𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎
Los ha estado evitando por una semana entera, pero inevitablemente debe acercarse a su prima. Casi no pasó tiempo en casa, él iba a casa de Se-Jong donde hacía sus tareas y hasta se quedó a dormir en dos ocasiones.
Todo el esfuerzo solo para no ver a SooJin ni a Jungkook en su hogar.
En la escuela sucedía lo mismo, iba a comer con Se-Jong alejados de la pareja, volvía a casa con su amigo y en las clases que tenía en común con Jungkook se sentaba lo más alejado posible de él. Sorpresivamente SooJin no se ha acercado a reclamarle su ausencia.
Aún así, luego de la semana distanciado y tratando de correr de su realidad se ha visto atrapado entre su consciencia y su miedo.
Estás huyendo de lo inevitable, no puedes hacer nada para cambiar tu realidad, ¿No es mejor aceptarla y aprender a vivir con ello? se recrimina a sí mismo.
Así que ahí está.
La ve desde la puerta del salón, ella sentada y rodeada de sus amigas. Charlando, riendo, siendo tan ella y tan bonita. JiMin baja la mirada y mete las manos a sus bolsillos, respira profundo dispuesto a acercarse para que vayan juntos a casa.
Da un paso adelante.
― JiMin.
Se queda congelado en su lugar. Gira sobre sus talones con los hombros encogidos.
― Jungkook...
― Hola. ― Él sonríe incomodo.
JiMin pasa saliva viendo al chico de cabellos azules, baja la mirada y da un paso hacia atrás manteniendo distancia con él.
Okay, cambio de planes, regresaré solo a casa piensa. Sin decir nada se coloca su capucha y acomoda el gorro que esconde sus cabellos. Trata de pasar al lado de Jungkook para salir de ahí pero él toma su muñeca y se inclina hacia su rostro cuando JiMin voltea.
Cerca.
― Has estado evitandome estos días, y yo quería hablar contigo, ¿Crees que tengas tiempo?
Sin darse cuenta JiMin tiene su labio inferior apresado entre sus propios dientes, tiene el aire atascado en sus pulmones y la mirada en el suelo al tenerlo tan cerca.
― Jungkook, mira-
Lo interrumpe sabiendo que se va a negar. ― Lamento mucho que ese día terminaramos de esa manera, no me gustaría dejar las cosas así, realmente tengo muchas dudas. ― Lo toma con cuidado por los hombros y JiMin alza la mirada. ― Por favor.
JiMin suelta un suspiro que se lleva sus pocas energías, porque esa semana su apetito ha sido casi nulo además de dormir pocas horas, ha estado demasiado metido en su cabeza y en la escuela, eso hace que se sienta cansado y tener Jungkook frente suyo viéndolo directo a los ojos lo hace sentirse muerto en vida.
No tiene fuerzas para negarse, y quizás ya es hora de aceptar que no pude huir por siempre.
― Bien, hablemos Jungkook.
Mientras ellos salen del salón, Jungkook siguiendo a JiMin hacia un lugar más privado, SooJin los sigue con la mirada pero sin decir nada.
Espero puedan resolver sus diferencias piensa, porque ella cree inocentemente que ellos pelearon, lo cual está .uy alejado de la realidad, porque es mucho más que eso.
― ¿JiMin?
El llamado no quiere pero alza la mirada y suspira, quita su capucha y mantiene el contacto visual un poco más.
― ¿No me responderás?
Su voz no suena molesta, ni irritada, es más una mezcla de timidez con duda. JiMin entonces solo suspira.
― ¿Quieres la verdad?
Jungkook asiente atento viéndolo a los ojos. Están sentados en la terraza de la escuela, el viento sopla sus cabellos pero no aligera sus dudas a pesar de la calma en el ambiente.
― ¿Pero prometes no enfadarte?
― No me molestaré, lo prometo.
Alza su dedo meñique hacia el rostro de JiMin y este un tanto sorprendido por la acción solo se queda callado y estrecha sus meñiques.
Sus ojos oscuros y curiosos a la espera de su respuesta lo atrapan en un momento traicionero. Pasa saliva.
