Cuando se llevaron al Omega
Aturdido y abrumado, se ve una triste sombra de lo que fue el mas hermoso ser...
Con los nervios destrozados y llorando sin remedio, como
un loco atormentado rogando lo lleve la muerte para que su
infierno termine.
Advertencia: Este capítulo contiene escenas de abuso físico y psicológico, leer con precaución y recuerden: esto es solo ficción.
—Está hecho Señor.
Mirando a través de la ventanilla las oscuras nubes, Chá Eun Woo sonrió, satisfecho, con esas simples palabras. Colgó la llamada sin decir nada mas. Dejó el móvil en la mesa y cogió su copa de vino tinto, la alzó en el aire, mirando el espacio vacío frente a él con los ojos llenos de diversión.
—Por ti, padre —bebió lentamente, tomándose su tiempo en degustar el sabor del vino en su paladar con los ojos cerrados, recordando al hombre que lo había educado.
—A partir de ahora el asunto está en tus manos Eun Woo, hay demasiado en juego. No me decepciones. —La gélida mirada de su padre dejaba muy en claro que no iba a tolerar ni una sola falla. No de él.
—No lo haré. Puedes confiar en mí.
—Eso espero. El deber de vengar la muerte de tu hermano es tuyo.
Lo era, pero no era solo eso lo que tanto ansiaba. No. Él quería poder, y lo conseguiría a como diera lugar
—Quiero su clan también.
Eunho sonrió, Eun Woo le devolvió una sonrisa que no le llegó a los ojos, se mantuvo en silencio un momento, estudiándolo detenidamente, como lo había hecho cuando le prometió el liderazgo de su clan ante la intempestiva muerte de su hermano mayor.
—Limítate a hacer bien las cosas y lo obtendrás.
—Es un trato.
—Lo es hijo.
Sí. Iba a conseguirlo y no descansaría hasta lograrlo.
Si tan sólo se hubiese negado a aceptar la invitación de Junsoo para ir al circuito de carreras de autos.
Pero, ¿Qué otra jodida cosa había en ese estúpido lugar que pudiera ayudarlo a distraerse y olvidarse de la noche que había pasado entre los brazos de Taehyung?
Además, era Junsoo quien lo había invitado personalmente, con su preciosa sonrisa y ojos llenos de cariño, además de que Yoongi y Jimin los acompañarían y al Omega de cabellos claros le haría bien salir de su encierro.
El circuito de carreras era una pista con pésima reputación en donde gente de toda clase se reunía para pasar una buena noche de diversión con drogas, alcohol, música ensordecedora, apuestas en autos y sobre todo... sexo.
Junsoo se había presentado ante él con una preciosa sonrisa de entusiasmo ante la idea de
pasar un rato de esparcimiento lejos de los problemas y las preocupaciones y Jungkook no había tenido corazón para negarse.
—Hola cachorro —Junsoo le había dado un casto beso en la mejilla en cuanto estuvieron fuera de su casa, que en ese momento no supo el por qué, pero le supo a despedida.
—Vamos a divertirnos hoy ¿Vale?
Jungkook, como el Omega embarazado y hormonal que era, le había sonreído y le atribuyó esa extraña sensación a su híper sensibilidad hormonal, se había subido al Audi R8 con el corazón alocado latiéndole frenéticamente.
Fue tan tonto al no hacerle caso a sus instintos, a su lobo, y primordialmente a la advertencia entre líneas que le había dejado Taeul esa mañana cuando lo llamo.
—Si estás seguro de querer ir, cuida de tu bebé y... lo siento mucho, mi sentido pésame Omega... Se fuerte cachorro...
La Alfa estalló en un llanto lastimero que casi no la deja continuar —Dile a Junsoo que lo extrañaré mucho —con la voz entre cortada por el llanto le había dicho esto a Jungkook y había finalizado la llamada, sin darle la oportunidad de responderle o cuestionar el por qué de sus palabras, después de colgar, Jungkook intento regresar la llamada pero ya el teléfono se encontraba apagado.
