Serás Mía, Lo Quieras o No

Advertencia: Este capítulo contiene contenido erótico fuerte que no es apto para todos los lectores.

Chizuru, esa desgraciada humana que regresó de la muerte, me desafió... Me declaró la guerra, así de sencillo. ¿Y cómo no podía hacerlo si tiene de su lado a sus protegidos Ángel y los hermanos Meira? Bueno, la cosa era que yo no debía salirme con la suya ante mi intención de conquistar la tierra a menos de que ella quiera tener un final feliz para su estúpida gente. Alba, a su turno, también se entrometió exigiendo enfrentarnos en batalla, pero lo empujé para que se le quede bien metidito en la cabeza que las cosas se hacen como yo quiero. Los otros metiches de Soiree y Ángel también hablaron como loros y hasta tuvieron el pinche descaro de meterse con mi Maia, pero ella les respondió atacándolos y en eso, se fueron como unas gallinas bien creídas dejándome solo y esperando que sea el momento para convertir esta guerra en su miserable condena. Y para esto, se nos ocurrió irnos a un cementerio para absorber el alma de un muerto aislado en un ataúd, una vez hecho el acto y volverme más fuerte, un tipo de casi 40 años y tan fortachón como yo nos descubre reclamando por entrar al lugar sin su permiso hasta quiso amenazarnos con llamar a la policía, felizmente nos deshicimos de él clavandolo con un puñal en el abdomen y partiendolo por la mitad porque se metieron con los tipos equivocados. Después, la policía notó de nuestra presencia enterados de este nuevo crimen que cometimos y no tuvimos otra más que apelar a la fuga por toda la ciudad. Mientras tanto, la albina igualada de Ángel se enteró de los dos recientes crímenes que cometimos con la mesera del club nocturno y con el vigilante del cementerio y tras advertirle a Alba, los dos escucharon los sonidos de la policía, descendieron las escaleras del donde se ubican ahora para estar pendientes de todo y se encontraron con Soiree que quiso estar cerca de la acción sin imaginar que los carros de la policía se cuadraron a poco de donde están y lo peor fue que yo bajé del carro para provocarlos sin necesidad de entregarme a la justicia.

"¿Qué? ¿Benimaru está aquí? ¿Cómo lo sabes?", preguntó Ángel.

"(Soiree la detiene) Guarda silencio o nos pueden descubrir... ¿Quieren que nos metan presos por tu culpa?", preguntó Soiree reprochando a la albina.

"¿Qué hará Soiree, Alba? Me da miedo que Benimaru le haga daño si entra en la boca del lobo...", dijo Ángel temiendo que algo le pasaría al Soiree si tiene la osadía de confrontarse contra mi.

"Mi hermano siempre se dejó llevar por sus emociones y en todas, acaba muy mal parado por razones que desconozco. Espero que, tras tantas lunas, no meta la pata que nos perjudique a nosotros", dijo Alba.

"Si se mete en problemas, a nosotros también nos mete en apuros gracias a su torpeza, él no es rival para esos vampiros... Iré a verlo aunque implique que me encuentre con ellos y me hagan pedazos", dijo Ángel que cruzó la pista para ir por Soiree sin saber que está entrando a la cueva del diablo sin medir las consecuencias.

En la autopista, 1:04am.

"Benimaru, Benimaru, Benimaru... (aplaude mientras se acerca a mi) Es una agradable sorpresa que estés en medio de un grave aprieto... Mira a todos los policías que te rodean y esperan que te entregues a ellos, a menos que quieras hacerlo por las malas", dijo Soiree que se pone detrás de mi para aguardar toparme con el.

"¿A qué se debe tu estúpida y nefasta presencia? No me digas que te la vas a cobrar en nombre de los Meira por lo que le hice a tu querida niña, que en paz descanse...", dije, mientras me persigné frente a Soiree y la policía.

