5

Suena la puerta abrir se, se asoma Finlandia con el ceño fruncido, y detrás de el viene Bélgica.

- ¿Voitteko kertoa, minulle missä vittu olit? - Preguntó enojado el filandes.(Me puedes decir, ¿dónde mierda estabas?)

- Con un amigo... - Desvía la mirada con una sonrisa y luego de vuelve la mirada a los presentes - Bueno ya es tarde y mañana tengo que ir a la pega - Dijo caminando en dirección a su habitación pero fue detenido por el filandes.

- Mañana no te escapas - Dijo y fue fue dejando al belgicano y al chileno solos por el pasillo.

El belgicano se hacerca a el con una sonrisa pícara y le dice.

- Mañana me lo cuentas vale?, ahora ve a dormir picaron - Le sonrió y fue por donde se fue el filandes.

El chileno sonríe y va su habitación a intentar dormir, por que de seguro su mente le traiga varios, que ahora son, recuerdos.

(...)

- Welcome! - Dijo alegré el estadounidense.

"Buenos días señor Usa" dijo alegré el peruano mientras los otros sudamericanos dijeron un cansado "buenos días".

- Hoy les tengo una sorpresa - Hizo una pausa y continúo - Al cocinero le tengo esto! - Mostró un traje de chef de color negro, el mexicano al ver esto quedó sorprendido y encantado, iba a hablar pero fue interrumpido por el estadounidense. - Pero tendrás que ponerte esto también - Mostró unas orejas de gato, luego todo se lo entrega al mexicano.

- Chinga... - Dijo en un susurro el mexicano, observando el traje junto a las orejas de gato.

- Tengan querido - le un trage de maid al peruano, boliviano y al chileno los cuáles tenían cara de desagradó. El norteamericano caminó hasta el argentino y le entrego un trage el cuál era de mesero muy peculiar. - Good! ahora que todos tienen sus uniformes vallan a cambiarse que ya abriré la cafetería - Caminó con paso lento pero de un momento se detenio- Y es obligatorio - Ordenó y se fue en dirección a la estantería.

Todos se quedaron mirando entre sí.

Hasta que el pequeño boliviano fue corriendo a los vestidores y detrás de el iba Perú, México y Argentina y por último Chile esté no tenía prisa pues su turno es en la tarde.

Alcanzaron a entrar el peruano y el boliviano el cuál al entrar a los vestidores cerró la puerta en la cara del méxicano.

- AHHH NO MAMÉS! - Gritó enojado el mexicano esté dió un golpe a la puerta y luego se sentó en el frío suelo.

- Le da una patada a la puerta - La concha de la lora -

- Y Chile? - Dijo confuso el mexicano.

- Estaba detrás mío -

- Voy a buscarlo - Se levantó de dónde estaba y caminó por a lado del argentino pero, fue detenido por este -

- Descuida, yo voy - Le dió una sonrisa.

- Está bien, te espero - Se volvió a sentar en el suelo, observando como el argentino se iba por aquel pasillo.

Mientras caminaba por el pasillo con una sonrisa en busca del chileno, su querido chileno.

Lo encontró en otro pasillo el cuál daba al cuarto de limpieza, en mitad del pasillo está el chileno a mitad de vestir, dándole la espalda al argentino.

- Eu chilin - Lo llamó por un apodó, aquello puso nervioso al de menor estatura, que intentó vestirse rápido pero no pudo su cometido, ya que fue acorralado por el argentino.

- Argentina - Se digno a nombrarlo  pero no a mirarlo, se siente tan ridículo en aquel momento por sentir se tan sumiso ante el ojiverde.

- Veo que necesitas ayuda, te puedo ayudar? - preguntó en un tono juguetón.

- Yo puedo solo -

- Está bien - Se alejó del chileno y se quedo en el otro lado mirando fijamente al contrario.

"Conchetumare" Pensó Chile.

- Podí' dejarme vestirme? - Dijo frustrado.

El mayor aún lo miraba fijamente, de un momento a otro se acerca al chileno de forma lenta y así estar aún más cerca del menor, apunto de besarlo.

(...)

- Um, México, dónde está Argentina y Chile? - Preguntó el peruano.

- Argentina fue a buscar a Chile, como que se están demorando mucho, no? - Respondió el mexicano.

- Bueno después ellos brendan, tenemos que abrir la cafetería - Dijo Bolivia.

El boliviano empezó a caminar y detrás de el vienen el mexicano y el peruano.

(…)

Después de aquel beso apasionado que le dió el argentino, ambos se encontraban respirando de forma exagerada, por lo menos el chileno.

- Oe por que hiciste eso? -

- No te gustó? -

- No pero--

Fue callado por un beso.

- Shhh, solo gózalo - Dijo en el oído, para luego morder de forma suave, el lóbulo de del contrario.

El cuál mordió su labio inferior, mientras el mayor pasa sus manos por la cadera del contrario y besa su cuello.

Argentina junta su frente con la del chileno y queda observando los ojos del menor.

