Una Niña y Un Dulce Engaño
Una persecución... Una emboscada... Una salida complicada, pero factible para nuestros enemigos. Así hicimos Maia y yo para escapar de esos intrusos que nos hicieron vivir minutos intensos de adrenalina. Pero todo lo que sube, tiene que bajar para esos asquientos humanos... ambos nos juntamos para mandar todo al demonio mediante una inmensa bola de energía y dejar con el dueño del carro que nos robamos a merced nuestra y matarlo a sangre fría, tal como nos gusta.
Nos salimos con nuestro gusto, una vez más, y no hubo un humano, ni siquiera unos simples policías, que se interpongan en esto. Sin embargo, el trío de rufianes ya supieron de esto cuando leyeron los periódicos por internet y así reaccionaron.
Hotel en Denver...
"De nuevo... Los vampiros lo hicieron de nuevo. Fíjate en la web de este periódico... ¿Es esto lo que causan ahora? ¿Una explosión en medio de un puente de Denver?", leía Alba en medio de su impotencia por saber de un nuevo ataque a la ciudad.
"¿Explosión? ¿Eso hicieron? Por el amor de Dios... ¿Cómo ellos siendo vampiros pueden causar esta clase de tragedias? ¿Qué tipo de poder místico tienen Benimaru y Maia?", preguntó su hermano Soiree.
"No lo sé... Pero tengo una hipótesis inicial: creo que esos vampiros poseen una fuerza diabólica extraída de no se donde, por eso se alimentan de sangre humana. No sabemos a qué tipo de amenaza nos enfrentamos, pero sabemos de que sus intenciones no son buenas", dijo Ángel pasando sus manos sobre su rostro y pelo en señal de angustia por este crimen que cometimos en el puente.
"¿Saben qué? ¡Me cansé! Hoy mismo nos enfrentaremos a ellos... Y llevaremos también nuestros elementos a la manos para que sepan sus propias debilidades. No debemos dejar que se salgan con la suya", dijo Alba consumido por la cólera de ver cuánta maldad hicimos en Denver.
"Estoy contigo, Alba... Esos vampiros morderán el polvo de la derrota en cuánto conozcan que tan vulnerables son a estos productos", dijo Soiree, mostrando ajos, flores, un crucifijo y un rosario que lo escondió en la bolsa.
"Si querían guerra ellos, pues guerra la van a tener anticipadamente. Y esto es solo una muestra de que lo valientes que somos los humanos... Benimaru y Maia no sabrán lo que les espera", dijo Ángel sosteniendo una estaca de madera en su mano.
Parque, 3:36pm.
Después de la tragedia que causamos en el puente de Denver, Maia y yo fuimos a un parquecito común y corriente para entretenernos un rato a pesar de la gran cantidad de esquincles de todas las edades que nos rodean y se divierten en los columpios, el sube y baja, los toboganes y cualquier cosa. Pero entre tanto mugroso junto, encontramos a una niña especial que nos dio una enorme curiosidad por conocerla, quizá ella sería la primera en ser marcada con el sello del pentagrama invertido y convertirla en una de nosotros.
"Uffff... Tengo hambre y sed, no hemos comido nada desde que salimos temprano de la guarida y causamos alarma en la ciudad. Felizmente no hizo tanto sol como otros días, ¿cierto?", preguntó Maia que se cansó de caminar y quería sentarse de una vez en el primer banco que se encuentre.
"Sí, pero igual los rayos del sol nos perjudican... Al igual que ver a estos pinches niños que salen de sus colegios a esta hora y van a jugar a este parque. Si me acerco a ellos, me sacarán canas verdes, maldita sea... ¡Odio a estos enanos!", dije, pero Maia me señalo con su dedo a esta niña que anda caminando en el parque.
"¿Cómo vas odiar a estos enanos si hay una niña hermosa y de aspecto humilde, que pareciera que no matara una mosca, surcando por este lugar? ¿Me acompañas a conocerla?", preguntó Maia que se hacía la muy suplicante con tal de estar con ella, pero era solo parte de su plan.
"Maia... ¿Qué parte de 'odio a los niños' NO entendiste? Me haces pasar vergüenza comportándote como una caprichosita niña al igual que todos esos engendros... Pero bueno, si así es como lo pides, entonces vamos a conocerla...", dije, mientras Maia me tomó de la mano y me llevó a rastras a donde estaba la niña.
