Sesenta: Eres un traidor.
Han pasado cinco días desde la misión de infiltración que efectuaron. Todo salió perfecto a pesar de que Taehyung terminó con un hombro herido e incapacitado para dar el golpe final, el cual se daría esa misma noche.
JiMin estaba alistando la pañalera de Seiji, ya que todo el equipo estaría en la estación para reunirse por última vez antes de la misión de esta noche. Esperaban tener éxito, capturar a Manoban y sus aliados para terminar con el trabajo y poder vivir en paz lejos de la mafia.
Sin embargo, JiMin sabía que nada volviera a la normalidad, empezando por su madre y hermanas quienes no estaban con vida, su padre estaba lidiando con un fuerte duelo, y él debía arreglárselas para salir adelante con su hijo y su hermana.
¿Tendría que buscar algún trabajo? ¿Dónde vivirían ahora? ¿Podrían llevar una vida normal? ¿Se acostumbraría a dejar los lujos que tuvo toda su vida? Sinceramente no tenía la respuesta para ninguna de esas preguntas, y es lo que más miedo le daba. Su vida será completamente diferente y tiene miedo de pensar en qué deparará el futuro para él y su familia.
― No Mari, no hagas eso. ― Reprochó con cariño.
Marilyn había tomado su teléfono celular y había iniciado una llamada, JiMin se apresuró en cortarla y quitarle el aparato de las manos del infante.
― Perdón. ― Se disculpó el pequeño, JiMin solo le regaló una sonrisa tranquilizadora y volvió a su tarea.
Marilyn se echó sobre la cama y empezó a jugar con las manitos de su primo, quien reía eufórico moviendo sus manitos y piecitos. Ambos se llevaban muy bien, JiMin realmente esperaba no tener ningún problema legal en criar a su sobrino. Tal vez podría hablarlo con Hwasa más adelante para lo ayude a convertirse en su tutor legal.
Alguien tocó la puerta de su habitación y él miró sobre su hombro para saber de quién se trataba. Era Taehyung, había tocado pidiendo permiso para entrar a pesar de que la puerta estaba abierta. JiMin no dijo nada, solo lo invitó a pasar con un simple gesto con la cabeza.
Taehyung se adentró en la habitación y tomó asiento al lado de los infantes. Acarició el cabello de cada uno con su mano libre, mientras que la otra no la movía a causa del dolor en su hombro vendado. Luego alzó la mirada hacia JiMin, era evidente que recién había salido de la ducha porque tenía su rizado cabello mojado y solo tenía una bata puesta que le quedaba grande, dejando al descubierto sus clavículas y parte de sus hombros. Se sonrojó cuando se encontró a si mismo viendo más de lo necesario.
― Uhm... ¿Pasó algo? Vine porque me llamaste.
JiMin paró su tarea y alzó la cara hacia él viéndolo curioso.
― ¿Cómo dices? ¿Te llamé? No te lla...
Cortó sus palabras en seco y su mirada se posó en su sobrino, entendió que el número que había marcado había sido el de Taehyung. ¡Qué conveniente!
― Bueno, Marilyn tomó mi teléfono, seguro él te marcó por accidente. ― Explicó acomodando la bata sobre sus hombros, aunque igual terminó cayendo por un lado.
― Ya veo.
JiMin bajó la mirada a su hombro vendado y frunció los labios con preocupación e incomodidad; por un lado, le preocupaba su estado de salud, pero por el otro lado, aún seguía molesto con él desde su discusión en el hospital. No quería hablar con él, pero no quería comportarse como un niño así que se tragó el rencor, suspiró y siguió la conversación.
― Y... ¿Cómo está tu hombro?
― Bastante bien, ya no duele mucho y pronto estaré recuperado con el medicamento... ¿Cómo has estado tú? No hemos hablado estos días.
No se habían hablado desde aquel día, básicamente porque Taehyung salió ayer por la noche del hospital y él no había ido a visitarlo, y no solo porque estaba molesto con él, sino que también tenía que cuidar de su hijo, sobrino y padre junto a su hermana. Sobre todo cuidar a su padre, él está pasando por un mal momento por la pérdida de su familia y necesita mucho apoyo.
― Bien. ― Responde encogiéndose de hombros. Cerró la pañalera y la dejó a un lado, mientras tomaba asiento al lado de los niños. ― Creo que debería disculparme por la discusión de ese día, ya sabes.