"Dime, ¿por qué te da tanto placer matar a gente inocente sin tener compasión de nada? (Le da un puñetazo) ¡Contéstame! (Soiree sigue castigándome) ¿O quieres que te siga golpeando para que todos sepan la clase de cobarde que eres?", preguntó Soiree, pero él no contó que sus golpes no me hicieron daño alguno.

"¡Jajajajaja! ¡Gyahahahaha! (Aparece el aura oscura sobre mi cuerpo y mis ojos se tornan como serpiente) De verdad eres un ser tan imbécil y despreciable que no te diste cuenta de mis nuevos poderes... Con solo un golpe, has convertido a este vampiro sediento de sangre en una máquina de matar... Así que, si quieres confrontarme frente a todos, hazlo si aun te queda algo de valentía en tu miserable existencia", dije, mientras Alba y Ángel se acercaron a Soiree.

"No te tengo miedo, Benimaru... Tus nuevos poderes no me intimidan en lo más mínimo, al contrario, atacame con todo lo que tengas no me importa si eres un guerrero endemoniado o si yo no esté a tu altura. Hazlo... Si eso te da placer así como haces el amor con cualquiera", me desafió Soiree.

"¡Soiree, aléjate de Benimaru! El es más peligroso de cuando nos enfrentamos por primera vez", gritó Alba advirtiendo a su hermano que se apartara de mí antes que un descuido suyo termine por lastimarlo.

"¡Soiree! (Empecé a levitar lentamente surgiendo una grieta en la pista que hizo caer algunos carros de la policía, mientras que otros se elevaron por los aires hasta hacerlos explotar en mil pedazos) ¿De dónde sacó Benimaru tanto poder?", preguntó Ángel, sorprendida por mis nuevos poderes.

"¿Y las unidades de policía? ¿Dónde están? ¿Cómo desaparecieron por arte de magia?", preguntó Alba.

"¡Gyahahahaha! ¿Sorprendidos? Han contemplado mi nuevo poder que hizo sacudir literalmente la tierra, pero nunca van a saber de dónde lo saqué porque quiero que se queden con el beneficio de la duda", dije, pero Ángel se paró frente a mí para sacar las garras y volver a encararme.

"¡Alto! Benimaru, ya nos sacaste de nuestras casillas el hecho que causes bastantes estragos en esta ciudad. ¿Qué más piensas hacer ahora con estos nuevos poderes que posees?", me preguntó la bella joven con toda la desfachatez que la caracteriza.

"¿Me dices que los saqué de sus casillas con tantas muertes que enlutan la ciudad? Jajajaja, no me hagas reír, my little bi**h... En verdad, eres tan ilusa que me encanta verte con esa actitud excitante", dije, mientras me acerque a Ángel con la consigna de atraerla hacia mí para hacerla lo que quiera con ella.

"¿Qué insinúas, rubio? No tienes derecho alguno en acosarme con tus palabras tan subidas de tono... Y tampoco tienes que hablarme como si tu fueras un galancito porque eso ni siquiera te sale bien", dijo Ángel, pero me puse tras de ella para tocarla con delicadeza frente a los hermanos Meira y susurrarle algo al oído.

"Nunca fuí un galán, pero puedo conquistar a todas las damitas diciendo las palabras más sucias y exactas que se me dan la pinche regalada gana... (susurrando a sus oídos) Y tú no eres la excepción, sexy dama... (chasqueo mis dedos para paralizar a los Meira) Me dan ganas de secuestrarte ahora mismo", dije chasqueando de nuevo mis dedos para desmayarla y raptarla.

"¿Qué haces, idiota? ¿Por qué no nos podemos mover?", preguntó Soiree.

"¿Acaso nos paralizaste nuestros cuerpos con solo un chasquido cuan si fueras tu Thanos?", preguntó Alba que no hizo nada para atacarme.

