Capitulo 2: Esta Mazmorra no es normal.
Capitulo 2: Esta Mazmorra no es normal.
Galaxia Andrómeda. Sistema no explorado. Planeta Desconocido. 29 de junio del 8990.
Teniente Coronel Jinx Burgos Knowledge
—¡Aagghh! ¡Carajo! —Jinx maldijo, llevando una de sus manos a la cabeza ante el leve dolor y mareo que sintió. Todo paso tan rápido que apenas recuerda poco a poco las cosas que sucedieron. Primero el laboratorio, luego los zombies, la necrosis y ahora esto. Vaya mierda.
—¡¡¡AAAGGGGHHH!!! ¡MI BRAZO! ¡NO SIENTO MI BRAZO! —Un SAS de asalto grito. No tenía su brazo izquierdo, la sangre chorreaba como cascada manchando la tierra de color rojo.
—¡Sujétalo! — Un SAS Medico hablo.
—¡Eso intento! — Otro SAS medico respondió.
—¡A ver! — Un SAS pesado sujeto al SAS de asalto que estaba estremeciéndose de dolor ante la pérdida de su brazo para que los SAS médicos pudieran atenderlo.
El problema, es que no era el único. Había al menos una docena de diferentes SAS heridos. Algunos sin alguna extremidad y otros con esos dardos con los que ataco la Necrosis apuñalando sus cuerpos.
—¡¡AAAHHH!! — Un SAS pesado grito de dolor. Un dardo se clavo en su ojo penetrando el casco. La sangre chorreaba y otro SAS pesado lo sujetaba para que otros SAS médicos le atendieran.
Era un caos total. Heridos, algunos muertos y los que estaban de una pieza aun estaban recuperándose luego de haber sido absorbidos por el vórtice del Portal que genero el GATE. Pero la que mostraba signos de una preocupación mayor, era Patchouli. La Gran Maestra Hechicera y Científica en Jefe miraba a todas partes. Sea cual sea el lugar donde hayan terminado no era normal. El lugar emana una extraña energía mágica desconocida, incluso casi divina. Este tipo de energía hizo que Patchouli frunciera el ceño. Energía divina, eso era imposible teniendo en cuenta que Mikoto, su suegra, es la única Diosa conocía hasta ahora en Platinium y en Atlantis. Sus hijos con clasificados como Dioses también, siendo Kotori, su hija mayor, siendo la mas fuerte de los cuatro hijos de Mikoto. Sus nietos, son fueron clasificados como Semi-Dioses, no tan poderosos como sus padres, pero si bastante fuertes.
Este lugar, emanaba una energía como si estuviera vivo. Eso ya le daba muy mala espina a Patchouli. A pesar de los gritos de dolor que resonaban en el pasillo donde terminaron siendo expulsados del portal, ella estaba demasiado sumida en sus pensamientos. Mirando a todas direcciones, detectando esa extraña energía viva de este lugar. Luego estaba ese enorme muro de hielo de varios metros de altura. Se giro sobre su propio eje observando el lugar. el corredor es bastante grande y amplio, con dos entradas a sus laterales.
—¡Vamos aguanta! — Un SAS medico alzo la voz, tratando de reanimar a una SAS coneja guerrera de asalto, la cual su pulso, se había cada vez más débil al igual que sus respiraciones. — ¡Vamos joder! ¡No te vayas! — gruño con frustración.
—¡Lleven a los heridos a esa entrada a la cueva! — Roxy alzo la voz y luego señalo estirando su brazo hacia la entrada a la cueva.
—Jinx. —Frieren se acercó a la Teniente Coronel, ayudándola a ponerse de pie.
—Beatrice. —Jinx hablo. — ¿¡Dónde está mi hermana Frieren!? — Jinx pregunto buscando a su hermana con sus ojos con desesperación.
En eso Jinx, logro divisarla. Beatrice estaba abrazando a un SAS pesado, un Demonio Oni piel azul oscura con un par de cuernos que se alzaban hacia arriba desde su frente. El SAS no tenía puesto su casco y Jinx vio el casco roto en los pies del SAS pesado. Beatrice estaba abrazando fuerte el brazo derecho del SAS con tal de sentirse segura. Se notaba por su rostro que estaba muy asustada al punto que estaba derramando lágrimas.