― No hay problema... Fui muy idiota.
― Estoy rodeado de idiotas. ― Bromea sacándole una risa al mayor. ― Excepto por mi hermana y estos pequeños. ― Mira a los infantes, Marilyn se había quedado dormido al lado de Seiji, era una escena muy dulce.
― No me meteré más en tus decisiones, ni en tu relación con Jungkook o la relación de él con su hijo, o lo que sea... Veo que ustedes mismos pueden resolver sus problemas, no necesito ser su mediador.
Sonríe con calma para añadirle credibilidad a sus palabras, pero cuando JiMin baja la mirada a su retoño la sonrisa en su cara desaparece por completo.
¿Por qué? Simple, por su estúpido corazón enamorado.
Aquella noche en el club lo vio besarse con otro hombre, y su corazón dolió al saber que él jamás podría besarlo. Asimismo, cuando lo vio conversar tan amenamente con Jungkook se sintió como el mal tercio, completamente dejado de lado, y recordó esos momentos dónde JiMin aún no sabía de sus sentimientos y vivía felizmente casado con Jungkook. Ambos eran muy felices, día tras día era testigo de su amor y eso lo mataba lentamente, ahogandose en un amor no correspondido.
Al igual que ahora.
Él había aceptado ser su amigo, y también aceptó su amor por él, pensando que sus sentimientos se irían con el tiempo pero siguen presentes y aquella noche en el club su cuerpo había ardido en celos y dolor. Esa fue la prueba de que su corazón aún late enamorado por JiMin, y no puede negarlo.
― Está bien. ― Se acercó a él y le sonrió un poco, aliviado de poder dejar los rencores de lado. ― También fui un idiota, no debí tratarte de esa manera, y... y tampoco debí colocarte una responsabilidad que no era tuya. Tenías razón, no eres el padre de mi hijo... así que estamos a mano. ― Sonrió un poco para aligerar el ambiente.
Taehyung sintió una punzada en su pecho al escuchar el tono de su voz, estaba claramente decepcionado y eso lo hizo sentirse mal. Él mismo se había auto-proclamado "mejor padre" que Jungkook varias veces en el pasado e incluso se lo había echado en cara alguna vez, así que cuando cayó en cuenta de lo que había dicho llegó a dolerle a él mismo.
No era el padre de Seiji pero daría lo que fuera para poder serlo. Él siempre quiso ser padre, tener un hijo al lado de la persona que ama, pero por obvias razones eso hasta ahora no ha pasado y por como van las cosas, duda mucho que pase.
Entonces, ¿Qué debería decir? ¿Debería retractarse? ¿Qué olvide lo que dijo a pesar de que sea verdad para ambos?
Taehyung asiente con cuidado y se coloca de pie. ― También venía a avisar que debemos salir antes de las 6, así que... deberías vestirte pronto. ― Señaló con la mirada su bata.
JiMin bajó la mirada para ver su cuerpo y se sonrojó un poco al notar que había estado todo ese tiempo con la bata de baño. Asintió y Taehyung se retiró, pero el rubor en sus mejillas no pasó desapercibido por JiMin, sonrió un poco apenado.
― Haré un buen trabajo, siempre lo hago.
Lo mira de arriba a abajo con una ceja alzada. ― Más te vale.
Hwasa ordena los papeles en su escritorio y los toma con ambas manos dispuesta a retirarse de su oficina al dar por terminada la reunión. Habló con los hermanos Jeon sobre el plan y coordinó con el resto del equipo sus roles en la misión. Todo estaba listo, solo debían colocarse los implementos y tomar los autos para dirigirse a la mansión de Manoban.
Antes de retirarse les da un último vistazo a los presentes. JiMin acomodaba la pañalera en su hombro mientras Seiji estaba en brazos de Jungkook. JiMin poco a poco le estaba dando algo de acceso a su hijo, aunque realmente seguía sin estar convencido. Taehyung conversaba con Gguk sentados en un sillón.
― Pueden retirarte si así lo deseas, ya han pasado varias horas aquí dentro.
JiMin asintió, la verdad ya quería volver a la cabaña para estar al lado de su hermana, sobrino y padre, quienes no estaban con ellos en la estación. Esto debido a que Woong no quería tener contacto con nadie, por lo que Jane tuvo que quedarse a cuidar de él junto con Marilyn hasta que los demás vuelvan para esperar juntos a que la misión termine y entonces deban desalojar el lugar.