"Pero Amo Benimaru... La niña a la cual estamos por conocer es perfecta para convertirla en uno de nosotros mediante el pentagrama invertido. Cuando se distraiga, la marcaremos y mañana la haremos nuestra", dijo Maia a pocos metros de la niña.
"Mmmmm... Sería una grandiosa idea salida de tu magnífica mente, Maia. Después de todo, los niños no son tan odiosos como yo lo creo y puede que estén bajo nuestro control con sólo un pequeño descuido suyo", dije, mientras fungimos ser humanos para tratar de hablar con la niña.
"Hola, niña... ¿Cómo estás? (La niña nos miraba con sus ojos tristes) ¿Estás triste? ¿Tus padres no vinieron al parque contigo?", preguntó Maia.
"No tengo familia, soy huérfana... Me llamo Hinata, vine sola y no estoy triste... ¿Qué hacen ustedes en el parque? ¿Acaso son unos forasteros?", preguntó la niña de cabello rosado amarrado con una cola y piel pálida similar a la nuestra.
"No, somos forasteros... Somos dos visitantes que estamos de paso en este parque. Me llamo Benimaru y ella es Maia, mi amiga... ¿Quieres conocer el lugar donde vivimos?", dije, mientras nos presentamos frente la pequeña Hinata antes de llevarla a la guarida.
"Sí. Llévenme, por favor, me da curiosidad de saber de dónde son", dijo la niña que, por ingenua y hablar con dos extraños, caerá en nuestra trampa.
Callejón, 3:57pm.
Así, mientras lamía mis labios, Maia y yo la llevamos a nuestro rincón secreto, pero para que sea sorpresa, le cubrimos sus ojos y la sentamos en nuestro carro hasta que lleguemos al destino señalado. Hinata no se imagina que después será señalada como la elegida que formará parte de la raza vampírica a través del sello del pentagrama invertido y estará en la guerra contra los humanos más pronto de lo que ellos esperan. Sin embargo, los tres dizque vengadores del bien están al acecho sin que nos diéramos cuenta de su presencia.
"Amo Benimaru... llegamos al lugar. ¿Le destapamos sus ojos o seguirá igual hasta que pasemos la entrada?", preguntó Maia con una voz sigilosa para que Hinata no sospeche nada de las malas intenciones que tenemos para con la pequeña.
"Hmph... (nos bajamos del carro) La tomaremos de su mano tal como está y la pondremos de rodillas al suelo. Después, le retiramos la venda y le revelaremos nuestra identidad con nuestros colmillos... Al final, la niña estará a merced de nosotros", dije cerca de la puerta donde esta Hinata.
"Como usted mande, Amo Benimaru", dijo Maia que abrió la puerta para ayudar a bajar del carro a Hinata y llevarla al interior de la guarida.
No nos demoramos lo suficiente para hacer que entremos a la guarida con Hinata. Pero a lo lejos, Ángel y los hermanos Meira seguían de cerca todos nuestros movimientos y estan a la espera de entrar en acción.
"¿Dónde estamos?", preguntó Hinata.
"Estamos en nuestra pequeña guarida... ¿Pensaste que viviríamos en una casa grande y lujosa? Pues, no... Estamos aquí en un callejón oscuro con implementos extraños que ni siquiera sabes y seguramente también pienses que somos dos tipos amables, comunes y corrientes, ¿no? ¡Jajajaja!", dije mientras turné mis ojos en rojo para sorpresa de Hinata.
"¡Ayayayay! ¿Quienes son o qué son? ¿Por qué están actuando así?", preguntó Hinata que retrocedió de a poco sin que se resbale, mientras le enseñamos los colmillos revelando nuestra verdadera identidad.
"Porque no somos los humanos que creíste conocer... Nosotros somos una raza totalmente opuesta a la tuya. Entérate ahora que somos vampiros... Y tu eres el recipiente terrícola que andamos buscando hace mucho tiempo", dije, acercándome a Hinata.
"¿Recipiente? ¿De qué me hablan?", preguntó Hinata, muy desconcertada.
