Cincuenta y siete: Complicado.

Empuja con cuidado la puerta y finalmente puede ingresar a su casa, luego de una semana de ausencia. Pasa su mirada por el lugar al encender las luces y hace una mueca de incomodidad porque lucía tal cual la había dejado: completamente desordenada y sucia. Habían botellas de alcohol por doquier así como cigarrillos regados por los muebles, e incluso unas tiras de polvo blanco en la mesita de centro en su sala de estar, las cuales dejó sin terminar antes de salir de casa.

Había profanado su hogar, el único techo que le quedaba, donde pasó lindos pero cortos momentos con su aún esposo. Momentos que ahora solo quedarán en su memoria, así como la elegancia de la casa que se perdió completamente por sus vicios evidenciados en el olor a cigarrillo y alcohol.

Suspira decidiendo ignorar el desastre que es su casa y sube escaleras arriba mientras se quita el saco del traje maltratado y manchado de sangre. Camina hasta su cama con intención de quitarse la ropa y darse una ducha, pero apenas toca las sábanas de su cama el sueño se apodera de él y se queda dormido sin esperarlo, hasta el día siguiente.

El sonido de su teléfono en el bolsillo de su pantalón lo despierta de mal humor, tiene la cabeza dándole vueltas y la gran necesidad de beber algo con alcohol al sentir su garganta seca, pero primero decide contestar al ver el nombre de Taehyung en su pantalla.

― ¿Pasó algo?

― No, solo llamo para avisar que estoy de camino a tu casa.

― ¿Justo ahora?

― Sí, justo ahora. Estoy a 5 minutos, así que toma una ducha si aún no lo has hecho, y trata de estar lo más presentable posible.

― Es justo lo que iba a hacer.

Jungkook se coloca en el borde de la cama y pasa una de sus manos por su rostro para quitarse el sueño de encima.

― Iremos a la estación, deben colocarte el rastreador y planificar lo que haremos. ― Chasquea la lengua. ― Así que debes estar presentable y... sobrio. Nada de alcohol, ni drogas, ¿Escuchaste?

Con pesar asiente aunque no pueda ser visto por el ex-militar.

― Descuida, lo tengo controlado.

― Eso espero.

Cuelga y lanza despreocupadamente el teléfono en la cama. Se apresura en quitarse toda su ropa y dejarla en la cesta de ropa sucia, la cual tiene muchas prendas acumuladas a decir verdad.

Toma una toalla y se dirige a la ducha para tomar un merecido baño y quitarse toda la sangre seca de encima. Luego de eso se arregla lo mejor que puede para salir de casa, y aparcado frente suyo encuentra a Taehyung esperándolo dentro de su camioneta.

― Sube. ― Señala el asiento de copiloto.

Jungkook se monta al coche y ya dentro suspira cuando emprenden marcha por las calles de Seúl.

― ¿Te sientes bien? 

Taehyung rompió el silencio poco seguro de su pregunta. No sabía qué más decir para evitar el incómodo silencio en el que se vieron envueltos, solo dijo lo primero que se le vino a la mente, y no podemos culparlo porque la confianza que tuvieron se perdió hace mucho tiempo atrás, y era la primera vez en meses que estaban a solas sin peleas de por medio; era obvio que la situación sería incómoda.

Las aguas se habían calmado entre ellos, pero no podrían recuperar la confianza que tuvieron por tantos años; habían demasiados baches en su relación para eso. 

Jungkook ríe un poco con amargura. ― Han sido días de mierda, pero estoy mucho mejor que antes... Al fin pude dormir debidamente, tomé una ducha y no he consumido nada en dos días... excepto por la droga que usaron para dormirme, claro.

― Jamás pensé escucharte decir eso. ― Le da una rápida mirada.

― Si... yo tampoco.

Desvía la mirada hacia las calles de Seúl en lo que el carro avanza. Era muy temprano por la mañana, pocas personas empezaban su día a esa hora, por lo que las calles estaban casi vacías y muy tranquilas. Cierra los ojos disfrutando del silencio y el viento mañanero que choca con su rostro, hasta que paran en un semáforo en rojo y suena el celular de Taehyung.

Kim contesta aprovechando la situación. Jungkook no escucha su conversación, sinceramente no le es de su incumbencia, aunque no puede evitar pensar en si será JiMin el que llama. Ante ese pensamiento siente un nudo en la garganta. Está seguro que volverán a verse junto con su hijo en la estación de policía.