Después de todo, aquella cabaña era solo un hogar temporal en lo que trabajaban para la policía. Luego, debían irse.
― Bien. ― Dijo al verlo asentir, y finalmente salió de la habitación siendo seguida por Seokjin.
― ¿Nos vamos?
― Primero iré a buscar algo en la cafetería para comer en el camino. ― Avisó Taehyung en cuanto la superintendente se retiró.
JiMin accedió y dijo que lo esperaría ahí mismo mientas tomaba asiento, y Taehyung salió de la oficina siendo seguido por Jungkook con Seiji en brazos, al parecer también quería pedir algo que comer.
Después de todo Jungkook se quedará con Gguk en la estación hasta la madrugada, cuando se llevará a cabo el plan mientras los demás descansarán en la cabaña antes de la acción, sobre todo porque Taehyung no está en las mejores condiciones y debe tener cuidado con su herida.
"Ya quiero que todo termine" pensó el menor mientras tomaba asiento. Gguk se encontraba a su lado y decidió saludarlo para romper el silencio.
― ¿Todo bien? No hemos hablado desde que estaba en el hospital.
― Todo está bien. ― Afirma. ― Veo que te recuperaste bastante bien.
― Aún tengo dolor en las costillas y en la cabeza, pero estoy mucho mejor que antes.
― Jane estaba muy preocupada por ti. Ahora la veo más tranquila porque saliste de alta, aunque igual le aterra que algo salga mal y te pase algo.
Gguk abre los ojos con sorpresa. ― No me lo había dicho.
― Ya sabes, a ella no le gusta preocuparte con sus preocupaciones. ― Ríe por lo gracioso que suena, y pronto su mirada se hace melancólica. ― En ese aspecto es igual a mi madre.
Gguk traga duro y desvia la mirada con una incomodad creciente en el pecho y la culpa latente en su corazón, manda una de sus manos a cubrir la zona en un intento de calmar sus latidos rápidos.
JiMin logra notar algo en su expresión, algo que le causa intriga. Desde aquel día en la habitación de hospital ha senrido un extraño comportamiento en él y no quiere seguir quedándose con la duda, así que aprovechando estar solos en la oficina decide aclarar sus dudas de una vez por todas.
― ¿Qué pasó cuando estabas en esa mansión?
Los latidos de Gguk empezaron a correr más rápido y se obligó a mantener la compostura.
― ¿A qué viene la pregunta?
― Curiosidad. ― Se encoge de hombros y entrecierra los ojis analizando el comportamiento del mayor.
― Quisieron sacarme información a como de lugar, pero no dije nada así que Lisa hizo que me golpearan hasta casi matarme, y luego me botaron a un río... Creo que ya sabías la historia. ― Dijo mirándolo a los ojos.
JiMin se quedó en silencio, repentinamente sintiendo una tensión entre ambos. Sabía que él le escondía algo, pero no sabía que era.
― Debo ser sincero contigo, así como tú fuiste sincero conmigo hace meses atrás, cuando me contaste sobre tu relación con mi hermana. ― Le recuerda. ― Sospecho que nos ocultas algo... no me convence que te hayan dejado ir así por así.
― Casi me matan. ― Frunce el ceño.
― No creas que no sé cómo funcionan las mafias y los tratos. ― Dice y Gguk se queda estático en su posición, incluso su expresión se tensa. ― Cuando no dan información, no sirven y se les dispara en la cabeza. Pero cuando hay un trato de por medio... se les da una oportunidad para escapar.
Volvió a pasar saliva y apretó sus manos en puños dentro de los bolsillos de su chaqueta. Se sentía acorralado, JiMin podía ser muy intimidante cuando quería, incluso podía jurar que el mismísimo Park Woong estaba frente suyo. Exhaló con fuerza por la nariz y se acomodó en el sillón.
― No estoy mintiendo, JiMin.
― Mírame a los ojos y repitelo. ― Lo retó.
Gguk aceptó el reto y así hizo, volviendo a repetir la misma oración, viéndolo fijamente a los ojos sin pestañear. Casi al instante observo cómo JiMin formó una mueca en sus labios... ¿Eso que significaba?