—¡Jinx! — Frieren alzo la voz. — ¡Tenemos que movernos! ¡Este lugar no es normal! — Frieren dijo con seriedad y preocupación.
Jinx vio como los SAS que no resultaron heridos, cargaban a sus compañeros lastimados. Los gritos de dolor y agonía de sus hombres resonaron fuerte en sus oídos. Antes de que Frieren dijera otra palabra, Jinx corrió hasta su hermana. Ordeno al SAS pesado que estaba con ella llevarla con los demás. Luego corrió nuevamente y cargo a otro SAS, uno de Asalto. El soldado tenia una herida abierta en el estomago cuando su armadura se rompió, incluso parte de su carne y ligeramente sus órganos internos podían observarse. Jinx no dudo en cárgalo y llevarlo a una de las dos únicas entradas a la caverna.
Jinx se detendría en seco cuando todo comenzó a temblar. A pesar del temblor los SAS aun en buen estado y otros con heridas leves, siguieron su carrera con sus compañeros en brazos para llevarlos a la entrada de la cueva. Jinx abrazo al soldado que sostenía. Estaba de rodillas protegiéndolo del repentino temblor. El temblor duro unos pocos segundos hasta que simplemente se detuvo. Jinx alzo la mirada nuevamente. Frieren y Roxy ya estaba atendiendo junto a los SAS médicos a los comandos mas heridos y con riesgo de muerte. Patchouli estaba atendiendo a Beatrice, la cual no soltaba al SAS pesado.
Fue entonces que Jinx giro la cabeza viendo hacia el enorme muro de hielo. Juro a ver visto una especie de rostro esquelético por unos pocos segundos. Y fue cuando el enorme muro se rompió. Fue cuando lo vio. Una enorme criatura negra con físico humanoide de mas de 15 metros de alto con piel negra como la noche, un par de ojos rojos brillantes y un cabello blanco con un fleco que cubrió su rostro cuando la criatura a base de gritos y rugidos rompía el cristal con pura fuerza brutal.
—¡¡¡JINX!!! — Patchouli grito. — ¡¡¡¡JIIIIIIINX!!!! — Patchouli grito con horror cuando la criatura finalmente rompió el muro de hielo y con su pie, acertó una fuerte patada que mando a estrellarse a Jinx contra una pared.
—¡¡DISPAREN!! ¡¡DISPAREN!! — Un SAS de apoyo pesado grito.
—¡Protejan a los heridos! — Frieren ordeno mientras materializaba su bastón. — Demonios, ojalá Fern y Shark estuvieran aquí. —apretó los dientes por no haber traído a su aprendiz y al Spartan II Shark-1234, que es esposo de Fern.
La escena se llenó de tensión cuando Patchouli corrió hacia Jinx. Su hija mayor, a pesar de la brutalidad de la patada recibida, comenzó a levantarse lentamente, tambaleante pero determinada. Su respiración era pesada, y la sangre manchaba su mentón mientras tosía violentamente, escupiendo un líquido carmesí que caía sobre la escarcha bajo sus pies. Patchouli, con una expresión de terror y urgencia, se arrodilló a su lado y extendió las manos, pronunciando rápidamente un hechizo de sanación. La energía mágica emanó de sus dedos en forma de luz verde brillante, envolviendo el torso de Jinx y cerrando las heridas más superficiales.
—¡Quédate quieta, Jinx! ¡Necesito más tiempo! — imploró Patchouli, con la voz temblorosa mientras la energía mágica seguía fluyendo.
Jinx, sin embargo, no escuchaba. Sus dientes se apretaban con furia, y sus ojos ardían con una determinación inquebrantable. Levantó la cabeza, fijando la mirada en la criatura. Su corazón ardía con rabia al ver a sus hombres siendo destrozados como si fueran simples juguetes en manos de un demonio. Los gritos de dolor y los disparos resonaban en la cámara helada mientras la bestia aplastaba a los SAS que intentaban detenerla.
Patchouli intentó detenerla, colocándole una mano en el brazo.
—Jinx, por favor, no lo hagas. Todavía no estás lista... Recuerda lo que tu abuela Mikoto....