Después de todo, empezarán a trabajar todos juntos.

― Perfecto, estaremos ahí en un momento, no se preocupen... Sí, está bien... Los veo allá Jane.

Jungkook mira de reojo como cuelga el teléfono al mismo tiempo en que el semáforo pasa a estar en verde.

― Hay un cambio de planes, iremos al hospital a recoger a Jane y a JiMin, luego iremos todos hacia la estación.

― ¿Pasó algo?

― No... bueno, es por Seiji. Tuvo fiebre por la mañana, y lo llevamos al hospital por la mañana para que lo atiendan. - Jungkook se acomoda en el asiento y frunce el ceño al escuchar el nombre de su hijo. - La idea era ir por ellos luego de dejarte a ti en la estación, pero terminaron de revisarlo antes de lo esperado.

― ¿Él está bien? ― Pregunta sintiendo un malestar en su pecho. ― ¿Te dijeron como está?

Era preocupación.

― Sí, solo fue un susto. Jane me dijo que ya lo estaban terminando de revisar, y todo parecía estar en orden. ― Lo mira de reojo y sonríe un poco de lado. ― ¿Ya sientes las preocupaciones de la paternidad?

Ríe un poco. ― Sonaré como un idiota luego de todo lo que pasó, pero sí. ― Se cruza de brazos. ― ¿Crees que pueda verlo cuando lleguemos? ¿JiMin me dejaría?

― Uhm... Vaya pregunta difícil, eh... Pero creo que JiMin podría acceder. Solo lo sabrás si te atreves a preguntar.

Jungkook suspira; sabe que existe una alta probabilidad de que su petición sea rechazada, y también considera que no tendría derecho alguno a ofenderse si eso ocurriera, lo cual es lo más probable que pase. JiMin tiene muchas y muy buenas razones para quererlo lo más lejos posible de su vida y de su hijo, pero no está dispuesto a rendirse tan rápido y perder las esperanzas, porque realmente desea poder pasar tiempo con Seiji.

Es un deseo que ha tenido durante mucho tiempo atorado en el pecho.

― ¿Deberíamos decirle que mañana lo darán de alta?

Señala con la cabeza al hombre recostado en la camilla, durmiendo plácidamente luego de haber recibido su medicación.

― No, creo que ya lo sabe...

― Bien, vendremos por él en la mañana.

Jane asiente y quedan en un tranquilo silencio dentro de la habitación de hospital. JiMin muerde su labio inferior viendo a su hermana y luego a sus propias manos, sintiéndose algo nervioso por el tema que quiere tocar.

― ¿Sabes? Me pasé la noche entera pensando en Marilyn.

Su hermana hace un sonido con la garganta, dándole a entender que lo escucha. Su mirada se centra en su sobrino de ojos bicolor, quien dormía tranquilamente en su regazo. Por otro lado, JiMin observa al infante que se encuentra sentado sobre una manta en el suelo, junto a la camilla de Gguk, quien permanece dormido. El pequeño parecía muy concentrado jugando con un peluche con forma de osito, por lo que ni siquiera levantó la cabeza cuando JiMin mencionó su nombre.

― Me preguntaba quién cuidará de él ahora que nuestra hermana y-ya no está, y tampoco su papá.

JiMin pasa el nudo en su garganta tratando de evitar romper el llanto y terminar inquietando a los niños. Todavía le costaba hablar sobre su familia, y evidentemente para Jane también es un tema sensible, por ello cuando se menciona a su hermana, ella mira con dolor hacia sus ojos púrpuras. Ambos sienten el mismo desconsuelo.

― Amy no hubiera querido que Marilyn termine en un orfanato o algo parecido... Y yo no puedo permitir que se lo lleven lejos de nosotros, que somos la única familia que le queda.

― Estoy de acuerdo contigo, yo tampoco dejaría que Marilyn crezca rodeado de extraños, cuando n-nosotros aún seguimos aquí y podemos cuidarlo. 

JiMin alza las comisuras de sus labios y la pequeña sonrisa es correspondida por su hermana. Ella estira su mano para colocarla sobre la de su hermano, brindándole su apoyo en un solo gesto.

