué de sus palabras y acciones en contra de la partida de JiMin. 

Era tan claro, tan obvio, y él tan ciego. Le gusta JiMin, le gusta tanto JiMin que no quiere tenerlo lejos.

Sonríe sin poder evitarlo, la calidez abruma su pecho en una manera tan exquisita; el amor es un sentimiento tan complejo y completo, te hace sentir lleno de paz, lleno de nervios, lleno de calidez. Jungkook jura jamás haber experimentado un sentimiento como ese, porque olvida que antes del accidente logró sentirse así, y con la misma persona.

¿Entonces qué hace ahí sentado? JiMin ya estaría de camino al aeropuerto.

― Mierda, mierda. ― Susurra, ahora más nervioso y aún con las mejillas sonrojadas, busca con desesperación su teléfono celular.

Busca el número de JiMin en sus contactos y empieza a sonar, una, dos tres veces, pero nadie contesta, intenta unas dos veces más y se rinde; si JiMin no contesta tal vez SooJin sí. Busca su número y le marca, esperando escuchar su voz del otro lado, es su única salvación.

¿Hola?

― ¡SooJin! ― Se levanta de la cama, al fin alguien le atiende el teléfono.

¿Qué pasa? No grites, calma. ― Suelta una risita divertida.

― P-perdón.

Hey, ¿Por qué te fuiste? Pensé que iríamos juntos a despedir a JiMin, ahora estoy yendo por mi cuenta, mi tía se adelantó con él. 

Jungkook muerde su labio inferior y suspira. ― Tuvimos una discusión y me dijo que me fuera, así que eso hice... ― Dice con pena.

SooJin al otro lado de la línea parpadea confundida. ― ¿Cómo que una discusión? ¿Cómo pueden pelearse el mismo día en el que JiMin se va de Seúl?

― Lo sé, lo sé, todo fue mi culpa... ― Pasa saliva y frota con su mano libre su muslo sintiéndose ansioso. ― ¿Sabes? Olvídalo, yo... soy un idiota, es mejor que vayas tú sola, no creo que él quiera verme. ― Le duele decirlo, pero quizás es lo mejor, así es como todo debe terminar para dejar de dañarse de algo que fue y ya no volverá.

SooJin se preocupa y se acomoda mejor en el asiento del autobús. ― ¿Porqué dices eso? Jungkook, tú no eres un idiota, solo... solo tuvieron una discusión, no es para tanto, aún puedes venir a despedirlo, sé que a JiMin le gustaría.

― No, Soo, realmente le dije algo muy estúpido. ― Peina sus cabellos para atrás y resopla. ― Le dije que era egoísta por irse y... y dejarme atrás. ― Suspira. ― Y no es justo que yo le diga eso, sabiendo que el que más lo hizo sufrir fui yo luego de haberlo olvidado...

Jungkook, tu amnesia no fue culpa tuya. ― Le dice con voz suave, para tratar de consolarlo. ― No te atormentes con eso, JiMin hacía lo mismo con el accidente, se culpaba del accidente sabiendo que no fue culpa suya, ni dr nadie...

― Tal vez tienes razón, pero sí que fue mi culpa haberle hecho sentirse mal... ¿Cómo pude llamarlo egoísta? Si el verdadero egoísta soy yo... p-porque no quiero que se vaya lejos de mí, aunque sepa que está cumpliendo sus sueños, yo solo... yo no quiero que se vaya porque...

¿Porque...?

Inhala para reunir valor. ― Porque me gusta. JiMin me gusta.

Se escucha un silencio en la otra línea, pero jura, realmente jura que hay una sonrisa en el rostro de su mejor amiga. ― ¿Lo dices en serio? ― Su voz suena emocionada aunque trata de ocultarlo.

― Sí, completamente en serio. ― Afirma sintiendo sus mejillas sonrojarse, SooJin es la primera a la que le cuenta sobre sus sentimientos hacia JiMin, y decirlo se siente revelador, se siente real, se siente cálido.

¡Estoy muy feliz! ¡Tienes que decírselo antes de que se vaya!

La burbuja de Jungkook se rompe. ― N-no, no puedo, no creo que quiera verme.

Vamos, Jungkook, no puedes simplemente quedarte callado, ¡Yo sé que JiMin siente lo mismo que tú! ― Suspira cuando se genera un silencio entre ambos. ― Escucha Jungkook, lo que ustedes tienen es algo especial, yo lo veo.