"Es cierto, los paralicé porque quería ver como reaccionaran cuando me lleve a su querida Ángel a un lugar secreto donde no la podrán encontrar. Si ustedes son tan machos como dicen serlo, deben tener la osadía de ir por ella a cambio de reunir la cantidad exhorbitante de 15 millones de dólares para darmelo en 2 días. Si no lo hacen, la convertiré en mi esclava. Piensen esto, ¿cómo podrán afrontar esta guerra sin esta mamacita de su lado? La decisión está en sus manos, see you next time", dije mandando un beso volado y regresando a los Meira a la normalidad para irme de aquí con Ángel como rehén.

"¡Nooooooooo! ¡Ángel! ¡Regrésala, por favor! ¡Ángel!", gritó Soiree.

"¡Maldito, eres mil veces maldito, Benimaru! ¡Ojalá te pudras en el infierno, maldito degenerado...! ¡Eres igualito a todos los demonios juntos! No nos vamos a dar nuestro brazo a torcer, iremos por Ángel aunque sea lo último que hagamos antes la guerra... ¡Lo juramos!", dijo Alba.

En una cabaña lejana, 2:12am.

Los hermanos Meira se mostraron tan débiles y diminutos ante mi que ni siquiera tuvieron el valor de hacerle frente a mis nuevos poderes sin que ellos supieran cómo los conseguí. Ahora que tengo a Ángel en mis manos, será imposible para ambos tratar de ubicarla por cielo, tierra y mar porque la hemos escondido en un lugar inhabitable donde sólo los vampiros como nosotros lo conocen.

"Despierta, mi bella Ángel... Ya llegamos a nuestra nueva morada", le susurré al oído de la albina que se despertó y se encontró atada de pies y manos con dos grilletes, estaba semi desnuda, en una posición incómoda y con los ojos tapados.

"¿Dónde estoy? ¿Por qué no puedo ver? ¿Qué me hicieron? ¿Alba? ¿Soiree? ¿Hay alguien aquí?", preguntó Ángel, un tanto confundida y sin moverse un tantito.

"No hay nadie aquí, excepto por Maia, tú y yo... Los tres estamos en un lugar apartado del mundano y estresante ruido citadino, lejos de quienes según tú los consideras como tus amigos, esos que amenazan con arruinar todos mis planes... Si tú los llamaste, lamento decirte que nadie te escuchó, baby, estás sola contra el mundo y no tendrás la valentía suficiente para escapar de mi", dije rozando su boca.

"Aggghhh... Aleja tus sucias manos de mi boca... Tal vez no podré ver, pero tengo un sexto sentido que me ayuda a percibir cualquiera de sus malas intenciones que tiene para conmigo y la tierra, 'Beninazi'", dijo Ángel que escupió saliva en el suelo.

"¿Me llamaste 'Beninazi'? (Le doy un par de cachetadas en su rostro) ¡Odio que me llame así! Mi nombre, para hacerla recordar por si se le olvidó, es... Be ni ma ru", le dije sílaba por sílaba que valía 4 bofetadas recibidas en su rostro por ofenderme.

"Sí, sí, sí, se cómo se llama... No me lo repita... ¿Cree que soy bruta? A ver, ¿me puede quitar esto que tengo puesto sobre mi ojos, por favor? Quiero ver su horrible rostro para no olvidar a la persona que tengo frente a mí... (le quito la venda de sus ojos) ¿Por qué estoy desnuda?", preguntó Ángel que se sorprendió al ver que no llevaba nada puesto sobre su cuerpo.

"Porque quiero bañarte enteramente de sangre y lamer tu cuerpo para poseerte enteramente, bajo la supervisión de Maia. Vas a obedecer mis órdenes sin protestar o si no, tu vida se reducirá en cenizas, ¿está claro?", le amenacé a Ángel y sin tener otra opción, asintió algo asustada.

"Amo Benimaru... Esta chica no va ceder ante sus amenazas y trata de llevarte la contraria, lo único que le queda es usar su poder mental para manipularla y hacer que caiga redondita en sus redes... Nada se pierde si no lo intenta...", intervino Maia que se vistió como dominatrix.

