Bodas de sangre

— ¿Que te parece este? — Pregunto Sebastián y ella vio el anillo para luego sonreír suavemente.

— Creo que es perfecto. — Dijo de forma alegre abrazando del brazo al mayordomo quien veía al dueño de la tienda.

— En ese caso, nos llevaremos este por favor. — Señaló al encargado quien sonrió.

— ¿El nombre de la feliz pareja? — Pregunto el hombre con una sonrisa enternecida ante la linda pareja frente a él.

— Sebastián y Skye Michaelis. — Respondió el mayordomo con una sonrisa encantadora y Skye intento mantener la suya, recordándose que todo era temporal.

Esa misma mañana...

— Tenemos una nueva misión de la reina. — Anuncio Ciel tomando el café que Skye preparo para él.

— ¿Si? ¿Cuántos días saldrán? — Pregunto curiosa, el joven amo había estado tranquilo los últimos días, e incluso le prohibió salir de la mansión para evitar accidente como los del otro día... ¡No fue su culpa! Ella no pidió ser casi secuestrada por Will.

— Vendrás con nosotros, la misión de esta vez es algo "especial"

— ¿Especial?

— Varias novias han estado desapareciendo horas antes de sus bodas, sin dejar rastros o notas detrás.

— ¿No es normal que un par de novias se asuste antes del gran momento?

— Lo es, pero en este caso, ninguno de ellas ha sido encontrada, y todos aseguran que todas ellas estaban felices por el compromiso, por lo que su majestad nos ordenó encontrar al culpable de las desapariciones, y detenerlo.

— ¿En ese caso estaremos vigilando algunas parejas?

— No exactamente. — Dijo con una sonrisa que no le agrado para nada a la vampira. — Sebastián. — Le llamo dejando que el demonio entrara a la habitación quien con una sonrisa parecida se arrodilló frente a la castaña a quien no le estaba gustando para nada la situación.

— ¿Me haría el honor de casarse conmigo?

— ¿Eh?

Volviendo al presente.

—¿Porque no solo podíamos seguir a alguien? — Pregunto Skye con una sonrisa fingida en su rostro tomando café junto a su novia en una cafetería muy concurrida.

— El Joven amo no deseaba poner a ningún inocente en peligro.

— Que amable de su parte. — contesto con sarcasmo rodando los ojos. — A todo esto ¿Cuánto más falta por hacer hoy?

— Tenemos que visitar las iglesias ahora, las víctimas fueron a tres iglesias diferentes y consultaron en otras 5 cada una antes de escoger así que, falta visitar al menos unas 15 iglesias hoy. — Respondió logrando que la vampira hiciera un sonido parecido al de un animal muriendo.

—  Debí irme con Will cuando tuve la oportunidad. — Se lamento suspirando.

— Por favor abstente de hacer comentarios sobre huir con otros hombres frente a tu prometido. — Pidió pareciendo herido.

— No eres mí prometido de v—se calló cuando una cuchara con un pedazo de pastel fue metida en su boca obligándola a cerrarla y probar el pastel.

— Durante lo que dure la misión, lo somos, así que con cuidado. — Razonó haciendo que chasqueara la lengua.

— Terminemos con esto pronto.

— — ( O — O ) — —

Estaban entrando a la sexta iglesia del dia mientras Skye miraba con atención al mayordomo percinarse con el agua bendita.

— ¿Pasa algo? — Pregunto curiosa al notar la mirada decepcionada de la joven.

— Se qué cosas como el agua bendita no te hacen daño... Pero aun así una chica puede soñar. — Respondió negando suavemente estremeciendose ante la sonrisa del mayordomo que se acercaba a ella.

— ¿Deseándole mal a tu prometido? Quizás deba castigarte. — Dijo de forma juguetona y ella le apuntó de forma acusatoria manteniendo su distancia.

— ¡Estamos en una iglesia! ¡Comportarte! — Chillo siendo abrazada de la cintura intentando liberarse.

— Creo que ya dejamos en claro que nada aquí me afecta.

— Ten algo de respeto por la casa de Dios.

— No es tu Dios. — Contesto divertido no haciendo nada más que sostenerla.

— ¡Es el Dios se alguien! — Se defendió hasta que el demonio le soltó para su sorpresa y vio entrar a un hombre acercarse vestido de sacerdote.

— Usted debe ser el Sacerdote acargo, es un placer — Saludo de forma cortes. — Somos la pareja Michaelis.

— ¿Sebastián y Skye cierto? — Pregunto acercándose un poco para  estrechar su mano. — Soy Alexander Twinning, es un gusto recibirlos en nuestra modesta iglesia.

