𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐒𝐄𝐈𝐒
Camina hasta la entrada con las llaves en mano y en la otra su chaqueta. Sus pies se detienen justo en frente de la puerta, y ahí se toma el tiempo de inhalar y exhalar antes de colocar una pequeña sonrisa forzada en su rostro. Esperaba que con esto logre disimular la tristeza de sus ojos oscuros.
Se topa con la sala de su casa, cierra la puerta detrás suyo y deja su chaqueta y llaves en la mesita al lado de su juego de muebles. La televisión está encendida y hay una película animada reproduciéndose, pero no nadie está viéndola. Entonces escucha una voz en la cocina y se acerca a esta.
― SooJin.
Es solo su prima hablando sola como de costumbre.
― ¡Oh! ― Da un pequeño salto y se gira, dejándole ver a su primo que lleva un tazón con palomitas dentro. ― No te oí llegar. ― Le sonríe nerviosa.
― ¿Está mi mamá? ― Pregunta acercándose a la vitrina de la cocina, saca de ahí un vaso de vidrio y se sirve agua del caño. SooJin hace una mueca ante esto.
― No, aún no, pero seguro no tarda en llegar. ― Le asegura. JiMin asiente bebiendo del agua.
La chica cruza la cocina hacia la sala, toma asiento en el sofá de tres frente al televisor para degustar de sus palomitas. JiMin estaba por retirarse cuando su voz lo detuvo.
― Oye, JiMin. ― Lo llama. JiMin voltea para verla, con su vaso de agua a medio terminar en mano. ― ¿La pasaste bien? ― Le habla con cuidado, y le regala una mirada compresiva con una sonrisa de anticipación.
"SooJin ya lo sabe todo" recuerda las palabras de Jungkook. No hay nada que ocultar, SooJin está enterada de todo. Quizás lo mejor sería hablar con ella aprovechando que están solos en casa.
SooJin le hace una seña para que se acerque. ― Ven siéntate conmigo, veamos la película hasta que mi tía llegue y de paso me cuentas cómo te fue. ― Palmea el asiento libre a su lado.
JiMin lo piensa pero termina aceptando, se acerca al sofá y toma asiento a su lado. Ella le ofrece palomitas y JiMin come unas cuentas.
― ¿La pasaste bien? ― Repite su pregunta, solo que esta vez mantiene su vista en la televisión para no incomodar a su primo, y lleva un par de palomitas a su boca.
JiMin siente enrojecer ligeramente sus mejillas recordando la tarde en la playa con Jungkook. Jamás imaginó que luego de todo lo que pasó, pudiera llegar a pasar una tarde al lado de Jungkook de esa manera.
"JiMin."
"¿Sí?"
"No te lo había dicho, pero te ves muy bien."
Hubieron muchos sentimientos encontrados en una sola tarde. Tristeza, nostalgia, amor, anhelo, confusión... Una mezcla que agita su corazón. Ver a Jungkook a su lado lo hizo inmensamente feliz, pero recordaba lo que fueron sus citas, y comparando el pasado con la cita de la tarde, es completamente diferente.
Además, lo vio llorar, y lo consoló entre sus brazos, viéndolo tan frágil que lo hizo sentirse culpable de alguna forma, aunque los verdaderos culpables sean sus padres, si es que se les puede llamar así.
"¿Está bien llorar?"
"Todos tenemos derecho a sentirnos mal, no siempre vamos a sentirnos felices..."
Sin pensarlo, bailaron con el atardecer acariciando sus rostros. Bailaron bajo la melodía de esa canción que tantos sentimientos les ha brindado, además de estar presente en importantes acontecimientos en su relación.
La última canción que bailó antes del accidente.
La canción que bailó el mismo día que le contó toda la verdad a Jungkook.
Y ahora, la canción que los acompañó a su primera cita luego del accidente.
Entonces, con tanto en una sola tarde, realmente no sabe como debe sentirse. ¿Confundido? Quizás confundido sea su mejor respuesta por ahora, hasta que sepa con claridad lo que su mente y corazón han querido decirle a lo largo de ese día.
― ¿JiMin? ― Ella lo llama preocupada al ver su mirada perdida.