"Pues... Eres el recipiente que queremos para volvernos más fuertes a través de la sangre humana. Se aproxima una guerra que alcanzará proporciones épicas y tú nos darás la mano convirtiéndote en una de los nuestros", dijo Maia, caminando de forma seductora hacia Hinata.
"No, por favor... No me obliguen a ser como ustedes... Yo nunca he sido así en mi vida... Por piedad se los suplico, no me hagan daño...", dijo Hinata, puesta de rodillas, mientras sus lágrimas se le caían de a poco.
"No queremos hacerte daño... Solo te pedimos que nos des una manito y te unas a la guerra contra los humanos... Es simple y sencillo como contar hasta 10", dije, tras hincar mi dedo con un diente hecho colmillo sacándome sangre.
"No hagamos tan larga la charla con esta niña y pasemos de frente a la tranformación, Amo Benimaru", dijo Maia tornando sus ojos a negros.
"¿Transformación? No no no no no... ¡Ayúdenme, por favor! (Maia se posa por atrás y sostiene los brazos de la niña) ¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Déjame en paz, se los imploro!", gritó y rogó Hinata, mientras Ángel y los Meira escucharon los ruidos de la niña y decidieron intervenir en esto.
"¡Alto! ¡Dejen a esa niña! No se atrevan hacerle daño alguien tan puro e inocente como una flor cuyos pétalos se abren de a poco. Ustedes, vampiros, son seres tan despreciables que no merecen perdón", dijo Ángel, mientras Maia soltó a la niña que se esconde en un rincón de la guarida.
"Ah, son ustedes de nuevo... Echando al barro todo lo que habíamos avanzado... ¡Qué lástima! Para empezar, quiero preguntarles algo... (acercándome velozmente a Ángel y mirándola feo) ¿Cómo llegaron aquí y, a la vez, cómo supieron que torturamos moralmente a una niña?", pregunté, mientras le dí un par de cortas bofetadas a Ángel.
"Los gritos de dolor y súplica lo decían todo... Ustedes han raptado a este pobre angelito y la están presionando a formar parte de la guerra contra los humanos. No es justo que personas tan desagradables como ustedes se desquiten con ella... Soiree, llévate a esta pequeña al hotel, no quiero que caiga en malas manos", dijo Ángel que le entregó a Hinata a Soiree para llevarse lejos de nosotros.
"¡Sobre mi cádaver impedirán que esto ocurra! (Ataco a Ángel y Alba con una pequeña descarga eléctrica) ¿Quieren pelear, perras? ¡Entonces, Hagámoslo!", grité, mientras me quité la camisa y junto a Maia, empezamos la pelea contra Ángel y Alba Meira.
"Hemos esperado todo este tiempo para esto desde que los conocemos y por fin, tenemos el placer de batirnos a duelo con ustedes para saber que tan fuertes son los vampiros en batalla. Vengan por nosotros si se animan, espectros del demonio", dijo Alba que arremetió contra mí.
Así empezaba nuestra lucha entre Ángel y Alba contra Maia y yo. No pensamos cruzarnos contra unos humanos que estén a la par en fuerza que dos vampiros con sed de sangre y venganza como nosotros, pero no queremos ceder ante nada a pesar de tener la pelea dominada a favor nuestro. Ángel es experta en agarres tan despiadados parecidos al de la lucha libre que dejan en jaque a cualquier oponente ante el mínimo descuido, Alba es algo lento, pero lo compensa con sus habilidades para jugarle de igual a igual frente a su rival. Maia es experta en pelear con armas cercanas al enemigo y hacer ataques especiales basadas en la hechicería oscura, y yo me especializo en lanzar poderes eléctricos (ojo, no soy Thor) a largo y corto alcance e invoco mis ataques provenientes de lo profundo del infierno que dejan en jaque al enemigo. Fue una de las luchas más parejas que tuvimos hasta ahora, pero ellos no contaron que, cuando uno se descuida por apenas unos segundos, surjen los problemas y las consecuencias caen por su propio peso.
"¡Ríndanse, lacras demoniacas! ¡Están acabados! Después de diez minutos de una lucha intensa, es imposible que nos puedan vencer con el cansancio que se siente en ustedes", dijo Alba con la estaca en su mano y en secreto, se lo pasa a Ángel.
