One

 El día en que Yoongi conoció a Jimin, el menor no lo había mirando, ni escuchado, ni siquiera un segundo, por más que el mayor lo había saludado con suavidad, Jimin no se encontraba conectado al mundo ese día.

— Oh, él es mi hermano, del medio— había dicho Namjoon, él tenía otro hermano además de Jimin, Taehyung, pero él vivía con su madre en otra casa así que casi nunca lo veía—. Tiene autismo, no te va a hacer caso.

Ese día, Yoongi tenía dieciséis años, y Jimin tenía catorce, su estado aún estaba en un autismo severo, estaba en su mundo la mayoría del tiempo, y la única persona que reconocía completamente era a su padre, y otras veces a Namjoon y a Taehyung, aunque también los ignoraba de vez en cuando.

Algo que Namjoon le explicó después es que Jimin era adoptado, tenía el apellido de otra familia y había sido abandonado una y otra vez, primero por sus padres biológicos y después por sus otros hogares, nadie sabía cómo tratarlo y Jimin cada vez se había vuelto más cerrado en sí mismo, cada vez confiaba menos en las personas y cada vez su autismo empeoraba un poco más.

Los primeros años de Jimin en la casadelos Kim fueron de mucha ayuda, había aprendido a hablar a los nueve años, y era de los mejores estudiantes de su salón, había mejorado muchísimo en su independencia y podía cuidarse así mismo en la gran mayoría de cosas cotidianas, aunque no lo dejaban que cocinara por sí mismo ni saliera de casa sólo, aún.

Por desgracia, Jimin había decaído luego de que sus padres adotivos se separan, su madre y su hermano menor se fueron a vivir lejos y por más que no lo expresaba con palabras, el que se haya vuelto tan callado y reservado con todos de nuevo era un indicio de cómo debía sentirse, por ello le habían conseguido una acompañante terapéutica que pasaba unas cuantas horas aldía con él y lo ayudaba a hacer cosas, o salían a caminar o realizaban actividades juntos, a Jimin le servía mucho para socializar.

Con el paso del tiempo, y con las visitas a la casa de su mejor amigo, Yoongi comenzó a observar a Jimin con mayor y mayor curiosidad.

Debía de admitir que el menor era muy tierno.

Tenía el cabello castaño oscuro, y lo llevaba bastante largo, era difícil cortarlo porque no le gustaba, así que solo esperaban a que él no lo aguantara y dijera que lo quería distinto, pero hasta que eso pasaba Jimin tenía un lindo gesto de mover su cabeza para apartar sus mechones de cabello de su rostro.

Le gustaban las estrellas, tenía pósters de constelaciones por todo su dormitorio, junto con libros de astronomía que solía admirar seguido.

También le gustaban las cosas con brillos, porque para él parecían estrellas también.

Su color favorito era el azul y solía coleccionar cosas de ese color, y su programa favorito era "El Universo" que pasaban en un canal de ciencias, también le gustaban algunas películas de ciencia ficción pero que no tuvieran mucha violencia, Jimin odiaba la violencia, también los ruidos muy fuertes de armas y golpes solían ponerlo nervioso.

Casi nunca hablaba, incluso cuando parecía hablar solo, no hacía ni un ruido, era prácticamente mudo.

Yoongi había conocido a Jimin en muchos aspectos, sin que Namjoon le dijera nada, y sin que Jimin lo hubiera notado a su lado siquiera una vez.

Namjoon no era de pasar mucho tiempo con Jimin, no lo odiaba, no le caía mal, no era malo con él, es sólo que nunca había logrado conectar con el menor del todo, así que intentaba pasar poco tiempo, y enfocarse en otras cosas, solía evitarlo también, principalmente en los momentos dónde sentía no tener paciencia para nadie o cuando se molestaba.

Y fue un día donde Namjoon estaba especialmente molesto porque su celular nuevo había desaparecido, Yoongi estaba con él y negaba haberlo escondido en forma de broma, en que Jimin conoció a Yoongi finalmente.

Fue cerca de dos años después de que Yoongi conociera a Jimin, el mayor tenía dieciocho y el menor dieciséis.

Mientras el moreno buscaba por toda la casa con cara de que iba a matar a alguien, a Yoongi se le ocurrió la brillante respuesta a los diez minutos de empezar el drama por el celular perdido, y comenzó a buscar al menor por toda la casa, hasta encontrarlo, en su cuarto, con el celular de Namjoon entre sus manitos.

Vió con una sonrisa como jugaba con la funda de esta, era de color azul claro, tenía agua y brillos flotando en esta, Nam era un idiota si creía que Jimin no se quedaría con la funda y el celular incluído.

Con algo de nervios, se agachó frente a él, para hablarle por primera vez.