- Interrumpo algo? - Habló confundido Perú.

Ambos chicos se separan de inmediato al escuchar al peruano hablar, le quedan mirando de diferente forma, el chileno le mirá avergonzado y nervioso, en cambio, el argentino le miraba de forma seria.

El peruano al sentir la mirada de Argentina se puso nervioso.

- P-Perdón solo quería decirles que ya abrimos la cafetería y que ya hay varios clientes -

- Descuida Perú al tiro vamos - Le regalo una sonrisa para tranquilizar lo.

Asintió y se fue.

- Será mejor ir - Mirá a Argentina el cuál lo miraba fijamente. - Que?.

- Sos lindo cuando te pones nervioso - Soltó, para luego abrazarlo de la cadera y esconder su rostro en el pecho del chileno.

- Eri terrible fleto weon -

El argentino subió su cabeza y le susurro en el oído.

- Esto aún no termina - le dió un piquito y se fue dejando a un chileno sonrojado.

"Fleto culio" pensó Chile.

(…)

- Bienvenido, ¿que se le ofrece? - Dió la bienvenida he, preguntó con amabilidad el chileno a su cliente.

- Einen cappuccino, bitte - Hablo el alemán observando como el contrarió escribía en una agenda, asentía, y se iba a la cocina. (Un capuchino, por favor)

- Un capuchino, mex - Le dijo al mexicano el cuál fue rápido a prepararlo.

- Chile -

- Dime -

- Te gustaría ir al parque mañana por la tarde? - Preguntó tímido el mexicano.

- Pues claro po, ¿en dónde nos juntamos? - Preguntó emocionado.

Mientras en una esquina de la cocina está un ojiverde observando y escuchando todo, se moría de celos, suspiro y se intentó calmar.

- Bacan po kehdjrjsyd, bueno iré a entregar esto - Toma la taza la deja en una bandeja y se va.

- Ahg - Hizo una mueca de disgusto por a ver observando y escuchado eso, volvió a fijar la mirada, ahora, en el mexicano el cuál esta demasiado contento, lo mira fijamente, es una mirada llena de odio, rencor y celos, hizo de nuevo otra mueca por a ver recordado algo que pensaba que lo había dejado atrás, - Está vez no ganarás - Dijo en voz baja y volvió a su puesto.

(…)

-Tenga - Dijo el chileno dejando la taza adelante del alemán. - Que lo disfrute -.

- Vielen Dank - Agradeció el alemán sonriendo. (Gracias)

No tardó mucho para que aquel alemán pidiera la cuenta, el chileno fue a buscar el dinero que dejó el alemán en la mesa, mientras tomaba el dinero, calló un papelito, lo recogió y pudo ver que era un número de teléfono, aquel le formó un pequeño sonrojo, el cuál notaron su otros compañeros que soltaron el típico "uy", este rodó los ojos, guardo el papelito en unos de su bolsillos y volvió a trabajar.

(…)

- Hey, Argentina! - Grito Perú llamando la atención de este. - Estás bien? -.

- Si, Si, estoy bien flaco no te precupes - Le sonrió, pero aquello no le bastó al peruano.

- Mírame y dime la verdad - El peruano conoce demasiado bien a su amigo argentino, por lo tanto, sabe que oculta algo, el contrario imira a los ojos a su amigo, y el peruano queda sorprendido - No puede ser... -.

- Que? - Dijo sin entender de lo que había descubierto el peruano.

- Nada - sonríe de forma inocente.

El argentino iba a contestar de mala forma pero los Interrumpió un cliente, el argentino mirá al peruano con los ojos entre cerrados luego va a atender a aquel cliente.

- Si puede ser - Dijo por último el peruano y volvió al trabajo de forma tranquila.

(…)

Ya a terminado el tiempo de trabajo en la cafetería y los únicos que quedaban son el argentino, el chileno y el estadounidense, que este se quedó al final ya que el va a cerrar la cafetería esta vez.

Argentina al escuchar esto va a dónde el chileno con una amplía sonrisa.

- Chile! - Lo llama, el contrario al escuchar su nombre, para su caminar y voltea, encontrándose a un argentino con la respiración acelerada. - Te invito unos cuchuflis wacho - Dijo de forma coqueta.

- No puede rechazar unos buenos cuchuflis - Le sonríe de la misma forma.

Ambos pasaron lo que quedaba de tarde juntos, no hablaron mucho con tan solo una mirada bastaba, llegaron al departamento del chileno eso significa, que es hora de despedirse.

- No era necesario venir a dejarme, yo podía solo weón -

- No tomaré el riesgo de que te pase algo -

Ambos se quedan mirando en silencio.

- Gracias - agradeció el chileno sin dejar de mirar al argentino.

Este no respondió solo miraba esos labios gruesos y carnosos, tan apetecible para el punto de vista del argentino.

- Que? - Dijo el chileno después de un largo rato de silencio.

Un beso.

Aquello fue su respuesta.

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