"Te equivocas, zoquete... Los vampiros no se cansan nunca tras dar todo en cada batalla, podemos seguir peleando hasta que los matemos... En verdad, me sentí impresionado de todas sus habilidades y ataques, pero aquí no acaba la cosa. ¿Saben lo qué pasa cuando tipos como ustedes se meten con Benimaru Nikaido y Maia?", pregunté teniendo mi daga lista para apuntarla y clavarla a los dos si se descuidan un instante.
"Sí, pasan miles de cosas que ni siquiera nos dan miedo... Pero, ¿saben lo que pasa cuando ineptos como ustedes se descuidan aunque sea por unos segundos?", preguntó Alba, mientras Ángel se para detrás de Maia con la estaca en sus manos.
"¡Les pasa esto! (Maia reacciona y se voltea para quitarle la estaca a Ángel de un codazo) ¿Qué demonios? ¿La estaca de madera? ¿Dónde está?", preguntó Ángel que recibió una patada en el estómago por parte de Maia quien ya tiene la estaca.
"¿Con qué querían atacarnos con esto? ¿Una estaca de madera que no nos hace daño en lo más mínimo? Fue una buena jugada, pero no lo suficiente como para caer en su juego. A ver, ¿qué otras trampas tienen bajo el brazo?", preguntó Maia que encontró la bolsa con ajo y verbena dentro de ella, pero a pesar de debilitarse un poco al acercarse a dichos elementos, seguía de pie y las destruyó con un disparo salido del sello del pentagrama invertido.
"¡Nooooooo! ¿Qué hicieron con la bolsa? (Ataqué a Alba por la espalda con la daga) ¡Malditos vampiros!", dijo Alba retorciéndose de dolor.
"¡Alba! ¡Hijos de perra! (Corrió, pero la ataco) ¡Aaaaahhhh!", gritó Ángel que arremetió contra mí queriendo defender a Alba, pero fue en vano porque mi poder diabólico la arrastró contra la pared terminando en el suelo muy lastimada.
"Hermoso ataque, Amo Benimaru", dijo Maia elogiando mis poderes.
"¡Eres un malnacido! ¡Fiel sirviente de Drácula! ¡Me las pagarás todas! No te quedarás con la niña para someterla a lo que quieras, ¿oíste, Benimaru? ¡Nunca llegarás donde Hinata a menos que lo evitemos!", gritó Alba que apenas pudo ponerse en pie e ir con Ángel que también quedó maltrecha tras la pelea.
"¡Jajajajaja! No seré sirviente de Drácula, pero soy un espectro infernal que se convirtió con el tiempo en el mejor guerrero vampiro que jamás se toparon en su vida. Espero que sean consecuentes con las palabras y sus actos porque, cuando vengan por nosotros de nuevo, la guerra habrá comenzado y para ustedes será complicado detenernos, la tierra nos pertenecerá al final y no existirá ningún alma en pena que detenga la invasión de nuestra raza. Hasta entonces, pequeñas sabandijas", dije, mientras Maia y yo dejamos la guarida y vamos en busca de Hinata.
"¡Benimaru! ¡Noooooo!", gritó Ángel.
"¡Maldita sea, perdimos! Perdimos por tratar de mostrar sus debilidades y despistarlos en el momento menos indicado...", dijo Alba abrazando a Ángel y ayudando a levantarse para salir del callejón a paso lento.
"Lo bueno es que la niña está a salvo con Soiree... y escondida en el hotel. Debemos ir de inmediato para allá...", dijo Ángel, mientras se limpia un poco las heridas en sus piernas, brazos y boca causadas por la pelea contra los vampiros.
"Pero... ¿qué pasaría si tanto el odioso de Benimaru como Maia irán tras ambos y los encuentran en el hotel? ¿Y si la convierten en vampiro?", preguntó Alba acomodando sus lentes y pidiendo un taxi que los lleve de vuelta al hotel lo más pronto posible.
"Ay, ten cuidado con lo que dices, Alba... No quiero pensar que esto podría ser real y nos hundirían en una terrible pesadilla... ¡Cómo deseo que la muerte les persiga de por vida! Pero es inútil porque son inmortales y pueden hacer aquí lo que les venga en gana...", dijo Ángel botando su cólera e impotencia por lo que puede pasar si Soiree no defiende a Hinata.
Hotel, 4:24pm.