Pero Jinx no escuchó. Con un grito de furia desgarrador, su cuerpo comenzó a emitir un aura dorada que se expandió con fuerza. Instantes después, una segunda aura, roja como el fuego, la rodeó, creando un contraste feroz. Rayos electrizantes chisporroteaban alrededor de su figura, iluminando la mazmorra con destellos cegadores. La energía era tan intensa que incluso Patchouli retrocedió, con una mezcla de asombro y preocupación.
Jinx extendió la mano, y de la nada apareció una enorme espada oriental, una Nodachi de 150 cm. La hoja negra reflejaba un brillo ominoso, decorada con símbolos japoneses rojos que parecían brillar con vida propia. Con un movimiento fluido, desplegó sus alas. Eran seis, hermosas y majestuosas, irradiando una luz celestial que contrastaba con la oscuridad del lugar.
Sin perder tiempo, Jinx cargó contra la criatura, dejando un rastro de chispas y luz a su paso. El suelo tembló bajo sus pasos mientras la Nodachi descendía con una fuerza devastadora, encontrándose con el brazo de la bestia. El choque de energías fue ensordecedor, generando una onda expansiva que hizo retroceder a los SAS cercanos.
Los SAS comenzaron a moverse con rapidez, cargando a los heridos y formando grupos para proteger la retirada. Algunos de los médicos seguían atendiendo a los más graves mientras eran transportados. Roxy y Frieren supervisaban la operación, asegurándose de que nadie quedara atrás.
Beatrice, por su parte, seguía pegada al SAS pesado que la había protegido. Sus manos temblaban al aferrarse a su brazo, y su rostro estaba marcado por una expresión de miedo y gratitud.
—Tranquila... — El SAS pesado, un demonio Oni de piel azul y ojos rojos hablo con calma para luego cargarla. — No me separare de ti. — Beatrice solo asintió, su rostro mostrando miedo y pánico, incluso estaba derramando algunas lágrimas. Sin perder mas tiempo, el SAS pesado comenzó a correr hasta donde todos se estaban reagrupando.
SAS de Asalto y Pesados comenzaron un despliegue en gran cantidad de torretas. Cañones y Torretas con cañones rotatorios de hasta 70mm, formando una línea defensiva a pocos metros donde se estaban moviendo a los heridos. Las ametralladoras de pulso pesadas y medias de los SAS pesados eran por el momento las que más daño le hacían a la bestia. Las municiones de calibre 12,7mm y 14,7mm de pulso, lograban penetrar su piel. Luego estaba Jinx, que volaba y atacaba con velocidad, pero la bestia era increíblemente poderosa. La Nodicahi divina de Jinx, con su peligrosa hoja filosa de 150cm con inscripciones con símbolos rojos, dejaban enormes cortes profundos a la criatura. Con cada corte la criatura gritaba con furia y de dolor.
Patchouli solo miraba con preocupación a su hija. Hasta la fecha, Jinx solo había usado sus poderes divinos contra un par de criaturas en otros planetas y durante la Crisis de New Haven contra una criatura enorme con habilidades únicas y desconocidas. Y en Fantasía IV, un mundo donde se descubrieron criaturas con poderes y habilidades peligrosas. De hecho, en Fantasía IV, no solo se desplegaron a los SAS, si no también a los Spartan II y a los Ultra Marines, equipamiento pesado y blindados superpesados.
Ver como Jinx opto por usar sus poderes de semi-diosa al tener sangre divina en sus venas. Solo le preocupo más. Estaban en un planeta desconocido, en una mazmorra desconocida que parece tener vida propia. Esta criatura es enorme y estaba resistiendo tanto las armas mas pesadas de los SAS de asalto y pesados como algunos ataques de Jinx. Esta mazmorra, parece odiar a los seres divinos y rápidamente envió a una criatura para matar a Jinx.
—¡Todos retrocedan ahora! — Patchouli ordeno, tomando el mando temporal de las tropas. — ¡Protejan a los heridos y llévenlos a la cueva! ¡Pesados, torretas al frente! — añadió.
Varios SAS de apoyo pesado obedecieron. Rápidamente desplegaron mas torretas pesadas y automáticas formando un semicírculo delante de la entrada al corredor. Las torretas con cañones rotatorios cobraron vida, así como los cañones de 90mm de pulso. Otros SAS desplegaron Torretas Lanzacohetes con misiles que rápidamente se digirieron a la criatrua que Jinx mantenía ocupada.