Suspiró. ― Sí, como sea, ya no te molesto más. Solo recuerda que así como yo cumplí mi palabra, espero que tú también estés cumpliendo la tuya.
Se levantó de su asiento dispuesto a irse, en ese momento Taehyung ingresa a la habitación seguido de Jungkook.
― Tengo los bocadillos. ― Anunció el peli rojo.
Jungkook se acercó a JiMin para pasarle a Seiji a sus brazos. El pequeño sonrió al acostarse en el pecho de su padre, era muy pegado a él por obvias razones. Jeon sonrió enternecido ante la escena, pero JiMin no se dio cuenta, porque sus ojos estaban posados en Gguk. Le había lanzado una mirada fría que podía ser tomada como una clara advertencia.
― Nos vemos en unas horas.
JiMin vuelve la mirada y asiente hacia Jungkook, luego camina para quedar al lado del peli rojo. Ambos se despidieron y salieron rumbo a la camioneta de Taehyung, listos para emprender rumbo hacia la cabaña y descansar unas horas.
― Espera, creo que olvidé la pañalera.
Chasqueó la lengua al notar ese pequeño gran detalle luego de haber abrochado el cinturón de Seiji en su sillita especial.
― Si quieres voy a traerla.
― Descuida, tú enciende el auto y quédate con Seiji. No tardo.
Taehyung asintió y él se alejó de la camioneta para volver a la estación. Llegó a la amplia oficina de la superintendente y tomó la pañalera que había dejado olvidada sobre el sillón.
Con la pañalera en mano estuvo decidido a volver a la camioneta, pero unas voces lo detuvieron. Buscó con la mirada y pronto descubrió que las voces provenían del balcón de la oficina. Porque claro, Hwasa al ser la superintendente tenía el lujo de tener su propio balcón con vista a la ciudad y el atardecer de aquel día.
Se acercó con cautela hasta la entrada al balcón, y ahí logró reconocer la voz de Jungkook y Gguk... ¿Discutiendo? Se quedó estático, por alguna razón no quiso que notaran su presencia detrás de la pared, y acercó su rostro al borde para escuchar mejor, cuidando de no ser visto por el dúo de hermanos.
― No supe qué decirle, me estaba presionando con sus preguntas y por supuesto que no le iba a contar algo así en ese momento.
Jungkook exhaló con fuerza por la nariz. ― Escucha, yo no le diré nada a nadie porque eso te corresponde a ti, ¿Entendiste? Pero tienes que decirlo en algún momento, ellos merecen saber la verdad.
Gguk chasqueó la lengua. ― A decir verdad, no me deberías estar regañando por ocultar secretos, creo que no eres el más indicado para hacerlo.
― Créeme, lo soy. ― Colocó sus manos en sus hombros. ― Quizás tú eres el hermano mayor y yo el menor, pero siempre he querido protegerte, ese siempre fue mi objetivo incluso cuando éramos niños y mamá y papá se fueron.
― Al grano. ― Demandó secamente.
Jungkook juntó levemente las cejas y suavizó su expresión. ― Siempre he querido lo mejor para ti, por eso te pido que seas sincero con Jane, no le ocultes algo tan grande como esto.
― Podría dejarme...
― Probablemente, pero es mejor que terminen por algo honesto a que continúen su relación con un secreto tan grande detrás. Prácticamente la estarías engañando.
Hubo un silencio entre ambos, hasta que Jungkook soltó los hombros de su hermano y retomó la palabra.
― Lo digo por experiencia propia. ― En los ojos grises de su hermano, Gguk podía ver su doloroso y reciente pasado. ― No seas como yo, no engañes a Jane de esa manera, ella no lo merece... así como JiMin tampoco merecía todo lo que le oculté.
JiMin llevó una mano a su pecho al sentir sus latidos en sus oídos, su corazón se había agitado y sus ojos advirtieron lagrimear, pero siguió escuchando en silencio tras la pared.
― Claro... ― Gguk apoya sus codos en el borde del balcón. ― Me dejará, es más que obvio.
― ¿Y la culparias? ― Gguk no respondió. ― Yo no culpo a JiMin de haberme dejado, es más, me alegra que lo haya hecho... en parte, porque también duele mucho.