― Entonces, yo me haré cargo de él y lo criaré como si fuera mi hijo. S-siempre le hablaré sobre Amy, y lo maravillosa que fue... Él estará bien con nosotros.

― Me parece perfecto, ¿Pero cómo conseguirás su custodia? Recuerda que ya no tenemos los mismos privilegios de antes.

― Aún debo pensar en eso, pero ya lo resolveré.

Jane asiente con las lágrimas en los ojos; ella jamás pensó que tendría este tipo de conversación con su hermano, pero ahora que su madre y hermanas están muertas todo es diferente. Suspira al sentir el peso de la realidad en sus hombros, la cual es como una serie de momentos amargos y decisiones difíciles una tras otra sin parar, como si la pérdida de su familia no fuera suficiente.

― Aún no entiendo cómo es que todo pasó... ¿Cómo encontraron nuestro hogar? Papá se había esforzado mucho borrando la mansión de cualquier mapa y todos siempre fuimos precavidos de no ser seguidos cuando salíamos de casa. ― Frunce el ceño y suspira. ― Fuimos educados en casa, nunca salíamos de casa sin portar cubrebocas y gorras... Siempre fuimos tan precavidos que no logro entender, ¿Cómo nos encontraron? ¿Quién y porqué?

Marilyn se levanta con el peluche agarrado por una de sus manitos y corre hasta JiMin pidiendo ser alzado; pronto se encuentra sentado sobre sus piernas con las manos de JiMin acariciando con cariño sus cabellitos rizados, mientras piensa en las palabras de su hermana.

― T-tampoco comprendo cómo Lalisa se enteró d-de nuestra ubicación... Es muy injusto, ellos n-no merecían morir de esa forma...

Maldice en su cabeza cuando los síntomas de su enfermedad emergen nuevamente al empezar a sentir emociones fuertes al hablar de su familia y cómo fueron sus muertes, haciéndolo sentir mareado e incapaz de hablar correctamente sin tartamudear. Agradece estar sentado porque de lo contrario apuesta que habría terminado de rodillas en el suelo. 

― Hey, está bien. ― Jane acaricia el dorso de su mano con su pulgar y le regala una sonrisa comprensiva a labios cerrados. ― Tal vez no es buena idea hablar sobre esto, ya conseguiremos respuestas.

Baja la mirada y descansa su mentón sobre la cabeza del menor en su pecho, quien permanecía en silencio observando a los adultos conversar, como si pudiera sentir el ambiente pesado y supiera que debía permanecer en silencio.

― Hwasa y Seokjin serán de ayuda, estoy segura.

Mientras ellos conversaban Gguk fingía dormir pero en realidad estaba muy atento a su plática mientras hacía todo lo posible por guardar el sentimiento de culpa en lo profundo de su corazón, el cual por días ha tratado de doblegarlo a confesar que fue él responsable por la muerte de su madre y hermanas. Sin embargo, se encuentra dividido porque, por un lado sabe muy bien que las consecuencias serán demasiado para soportar en su actual estado físico y mental; pero por el otro lado, al guardar aquel secreto solo termina traicionando a la mujer que más ama, y la única que se preocupa por su bienestar.

― Encontraremos al responsable, y lo haremos pagar. 

―¿Y si fue... alguien a quien c-conocemos? ― Jane tuerce los labios sin saber qué decir. ― Es una p-posibilidad.

- Tal vez...

Ambos hermanos dan por terminada su plática, dándole la bienvenida a un cómodo silencio en la habitación; sin embargo, esta comodidad se cortó repentinamente cuando vieron a Gguk levantar la parte superior de su cuerpo para sentarse en la camilla de hospital, observando a ambos hermanos con una mirada difícil de descifrar incluso para Jane, quien lo conoce bien.

― ¿Todo bien, Gguk? 

Jane frunce el ceño al no obtener nada más que silencio. Se coloca de pie y deja a Seiji en su cochecito para tomar asiento al lado de su novio, tratando de tomar una de sus manos para sonreírle con cariño, pero Gguk retira su mano como si tocarla quemara. Ella no entiende qué está pasando.

― ¿Qué pasa contigo?

― Yo... - Corta sus propias palabras, pero continúa al tragar con fuerza, como si estuviera luchando por hablar. - No es nada, olvídalo.

― Estás actuando muy extraño, solo dime si necesitas que traiga a la enfermera.