—¡SHRIDAN! — Jinx grito aun levitando y cargando un ataque con su enorme espada. — ¡Súbelos a todos a la superficie! ¡Envia una señal de auxilio a Kurumi para que envíen refuerzos a este planeta! ¡Que solo un pelotón de SAS pesados y otro de Asalto se queden aquí y cubran la retirada! — Ordeno. — ¡Sigan las ordenes de mi madre! ¡Yo los vere luego cuando mate a esta cosa! — luego de decir eso. Jinx se impulsó y ataco. Dio un tajo vertical descendente y le corto el brazo a la criatura.
El monstruo rugió de dolor cuando la hoja filosa de la Nodachi corto su brazo. Le siguieron mas impactos de bala de alto calibre y misiles de las torretas que aturdieron momentáneamente a la bestia. Algunos SAS de asalto desplegaron torretas criogénicas. Los disparos impactaron contra las piernas de la bestia ralentizando mas sus movimientos.
—¡AHORA! ¡CORRAN! —Jinx grito.
***
La Familia Loki era conocida por sus extensas y ambiciosas expediciones al Dungeon, las cuales podían durar semanas o incluso meses. Esta ocasión no sería la excepción. Un contingente de varios cientos de aventureros avanzaba con determinación por los niveles inferiores del Dungeon, despejando cada piso que cruzaban con una sincronía y experiencia propias de su reputación. Liderando esta expedición estaban los aventureros más fuertes de la Familia Loki:
· Finn Deimne, el capitán y estratega consumado.
· Riveria Ljos Alf, la sabia elfa y segunda al mando.
· Gareth Landrock, el poderoso enano con una fuerza incomparable.
· Ais Wallenstein, conocida como la Princesa de la Espada y la más temida entre ellos.
· Tione y Tiona Hiryute, las gemelas amazonas.
· Bete Loga, el veloz y temperamental lobo humanoide.
· Lefiya Viridis, la talentosa maga elfa.
Para la Familia Loki los niveles del 1 al 30 eran sencillos para ellos. Esta familia ya tiene experiencia de sobre y es una de las mas poderosas y reconocidas en todo Orario, aparte por contar con Ais Wallenstein, la mejor espada china de todo Orario y una de las Aventureras mas fuerte de entre varios aventureros. Es conocida como la Princesa de la Espada o la Diosa de la Espada. Pero a Ais, poco le importa la fama, a ella solo le importa volverse mas fuerte y superarse a si misma. Normalmente se muestra con una expresión facial neutral, pocas cosas le hacen cambiar su expresión facial o simplemente lo disimula muy bien.
La expedición había avanzado hasta el piso 17, encontrándose a tan solo unos metros del Corredor del Monstruo Rex conocido como Goliat, la amenaza que resguardaba el paso hacia el piso 18. Los aventureros mantenían conversaciones animadas mientras se preparaban para el enfrentamiento, ajustando sus armas y equipos bajo las órdenes de Finn y los líderes. El ambiente era tenso, pero la experiencia colectiva de la Familia Loki les permitía mantener la calma ante el peligro inminente.
La expedición avanzo con suma facilidad hasta llegar al piso 17. Ya lo habían despejado y ya estaban a pocos metros de la entrada al piso 18 donde los líderes se enfrentarán al Monstruo Rex conocido como Goliat. Para muchos de los lideres de la expedición, era fácil asesinarlo. Poseen niveles superiores y sobre todo Ais, ya lo habría eliminado en varias ocasiones y esta no sería la excepción.
—Riveria. —Finn hablo. — Ordena a todos esperar en la entrada al Corredor del Goliat. Lo acabaremos rápidamente para poder continuar. — Ordeno.
—Si capitán. — La elfa asintió y rápidamente transmitió las ordenes.
Pero luego de que avanzaran unos metros más. Un sonido extraño hacia eco en toda la cueva. Un sonido explosivo, mas bien, eran diferentes explosiones pequeñas consecutivas. Pero luego los gritos de dolor y agonía se escucharon fuertemente. Los aventureros también lo escucharon. Gritos desgarradores de muerte, dolor y sufrimiento. Segundos después, Finn se encontró de frente con una mujer alta de cabello morado y ojos purpura. La mujer adulta viste una bata blanca y sostenía un arma extraña en su mano derecha.