"Ok, ya llegamos... Ahora, te pido que te escondas en un rincón de este cuarto y no salgas de aquí hasta que yo te diga, ¿está claro? (Hinata asiente y obedece su orden) Muy bien... Esto es por precaución", dijo Soiree tras ver que Hinata se oculta en el armario de la habitación.
"¿Aló, Soiree? ¿Qué novedades tienes? ¿Llegaste al hotel con Hinata? ¿Están a salvo?", preguntó Alba, mientras hablaba por teléfono con su hermano.
"Sí... Todo está bien para empezar... Hinata se escondió en el clóset para prevenir que lleguen los vampiros al hotel. En torno a mí, sólo me queda ver si salen desde donde sea y nos invaden. ¿Y ustedes, cómo están?", preguntó Soiree que se sentó en la cama que lo comparten entre los 3.
En eso, un polvo maligno apareció desde el suelo del cuarto y se acumuló en el clóset donde esta oculta la niña. Aparecí como por arte de magia para espantar y raptarla de nuevo antes de convertirla en vampiro... ¿Cómo se atreve a descuidar y dejar sola a una niña pura e inocente?
"¡Aaaaaaahhhhhh!", gritó la niña con fuerza alarmando a Soiree Meira.
"Tranquila... Tranquila, no te pasará nada si cooperas con nosotros. Vamos a salir despacio del cuarto para toparnos con el tipo que te dejó sola y reprocharlo por su mal accionar", dije, mientras salí con Hinata del clóset para encarar a Soiree.
"¡La niña! ¡Te corto ahora, Hinata está en problemas...! (Cortó la llamada con Alba y Ángel) ¡Benimaru! ¿Qué haces con la niña y cómo entraste aquí para capturarla de nuevo?", preguntó Soiree que vio cómo la tengo de rehén a la pobre de Hinata.
"Digamos que fue cuestión de suerte... La Diosa de la Victoria está de mi lado se podría decir, ¿no? Ahora, ¿qué hacías tú con la niña si se puede saber?", pregunté, mientras le tapé la boca a Hinata para que no grite.
"La protejo de todo peligro que le puedes causar... como no podía ser de otra forma. ¿Y qué tienes en tu mano? ¿Ese es...?", preguntó Soiree que sorprendió al ver la cicatriz con el pentagrama invertido.
"¿Qué ves, idiota? ¿Acaso te llama la atención mi tatuaje con el sello del demonio?", pregunté mostrando a Soiree esta cicatriz que lo hizo Runo.
"Sí... Ni pienses que le harás daño a Hinata con ese tatuaje...", dijo Soiree.
"¡Gyahahaha! ¡Gyahahaha! ¿Estás pensando en las tonterías que dices? Este tatuaje es para marcar a Hinata de por vida... Ella se convertirá en vampiro y me servirá fielmente para así guiarme en mi cometido de conquistar la tierra y ser el próximo Rey de la Oscuridad Moderna", dije dejando sin palabras a Soiree revelando mis malas intenciones.
Estoy tan cerca de cumplir mi meta de marcarle a Hinata con el sello del demonio y que me sirva como mi principal receptora, mi último escollo es el débil de Soiree que, a mi parecer, va a la par con su hermano Alba, pero no está a mi altura en cuestión de fuerza. Nunca me sentí entusiasmado al máximo en tener a una niña cuyo poder oculto sería provechoso para mí si la exploto con insistencia, una vez convertida en vampiro. Ni bien mi amenaza se cumpla, será cuestión de esperar a que la gente se arrodille ante el gran Benimaru Nikaido, el conquistador de la tierra... La suerte está echada, perras... ¡Gyahahahaha!
*Continuará*
*Uffff... Este es el capítulo más largo que escribí y que demandó más tiempo en escribirlo. ¿Qué les pareció la pelea y posterior a ello, los intentos en vano de Alba y Ángel por vencer a Benimaru y Maia? Ahora, está en Soiree salvar a la niña antes que los vampiros le laven el cerebro y la marquen con el sello del demonio. Gracias Tsuki_Sandwich shadowbot32 BrolyVanHellsing47 DalHyunssi -CrxativeGttrx AngelMey2 Vniixx ikusui por su apoyo... Lo mejor está por llegar, espérenlo*.
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