¡Maldito voto de neutralidad!
Si Taeul no hubiera jurado ser neutral, quizá hubiese podido advertirle claramente lo que pasaría.
Pero vamos, Jungkook no podía decirle que no al Alfa, no después de que su relación de fraternidad había dado un paso adelante después de que el hombre entre llantos le contará toda su historia con su madre y le confesara que en realidad era su padre y no su tío como siempre le habían hecho creer.
Fue una verdad difícil de aceptar en un principio pues se sintió abandonado y engañado pero con el paso de los días la rabia fue menguando y se instaló en él un sentimiento de profundo amor y admiración pues si veía las cosas de una manera objetiva, tampoco debió ser fácil para el Alfa tener que renunciar a su familia y ver como su propio hermano se quedaba con su Omega y sus cachorros.
El Omega se removió, nervioso durante todo el camino al circuito, podía sentir la inquietud de su lobo de nuevo, como lo sintió mientras hablaba con Taeul, todo se acentuó aun mas cuando el sonido de la música estridente hizo vibrar su cuerpo y aturdir sus oídos.
Sus amigos Yoongi y Jimin ya estaban ahí, el Omega de cabellos claros se veía relajado y muy a gusto en compañía de Yoongi, al parecer las cosas empezaban a surgir bien entre los dos y el ambiente a su al rededor era muy agradable.
Pese a la extraña sensación de desconfianza al mirar a las personas a su alrededor, Jungkook se negó rotundamente a seguir su lado racional y a el mal presentimiento que tenía.
Quería estar ahí con los chicos, sin pensar en nada ni en nadie, solo disfrutando de la música y el rugir de los coches que se preparaban para iniciar una carrera.
En algún momento su respiración se agitó y la anticipación de lo que posiblemente iba a suceder le hizo temblar de nerviosismo.
Junsoo lo tomó de la mano y lo llevó entre la multitud, ayudándole a estabilizarse de vez en cuando, dado que el nerviosismo que sentía estaba haciendo efecto en su cuerpo y lo hacía trastabillar, en más de una ocasión estuvo a punto de tropezar y caer de bruces al suelo. Jungkook sabía que algo estaba muy mal, su lobo se lo hacía sentir.
—¿Qué pasa? —Jungkook había agudizado sus oídos, tratando de captar algún sonido extraño, pero el ruido a su alrededor le estaba haciendo difícil el centrarse en averiguar que pasaba.
—Los perros de los Chá están aquí. —Eso desató el pánico en el Omega.
Junsoo aferró su mano y corrió con él al auto, Yoongi y Jimin a la siga. Ambos Alfas querían luchar pero eran conscientes de que estaban en desventaja numérica, solo eran ellos dos contra mas de una docena de Alfas bien armados, no podían atacar sin ser agredidos o algo peor y tenían que sacar a Jungkook y a Jimin de ahí lo más rápido posible para ponerlos a salvo.
Después de la muerte de Chá Eunho, su hijo Eun Woo, dejó bastante en claro que iba a tomar
cartas en el asunto para vengar el asesinato de su padre y le cobraría su muerte a Jeon Junsoo y a su clan.
Haría pagar al culpable y quería venganza. Así que, no desaprovecharía la oportunidad de tomar al cachorro de los Jeon al verlo al fin desprotegido en terreno neutro. Y ellos no podían permitir eso.
Junsoo y Yoongi fueron conscientes de su falta de oportunidades para luchar y vencer a más de una docena de alfas maduros y armados hasta los dientes, cuando las cosas se complicaron.
Los hombres de Chá habían captado la presencia de Jungkook y no tardaron en seguirles.
—¡Maldita sea! —Yoongi, quien conducía, trató de perderlos al meterse en una bifurcación, dio un giro en U y tomó la desviación a la autopista.
