Llegan a las puertas principales de la mansión, Jungkook toca el timbre mientras Jimin acomoda sus lentes de sol, Taehyung está detrás suyo, ya no lleva su chaleco, solamente su arma dentro de su saco.

― Cuando veas a mi padre, no lo hagas enfadar por favor. ― Susurra Jungkook a su esposo, con la vista en la puerta blanca.

― No lo haré... Pero él se enfada por mi sola presencia, mora.

La puerta se abre antes de que Jungkook diga algo más o Taehyung suelte una risa al recordar la mala relación que tiene Jimin con su suegro. Realmente el padre de Jungkook detesta a Jimin. La madre de Jungkook los recibe con una sonrisa, luciendo las pequeñas arrugas en las esquinas de sus ojos, dejando ver su cabello negro corto hasta sus pendientes dorados.

― Hola mamá. ― Sonríe Jungkook.

Su madre lleva el nombre de Azami, una hermosa mujer de quien Jungkook heredó el cabello negro y rizado.

― Cariño, te extrañé. ― Extiende sus brazos para tomar a Jungkook entre sus brazos y dejar un beso en su mejilla. ― Hola Jimin, un tiempo sin verte. ― Lo jala con cuidado para darle un pequeño abrazo, Jimin corresponde y sonríe levemente. ― ¡Hola Taehyung! Pasen, pasen. ― Saluda al hombre detrás al separarse y se hace a un lado para que entren.

La puerta se cierra cuando los tres invitados están dentro, la mujer los lleva hacia la sala de estar. Tiene una chimenea, sillones crema, grandes ventanales y cortinas doradas. Elegante en toda la palabra, Jungkook extrañaba ese lugar.

― ¡Ya llegaron!

Rápidamente se acercan las tres hermanas menores de Jungkook, ellas lo llenan de besos, preguntas y abrazos. Adoran a su hermano, quien pareciera ser su hermano menor pero en verdad es el mayor de la familia. Jungkook es tratado con mucho amor.

― ¡Te extrañé tanto, hermanito!

La más alta de las tres se acerca, tiene largos cabellos negros y ojos púrpuras como Jungkook. Ella es Ami, la segunda hija de la familia Jeon y tiene 25 años. Ambos son los únicos que heredaron ojos púrpuras en su familia y son los más cercanos, no se guardan secretos.

― Nos alegra que estés aquí.

La menor de los cuatro hermanos coloca una mano en su hombro y le sonríe suavemente, sus ojos haciéndose medias lunas. Sunhye es una adolescente de cabellos castaños como su padre, y ojos marrones heredados de su madre que son enmarcados por un par de lentes rosas.

― ¿Cuántos meses tienes?

Jane es la hermana del medio, tiene apariencia ruda por los tatuajes en sus brazos y su largo cabello rojizo, pero con su familia es la más dulce.

― Cuatro. ― Sonríe, dejando que toquen su pancita.

Jimin camina hasta quedar al lado de su esposo quitándose los lentes oscuros. ― ¡Hola Jimin! ― Saluda Sunhye al ver al esposo de su hermano, logrando que las chicas muevan sus miradas hacia él.

Ami le regala una ligera sonrisa como saludo. ― Ha pasado un tiempo, cuñado.

― Tres semanas no han sido nada.

― Pensé que ya no volverían. ― Palmea su hombro una bromista Jane. Sunhye solo ríe al margen y acomoda sus lentes.

Por otro lado, Taehyung está detrás conversando con la madre de Jungkook, entonces Jane y Sunhye se acercan a él para saludarlo.

Ami ríe. ― Como sea, yo- ― Es interrumpida cuando siente un agarre en una de sus piernas, y baja la mirada para ver a su hijo aferrado a su pierna. Ríe y lo alza en brazos. ― Mira quién está aquí. ― Dice refiriéndose a su pequeño hijo. Jungkook y Jimin fijan su mirada en el niño, ambos sonríen.

Grandes ojos marrones, pestañas rizadas, piel oscura y hermoso cabello ondulado. Lleva un trajecito celeste y un chupón en la boca color amarillo.

― ¡Hola Marilyn! ― Jungkook toma la manito del menor y este extiende sus brazos hacia él, pidiendo ser cargado.