"¡Jajajaja! Es una genial idea, Maia... (me acerco de nuevo a Ángel) Muy bien, Ángel... Quiero que fijes tus ojos en mí... Respira lentamente... Sientes como tu corazón late con fuerza, tu cuerpo se eriza y tus pupilas se van desapareciendo poco a poco, sigue clavando tu mirada en mi y no te distraigas. (Ángel quedó hipnotizada) Eres mía, baby...", dije besándole castamente en el rostro de la albina.

"Jajajaja... No reacciona... Muy bien, amo, Ángel es toda suya", dijo Maia.

"Desátala... Llévala a mi cama... Mi próximo paso esta a punto de realizarse... (me quito la camisa y el pantalón) ¡Aaaaaahhhhh! ¡Siiiiiii! Ahora si me la pagarás por chocarte conmigo más de una vez y subestimar mi fuerza... Te castigaré severamente por tu maldita impertinencia", dije, mientras contemplé a Ángel recostada y desnuda en una larga alfombra negra que puse en el suelo y yo me quitaba la ropa para tener sexo con ella aunque se oponga hacerlo.

La delicada belleza femenina de una hermosa humana me dominan los sentidos a tal punto de que pierda fácilmente el control. Todo su cuerpo es como un manjar pecaminoso que un vampiro sangriento como yo es capaz de devorarlo de la cabeza a los pies sin dejar huella. Así fue como la besé agresivamente perdiendo el aliento de a poco y sin compasión, la embestía aumentando la intensidad y dolor en su ser, sus gemidos iban subiendo de velocidad cuando yo recorría su intimidad y la acariciaba con desenfreno. Ella, con tanto temor, me correspondía con un beso fingido aunque su mente no se dejaba llevar por el momento pese a continuar en trance y no reaccionar en ningún instante gracias a que mis poderes surjen efecto en la albina. Después, Maia y yo la hicimos voltear para que adopte la posición del perro y así, azotar su espalda y su trasero en más de una ocasión, ahí se quejó de dolor con sus potentes alaridos que no se escucharon por ninguna parte, pero le tapamos la boca para no oírla. Ya para finalizar, la metimos en una pequeña ducha, la bañamos con sangre espesa alrededor de su cuerpo y junto a Maia, pasamos nuestras lenguas para limpiarla, cosa que nos excitó más que a la misma Ángel. La sacamos de la ducha aún sin ropa, concluido el acto sexual, y con las cadenas, estiramos y atamos las manos y las piernas quedando suspendida hacia arriba apoyando con un palo largo de madera.

Exteriores de la cabaña, 3:04am.

"Listo, ahí se quedará hasta que alguien venga por ella. No comerá, no beberá, no se abrigará con una cobija en la noche, se morirá de frío y estará sola en la cabaña... lo malo es que nadie sabe donde estamos", dije, tapandole los ojos a Ángel.

"Me encanta este castigo que le impusiste a esa lagartija venenosa... Cada vez se vuelve más malo, Amo Benimaru... Pero ahora debemos despertarla de la hipnosis que la inducimos para que entienda que Ángel no se vuelva una amenaza en nuestro objetivo", dijo Maia que tiene la fusta en su poder.

"Buena idea, Maia... Después de hacerla mía a nivel sexual, será difícil que se quite toda la sangre que rodea por su cuerpo porque pronto despertará en ella una parte salvaje que tomará por sorpresa a los Meira. Todavía no será el momento, pero ante el más mínimo chasquido, ya no quedará ni la sombra de lo que Ángel fue en un inicio...", dije, mientras me acerqué a la albina.

"¿Qué pasa? ¿Qué me hicieron ahora? No te atrevas acercarte a mi de nuevo, ¿no crees que porque no veo, no escucho parte de lo que dijeron? ¡Eres un maldito psicópata! ¡Tu no tienes alma ni corazón, Benimaru! Te has vuelto loco de remate...", dijo Ángel, pero sus ofensas son como unos bellos halagos para mi.