La primera bala impactó en el cofre del auto de los Jeon, Jungkook pegó un bote y se agachó de inmediato entre el espacio que hay entre el asiento de adelante y los de atrás.
El miedo incrementando en su ser demasiado rápido, entonces, su aroma comenzó a tornarse ácido, como a toronjas podridas y no pudo luchar contra su lobo que amenazaba con emerger a la superficie para protegerlo y al cachorro en su vientre.
Aún si eso era una seria ventaja para ellos, en ese momento no era lo más prudente puesto que el lobo blanco era casi tan enorme como su pareja el lobo negro y sin lugar a dudas destrozaría el auto en el que iban. Junsoo sacó la pistola que tenía en la guantera y disparó sin un objetivo fijo.
—¡Contrólalo Jungkook! —Le gritó refiriéndose a su lobo.
Salieron a la autopista, Yoongi pisó el acelerador a fondo y entonces, las cosas se complicaron aun más.
Una enorme camioneta impacto de frente contra ellos, Jimin se golpeó la cabeza contra el cristal de la puerta y quedó inconsciente al instante, Junsoo que iba en el auto del mismo lado que Jimin salió despedido por el impacto y su cuerpo quedó extendido en la carretera a unos metros de distancia del impacto.
Yoongi y Jungkook estaban en el auto del otro lado del impacto y seguían conscientes, sin embargo debido a la fuerza del choque la puerta del conductor quedó aplastada y las piernas de Yoongi quedaron atrapadas bajo ella.
Jungkook tenía múltiples heridas en el rostro y brazos, ocasionadas por los vidrios rotos de las ventanas del auto, su cabeza también había impactado contra el cristal aunque con menos fuerza dejándolo sólo aturdido, fue así como el Omega tuvo que presenciar con horror cuando Chá Eun Woo llegó hasta donde estaban y descargó todo el tambor de su magnum contra la frente de Junsoo matándolo al instante y dejando su cadáver hecho un amasijo de sangre y sesos regados en todas partes. No era el plan inicial de Eun Woo pero eso poco le importó y no dudo cuando tuvo la oportunidad de matarlo.
Jungkook se paralizó de horror por unos segundos cuando dos Alfas del clan de los Chá llegaron hasta él, sus gritos se mezclaban con los de Yoongi que bramaba de dolor, rabia e impotencia.
Lucho cuanto pudo pero fue inútil, aquellos Alfas lo drogaron y se lo llevaron a rastras sin que nadie pudiera impedirlo.
Seis meses después..
¡Acorralado!
Esa era una buena descripción para definir como se sentía Jungkook en esos momentos, ¿Cuánto tiempo llevaba allí? Ya no lo sabia con exactitud.
Meses seguramente, pues su vientre estaba cada vez mas prominente y pesado, su bebé, su
cachorro, era el único testigo que lo acompañaba en su sufrimiento. Sentía que las fuerzas poco a poco lo abandonaban, y ese días en particular ya no podía sentir como antes a su cachorro en su vientre.
Pero, ¿Qué podía hacer por él estando encerrado allí? Nada, solo rogarle a la Diosa que le permitiera aguantar hasta verlo nacer.
Tenía mucho miedo, por él y por su cachorro, ya podía escuchar de nuevo las pisadas acercándose lentamente hacia él, la cerradura empezaba a girar para abrir la puerta y ya sabía quien estaba detrás de ella.
¡Su captor, su verdugo!
Sabía que una vez mas venia a tomar lo que no le pertenecía, lo que antes solo fue de su único amor, de su Alfa; su cuerpo, su alma todo aquello que era su ser, ya no le pertenecía, ahora le había sido arrancado y tomado a la fuerza noche tras noche por un monstruo. Y otra vez podía escuchar que se acercaba, una vez mas seria tomado a la fuerza, una vez mas un pedazo de su alma le seria arrancado.