— Jimin, eso no es tuyo— los deditos del menor se detuvieron, supo que lo había escuchado, estiró sus manos hacia él teléfono y lo tomó con suavidad, sin hacer fuerza, sólo apoyando sus dedos sobre este, no sabía cómo reaccionaria el pequeño al contacto físico —. ¿Me lo das? Namjoon lo está buscando, esto le pertenece a él.

Jimin comprendió y dejó que tomara el teléfono, pero después se dió cuenta que lo quería y que no podía dejarlo, se estaba entreteniendo demasiado, un sonido quejoso como un pequeño llanto escapó de él al frustrarse, sin poder dejarlo ni quedarselo.

— Muy bien, Jimin, muy bien — dijo el mayor, y con un leve tirón se llevó el móvil, una vez que ya no estuvo en sus manos Jimin se sintió mejor y en un reflejo alzó la vista hacia él.

Por primera vez en su vida, Yoongi y Jimin se miraron a los ojos, los ojitos del menor eran marrón chocolate, los del mayor eran negros.

Yoongi vio a Jimin sonreír, sus ojitos se hicieron dos líneas y sus manos se agitaron de felicidad.

El mayor no pudo evitar sonreir con él, totalmente encantado de esa primera vez que Jimin conectaba con él.

Jimin sintió su rostro más caliente al verlo hacer aquel gesto, no sabía por qué, era esa sonrisa con encías y esos ojitos gatunos que lo miraban de forma amable le provocaron emociones que le gustaron, como si algo temblara en su pecho, llevó sus manos hacia sus mejillas con fuerza para apagar ese calor, al golpearse sintió dolor pero estaba acostumbrado a regularse con eso, así que se sintió más aliviado, pero quién no entendió aquello fue Yoongi, que su sonrisa se borró.

— Jimin, no te golpees así... — llevó sus manos a las del menor, acariciandolas suavemente, los ojitos de Jimin lo volvieron a mirar pero se sintió extraño, como si lo mirara con miedo, así que se separó de él, llevándose el celular de su amigo, al voltear de nuevo hacia él antes de salir del cuarto, Jimin ya había vuelto a su mundo.

Fue hasta el cuarto de Namjoon, donde él seguía molesto y no le hablaba a nadie mientras miraba el suelo cruzado de brazos.

— Toma— dijo Yoongi extendiendo el celular hacia él.

— Si lo tenías tú, idiota, te odio, ¿Todo el puto día-?

— Lo tenía Jimin, no me jodas, ¿No se te ocurrió que tú funda le iba a gustar demasiado y se lo llevaría?

— ¿Qué tiene mí funda? — Namjoon la miró, viendo el líquido y los brillos algo desacomodado aún por el resiente toqueteo.

— Es azul, a Jimin le gusta mucho el azul, tiene brillos y a él le gustan las estrellas, y además se puede quedar horas jugando con el agua que tiene, estaba haciendo eso cuando lo encontré.

Namjoon se quedó mirándolo un momento, y se preguntó desdecuándo Yoongi sabía tanto de su hermano, muchas veces Jimin era un misterio para los demás y no podrían comprenderlo por más que intentaran, estaba algo sorprendido.

— Bueno, tienes razón— le dijo, finalmente, miró la carcasa y suspiró—. Toma— la quitó rápidamente—. Dásela a Jimin.

— ¿Yo?

— Sí, tú— dijo Namjoon, se ve que seguía estando enojado, Yoongi rodó los ojos con fastidio, su amigo era un idiota cuando se molestaba, tomó la funda y fue por segunda vez al cuarto del menor.

Jimin seguía allí, ordenando sus cositas de color azul en la estantería, tenía muchísimas cosas diferentes, le gustaban las cosas pequeñas porque podía juntar muchas, tenía desde tapas de botellas, dinosaurios de juguetes, accesorios como anillos y aros, útiles escolares y un par de flores azules también, pero solía tirarlas a la basura cuando se marchitaban y cambiaban a color marrón.

— Jimin.

El menor no reaccionó a su voz, así que Yoongi se acercó a él de todas formas, colocándose a un lado y mostrándole la funda de celular que tanto le había gustado, poniéndola a la altura de sus ojos, haciendo que Jimin la viera enseguida.

Lo vio sonreír de nuevo y tomó la funda entre sus manos, y por un momento se quedó allí, esperando que lo mirara, pero no lo hizo.

Sonrió con algo de pena, en verdad le encantaría conectar con él, pero no era muy fácil.

— De nada, Jiminie— dijo Yoongi, al retirarse.

— Gra-cias.

En verdad no esperaba que hubiera una contestación, y tuvo que detenerse un segundo para mirarlo sin creer que había escuchado su voz después de tanto tiempo de sólo silencio.

Con una sonrisa, conforme, demasiado feliz por algo que no debía de ser para tanto, se fue a su casa sintiendo como si hubiera ganado un premio.

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