"Dime loco, dime psicópata, dime manipulador, dime todo lo que salga de tu hermosa boca y yo te respondo con un beso o un fuerte mordisco", respondí, pero ella me escupió en la cara obligándome a retarla.

"Descarado... Usted no tiene ni una pizca de verguenza ni remordimiento de todas las maldades que hace. Dios quiera que se caiga todo el falso teatro que planean sobre los dos, especialmente sobre usted. Antes muerta que obedecer sus mandatos para permitir que la tierra termine en la más profunda decadencia...", dijo Ángel soltando toda su furia.

"Vamos, sígueme atacando con esa lengua viperina que tengas... Cuidado con lo que deseas, ruegale a tu Dios o a quien sea que no se haga realidad... Bueno, nos vamos... Pero cuando volvamos, te quiero ver en el mismo lugar donde te dejamos o si no, las consecuencias saltarán a la vista", dije, mientras Maia y yo desaparecimos del lugar.

"¡Auxilio! ¡Sáquenme de aquí! ¡Que alguien me escuche, por favor! Ay, tengo frío... tengo hambre... y sed. ¡Aaaaaahhhhh! ¡Te vas a pudrir en el infierno, Benimaru!", gritó Ángel, pero nadie escuchó sus ecos.

De regreso a Denver, Alba y Soiree trataron de dormir un poco después de que fueran testigos de cómo Ángel fuera secuestrada como por arte de magia y que fueran testigos de mis nuevos poderes. Es una lástima que lo escaso que tengan no se compare con el nivel de fuerza y energía que poseo para enfrentarlos en la guerra que se viene pronto y por eso, el mayor de los Meira sintió pesadillas de una posible escena donde su hermano y Ángel se volvieron vampiros y lo atacaron hasta matarlo para luego entregar su sangre en un recipiente y beberlo seco y volteado dándome más fuerza de lo que tengo. Entre jadeos y vueltas que adoptaba posiciones, Alba despertó con la frente sudada y aunque quería pasarle la voz a Soiree, lo que alcanzó a hacer es gritar con toda la cólera que tenía vertida en él.

"¡Mereces la muerte, Benimaru! ¿Me oyes? ¡Mereces que yo te mate con mis propias manos!", gritó Alba en medio de sus sueños.

"¿Alba? ¡Me asustaste! ¿Tuviste una pesadilla?", preguntó Soiree.

"¿Que, qué me pasa? Pues, tuve una horrible pesadilla... (levantándose de su cama) Te vi convertido en un vampiro sirviendo a ese lambiscón de m****a de Benimaru... Y Ángel estaba también así en ese estado... Entre los dos me mataron brutalmente", dijo Alba, mientras Soiree se puso de pie y prendió la lámpara.

"¿Qué dices? ¿Que Ángel y yo... fuimos vampiros sirvientes de Benimaru? ¿Y te matamos?", preguntó Soiree, muy asustado por la pesadilla que tuvo Alba que lo puso en alerta.

¡Gyahahahaha! Que esos humanos infames tengan cuidado con lo que sueñan o desean porque no vaya a ser que todo se haga realidad, no quisiera enterarme de que les pasará lo mismo que le sucedió que a Alba y que lo motive a enfrentarme en la guerra. Pero, ¿cómo reaccionará él cuando sepa que sus propios dizque amigos se volverán sus enemigos a muerte gracias a la maldición de la sangre?

*Continuará*

*Ay Lord Benimaru... Cada vez se vuelve más malo, más atrevido y despiadado con cada capítulo que redacto. Rain_Rguez con razón me dio la idea precisa para convertirlo en un villano que todos lo aman y lo odian a la vez. Gracias también a peachanimegames Vniixx IchigoSssoul AngelMey2 BrolyVanHellsing47 21_Fer shadowbot32 y Libertad-Escrita (mi nuevo seguidor en Wattpad) por seguir apoyando mi historia*.

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