Eun Woo entro al pestilente cuarto donde tenia recluido a Jungkook y lo vio encogerse en una esquina, amarrado como un animal de una cadena que cada que hacía algún movimiento brusco le daba una pequeña descarga eléctrica, aquello por supuesto era una precaución para impedir que se transformará en su lobo.
—¿Y cómo están hoy la puta de Kim y su bastardo? —Gruño ruidosamente el Alfa y se acercó a él, Jungkook lloraba y gemía suavemente, su olor a tristeza, a cal húmeda se mezclaba con el fétido olor a óxido, moho y cañerías viejas proveniente de las tuberías del lugar.
—VEN AQUÍ —le ordenó con su voz de mando Alfa.
Jungkook sabia lo que iba a pasar a continuación y lloro aun mas fuerte; igual que cada noche, pero no tenia otra opción ¿verdad? Era esto o que lo golpearan y lo dejaran sin comer como ya había sucedido antes cada vez que intentaba negarse, y su bebé necesitaba el alimento, tenía que aguantar por su cachorro.
Se puso de pie y caminó hasta donde se lo permitía la cadena, con las piernas temblorosas hasta que estas le fallaron y cayó de rodillas al suelo.
Eun Woo lo agarro con fuerza de la barbilla para inspeccionarlo, sus ojos marrones antes brillantes e inocentes ahora lucían opacos y tristes, su cabello antes liso y sedoso ahora se veía enmarañado y sucio, sus labios antes carnosos y de un color rosado ahora pálidos y resecos y su piel había llevado la peor parte, antes blanca e inmaculada como porcelana fina, ahora estaba cubierta de heridas y moretones.
—¿Qué diría ahora al verte el imbécil de Kim? —se burlo mientras lo inspeccionaba —¿Qué diría el orgulloso de Jeon Junsoo de ver como rompí en pedazos a su precioso hijo? —se río a carcajadas.
—¡Oh perdona! lo olvidaba, los muertos no hablan. —En ese instante la imagen de su padre muerto aquella tarde en que su pesadilla comenzó volvió una vez mas a su memoria para atormentarlo.
—Bastardo —masculló entre dientes el Omega.
Jungkook cerro los ojos para que todo pasara mas rápido, él sólo quería que todo terminara para volver a dormir, y ojala ya nunca despertar. Eun Woo lo empujo bruscamente al suelo, girándolo y dejando su culo al aire.
—¡AHHHHHH! —Se oyó un gritó cuando el Alfa empujó ásperamente su polla en el pequeño agujero seco y sin ninguna lubricación del Omega que protestaba contra la repentina intromisión, pero el Alfa uso tanta fuerza que su pene se introdujo mas allá del borde de la apretada entrada de Jungkook.
—¡Joder! Toma eso puta —Eun Woo gruño y golpeo la cabeza de Jungkook contra el suelo, el Omega lloraba desconsoladamente y le rogaba a la Diosa que su martirio se detuviera mientras el Alfa golpeaba sus caderas hacía adelante, retrocedía y avanzaba otra vez, repitiendo esta acción una y otra y otra vez.
Jungkook sentía que no habría un final para esto, así que mientras estaba siendo abusado por ese cruel e inhumano Alfa solo podía llorar, esperar y rezar para que todo terminara pronto.
Eun Woo fue criado por Eunho con la idea de que los Omegas no tenían ningún valor, que fueron creados solo para ser follados y fue educado para no amar a ninguno ni siquiera a Hoseok quien también era víctima de sus maltratos y según sus propias palabras "solo le servía para follar y darle hijos"
El agujero anal de Jungkook se extendió desproporcionadamente cuando el nudo de Eun Woo se hinchó en su interior, se desgarro las cuerdas vocales gritando de dolor, pero al Alfa no le importo, solo se recostó con él en una posición en la que él se sintió cómodo, mientras estuvieron anudados, importándole poco o nada lo que sintiera el Omega.