Los demás ¿Aventureros? Que estaban detrás de ella y de otras dos mujeres con bata blanca, alzaron artefactos desconocidos, tal vez armas. Por instinto, estos "aventureros" levantaron y apuntaron sus armas hacia Finn y los demás. Los demás aventureros desenfundaros sus espadas, apuntaron sus lanzas y los magos se prepararon para lanzar hechizos. Bete ya estaba por cargar contra ellos junto a Tiona y Tione. Finn estiro su brazo para detenerlos. Estos sujetos no parecían aventureros de Orario, aparte, no reconoció para nada esas armaduras y armas que portaban. Pero Finn centro su vista en la gran cantidad de heridos que llevaban con ellos. Eso le genero preocupación.
—¿¡Quien demonios son ustedes!? —Patchouli hablo y pregunto
—¡Eso debería preguntártelo yo a ti! — Finn contesto, visiblemente preocupado y algo asustando. — ¿¡Que les paso a esos!? —Finn volvió a preguntar.
—¡Es una larga historia! ¡Necesitamos subir a la superficie y llamar a nuestros refuerzos! — Patchouli respondió, daría un paso con tal de seguir guiando a los heridos, pero Bete se interpondría.
—Escucha vieja, no se quien sea, pero no tienes idea de con quienes estás hablando. —Bete comento con su típico tono arrogante y desafiante.
—¡Bete! Cálmate, no es el momento. —Riveria intervino, pero Bete solo sonrió con malicia.
—¡Por favor! Rivera. Solo miralos. Seguron son novatos que se confiaron al entrar al Laberinto y mira como acabaron. —Bete hablo con burla, con todo el afán de ofenderlos. Eso no le gusto a ninguno de los SAS.
Finn estaría por callarlo, pero un SAS pesado se acercó y se puso frente a Bete. La diferencia en altura era bastante notable. Los SAS pesados son soldados de razas grande y fuertes, midiendo entre los 2 metros de alto a los 2,30 metros. En este caso, es un SAS Pesado Orko piel roja el que estaba frente a Bete y que le miraba con clara molestia y enojo. Bete solo sonrio, subestimando al SAS que estaba a punto de insultar.
—¿¡Que!? ¿¡Acaso me equivoco!? ¡Si no fueran unos debiluchos ahora mismo...! —Bete no termino, un terrible y fuerte derechazo de parte del SAS pesado lo mando directo al piso y lo dejo inconsciente, incluso se vio como varios dientes salieron volando y la sangre que escupió Bete antes de caer al piso.
Segundos después, Tione lanzo una patada a las costillas del SAS pesado, pero este ni se movió. En respuesta el SAS pesado la tomo del pie y la azoto contra la pared de la cueva. Tiona se lanzó para auxiliar a su hermana, pero el SAS la intercepto tomándola del cuello y sin que esta pudiera soltarse. El SAS estaba claramente molesto, furioso por las palabras del engreído lobo que acababa de noquear y por burlarse de la muerte de sus compañeros.
—¡¡YA BASTA!! —Finn grito. — ¡Todos cálmense! — Finn se interpuso entre ambos grupos. Patchouli ya estaba incluso preparando conjuros de ataque de alto nivel para lanzar cuando ella le apeteciera contra estos seres claramente primitivos. — ¡Dile que la baje! — Exigio Finn mirando a Patchouli.
—¿Por qué debería? —Patchouli pregunto, apuntando su pistola calibre 12,7 de pulso M6XA Magnum con munición cinética de alta penetración con punta explosiva. — Tu amigo insulto y provoco a mis tropas. Y.. No somos aventureros, ellos son Soldados y no toleraran que se burlen de la muerte de sus compañeros. A sí que... — Patchouli apunto directo a la cabeza de Finn. — Tu eliges ¿Podemos jugar a ver quien es el mas fuerte? o puedes decirnos que mierda es esta maldita mazmorra que tiene vida propia y en que planeta estamos. —Sentencio Patchouli, provocando tensión entre los demás aventureros que quedaron estáticos al ver como un solo de esos "Aventureros" ahora identificados como soldados, noqueo de un solo golpe a uno de los aventureros mas fuerte de la Familia y sometió con demasiada facilidad a las gemelas amazonas, que también son bastante fuertes.