― ¿Pero de qué sirve eso? Yo n-no soy el Jungkook que JiMin quiere, ese Jungkook se perdió junto a mis memorias en el accidente... Y yo no consigo recordar nada...

Ella niega aunque él no lo vea. ― Eso es lo que no entienden, ustedes se aferran al pasado, ignoran que ya no son lo que fueron, ambos han madurado; tú ya no te dejas influenciar por tus padres y JiMin finalmente está dejando atrás sus inseguridades y continúa sus sueños.

Jungkook no dice nada, ella retoma la palabra.

Jungkook, puede que tú no veas lo especial que son ustedes juntos, pero yo sí.

― ¿A qué te refieres?

Cuando miro tus ojos y los de JiMin al hablar del otro... Puedo asegurar lo mucho que se quieren. ― Toma una pequeña pausa. ― Algo como eso jamás lo vi en mis padres, ni en nadie que conozca, es especial y es suyo... Piénsalo, incluso el accidente y tu amnesia no los detuvo, ¿Por qué quieres dejarlo ir?

Jungkook procesa cada palabra, y entiende lo que trata de decir. ― Aunque lo que digas es cierto, JiMin espera que yo sea como antes, y por eso mismo se empeñó tanto en ayudarme a recordar...

Ella suspira. ― Si tú no eres el Jungkook que JiMin quiere... entonces demuéstrale que eres el Jungkook que él necesita.

Y esas palabras eran lo que impulsaron una sonrisa y un sonrojo en Jungkook. Se coloca de pie sobre su cama y con esa determinación hormigueando las palmas de sus manos sostiene el teléfono con firmeza.

No puede dejarlo irse sin hablar con él antes, no puede darse el lujo de perder lo que ellos tienen, ¿Qué importa ahora el pasado? Como dice SooJin, ni aquel accidente ni su pérdida de memoria los detuvo, aún así en el presente han logrado acercarse, lograron seguir sintiendo cariño por el otro, siguieron siendo importante para el otro.

― Mándame la ubicación. ― Es lo único que dice.

SooJin al otro lado de la línea sonríe en grande, ahora caminando por las calles de Seúl rumbo a reunirse con su tía y primo. ― Buena suerte. ― Es lo único que dice antes de colgar. 

Segundos después le manda la ubicación que su tía le mandó para que no se perdiera, ya que iría sola por su cuenta. Jungkook le da un rápido vistazo y sin perder más tiempo toma su chaqueta, se coloca bien los zapatos y sale disparado de su habitación. Pero al abrir la puerta, ve a su madre parada con las manos en su cintura y una expresión que jamás vio en su rostro. Tuvo miedo.

― ¿Me puedes explicar a dónde vas?

Antes, se hubiera intimidado a tal punto de desistir de sus planes y volver a su habitación bajo la mirada furiosa de su madre, por miedo a que se enfade más, pero como dijo hace un momento, él no es el Jungkook de antes.

― Saldré un rato, volveré en la noche. ― Es lo único que dice, y trata de pasar hacia las escaleras que lo lleven al primer piso, pero su madre toma su muñeca y le regala una mirada que lo pone nervioso.

― ¡Escuché toda tu conversación con esa niñita estúpida! ― Espeta. ― ¡No voy a permitirte volver a ver a ese maldito maricón! 

Jungkook inmediatamente frunce el ceño y de un tirón libra su muñeca del agarre de su madre y sus uñas perfectas; la mira con verdadero asco.

― Ni te atrevas a ir o verás de lo que soy capaz, Jungkook.

― ¿O qué? ¿Vas a amenazarme como amenazaste a JiMin para que desaparezca de mi vida? ― Dice con una voz tan firme y una mirada tan fría que su madre se queda callada, sin saber qué decir. ― No me importa lo que pienses, igualmente iré.

No espera su respuesta, se da media vuelta y con zancadas baja las escaleras para bajar al primer piso e ignorando la presencia de su padre sale de casa, toma su bicicleta y pedalea siguiendo la dirección que SooJin le mandó.

No se da cuenta, pero sus padres no se rinden y suben a su auto siguiéndolo.

Ya se viene el último capítulo para despedirnos oficialmente de Saturno :(

- Mgg

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