Ami pasa a su hijo a los brazos de su hermano mayor. ― También te extrañó al parecer. ― Marilyn se recuesta en el pecho de Jungkook quien ríe ante esto.

― Jackson, llegas justo a tiempo, ya llegó mi hermano. ― Saluda Ami a su esposo cuando aparece en escena, atrayendo las miradas de los invitados.

― Hola Jungkook. ― Le sonríe al hermano mayor de su esposa, luego mira al rubio y su expresión cambia a una seria. ― ¿Qué tal, Jimin?

― Jackson. ― Saluda cortésmente con una sonrisa forzada en el rostro.

Ami y Jungkook sienten la tensión entre ambos hombres. Ellos no se llevan nada bien porque Woong trata mejor a Jackson de lo que trata a Jimin y el segundo, aunque no quiera admitirlo, le tiene cierta envidia; esto causa rivalidad entre ellos.

― Veo que llegaron nuestros invitados.

Todos los presentes se callan al escuchar esa ronca y profunda voz, llevan sus ojos hacia la silueta que se acerca a ellos.

― Señor Jeon. ― Saluda el rubio, acomoda su corbata y mantiene su postura perfecta a pesar de los nervios que siente de enfrentarse a su suegro.

El padre de Jungkook se llama Jeon Woong, es el ex-presidente de Corea, dueño de una mirada púrpura llena de experiencia en los negocios, con un aire intimidante. Woong es un hombre peligroso.

Camina hasta sus yernos con un puro en la mano y una expresión seria en el rostro. Como siempre. ― Basta, niños. ― Suelta el humo de su boca en el rostro del moreno y el rubio provocando que ambos tosan. ― Dejen de fingir que se llevan bien, ya sabemos que no es así. ― Señala a ambos con su puro.

La señora Azami se acerca rápidamente para mirar desaprobatoriamente a su esposo. ― Estás fumando dentro de la casa, Woong. Tienes a tu hijo embarazado y a tu nieto de dos años aquí. ― Le regaña.

Woong rápidamente se aleja para desechar el puro al darse cuenta de su error. Vuelve con las manos vacías y una sonrisa apenada en el rostro.

― Pensé que habías dejado de fumar dentro de casa. ― Jungkook se queja, entregando a su sobrino a su hermana.

― Discúlpame, cariño, por el estrés he estado fumando más de lo normal. ― Se acerca haciendo a un lado de Jimin de manera poco amable, ganándose otra queja de su hijo. ― Dale un abrazo a tu padre, cabo.

Jungkook sonríe por el apodo cariñoso y lo abraza con cuidado, disfrutando el olor de su colonia, aquella que usa desde que tiene razón.

― Te extrañé papá.

Jungkook tiene una conexión especial con su padre a pesar de todo lo que pasó. Cuando era niño no tuvo la presencia de su padre, Jungkook vivió desde sus ocho años hasta sus doce en Japón con su madre. Sus padres se habían separado, pero años después se reconciliaron y Jungkook volvió a Corea, donde empezó a vivir con su padre.

Jungkook se convirtió en la luz de Woong, porque tenía sus ojos, su confianza y parte de su desgraciada personalidad manipuladora. Jungkook es su viva imagen hasta hoy en día.

El timbre suena repentinamente. ― ¿Quién falta? ― Pregunta Azami acercándose para tomar la mano de su hijo para sostenerlo ya que Woong se alejó.

― Debe ser Jin. ― Exclama Sunhye.

― El otro imbécil. ― Comenta Woong como si no fuera nada. Jimin suspira, ya no le sorprende el desprecio de su suegro hacia él y su hermano. ― Jane.

― ¿Sí, papá?

― Ve a abrir la puerta. ― Demanda y al instante la chica camina hacia la entrada principal. ― Y que pasen directamente a mi oficina.

― ¿Qué pasa? ―Pregunta Ami a su padre ante esa extraña demanda.

El hombre se acerca para acariciar la mejilla de su nieto, luego deja un beso en la frente de su hija y niega. ― No es nada linda, no te preocupes, solo una reunión de negocios. ― Alza la mirada hacia el rubio. ― Quiero a TaeHyung, a tu hermano y a ti en mi oficina. Ahora.