—¡Esta bien! —Finn respondió luego de pensarlo en unos simples 5 segundos. —Pero ya, dile que la suelte. — pidió casi rogando Finn a Patchouli.
—Nikolai. — Patchouli hablo y el enorme SAS pesado soltó a Tiona, la cual tosía ante la falta de aire. Nikolai estaba decidido a matarla usando solo fuerza bruta asfixiándola.
—Se salvaron... Solo por esta vez. —La voz grave y fría del soldado hizo sentir un escalofrió a los demás aventureros, incluyendo a Ais, se había mantenido al margen en todo momento.
—¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAGGGG!!!! — El grito de dolor y desgarrador de un SAS de asalto en una camilla resonó en los oídos de los aventureros de la familia Loki.
—¡Bájenlo! —Roxy se acercó rápidamente junto a los SAS médicos que lo atendían.
—¡La herida se volvió abrir! —Uno SAS medico hablo, rápidamente sacando un botiquín de su inventario dimensional, cosa que dejo a los magos del contingente de la familia Loki estupefactos.
—¡Dame una EthereaStab! —Otro SAS medico pidió. La EthereaStab es Jeringa de Estabilización Regenerativa Modelo A-7 (JER-A7).
[Nota: EthereaStab combina nanotecnología con energía mágica sintetizada, permitiendo una regeneración celular acelerada y estabilización de signos vitales en heridas graves. Cada unidad contiene un compuesto llamado MagnoSerum, una mezcla de bioenzimas regenerativas y partículas mágicas energizadas. Se administra en dosis controladas y tiene un efecto de alivio del dolor inmediato, similar a la morfina, pero sin los efectos secundarios de adicción o somnolencia. El diseño incluye un sistema autolimpiante y una capa aislante de bioseguridad para evitar infecciones en entornos de combate.]
—¡Inyéctala! —El SAS medico ordeno.
—¡Eso intento! ¡Se comenzando a convulsionar! ¡Está entrando en Shock! — Alzo la voz el otro SAS con pánico y apretando duro los dientes.
—¡La EthereaStab no funcionara! ¡Dale una dosis alta de BioHealer! — Ordeno Roxy, la cual trataba de estabilizar al soldado con Magia, pero tampoco estaba funcionando.
BioHealer - Jeringa de Reparación Instantánea Modelo Z-9 (JRI-Z9)
—¡Tenemos que sacar a los heridos de aquí ya! ¡A este paso morirán! — Frieren se acercó a Patchouli.
—¿Conoces la salida? —Patchouli pregunto a Finn con seriedad.
—Sí, síganos. — Finn respondió con seriedad, pero antes de voltearse hacia el contingente de aventureros que lidera, agrego. —Pero después de esto, quiero saber quienes son y como llegaron aquí. —Patchouli solo asintió y Finn se giró hacia sus compañeros. — ¡Atención todos! —Comenzó a hablar. — ¡La expedición se cancela! ¡Recojan su equipo y prepárense para regresar a la superficie! —Ordeno.
—¿Enserio los ayudaremos, Finn? — Pregunto Gareth Landrock
—Si, no podemos dejarlos así. Solo míralos. — Finn se giro para ver a los heridos. Los aventureros abrieron paso para que los SAS que cargaban a sus compañeros pasaran corriendo siendo escoltados por los SAS de asalto que estaban armados con subfusiles y escopetas ante el entorno algo cerrado. — Riveria, guíalos hasta la salida con los demás. Al salir, ayúdenlos a curar a sus heridos.
—Entendido. — Asintió Rivera.
Tiona y Tione que ya se habían recuperado, solo vieron a los heridos y quedaron conmocionadas al presenciar cómo dos SAS médicos, con la ayuda de un SAS pesado, quitaban la armadura del torso de uno de sus camaradas. Al ver la piel morena de la soldado, las amazonas intercambiaron miradas llenas de pesar y sorpresa. ¡Era una amazona! El descubrimiento las dejó mudas, incapaces de procesar que una de las suyas pudiera estar en ese estado.
La amazona SAS, gravemente herida, comenzó a convulsionar violentamente, vomitando sangre mientras temblaba descontroladamente. Los médicos luchaban por estabilizarla, trabajando con urgencia mientras gritaban instrucciones entre ellos. La escena era desgarradora, y las amazonas de la Familia Loki sintieron una mezcla de impotencia y dolor al observar cómo aquella guerrera se debatía entre la vida y la muerte.