JiMin pasó saliva con fuerza y apretó la pañalera contra su pecho en un intento de calmarse. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? Hasta hace unos meses todo era perfecto, y ahora estaba escondido tras la pared, escuchando a su ex-esposo hablar sobre su dolorosa separación. No quería sentirse mal por él, definitivamente no quería pero... pero lo hacía.
Gguk pasó sus manos por su rostro y resopló estresado, confundido y hasta dolido.
― Mierda... ¿Como le diré a Jane que fui yo quien delató a su familia?
Su corazón de detuvo, sus palpitaciones rápidos simplemente pararon por unos segundos que parecieron eternos hasta que volvieron con fuerza y bombearon sangre y adrenalina por todo su cuerpo.
La pañalera que sostenía contra su cuerpo cayó al suelo y eso llamó la atención del dúo de hermanos, pero no le tomaron importancia hasta que un furioso JiMin había salido de su escondite y se acercó con una mirada furiosa y ojos llorosos para estrechar con fuerza su puño contra la mandíbula del mayor, quien cayó al suelo por el golpe.
― ¡Fuiste tú!
Se colocó sobre él para propinarle otro golpe pero esta vez en la mejilla, rompiendole el labio inferior. Tenía tanta furia dentro que las lágrimas se hicieron presentes, evidenciando la magnitud de su rabia y dolor para los presentes.
― ¡Hijo de puta! ― Empezó a golpear y rasguñar donde podía, sin piedad alguna.
No sabía de dónde había sacado tanta fuerza, seguramente era debido a la adrenalina en su cuerpo, pero eso no importaba ahora. Su mente lo único que pensaba era en desquitar todo su odio en Gguk y hacerlo pagar por haber matado a su familia.
¿Cómo pudo haberles hecho eso?
Jungkook lo tomó por detrás y de un tirón lo alejó de Gguk, reteniendolo mientras el mayor se colocaba de pie tratando de limpiar la sangre de sus recientes heridas en el rostro, maldiciendo de paso.
― ¡Tú los mataste!
Se soltó del agarre de Jeon como pudo y tomó a Gguk del cuello de su camisa para acorralarlo contra la baranda, empujándolo hasta que la mitad de su cuerpo estaba sobresaliendo del balcón con peligro de caer hacia el suelo desde una distancia de tres pisos.
― Yo no quise hacerlo.
― ¡Pero lo hiciste! Y por tu culpa mi padre quedó viudo y mi sobrino huérfano, ¡Nos arruinaste la vida!
Rompió el llanto y cubrió su rostro para tratar de callar sus sollozos. Ambos hermanos permanecían callados, Gguk sabía que no tenía derecho de reclamar nada y Jungkook simplemente no tenía nada que decir, solo pasó a abrazar a JiMin cuando esté rompió en llanto y buscó refugio desesperadamente, encontrandolo en él.
― JiMin... ― Trató de acercarse pero el menor le lanzó una mirada de odio.
― Fuiste parte de la familia por años... Mi padre permitió que te quedaras cuando llegaste malherido a la mansión, y mi madre te trató siempre con amabilidad, como si fueras un hijo más... ― Se alejó de los brazos ajenos.
Jungkook se quedó en su lugar, viendo la escena con un nudo en la garganta y el estómago.
― ¿Cómo pudiste...?
― ¡Ella me amenazó! ¡Dijo que si no cooperaba mataría a Jane!
― No quiero oír nada más. ― Negó con la cabeza. ― Eres un maldito traidor... y no me sorprende, al parecer es algo que viene de familia.
Jungkook abrió los ojos dolido por el comentario y lo soltó, ya no había necesidad de retenerlo. En ese momento Hwasa entra en escena con el ceño fruncido y una mirada dura en sus ojos, JiMin se alejó de ambos y se colocó al lado de la mujer.
― ¡Hey, hey! ¿Qué creen que hacen? Sus gritos se escuchan hasta afuera. ― Observa el rostro golpeado de Gguk y frunce aún más el ceño. ― ¿Qué pasó aquí?
JiMin quiso contestar. ― Él fue quien-
― No es nada.
Gguk lo interrumpió, está tratando de evitar el tema mientras limpia la sangre de su rostro con la manga de su camisa. JiMin estaba a punto de insultarlo nuevamente por cortar sus palabras y hacer como que nada pasaba, pero es Jungkook quien se acerca a él y lo calla.
― Cállate. ― Ordenó. ― Ya hicimos suficiente.
