Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

— Uchiha Sasuke, debe morir — esa había sido la decisión del consejo superior perteneciente a las grandes aldeas.

Al escucharlo, se desconectó de todo. Lo último que había sentido fue la mano de su Sensei, colocada en su hombro para darle fuerzas. Todo a su alrededor empezó a sentirse ajeno, como si hubiera salido de su cuerpo y no fuera consciente de lo que estaba ocurriendo.

¡Iban a matar a Sasuke!, era algo que aún no podía asimilar.

— Ni aún siendo el héroe de la gran guerra, podemos acceder a tu petición — el Raikage explicó con voz determinada — Un pecador debe pagar por sus acciones —

— Es un desperdicio cuando un hombre apuesto termina de esa manera — se quejó a la lejanía la Mizukage, quien lamentaba más el hecho de que alguien hermoso se echara a perder.

Había salido del hospital esa tarde, sin importarle las quejas de Sakura y el personal médico, para poder reunirse con los Kages. Rogaría por la vida de Sasuke una vez más, como un favor personal, como una compensación por su participación en la guerra. Deseaba de todo corazón que se le diera una segunda oportunidad, él había cambiado, aún quedaba algo de su viejo yo para rescatar. Su última pelea se lo había confirmado, pero parece que ya era demasiado tarde.

La reunión duró unos pocos minutos más, todos de acuerdo con la decisión ya tomada empezaron a abandonar la sala. Quedando en ella Gaara y Kakashi, quienes lo veían con lástima, el último comprendiendo su pena mejor que el primero.

— Lo lamento, Uzumaki Naruto — de todos, él había sido uno de los que trataron de apoyar su moción. Pero viendo lo expuesto no quedó más que hacerle caso a la razón antes que al corazón.

Él no lo podía entender, se sentía derrotado. Todo su esfuerzo había sido en vano. Todos esos años tras él, tratando de alcanzarlo, tratando de hacerlo entrar en razón eran basura. Los habían tirado por la borda, convirtiendo sus promesas en cenizas.

— Jaja... jajaja — una risa empezó a formarse en sus labios, captando la atención de Kakashi, quien lo miró preocupado.

— Naruto... —

— Pfff... Hahahahha — una carcajada brotó de su garganta, estaba tan aturdido que ni él mismo entendía porqué lo hacía — Hahahaha... —

Poco a poco su risa se fue transformando en llanto, un llanto desgarrador que hacía doler el corazón, que partía el alma hasta los cimientos, como se sentía él justo ahora. Consumido en sus sentimientos hasta quedar en nada, al punto donde ya no podía sentir nada.

El paliplata por su parte, se quedó a su lado, tratando de mantener las piezas de un Naruto herido mientras se desmoronaban, evitando que se rompiera por completo.

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El ruido de la cerradura al ser abierta lo puso alerta. Eran pocas las veces que su oscura celda se abría durante el día, y una de ellas siempre era Sakura, quien se ocupaba de sus aún sangrantes heridas. No tenía noción del tiempo, sus ojos estaban vendados y su cuerpo amarrado entre numerosas vendas, pero podía decir que aquella visita era inusual. Además, ya había tenido su comida y la pelirosa no había aparecido, ¿dónde estaría?

Al escuchar numerosas pisadas su cuerpo se tensó, era más de un visitante esta vez.

— Puedes retirarte —

"¿Kakashi?" no era habitual que su ex-Sensei hiciera acto de presencia, sus nuevas labores le impedían ser empático con él.

— ¿A qué viniste? — soltó un tanto brusco, más por lo rasposa que se sentía su garganta sedienta, que porque tuviera la intención de sonar así — ¿Vienes a darme sermones? —

— Deberías callarte, Sasuke — el tono de su voz le sorprendió un poco, era inusualmente serio en esos momentos — Naruto vino a verte —

Fue muy obvio el interés que despertó en él escuchar su nombre, su cabeza se irguió de inmediato, tratando de buscar entre la penumbra algo que le indicara dónde estaba exactamente el rubio. Gesto que no hizo más que agravar el dolor en su corazón.

— Sasuke... — las palabras se atoraron en su boca, difíciles de pronunciar.

— Es bueno no verte, Dobe — aunque nunca lo admitiría, se sentía mejor al saberse observado por esos ojos azules, los mismos que habían detectado su profunda soledad bajo la máscara de su insistencia y terquedad.

— Tienes media hora — avisó el peligris desde la puerta, para luego darles privacidad.

