Memorias del pasado
Habían cosas que Skye disfrutaba de su trabajo, y una de ellas era ayudar al joven Finnian en el patio, con el jardín, las plantas siempre fueron sus favoritas después de todo.
— ¡Cuidado con eso! — Chillo al verle traer una Oz para podar el lugar. — Eso es muy grande... Necesitas algo más pequeño.
— ¿Cómo que? — Pregunto curioso y ella fue a donde guardaba sus herramientas sacando unas pequeñas tijeras de podar. — Pero estas son muy pequeñas.
— Ese es el Punto, las plantas también están vivas, y pueden sentir por lo que hay que tratarlas con mucho cuidado y respeto. — Le enseño mostrándole como podar apropiadamente una planta con delicadeza.
— ¡Wow! ¿Como sabes tanto de plantas? — Quiso saber curioso.
— Siempre me gustaron desde que era niña, para mí doceava cumpleaños Teo me regaló un jardín y siempre que salía de viaje me traía una planta nueva, solía bromear con que un día volveria y encontraría la casa convertida en una jungla. — Contó con una sonrisa en su rostro ante el recuerdo hasta que recordó su situación actual y apretó los labios con fuerza.
— Debió ser alguien muy especial para ti. — Susurro al notar como se quedaba callada. — Yo solía tener un amigo, pajarito solía comer de mi mano hasta que un día quise hacerle cariño... — Murmuró recordando la escena con algo de tristeza.
— ¿Que te parece si intentamos hacer un comedero de aves? — Pregunto volviendo a sonreír con dulzura para el más joven.
— ¿En serio? ¡Eso sería increíble!
— En ese caso hay que buscar los materiales. — Dijo ayudándole a colocarse de pie para ir en busca de las cosas que podrían llegar a necesitar.
Durante el día mientras hacían su comedero para pájaros vieron un humo negro salir de la cocina y ambos temieron por su cena.
— ¿Se supone que el pollo luzca de esa forma? — Pregunto Skye viendo el ... ¿Plato? De algo que hizo Bard Como cena.
— ¡Ja! Finalmente pude hacer algo que incluso Sebastián reconocerá. — Sonrió orgulloso el cocinero y la castaña le vio dudosa.
— Quizás sabe mejor de lo que se ve. — Sugirió Finnian sacando una cuchara para probarlo.
— ¡No, Finny! — Chillo Skye intentando detenerlo pero fallando al ver como probaba la creación del militar. — ¿Estás bien? — Pregunto con cautela.
— No esta tan m—una espuma blanca comenzó a salir de su boca y sus compañeros corrieron en su auxilio.
— ¡No vayas a la luz! — Gritaron mientras lo sostenían en el suelo.
— Jo Jo Jo — Comento Tanaka disfrutando de una taza de té en una esquina de la cocina.
— ¡¿Que vamos a hacer?! Sebastián y el joven amo llegarán a la casa en cualquier minuto y aún no tenemos la cena lista.
— ¿Tenemos? ¡Tú eres el chef!
— Si pero él nos dejó a todos encargados. — Se defendió mientras Skye le daba un té de hierbas a Finn para que mejorará.
— Oh si es por la cena, yo sé cocinar. — Mencionó la castaña llamando su atención. — Solo necesitare su ayuda para conseguir algunos ingredientes... — Murmuró pensando en las plantas que tenía en el patio.
— ¡Lo que sea! — Chillaron los dos sirvientes sanos viendole con ojos llenos de adoración y esperanza.
— Está bien... — susurro lentamente danoles una lista de las plantas que necesitaría y donde podían encontrará las.
— — ( O — O ) — —
— Esto luce... Comestible. — Dijo Ciel sorprendido ante el plato de salmón ahumado con hierbas que le fue servido ¿No sé suponía que hoy cocinaba Bard?
— Bastante de hecho. — Comento igual de sorprendido Sebastián viendo el plato de comida.
— ¿Tú lo hiciste? — Pregunto el conde hablándole a su chef quien se estiró en su lugar.
— N-No... Fue Skye.
— ¡Ella sabe muchas recetas y nos dejó probar! — Añadió un sonriendo Finn luego de que la vampira hiciera galletas solo para el.
— Entiendo ¿Donde esta ella? — Quiso saber notando que no estaba en ninguna parte a su vista.
— Dijo que no se sentía bien, y fue a su habitación a descansar. — Informo Maylene.
— Sebastián. — Le llamo y el mayordomo no tuvo que recibir una orden para saber que hacer.
— Enseguida. — Asintió haciendo una reverencia para salir del comedor a la habitación de su familiar.
Skye vio la galleta en su mano suspirando, aún cuando la probara su sabor no sería el mismo que adoro antes, tampoco se sentiría satisfecha al comerla... Dejo la galleta sobre su mesa de noche viendo la planta que cuidaba en el macetero en su mesa de noche, unos golpes en su puerta la distrajeron y tan solo Murmuró un "pase" por instinto.