JiMin se queda al margen de la pareja, pero no puede evitar analizar a Gguk; su postura, su nerviosismo y esa mirada en sus ojos le insinuaron que estaba escondiendo algo. JiMin tensa la mandíbula, odiaba que le oculten las cosas; suficiente tuvo que soportar los secretos de Jungkook, para que ocurra lo mismo con su hermano.

¿Quizás guardar secretos era algo que los Jeon llevaban en la sangre? piensa torciendo los labios. El simple pensamiento de que Gguk estaba actuando como su esposo lo irritó.

― Termina lo que querías decir. ― Lo mira severamente.

Gguk y Jane lo miran con sorpresa, es claro por su voz que no estaba de buen humor. Los dos se miraron rápidamente antes de volver a posar su mirada en JiMin; saben que deben ser cuidadosos cuando están alrededor de un JiMin irritado. Especialmente Gguk necesita cuidar sus palabras, de lo contrario podría resultar muy mal para él, pero se salvó de milagro puesto que la puerta fue abierta en el momento preciso, interrumpiendo la charla que se llevaba a cabo.

JiMin le lanzó una última mirada de advertencia a Gguk antes de dar por cerrado el tema, al menos por ahora, y en respuesta Gguk baja la mirada y aprieta sus puños, pero nadie se da cuenta de esto.

El oji púrpura gira la cabeza para ver a la enfermera ingresar a la habitación, siendo seguida por Taehyung detrás suyo. Una sonrisa se dibujó instantáneamente en sus labios y siguió con la mirada al de cabellos rojos hasta que este tomó asiento a su lado, para acariciar los cabellos rizados del niño sobre sus piernas; luego pasó su atención al pequeño Seiji que se removía en su cochecito, al parecer había despertado en medio de la conversación y nadie lo había notado.

JiMin se sentía en paz cuando estaba junto a Jane, Taehyung y los niños. Cuando estaban juntos se formaba un ambiente muy cálido, como una bonita familia; después de todo han convivido por buen tiempo y se tienen mucha confianza entre ellos. Ha sido esta convivencia la que reforzó la amistad entre Taehyung y JiMin ya que este último se siente seguro junto al mayor, esto debido a las incontables veces que ha estado a su lado para apoyarlo, como en su ruptura con Jungkook y en la reciente pérdida de su familia; eso significa mucho para él. De la misma manera, Taehyung se siente muy sereno en su compañía, como si sus tormentos se pusieran en calma en su presencia y pudiera descansar su corazón.

Se miran con cariño y le regalan una sonrisa correspondida al otro; sin embargo, su burbuja de tranquilidad es interrumpida cuando los púrpuras y siempre atentos ojos de JiMin captan una sombra de pie detrás de Taehyung, precisamente en el umbral de la puerta. Inclina ligeramente la cabeza hacia la derecha para ver detrás de Taehyung, y es ahí cuando su mirada enfoca por completo aquella silueta... y ese rostro...

― ¿Jungkook?

Gguk pronuncia confundido el nombre de su hermano, pero no llama la atención del susodicho porque este tiene su mirada fija en JiMin. Frunce el ceño, él no tenía idea de que su hermano aparecería en el hospital; pero parecía no ser el único, porque se creó un silencio incómodo en la habitación, como si nadie supiera qué decir o hacer ante su presencia. Mira a Jane y luego a JiMin; en su novia nota sorpresa, pero en JiMin nota muchísimo más que eso. Su mirada es profundamente triste, parece que estuviera a punto de llorar, pero las lágrimas son invisibles; es más, tiene los hombros tensos y se encoge ligeramente en su sitio, acercando a Marilyn a su pecho como si aquel pequeño niño pudiera esconderlo de su esposo.

Se veía completamente vulnerable, lo que era un sorprendente contraste a la imagen que hace pocos minutos dio con su severa mirada; antes de que Jungkook hiciera acto de presencia.

Taehyung carraspea llamando la atención de los presentes, y ocasionando que JiMin finalmente baje la mirada, rompiendo el contacto visual con su esposo. Jungkook lleva sus manos a los bolsillos de su saco color mostaza y también baja la mirada hacia sus zapatos. 

― Olvidé mencionarles que Jungkook vendrá con nosotros.

― ¿Por qué? ― El disgusto en cara de Jane no sorprendió a nadie. ― Tienes tu propio auto.