Los demás aventureros también estaban profundamente afectados. Muchos se tambaleaban, incapaces de apartar la vista de las horribles heridas que sufrían los soldados SAS. Aquellos que no vomitaron se mostraban claramente traumatizados, sus expresiones reflejando una mezcla de horror y respeto por el valor de estos extraños guerreros que habían soportado tanto.
Finn notó el ambiente y trató de mantener la calma en su grupo. Sin embargo, no pudo evitar sentir un creciente respeto por los SAS, quienes, a pesar de su terrible estado, seguían luchando por mantenerse en pie y proteger a los suyos. Luego de unos segundos de estupefacción de parte de los suyos, estos rápidamente comenzaron a apoyar y ayudar a los SAS a llevar a sus heridos a la superficie. Aún tenían la ventaja que ya habían despajado varios pisos, por lo que el recorrido hasta la superficie debería ser rápido.
Pero había alguien que estaba caminado hacia el lado contrario yendo a la entrada hacia el corredor donde reaparece el Goliat.
Ais Wallenstein avanzaba disimuladamente hacia la entrada del corredor que conducía al dominio del Goliat, su mente hecha un torbellino mientras trataba de procesar la escena que se desarrollaba a su alrededor. Aunque mantenía una expresión serena, en su interior la conmoción era evidente. Los gritos de los SAS heridos resonaban por el ambiente, llenando de tensión a los aventureros de la Familia Loki que luego de su estupefacción, comenzaron a apoyarlos y ayudar a los Médicos a estabilizar a sus camaradas. Pero lo que realmente llamó la atención de Ais fue el eco de un feroz combate proveniente del corredor. Los rugidos de una criatura monstruosa se entremezclaban con los gritos de una voz femenina, una voz cargada de furia y determinación.
Con pasos cautelosos pero firmes, Ais se acercó lo suficiente para vislumbrar la escena. Su mirada se amplió en asombro al presenciar lo imposible: una joven de apariencia juvenil y hermosa, rodeada de un aura dorada que brillaba con intensidad, superpuesta por un aura roja que emanaba pura furia. Ráfagas de electricidad danzaban a su alrededor, iluminando el corredor mientras sus seis imponentes alas de ángel se extendían con majestuosidad. La chica blandía una nodachi de hoja negra con inscripciones rojas que parecían brillar con energía arcana, atacando al Goliat Negro con una ferocidad que Ais nunca había presenciado.
Ais sintió un nudo en el estómago al reconocer el contexto de la situación. Un Monstruo Negro, esas temibles aberraciones que sólo aparecían bajo una circunstancia específica: la presencia de un dios en el Dungeon. No había duda en su mente de que aquella joven no era una simple mortal. Finn que se percató que Ais no estaba a su lado, la busco con la mirada, Patchouli estaba discutiendo con una SAS de asalto que alcanzo a escuchar que se llama Sheridan. En eso vio su cabellera rubia que se acercó a ella. Pero al ver su rostro de estupefacción, reemplazando ese rostro neutro e inexpresivo, no pudo evitar sorprenderse, luego siguió su mirada y quedo totalmente estupefacto y con los ojos bien abiertos como platos ante lo que miraba.
—Por los dioses... —Finn susurro sin creer lo que estaba viendo.
Patchouli que se percato que esos dos estaban en la entrada, corrió hasta acercarse a ellos.
—¡Aléjense de ahí! — Patchouli alzo la voz. — ¡No es seguro para ustedes en este momento! — añadió.
—¿Qué significa esto? ¿Quién es ella? — Finn pregunto frunciendo el ceño.
— Se te dara una explicación cuando salgamos de aquí y ella... — Miro a Jinx, la cual su rostro aun irradiaba furia total. Estaba cargando otro ataque con su espada. —Ella es mi hija. —dijo con una voz cargada de precoupacion.
—Su hija... —Ais giro la cabeza viendo a Patchouli. —¿Es acaso una diosa? — Pregunto y Patchouli se estremeció un poco y comenzó a sudar en su rostro. — Respóndame... La única forma de que un Goliat Negro haya aparecido, es que haya la presencia de un dios dentro de Dungeon. — ella explico.