—Deja ya de llorar, acostúmbrate porque esto es lo que te sucederá por el resto de tu vida, sucia puta —Eun Woo le susurró en el oído y Jungkook entonces lloró aun mas fuerte, irritado con el sonido de su llanto, agarró con fuerza el cabello del Omega y golpeo su cabeza contra la pared.
—Te dije que te callaras y te sigo escuchando puta.
Jungkook sintió como unas cuantas gotas de sangre se deslizaban del costado de su cabeza y de entre sus piernas, sintió pánico por su cachorro y se abrazó fuertemente a su abdomen, gesto que no paso desapercibido para Eun Woo.
—¿Sabes qué es realmente gracioso? El desespero en el que esta ahora tu Alfa, el muy imbécil creyó que regresándome a Hoseok te soltaría y hace unos días cuando le envíe algunas fotos de tu enorme barriga, también me ofreció darme el control de su clan.
—¡Vaya estúpido! Yo jamás daría algo por un inservible Omega.
—Eres una basura sin corazón —le dijo Jungkook y el Alfa le dio una bofetada.
—Claro que no lo tengo y menos ahora que Taeul me ha maldecido, ¡mirameeee! Soy un monstruo por culpa de esa maldita bruja.
Jungkook pudo ver que Eun Woo se había retirado el parche que llevaba en el lado derecho de la cara en donde le hacia falta un ojo, le había dado lepra y la piel se le veía como si se hubiese quemado en un incendio.
—Pero ni ella, ni sus brujerías servirán para encontrarte, todo se puede ocultar en este mundo, con mucho dinero y un poco de magia negra —El Alfa sonrió de forma espeluznante y le guiño su ojo bueno.
La visión de Jungkook se torno borrosa, su cabeza punzaba de dolor, estaba mareado y todo le daba vueltas, sentía que su cerebro iba a explotar, jadeo y se remojo los labios con la lengua.
—Un día va a encontrarme, mi Alfa vendrá por mi y se hará un caldo con el ojo que te queda.
Un golpe le fue dado en el vientre con el puño del Alfa, —¡Cállate! Te he dicho que no quiero escucharte.
Jungkook guardo silencio, no tuvo otra alternativa, no quería que Eun Woo lastimara mas a su bebé, quería evitar que le hiciera algo peor.
Cuando el nudo bajó, el Alfa lo follo unas cuantas veces más hasta que el Omega no pudo resistir y cayó inconsciente, chorreando por su entrada una mezcla viscosa de sangre y semen. Después de que su nudo bajará nuevamente se levantó y salió dejándole en el suelo una bolsa plástica que contenía un sándwich, una pequeña caja de leche y otra de cereal.
Casi dos horas después Jungkook recobró el conocimiento, se enderezó y como pudo se arrastró de nuevo hacía la esquina, tomando a su paso la bolsa que ya podía suponer, contenía la comida que se había ganado por ser follado por Eun Woo.
Trato de calmarse y comenzó a comer pequeños bocados del sándwich de forma lenta tratando de olvidarse del dolor que sentía en todo el cuerpo, especialmente en la parte baja de su vientre y en su entrada.
Tenía que alimentarse, aunque no quisiera, debía hacerlo, por su bebé y por su Alfa, ahora que Eun Woo le había dicho que Taehyung conocía de su embarazo podía imaginarse la angustia que sentía el Alfa sin conocer el paradero de su Omega y de su cachorro.
Como bien dijo Eun Woo, debía estar muy desesperado para ofrecer la dirección de su clan a cambio de su libertad. El pensamiento de su Alfa lo hizo sonreír, si se esforzaba lo suficiente aun podía sentir en sus fosas nasales, su aroma a madre selva y a cedro.
En las noches mientras se dormía solía quedarse viendo por un pequeño orificio que había entre las tejas, hacía el cielo en donde se reflejaba la luna y los recordaba de niños cuando le dijo que en sus ojos se podían ver a las estrellas y de adultos, antes de que todas las cosas horribles que pasaron, cuando le hacia el amor y le repetía que era más hermoso que todas las estrellas del universo.