― Yo se lo pedí. ― Aclaró Taehyung antes de que cualquier tipo de discusión iniciara. ― Lo recogí para llevarlo a la estación tal y como me indicó Hwasa por medidas de seguridad.

Jane no dice nada más, solo mira a Jungkook en silencio, aún luciendo irritada por su presencia. Ella sabía que tendría que verlo más de una vez gracias a la idea que ella misma le planteó a los oficiales, pero realmente no tenía planeado que JiMin lo viera, en eso se basaba su molestia; Jane no quería que Jungkook estuviera cerca de su hermano porque solo terminaría lastimándolo justo como en ese momento. Ella no necesitaba ser adivina para saber el enorme dolor que debía estar sintiendo su hermano al tenerlo cerca, y lo menos que deseaba era que su hermano siguiera sufriendo.

Pero el dolor que ella imaginaba no se compraba a lo que realmente JiMin estaba sintiendo en ese momento. Las piernas le temblaban y el corazón bombeaba con fuerza dentro de su caja torácica, como si hubiera corrido una maratón. Lo único reconfortante en ese momento era la cercanía de Marilyn, que por alguna razón lo hacía sentir seguro a pesar de que se tratase de un niño. Trataba de calmar sus emociones para no tener un ataque en medio de la habitación, pero era muy difícil porque sus pensamientos eran un garabato, ni él mismo se podía entender, mucho menos las emociones que agitaban su corazón.

Era una mezcla de miedo, dolor, angustia, vergüenza, y no podía manejar todo a la vez.

Lo que menos necesitaba en ese momento era verlo, no después de haber perdido a su madre y hermanas en un sangriento asesinato, porque ahora está muy sensible y lo hace sentirse patético, porque su sola presencia puede derrumbar su tranquilidad en segundos.

― ¿Por qué no tomas asiento?

Gguk lo invita a sentarse a su lado luego de que Jane aprovechara la situación para cambiarse de lugar y colocarse al otro lado de su hermano para reconfortarlo. Pero grande fue su sorpresa cuando, inmediatamente después de tomar asiento, JiMin le entregó a Marilyn a sus brazos para colocarse de pie y prácticamente huír de la habitación; con el corazón a punto de explotarle y la cabeza dándole vueltas producto de las fuertes emociones que estaba experimentando y que detonaron por completo su enfermedad. De milagro logró escapar sin caerse al suelo. 

Corrió todo lo que pudo, apoyándose de las paredes para no caer y atrayendo las miradas curiosas del personal, hasta que llegó al enorme jardín del hospital. Finalmente podía recuperar el aliento al sentirse a salvo; agradeció internamente que no hubiera nadie alrededor, por ello aprovechó y se dejó caer sobre una de las bancas de madera, apoyando sus codos en sus rodillas y sus manos cubriendo su rostro mientras las lágrimas caían una por una en completo silencio.

La enfermera caminaba de un lado a otro y le hacía un par de preguntas rutinarias a Gguk, quien respondía cada una de ellas. Jane ya no estaba en la habitación, había salido a buscar a JiMin cuando no pudo soportar más la incertidumbre de no saber nada de su hermano. En ese momento Jungkook finalmente pudo hablar.

― No debí haber entrado como si nada. ― Pasa sus manos por su rostro en señal de total frustración. ― Soy un idiota.

Taehyung prefirió no afirmar lo obvio, ni tampoco regañarlo o algo por el estilo, no era necesario en ese momento, solo crearía más tensiones innecesarias, pero tampoco quería consolarlo, de ninguna manera; por ello pensó que la mejor decisión era cambiar de tema de conversación. 

― ¿Quieres cargarlo? ― Señala con la mirada al pequeño que jugaba con un pequeño peluche en su cochecito.

Jungkook quitó las manos de su rostro y miró en silencio al bebé en la carreola antes de asentir totalmente seguro. Taehyung se inclinó hacia el cochecito para tomar a Seiji en brazos y volver a su posición anterior, de esa manera trató de pasarle el bebé a su padre.

― ¿Si sabes cargar a un bebé, verdad? ― Arquea una ceja ante la torpeza con la que trataba de sujetar al niño contra su pecho.

― La última vez que lo cargué fue hace meses, así que no sé que carajos estoy haciendo. ― Pasa saliva ante tal confesión, sintiendo remordimiento en su pecho.