— Es bastante encantadora. — Halago Skye colocándose al lado de su seudo prometido con una sonrisa amable en su rostro estrechando también la mano del padre.

— Me halaga con sus cumplidos, hacemos lo que podemos con los recursos que tenemos. — Contesto sonriendo también. — Por cierto ¿Cuando planean celebrar la gran ocasión?

— En un par de días. — Informo Sebastián.

— ¿Días? ¿No es algo pronto? Ambos parecen muy jóvenes.

— Cuando es amor verdadero, puedes sentirlo... Y no tengo dudas en mí corazón de que quiero pasar el resto de mí vida con la persona que amo. — Explicó Skye con sus manos sobre su pecho mirando con cariño al demonio para luego ver al padre.

— Oh... Entiendo, veré que tenemos disponibles, por aquí por favor. — Dijo haciendo una señal para que le guiarán a su estudio.

— — ( O — O ) — —

— ¿Cuántas iglesias faltan? — Pregunto Skye saliendo de la iglesia ya harta de todo el recorrido.

— Tan solo faltan un par mas. — Dijo sonriendo al escucharla gruñir.

— Estoy demasiado cansada como para seguir. — Se quejó sentándose en una banca mirando el cielo que fue tapado por un sonriente Sebastián.

— ¿Necesita energía extra? — Ofreció y ella apretó los labios, dijo que comería pero nunca dijo que le gustará hacer lo ...

— Yo...

— ¡Sebastián! — Escucharon ambos haciendo que giraran sus rostros para ver una chica de dorado cabello y vestido rosa correr en su dirección.

— Señorita Elizabeth. — La saludo el mayordomo haciendo una leve reverencia. — ¿A que debo el honor?

— ¡Vine por la novia! Ciel dijo que podía encargarme de ella ¿No es fantástico? — Hablo con alegría saliendo de cada uno de sus poros.

— ¿Que?

— En efecto, es maravilloso, en ese caso con su permiso tengo que seguir en busca de una iglesia, le encargó a mí prometida señorita Elizabeth. — se excuso siendo sostenido del brazo por una Skye entrando en pánico.

— ¡¿Quien es ella?! — Grito por lo bajo.

— Es la prometida del joven amo, así que debes cuidarla y ser buena con ella, buena suerte. — Le dio la vuelta dejándola a disposición de la rubia.

— ¡Eres más linda de lo imaginé! Esto sera tan divertido, ¡Vamos! Tenemos mucho cosas hacer. — La jalo y la castaña rogó con la mirada al sonriente demonio.

— ¡Sebastián! — Grito en auxilio a medida que era arrastrada por las calles de Londres.

— — ( O — O ) — —

— ¡Vamos Sal, estoy segura de que te verás hermosa! — Chillo Lizzie esperando que saliera del probador.

— Creo que estoy es demasiado para mí... — Comento saliendo del probador con un vestido blanco de novia y su cabello suelto.

— ¡Kyaaa! Te ves perfecta. — La felicito acercándose para ver la más de cerca notando algo en su espalda, en la base de cuello. — ¿Que es esto? — Dijo intentando tocarlo pero la vampira reaccionó de inmediato.

— ¡No lo toque! — Pidió viéndola de frente nerviosa. — Es un tatuaje de mí familia... Es muy importante para mí. — Explicó apretando sus labios viéndole apenada.

— Oh entiendo... — Murmuró pensando en algo para cambiar el humor. — ¿Tu familia vendrá al evento?

— Ellos murieron cuando era una niña. — Contesto con una leve sonrisa. — Y la persona que me cuido también falleció hace un tiempo, así que estaré sola. — Relato sintiendo las manos de la chica sobre las suyas sorprendiendose.

— ¡Eso es muy triste! Pero no te preocupes Ciel y yo estaremos contigo, podemos ser como tú familia. — Aseguró decidida. — además Sebastián está contigo ahora así que ya no estarás más sola.

— No... Ya no lo estaré. — Dijo algo divertida ante el pensamiento de ser acompañada por el demonio.

— — ( O — O ) — —

— ¿Cómo dijiste que se llamaba este lugar? — Pregunto una niña de cabello negro y ojos grises mirando la ciudad dentro de un coche.

— Londres. — contesto su acompañante con heterocromia y una sonrisa en su rostro.

— No veo que le ve a este lugar Luce. — Comento volviendo su vista al  chico.

— Ni yo, por eso vinimos por ella... — Murmuró con una leve sonrisa. — por mí luz y tú hermana...

Aquí les dejo el tatuaje de Skye.

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