Naruto se acercó a él, y puso sobre sus labios lo que suponía era un cuenco con agua, del cual bebió con ganas. Lentamente, sintió como las vendas eran retiradas de sus ojos y su único brazo era liberado posteriormente. El rubio aún no se acostumbraba a su nueva prótesis, así que era un poco torpe.

Agradecido de tener más comodidad, pero sin entender porqué realmente, se permitió estirarse y mirar en detalle a quien consideraba su mejor amigo; su luz, una luz que había magullado sólo unos días atrás. Se sentía culpable de los moretones en su rostro, pero agradecido por tener los suyos propios, vivo reflejo de que sólo él había podido traerlo de vuelta.

— ¿Por qué viniste? —

— ... —

— ¿Te comió la lengua el gato? — al ver que no respondía se permitió agregar, relajado por primera vez en esa semana — ¿O es que eres...? —

— Los Kages se reunieron esta mañana — interrumpió su tonteo de golpe, cargando el ambiente de tensión — Estuve presente —

— ¿Y bien? — un poco de esperanza bailó en su pecho, quería libertad, a pesar de que sabía que no la merecía — ¿Cuál fue su decisión? —

Lo vio divagar para luego tragar grueso, evitando su mirada, cosa que lo hizo tener un mal presentimiento. Además, los ojos de Naruto se veían hinchados, la nariz roja y su cara, demacrada.

"¿Habría llorado?" se preguntó en silencio, esperando que hablara.

— Ellos... — lo vio apretar sus manos y atrapar su labio inferior con frustración — Ellos creen que debes morir, Sasuke —

Aquello le cayó como un balde de agua fría. Si bien se lo esperaba, algo muy dentro de él, escondido en las profundidades de su ser, tenía la esperanza de recibir una respuesta diferente. En lo que quedaba de su corazón aún latían las ganas de vivir y avanzar, por él, junto a él.

— ¿Y por eso estás así? — rió con su sarcasmo habitual, no dejaría que su muerte inminente se robara algo más de su ser, quien lo había entregado todo por él — No hay duda. Aún eres un Usuratonkachi —

— Podríamos huir — se notaba lo desesperado que estaba, aferrándose a algo que no le permitiría hacer — Tu y yo, Teme. Lejos de aquí —

— No, Dobe - no había duda en su respuesta — No abandonarás tus sueño por mí -

"No otra vez" pensó para sí mismo.

— ¿Piensas quedarte a morir? —

— ¿Qué más puedo hacer? — se encogió de hombros, para frustración del rubio — No es como si no lo mereciera de todos modos —

— Sasuke, tú... tú enserio... —

— Lo aceptaré — confirmó sus sospechas — Es mi culpa por haber sido tan obstinado. Malinterpreté el camino de mi hermano, herí a mucha gente y fui una amenaza para todos. Me lo merezco —

— No es justo — hipó cabizbajo — No es justo, dattebayo —

Él había sido una víctima también, nada podría reponer eso. Pero el pelinegro sabía bien que pudo haber elegido otro camino, y al final no lo hizo.

— Hmph. Hay muchas cosas que no lo son — estaba resignado a su destino, pero le inquietaba en el corazón la mirada perdida de su compañero.

No le gustaba esa expresión triste y desolada, ya se la había visto muchas veces en el pasado. Así que una idea loca surgió por su mente, lo besaría, aquí y ahora. Al final no tenía más que perder, si iba a morir se llevaría ese recuerdo hasta el averno, y lo atesoraría por siempre. Así que lo tomó de la barbilla con delicadeza, y estampó sus labios hambrientos sobre los suyos.

El beso tomó por sorpresa al de ojos celestes, que lo miró perplejo unos segundos antes de responder con las mismas ansias. Era un beso cálido, mojado... un beso que sabía a despedida, a un adiós inminente, a una ruptura de algo que ni siquiera había comenzado, a miles de palabras sin decir y sentimientos no expresados.

— Vive sin arrepentimientos, Naruto — lo contempló complacido por ser aceptado.

El rubio lo miró unos momentos, antes de pararse tambaleante sobre sus pies, nervioso por lo que iba a hacer.

— Sin arrepentimientos, Sasuke — y se entregó a él, una primera y única vez.

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Ando modo sad.

Quise plantear como sería que se lambieran a Sasuke por sus estupideces. Porque entiendo que era importante para Naruto, pero no mamen, el tipo era un genocida en potencia.

Pero bueno, que lo disfruten. Dedicado a los pocos fans del ship que se pasean por aquí💜 Hasta entonces (✿◠‿◠)