Patchouli suspiro pesadamente y decidio decir un pequeño resumen. — Escuche, esto ya cosa de ustedes si lo creen o no. Nosotros formamos parte de la Union Federal de Especies Unidas. Una unión conformada por miles de razas que gobierna dos galaxias y una tercera que está aún en proceso de colonización. Terminamos aquí luego de que un GATE, se activara y creara un poso gravitatorio que nos transportó aquí. —comenzó a explicar viendo el rostro de estupefacción e incredulidad de Finn y Ais. — Estabamos investigando un laboratorio Terrorista, uno donde una plaga se liberó, convirtiendo a todo ser vivo en Zombies. Una flota de la armada ya se está encargando de limpiar el planeta. Nosotros estábamos en el laboratorio cuando fuimos atacando por mutaciones del Thera Virus. — Patchouli apretó los dientes. — Cuando llegamos aquí, esa cosa apareció y fue directo a por Jinx. — regreso su mirada a su hija.
Jinx, con su espada envuelta en llamas azules, cargo contra la criatura la cual ya estaba dando las ultimas. En eso, dos escuadras: una de SAS de asalto y otra de SAS pesados, paso por un lado de los tres. Ais y Finn viendo los cilindros que estos cargaban en sus hombros. Los enormes lanzacohetes potenciados con magia de alto nivel brillaban en colores distintos. Los SAS de asalto prepararon los lanzadores que sostenían sus compañeros pesados y luego estos les dieron una palmada en sus cascos a los SAS pesado y los cohetes fueron disparados.
Jinx se apartó, dejando que los cohetes impactaran contra la criatrua. El Goliat Negro rugio de dolor con enormes agujeros en su cuerpo. Cayo sobre una de sus rodillas ya prácticamente derrotado. En eso Jinx, ataco. se lanzo a una velocidad inhumana que apenas Ais pudo seguir con la mirada. Corto y descuartizo al Goliat Negro hasta convertir su cuerpo en carne picada y finalizo lanzando una fuerte llamarada desde círculos mágicos que aparecieron alrededor del Goliat, quemándolo y convirtiéndolo en cenizas.
Finn y Ais, no sabían que decir. Esa chica, era muy poderosa y luego estaban sus dos auras: la dorada y la roja, esos rayos eléctricos que se arremolinaban alrededor de su cuerpo, su cabello levitando como si tuviera vida propia y luego sus seis hermosas alas angelicales. Jinx con calma descendió donde su madre estaba junto a Finn y Ais, los cuales dieron un paso atrás cuando Jinx se acercó.
—Madre... Y-yo... — Jinx bajo ligeramente la cabeza. Pero en respuesta su madre solo la abrazo con fuerza.
—Jinx... — Patchouli la abrazo. — No me vuelvas a asustar a si. —Ella apretó el abrazo y Jinx solo correspondió. — *Suspirando* Pero al menos me alegra saber que tus poderes ya los tienes mejor dominados. Tu abuela Mikoto estará orgullosa de eso. —Patchouli solo vio como Jinx mostro una sonrisa. Luego vio a los dos desconocidos.
—¿Quiénes son ellos? — Pregunto Jinx viendo a Finn y Ais.
—Nativos de este planeta. Aun debemos averiguar en que sistema estamos. Lo mas probables es que estamos en la galaxia de Andrómeda, la cual actualmente sigue en procesos de colonización. Puede que hayan flotas de exploración, eso si es que no estamos muy en el núcleo de la galaxia. Pero vamos, aun tenemos que atender a los heridos y muchas cosas mas por hacer. —Patchouli suspiro. — Guíanos a la salida niño. — Patchouli se dirigió hacia Finn.
—Me llamo Finn y ella Ais. Y no soy un niño. —Finn suspiro y luego se giró para guiar a Patchouli, Jinx y a los SAS que estaban con ellos a la superficie.
Jinx no hizo más preguntas. Con tranquilidad regreso a la normalidad, aunque su gabardina estaba casi destruida, su cabello desordenado y con raspones como una que otra cortada y herida no letal. Comenzó a caminar como si nada detrás de Finn junto a su madre y los demás SAS detrás de ellos, con armas listas por su acaso. Jinx desenfundo su pistola para dispararle a cualquier otra criatura que apareciera. Aun debían buscar la manera de regresar a Sakura y saber que paso ahí.
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