— Si no te sentías bien, solo tenías que pedir un poco más de sangre. — Dijo el demonio entrando a su habitación cerrando la puerta detrás de él.
— Solía sentir las plantas al crecer, y era ... Maravilloso. — Murmuró sentándose en la cama abrazando sus rodillas. — ahora, sin importar cuanto lo intente todo está muerto. — incluso el... Pensó con amargura tragando los sollozos que quería dejar salir.
— Aún puedes sentir otras cosas. — Aseguró el Demonio trepando en la cama hasta estar prácticamente sobre ella. — Odio, dolor, placer... — Susurro acariciando su mejilla.
— ¿Algunas ves has sentido real placer? — Pregunto algo curiosa viéndole a los ojos.
— Al disfrutar de una buena alma... Y con algunos juegos mortales, todo depende del compañero. — contesto pasando su pulgar por los labios de la chica.
— Que demonio más descarado. — Lo acuso pero no se movió de su lugar. — ¿Me harás sentir bien si te digo lo que tú amo quiere?
— ¿Porque crees que quiero información de ti?
— No es tan discreto como aparenta, y el mismo dijo que alguien de mí pasado esta conectado con una de las misiones de su reina. — Respondió con honestidad ganándose una sonrisa divertida del demonio.
— En ese caso ¿Que será?
— ... — En 10 años cuando pensara en el momento en que su vida termino de irse a la mierda, probablemente recordaría este momento, pero ahora mismo tan solo quería sentir algo de nuevo... Lo que fuera. — Eres un malvado demonio. — Lo acuso nuevamente deslizando sus brazos por su cuello uniendo sus labios para poder besarlo.
Su respiración era pausada y caliente mientras cubría parte de su rostro con una de sus manos arqueando su espalda a medida que sentía al mayordomo entrar por completo en ella.
— Pero que linda cara estás haciendo ahora. — Sonrió con malicia al ver el sonrojo expandirse por el rostro de la doncella apretando su agarre en su cintura.
— I-Imbecil. — Le riñio quitándole la camisa por qué era totalmente injusto que la única totalmente desarreglada fuera ella.
— Las señoritas no D-Deberi— se calló al sentir una mordida en su cuello que le hizo gruñir, no fue lo suficientemente fuerte como para sacarle una gran cantidad de sangre pero si para hacer que unas pequeñas gotas salieran, gotas que estaban siendo lamidas con vehemcia de su piel por la vampira, y por primera vez en mucho tiempo Sebastián pensó que realmente estaba disfrutando el sexo.
— ¿No te gusta amo? — Pregunto con diversión en sus ojos la castaña Relamiendo sus labios de forma coqueta, y eso fue todo lo que el demonio necesito para querer quitarle todos los sentidos a la vampira. — ¿Seba—¡Ah! — Gimió aferrándose a él enterrando sus uñas en su piel en busca de dulce consuelo sintiendo todo su cuerpo estremecerse a causa del placer, y finalmente pudo sentir algo más que dolor y arrepentimiento.
— — ( O — O ) — —
— El pueblo en el que nací fue diezmado por una enfermedad, yo fui la única sobreviviente, los del pueblo vecino dijeron que sobreviví por qué era una bruja e intentaron quemarme en la hoguera. — Comenzó a relatar abrazando sus rodillas viendo al demonio vestirse. — No estaban tan lejos de la realidad, era una druida, el hombre que sabía esto y me lo explicó fue Teo, él me salvó y adoptó como su hija. — Sonrió suavemente al recordar a su padre adoptivo. — El me enseñó todo lo que se, era como yo... Y tenía muchos más años que cualquiera que hubiera conocido.
— ¿Que pasó con él?
— Murió, Lucas... Mí amante en ese tiempo lo mato luego de que Teo negara nuestra relación y se enterara de mí destino...
— ¿Destino?
— No es algo que necesites saber. — Dijo de forma fría y sería el demonio decidió no indagar más por el momento. — El es el amo de la bruja de la que te hablé.
— Entonces asumo que fue el quien te convirtió.
— Exacto, luego de que lo hiciera logré escapar y estuve escondida hasta que los hombres de Selene me encontraron y luego llegaron ustedes. — Explicó viendo el cielo nocturno por la ventana. —¿Eso es todo?
— Por ahora, fue una maravillosa velada, buenas noches — Se despidió pero antes de salir recordó algo. — Una cosa más, antes dijiste que deseabas amarme ¿Porque? — Pregunto curioso viéndola sonreír de forma amarga.
— Mí amor carga una sentencia de muerte, todos los que amo mueren. — Dijo con esa misma sonrisa viéndole con dulces ojos y el mayordomo pestañeo dos veces.
— Entiendo, con su permiso. — Se retiró sonriendo cuando salió, de verdad hizo una buena elección respecto a su primer Familiar...
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