Pensar en Taehyung lo ayudaba a calmarse, aunque a veces lo llenaba más de nostalgia cuando pensaba en la última vez que lo vio, en el día en el que lo ayudo con su celo y en la despedida a la mañana siguiente después de que este hubo terminado.
Esa noche a pesar de lo cansado que estaba por el celo del Alfa que duró todo un día, cuando este hubo terminado no se sintió capaz de conciliar el sueño y se quedó despierto desde la madrugada.
Cuando los primeros rayos del sol despuntaron por el horizonte, Jungkook se incorporo de la cama y arregló su ropa junto a la máscara, no podía arriesgarse a que Taehyung estando lúcido lo reconociera, el Alfa se removió en la cama y fue abriendo los párpados perezosamente.
—¿Y tú eres? —Pregunto con la voz ronca y la garganta reseca.
—Belladona —respondió el Omega.
—¿De dónde te conozco y qué hacemos aquí?
Jungkook trago grueso y respiró profundamente para ahuyentar el nerviosismo que sentía, afortunadamente después de vestirse al fin se decidió por tomarse la pócima que le había dado Taeul para ocultar su olor.
—No me conoce, me contrataron para ayudarlo con su celo.
—No lo recuerdo, pensé que sólo estaba soñando, pero no contigo, soñaba con mi Omega, soñaba con hacerle el amor a mi lobito — Taehyung sonreía con ilusión mientras decía aquello.
Suspiro mientras se pasaba la mano izquierda por su rostro para alejar los resquicios de sueño, se sentía liviano y tranquilo aunque sintió una enorme decepción al despertar y no ver a Jungkook en su lecho. Aunque aquel extraño Omega también le transmitía cierto grado de paz.
—En fin, gracias por ayudarme con mi celo, me disculpo si me extra límite o hice algo indebido, la verdad es la primera vez que no recuerdo absolutamente nada de lo que pasó en mi celo.
Hizo un gesto de desdén con los hombros para restarle importancia al asunto y continuó. —¿Te debo algo o Taeul ya te pago?
Jungkook le sonrió sinceramente, se sintió feliz de saber que su Alfa había estado pensando sólo en él —No soy un prostituto, pero de todas formas ya me iba, gracias. Tomo el pequeño bolso que había traído consigo, se dispuso a irse pero Taehyung se levantó y tomándolo del brazo le impidió partir.
—¿Podemos vernos de nuevo? --Había esperanza en los gestos del alfa, sin embargo Jungkook se giró un poco y respondió negativamente.
—No, eso es imposible.
Por unos segundos se produjo un incómodo silencio que el Alfa rompió. —Esta bien, cuídate y gracias, se acercó más hacía el Omega y le dejó un beso en los labios por encima de la máscara, Jungkook se congeló y salió rápidamente de allí sin emitir palabra alguna y con una sonrisa de oreja a oreja oculta por la máscara.
—Hasta pronto mi lobito —le susurró el Alfa al viento cuando el Omega se hubo ido.
Ojala pudiese devolver el tiempo, quitarse la máscara, decirle que había sido a él a quien le había hecho el amor, besarlo y amarse una vez más. Pero ya era demasiado tarde.
Una fuerte punzada en su vientre lo hizo doblarse en dos por el dolor, se llevó una mano a su entrepierna y se dio cuenta de que esta vez había demasiada sangre, unos minutos después
la punzada de dolor se repitió y fue entonces cuando Jungkook se dio cuenta de que el momento de parir a su cachorro había llegado, pero estaba demasiado débil y poco a poco el dolor y la pérdida masiva de sangre lo llevaron a la inconsciencia.
Después del atentado la recuperación de Yoongi había sido lenta y tortuosa, le habían puesto tornillos de titanio para soldar los huesos de su pierna derecha, recibía fisioterapia, y usaba un bastón para caminar.