― La respuesta es sí, Jungkook. Yo te besé esa noche, lo siento mucho. ― Baja la mirada tan rápido como lo dice. La capucha cubre su rostro de la mirada ajena. ― Pero antes de que digas algo, n-no puedo decirte el porqué. Al menos no ahora.
Cierra los ojos por segundos que parecen eternos sus mejillas se colorean y su garganta se seca. Tiene miedo de ver su reacción.
― ¿Tú me odias tanto?
Abre los ojos y rápidamente cruza sus miradas.
― ¿Qué?
Jungkook tiene las cejas ligeramente juntas, las mejillas sonrojadas y los irises inyectados en confusión y molestia.
― Tú dices que me besaste pero no quieres decirme el porqué.
― Jungkook...
― ¡Me confundes mucho! ¿Porqué? ¿Es porque me odias?
JiMin niega rápidamente. ― No... no te odio. ― Presiona sus labios y desvía la mirada a algún punto en el suelo. ― Solo no puedo decirte el porqué, no quiero confundirte de más. Te lo diré cuando sea el momento y-
― JiMin. ― Lo interrumpe.
― ¿S-si?
Su voz tiembla cuando lo ve levantarse de su lugar. Sus ojos redondos y negros viéndolo fijamente, el viento moviendo sus cabellos hacia un lado y dando pasos seguros hasta arrodillarse frente a él, quedando a la misma altura.
― Yo no sé si estoy equivocado pero déjame preguntarte una última cosa.
El más bajo asiente lentamente sin poder despegar sus ojos de los contrarios. Seriedad en su rostro y voz.
― Tú me besaste creyendo que no me daría cuenta. ― JiMin asiente aún callado. ― Pero no quieres decirme porqué.
El menor se queda callado y no se mueve. Jungkook suspira y su expresión se relaja bajo su mirada temerosa.
― Eso solo me hace pensar una cosa.
Jungkook toma a JiMin por los hombros con suavidad y el contacto visual entre ellos no se rompe pero empieza a temblar por parte de JiMin. Se siente ligeramente intimidado.
― JiMin, ¿Yo te gusto?
Y esa pregunta es como un baldazo de agua fría sobre su cuerpo entero.
Su mandíbula tiembla porque las palabras quieren salir pero no lo hacen, queman dentro suyo. Es una pregunta difícil de responder, su propio corazón hecho pedazos y unido a la fuerza, lo puede confirmar.
¿Que debería decirle? ¿Qué puede responderle a aquel que olvidó su historia de amor? ¿Estaría bien decirle que lo ama y que lo extraña?
Porque claro que lo ama, lo extraña, lo anhela, lo desea a su lado... mas ya no puede tenerlo. Así que con tanto en la cabeza poco más que un sollozo sale de sus labios. Callado ante la única pregunta que jamás esperó responder en esta situación.
― No llores... JiMin, no llores. Está bien, no estoy molesto, a veces nos sentimos atraídos por las personas incorrectas.
Limpia sus ojos y cubre su rostro, pero Jungkook se encarga de descubrirlo y sonreírle comprensivo. Pero su tacto suave desespera a JiMin.
― Yo no puedo corresponderte, yo estoy con SooJin, lo siento mucho JiMin... Pero si quieres podemos ser amigos.
Su sonrisa comprensiva le parece tan malvada en este momento, como si el universo se estuviera burlando de él de esta manera tan cruel.
¿Qué clase de humillación es esta?
Se aleja rápidamente de su tacto, y lo mira sumamente dolido y agotado. Él quisiera decir la verdad, pero debe seguir cumpliendo con aquella amenaza, por lo que solo le queda colocarse aquella máscara de indiferencia y fingir enojo, cuando solo siente tristeza dentro suyo.
― Vete, Jungkook.
― JiMin...
― Solo vete, por favor... Dejame solo.
JiMin cierra los ojos y trata de callar sus sollozos, aún sintiendo la mirada llena de lástima de Jungkook sobre él. Al cabo de unos segundos finalmente escucha sus pasos alejándose de él y la puerta de las escaleras cerrarse.
Solo en aquella terraza rompe en llanto, y ni el viento tan sereno puede calmarlo.
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