JiMin agita un poco su cabeza. ― Estoy confundido. ― Dice viendo a los ojos de su prima, ignorando su pregunta.
SooJin asiente poco segura. ― Bien... ¿Por qué estás confundido? ¿Jungkook qué te dijo?
― No es solo lo que dijo, es... todo lo que ha pasado. ― Suspira. ― Sé que estás enterada de todo, así que sabes de lo que hablo. Jungkook te lo contó, ya me lo dijo.
SooJin pasa saliva y asiente. ― ¿Eso te incomoda, verdad? L-lo siento mucho, yo... sé que es difícil para ti y yo no debería entrometerme-
JiMin la interrumpe. ― No, SooJin, no me molesta ni incomoda... Eres de las personas más cercanas que tengo, al menos puedo hablar de esto contigo, con más confianza. ― Le sonríe levemente. ― Es solo que, me tomó por sorpresa que no me guardes rencor por habértelo ocultado todo este tiempo. ―Baja el tono de su voz.
Ella niega suavemente. ― Jamás te guardaría rencor por algo como eso, además, la que se debe disculpar soy yo... ― Deja el tazón de lado, suspira y gira para verlo. ―Te llevaba para todas partes con Jungkook, queriendo que ustedes se lleven bien... y nos besábamos frente tuyo. ― Cierra los ojos de tan solo imaginar lo mala persona que ella cree que fue. ― Sé que eso fue de muy mal gusto para ti, sabiendo todo lo que ha pasado entre ustedes dos... Perdóname, JiMin. ― Sus ojos se cristalizan al verlo a los ojos.
SooJin se siente tan mal por el simple pensamiento de haberlo lastimado, aunque ni siquiera había sido hecho a consciencia. Ella es realmente una chica demasiado buena, que siempre piensa en los demás antes que ella misma, y que jamás pretende dañar a nadie. Tiene un enorme corazón.
JiMin solía sentirle envidia, pero ahora dejando esos sentimientos negativos de lado, prefiere disfrutar de la grata compañía de su prima y de su gran corazón.
― No te preocupes, Soo. ― Acaricia su cabeza. Ella se sorprende. Hace mucho no recibía caricias de parte de su primo, mas específicamente, desde que eran niños. ― Tu intención jamás fue hacerme daño.
Ella asiente aún algo abrumada por la muestra de afecto repentina. ― P-pero eso no evita que me sienta culpable, de alguna u otra forma. ― Suspira y se acomoda en su lugar. ― ¿Quién más sabe sobre tu relación con Jungkook?
― Nadie más que tú y mi amigo Se-Jong. ― Aprieta los labios. ― La verdad, es un secreto. Desde siempre lo ha sido... ―Parece que la tristeza llena los ojos del contrario, y SooJin se siente mal por él. Puede entender su situación.
― Hey, no te pongas así. ―Le regala una pequeña sonrisa amorosa y una palmadita en la espalda. ― Mejor cuéntame porqué estás confundido.
JiMin asiente para alejar los pensamientos negativos. ― No es algo fácil de decir. ― Baja la mirada a sus manos y juega con el anillo en su dedo. ― Realmente no sé cómo sentirme... Me llevó al lugar donde tuvimos nuestro primer beso, SooJin. ― La mira, pero se arrepiente por la vergüenza y baja su cabeza a mirar su anillo nuevamente.
SooJin forma un pequeño circulo con sus labios por la sorpresa. ― ¿Enserio? Vaya... ¿Eso te molestó?
― Al contrario. ― Niega levemente con la cabeza. ― Me gustó, aunque la nostalgia estuvo muy presente en toda la tarde. ― Suspira. ― Lo vi llorar.
― ¿Jungkook está bien? ¿Por qué lloró? ― Pregunta preocupada. Jungkook no la ha estado pasando bien esos días y es consciente de eso, aunque no haya logrado sacarle mucha información del porqué, quizás JiMin sí.
― Jungkook siempre trató de ignorar lo que sentía, y se obligaba a sí mismo a sentirse bien. Todo por culpa de sus padres. ― Frunce los labios. ― Ellos querían controlarlo en todo, hasta en sus emociones, ordenándole como debe o no sentirse. Esto lo afectó al punto en que sin darse cuenta, se recrimina por sentirse mal, o se obliga a si mismo a dejar de lado sus sentimientos para no preocupar a nadie...