Se estaba haciendo cargo de la dirección del clan Jeon temporalmente en ausencia del fallecido Junsoo y mientras encontraban a Jungkook, porque sí, ni él, ni Taeul habían dejado de buscarlo ni un solo día.
Le había ofrecido a Jimin que se fuera pues ya no tenía caso mantenerlo retenido puesto que era más urgente recuperar a Jungkook que unificar a los clanes. El Omega rubio se había mostrado renuente a irse y dejar sólo a Yoongi, pero eventualmente lo hizo, sin embargo un mes después había regresado junto a Taehyung y ambos se quedaron en la casa de los Jeon junto a Yoongi y Taeul para hacer un frente común en la búsqueda de Jungkook.
Ni con todos los conocimientos ancestrales de Taeul y los demás brujos de su clan habían podido dar con alguna pista del paradero del Omega. Taeul se sentía drenada literalmente, luego de la maldición que le impuso a Chá Eun Woo, le pidió ayuda a sus congéneres y en vista de que aquel acto había sido perpetrado con total maldad habían accedido a ayudar a encontrarlo pero hasta ahora no había resultado alguno.
La vieja Alfa se recostó en el mesón de la cocina y comenzó a quedarse dormida, la imagen de un lobo blanco y un pequeño cachorro de lobo plateado llegó a su mente, el pequeño cachorro aulló y la bruja se despertó de sopetón asustada.
—¡TEBI! —Gritó y las demás personas en la casa llegaron asustados a donde ella estaba.
La Alfa comenzó a reunir cosas, polvos, yerbas y pociones, lo juntaba todo en el interior de un caldero de barro con rapidez y desesperación —Soy una tonta como no se me ocurrió antes —dijo para si y todos la miraron extrañados, hasta que Yoongi la tomo de los hombros y la hizo detenerse.
—Detente Taeul, ¿podrías decirnos que demonios te pasa? —La anciana se detuvo y suspiro profundamente.
—Que ya se como encontrar a Jungkook.
—¿Cómo? —Preguntaron todos al unísono.
La Alfa descargó el caldero en el mesón y comenzó a dejar las otras cosas que traía consigo en su interior, mientras pronunciaba alguna especie de rezo en voz baja. Taehyung comenzó a impacientarse y se puso en frente de ella para hacerla detenerse y que hablará de una buena vez.
—Quítate de mi camino Alfa estúpido.
—No hasta que nos digas como vas a encontrar a mi Omega.
La bruja resoplo —Como no puedo encontrar a Jungkook por el hechizo de magia negra que pusieron sobre él, me di cuenta que tengo que buscar entonces a su cachorro Tebi y donde está él estará Junmin, y obviamente también Jungkook.
—¿Eso puede hacerse? —Preguntó Jimin —Digo, porque mi sobrino aun no nace.
—Aun no nace Taehyun, pero el espíritu de Tebi su lobo, esta presente con él desde que Taehyun fue concebido así que lo que tengo que hacer es intentar comunicarme con él. —Taehyung parpadeo procesando toda esa información, se giró y le dio un sonoro beso en la mejilla a Taeul.
—Apúrate, háblale al lobo de mi hijo —la apresuró el Alfa.
La mujer siguió en lo que estaba antes y minutos después el aura de la cocina se torno pesada y densa, sus ojos se tornaron grises desapareciendo sus pupilas y un fuerte viento azotó el lugar arrojándola al suelo.
—¡TEBIIII! —Gritó de nuevo y los demás la ayudaron a ponerse de pie.
—Ya se donde están, pero no tenemos tiempo, Jungkook... Jungkook esta muy mal, morirá pronto si no lo encuentras Taehyung —la anciana hablaba entre jadeos y un llanto desconsolado se apoderó de ella, viendo hacia el Alfa con la preocupación pintada en su semblante, en un ruego suplicante y desgarrador pidiéndole que no dejara morir al Omega.
¡Corre Alfa, Corre! Si no te das prisa el Omega y su cachorro morirán.
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