Gguk se calló al instante, y es que Jungkook tenía razón, quizás él era el hermano mayor pero jamás se comportó como tal, había sido Jungkook quien tomó el papel. JiMin recibió un asentimiento por parte de Jungkook, dandole a entender que retomara sus palabras por donde fue interrumpido.
― Yo lo golpeé.
― ¿Tú? ― Alzó una ceja y bajó la mirada a sus manos, sus nudillos tenían ligeros cortes y moretones. Tomó sus manos con preocupación, porque aunque no pareciera, le estaba agarrando algo de aprecio a JiMin. ― ¿Por qué?
― Lo golpeé porque es un traidor y un asesino. Él fue quien delató el paradero de mi familia... por su culpa Manoban los mató. ― Relató viendo fijamente a los ojos al culpable.
Gguk bajó la mirada con vergüenza cuando Hwasa también colocó su mirada sobre él.
― ¿Es cierto? ― Él asintió aún viendo al suelo.
― Él no debería estar en la misión, ¿Como sabremos si no está confabulado con Manoban de alguna manera? No podemos confiar en él.
Hwasa exhaló con fuerza y soltó las manos del chico para dirgirse a Gguk.
― No sería lo mejor cambiar los planes a estas alturas... pero tiene un buen punto. Perdón Gguk, pero sinceramente no puedo confiar en ti luego de saber esto.
― No trabajo para Manoban. ― Afirma.
― Sin embargo la ayudaste, Gguk.
― Si, pero no fue porque quería, e-ella me estaba amenazando y tuve que ceder.
― ¿Te sirvió? Casi te matan, el doctor lo dijo, estabas vivo de milagro. Su intención jamás fue dejarte ir como te prometió, ¿Cómo te pudiste creerle?
― Yo... no lo sé.
Esa respuesta no convenció a la superintendente, es más, solo reafirmó la idea en su cabeza. Ella fue la encargada de entrenar a muchos de sus oficiales, aprendió mucho de ello, y por eso ahora podía afirmar que Gguk no era fuerte de mente para trabajar bajo presión, porque un par de amenazas y golpes y ya lo tendrían a sus pies, listo para delatarlos con tal de "salvarse".
Además, está segura que el equipo no estará contento con esta nueva información, y no querrán trabajar con él, sobre todo porque el tema de la familia Park es aún muy reciente y dolorosa para ellos.
― Buscaré a alguien más. ― Sentenció.
― Puedo hacer el trabajo.
― Pero no quiero que lo hagas, ya está decidido. ― Dijo mirándolo seriamente.
Gguk pasó saliva y bajó la mirada derrotado, entendió que no valía la pena insistir. Hwasa y JiMin se alejaron de ellos, mientras Jungkook se acercó a su hermano para brindarle un pañuelo de su bolsillo y así limpie más fácilmente la sangre en su rostro.
― Será lo mejor, si JiMin reaccionó así imagínate qué harán Jane, Woong o incluso Taehyung cuando se enteren que el hombre que los delató, trabaja con ellos.
― Claro... ― Siseó por el dolor en su labio inferior donde presionó con el pañuelo. La sangre no paraba de salir.
― Además, Woong siempre te dio trabajos de supervisión, muy diferente al trabajo que yo tenía como sicario. Pocas veces has estado en una misión.
Era verdad, Gguk pocas veces hizo el trabajo sucio, por decir nunca. Probablemente Woong había visto lo mismo que Hwasa, que él no era bueno para trabajar bajo presión, algo muy característico en misiones de secuestro, asesinato o robo, y por ello siempre lo colocó muy lejos de la acción.
― Está bien, ya entendí.
Jungkook le dio unas palmadas en la espalda y se retiró.
― Ya lo solucioné, no es para tanto.
Seokjin la observó sin decir nada más, y le dio otra calada al cigarrillo entre sus labios. Ambos se encontraban fumando a las afueras de la estación de policía para conversar tranquilamente con el viento nocturno contra sus rostros.
― Has estado muy callado en todo el día. ― Comenta viendo hacia el frente. ― Te conozco, somos amigos y trabajamos juntos desde hace años, sé que estas molesto por algo, o inquieto tal vez.
― Es verdad. ― Asiente y suelta el humo de su boca. ― Me inquieta que confíes tanto en ellos.
― ¿Qué sugieres, Kim? ― Alza una ceja.