SooJin se siente más tranquila de saber que no fue nada grave, pero sigue intranquila. No sabía eso acerca de Jungkook. ― Eso es muy injusto...
― Totalmente injusto. ―Suspira. ― Sin embargo, creo que ahora está mejor. Se desahogó al menos un poco conmigo. ― Sonríe tristemente. ― Antes tenía este tipo de problemas, yo siempre trataba de ayudarlo en todo, me contaba sus problemas y yo los míos. Nos ayudábamos mutuamente. ― Recuerda con la mirada en sus zapatos.
― Se ve que eran muy unidos, y se amaban mucho. ― Dice con cuidado. ― ¿Verdad?
― Sí... ― Sus mejillas se pintan levemente de rosa y rasca su nuca con nervios. ― Pero eso ha quedado en el pasado... No debería seguir pensando en esto, la verdad no llegaré a nada.
SooJin hace una mueca disconforme con sus labios. Cuando JiMin tiene la intención de levantarse e ir a su cuarto, ella lo retiene con un suave agarre en la muñeca. Gira hacia ella con confusión, esperando que SooJin diga algo.
― No te rindas.
― ¿Qué?
― Un amor tan bonito como el que ustedes tuvieron... es injusto que acabe de esta manera. ― Le sonríe levemente. ― Estás muy triste, lo extrañas, extrañas lo que tuvieron. ― JiMin baja la mirada. Eso es un sí para ella, lo que le da más confianza en seguir hablando. ― Y él necesita tu apoyo, ¿Quién más que tú, que lo conoce perfectamente?
Nadie más.
― Jungkook y yo ya no estamos juntos, ahora son solo tú y él. Ustedes tienen el derecho de recuperar lo que les arrebataron.
― Claro que lo extraño... pero Jungkook no recuerda lo que tuvimos SooJin, él no recuerda. ― La mira a los ojos. ― Y yo no quiero salir más lastimado de esto.
SooJin se detiene a pensar con la última frase. JiMin la ha pasado muy mal, quizás el que ambos se alejen sea la mejor opción, él está muy afectado. De todas formas, no es fácil vivir lo que él. Es muy valiente a sus ojos.
Ella entiende y suelta su muñeca. ― Solo piénsalo.― JiMin asiente.
Justo en ese momento escuchan la puerta principal ser abierta, anunciando la llegada de la señora Park a la casa. JiMin se levanta para recibirla.
― Hola mamá. ― Le sonríe levemente.
― Hola cariño, ¡Hola SooJin! Los extrañé. ― Sonríe la mujer, alzando la voz para que su sobrina la escuche.
Avanza hasta la cocina dejando sus cosas en el comedor. Pero retrocede para ver con ojos bien abiertos a su hijo. ― JiMin, ¿Estás usando la chaqueta que te regalé en navidad?
― Eh... ¿Sí?
La mujer suelta una risa y se acerca para abrazarlo. ― ¡Es la primera vez que te veo usarlo! Te queda muy lindo. ― A pesar de las ojeras bajo sus ojos por todas las horas de trabajo, tiene tiempo para halagar a su hijo y darle cariño y atención cuando más lo necesita.
― Gracias mamá. ― Sonríe genuinamente.
JiMin intercambia miradas con SooJin, y ella también le sonríe.
― Iré a dormir, estoy muy cansada. ― Avisa la mujer separándose de su hijo. ― Los veo en la mañana chicos. ― Se despide para desaparecer por las escaleras.
SooJin queda a solas con JiMin nuevamente.
― ¿Quieres terminar de ver la película conmigo? ― Señala la televisión.
JiMin niega. ― Iré a dormir, tengo mucho que pensar.
― Bien, no olvides lo que te dije. Y recuerda que tienes mi apoyo en todo.
JiMin finalmente se retira a su habitación, toma una ducha, se coloca su pijama y se adentra a su cama. Ha sido un día largo para él, y tiene mucho en qué pensar.
"Tienen el derecho de recuperar lo que les arrebataron."
Sobre su cama, viendo el techo de su habitación y a punto de quedarse dormido llega a la conclusión de que quizás, tan solo quizás, no debería rendirse.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top