Siente vergüenza, porque mientras que su progenitor había sido un gran padre para él y su hermano, él no era más que un patético cobarde que no tenía derecho a llamarse padre.

Taehyung chasquea la lengua al ver la pésima posición de su espalda y brazos; se acercó a él para ayudarlo a sostener mejor al bebé y se alejó segundos después. Jungkook baja la mirada hacia el pequeño entre sus brazos, involuntariamente alza las comisuras de su boca en una sonrisa tranquila sin enseñar los dientes. Su pequeño tenía los ojos color bicolor, uno igual al suyo y otro igual al de su otro padre, lo que ocasionó que se perdiera en sus ojitos tan inocentes. Seiji lo veía con mucha curiosidad, como si fuera una persona extraña.

Pasa saliva al notar ese pequeño pero gran detalle: él no era más que un desconocido para su hijo. 

Tal vez el pequeño no era consciente de su alrededor, y mucho menos de la ausencia de su padre, pero eso no quitaba el peso de la culpa en sus hombros y mucho menos el hecho de que ha sido un pésimo padre, empezando porque ni siquiera estuvo presente en su nacimiento, y mucho menos en los cuidados post-parto que necesitan todo bebé y padre que acaba de dar a luz.

Lo abandonó por meses para cubrir una misión que, a este punto ya era innecesario volver a mencionar, pero que lo terminó alejando no solo de su esposo, sino también de su hijo, a tal punto que su propio retoño no puede reconocerlo, pero sí podía reconocer a Taehyung; notó cuando el pequeño sonrió de alegría cuando fue tomado por este en sus brazos antes de entregárselo a él. 

"¡Taehyung es mucho más padre que tú!"

No lo quiso aceptar en su momento, pero cuánta razón tuvo JiMin aquella vez, y aunque él lo negó el tiempo terminó dándole a su esposo la razón. Taehyung había ocupado su lugar como su otro padre, y no podía pelear más por eso como en el pasado, porque él había dejado ese espacio vacío por voluntad propia.

Pero todos sus tormentos son silenciados cuando las pequeñas manitos de Seiji rozan su mentón; baja la mirada sorprendido y encuentra una pequeña sonrisa de encías en el bebé, y sonríe con ternura, entendiendo qué es lo que el infante quería. Acercó su rostro hacia el menor para que este pudiera colocar sus manitos en sus mejillas, viéndose a los ojos directamente, transmitiendo mucha dulzura.

Una calidez que jamás había sentido antes se instaló en un lugar especial dentro de su pecho; rápidamente se dio cuenta que el amor de un padre tenía una sensación especial, diferente a cualquier otro tipo de amor, puro y único. No podía creer que se había perdido de esto durante tantos meses.

― Me temo que la hora de las visitas ha finalizado. ― Avisa la enfermera luego de haber revisado algunas cosas en la habitación.

― Bien, significa que debemos irnos.

La mujer se retira dejando a Gguk recostado nuevamente en la camilla. Jungkook retira su rostro para ponerse de pie y colocar al bebé en su cochecito, quien parecía muy animado, quizás por la atención que estaba recibiendo.

― Gracias.

Es lo único que Jeon atina a decir, refiriéndose a haberlo dejado pasar tiempo con Seiji; por más corto que hubiera sido lo disfrutó cada segundo.

― No es nada.

Taehyung se agachó para dejar un beso en sus mejillas, provocando una risita en el bebé, pataleando de la alegría. Taehyung solo rió nasalmente y se separó para tomar a Marilyn en los brazos. Jungkook aprieta los labios ante la escena, sin saber cómo sentirse.

Taehyung le pide a Jungkook que lleve el cochecito hacia el estacionamiento y lo espere en el auto, porque debía encontrar a Jane y a JiMin para irse todos juntos hacia la estación. Jungkook asintió con una sonrisa en el rostro, el peli rojo se fue y él se despidió de su hermano antes de  salir de la habitación y empujar la carreola hacia el lugar indicado.

¡Reviví, hola!

Como avisé en mi tablero: Todos los viernes habrá nuevo capítulo de esta historia, así que aquí está el cap de esta semana <3 (me pasé unos cuantos minutos porque ya son las 12, pero como aún no duermo para mí sigue siendo viernes y no sábado jahdjs)

¡Espero les esté gustando!

- Mgg.

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