― Deberías desistir. ― Dice con simpleza. ― Este plan que has organizado con esos completos desconocidos no saldrá bien... Pensé que eras la superintendente de la ciudad.
Hwasa no se tomó nada bien el último comentario del comisario. Frunció el ceño y el ambiente relajado y amigable entre ellos se rompió.
― Soy la superintendente. ― Le afirma.
― Pues actúa como tal.
Tiró el cigarrillo al suelo y lo apagó con la suela de su bota izquierda, chasqueó la lengua y miró al comisario.
― Siempre haces lo mismo. Para.
― ¿De qué hablas?
― Tratas de mandarme, Insinúas que mis decisiones nunca son las correctas y tratas de hacerme cambiar de parecer. Soy tu amiga, pero no olvides que aquí soy tu superior.
Decide dar por cerrado el tema y da media vuelta para volver al edificio, pero las palabras que su compañero la detienen en seco.
― Como tu amigo, debo ser sincero contigo. No estabas lista para este puesto.
Hwasa prácticamente mordió su lengua para no responderle al comisario, y siguió su camino con los puños apretados y la impotencia estancada en la garganta. No quería discusiones sin sentido, conociendo a su amigo sabía que no llegaría a ningún lado.
Desde que fue ascendida unos pocos meses atrás, ha sentido a Seokjin respirarle en la nuca, listo para criticar el mínimo de sus errores y excusarse con que "los amigos deben ser sinceros" y "lo digo por tu bien". Pero ella sabe que debajo de todas sus excusas la envidia era protagónica en su corazón, y eso era algo con lo que ella no podía lidiar.
Hwasa lo ignoraba, esperando paciente que con el tiempo su amigo acepte su puesto y puedan ser el dúo que eran en el pasado.
Por otro lado, Seokjin escucha sus pasos alejarse hasta que queda solo en medio de la noche, fumando sin preocupaciones, como si no hubiera sido un completo patán con su amiga y jefa... otra vez.
― Ya lo entenderá. ― Dijo para si mismo entre la oscuridad de la noche.
JiMin baja de la camioneta con su hijo en brazos y Taehyung lo sigue por detrás, cargando la pañalera en su hombro bueno. Mira curiosamente al más bajo, sin entender porqué durante todo el viaje permaneció tan callado, mientras escondía como podía sus manos, y ahoea bajaba prácticamente corriendo del auto para ingresar a la cabaña.
¿Estaba huyendo de él?
Ingresaron a la cabaña, encontrando a Woong sentado en el sillón de la sala de estar, meciendo a Marilyn en sus brazos, mientras el menor dormitaba con un chupón en su boca. JiMin sonrió enternecido por la escena, sintiéndose más relajado de ver a su padre y hermana, sentada al otro extremo del sillón.
Taehyung cerró la puerta detrás suyo y dejó la pañalera en la mesa de la cocina. Cuando volvió a la sala de estar observó como JiMin dejó a Seiji dormir en su carreola y se sentó al lado de su hermana para verla a los ojos sin decir absolutamente nada antes de abrazarla con mucho cariño. Ella no entendía qué pasaba pero no dijo nada, solo le correspondío el gesto, pensando que su hermani no había tenido un buen día.
Entonces Taehyung se dio cuenta, que JiMin se sentía afectado por algo, pero no sabía por qué o por quién, y no lo descubriría pronto porque JiMin decidió no decirles absolutamente nada sobre Gguk y el asunto de su traición. Ellos merecían paz y tranquilidad, aún el tema de su familia es muy reciente, y su padre seguía lidiando con el luto que lo destruía poco a poco.
Hablará con los Jeon y les pedirá que no digan nada, y quizás cuando todo termine podrán saberlo. Pero ahora solo quiere que tengan paz, porque como el hermano mayor debe cuidar el corazón de su padre y los sentimientos de su hermana a toda costa.
Sesupone que todos los viernes hay actualización pero me atrasé y recién subo capitulo hoy, perdón :'(
Ahora, quería avisarles que este lunes empiezo clases en la universidad así que ya no tendré tanto tiempo como antes de escribir, ¡Por eso les pido paciencia si vuelvo a retrasarme!
Igualmente estaré tratando de darme el tiempo de escribir para poder traerles un capítulo por semana, así que don't worry <3
Btw, ¿Qué les pareció el capítulo? <3
- Mgg.
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