Cuando el tiempo no tenía memoria

Todo inició tras un breve estallido, nadie lo presencio pero se cree que una gran estrella nos dio vida... Estrella... que concepto tan abstracto para un mundo que recién comenzaba, sin embargo, en el existía ya un conocimiento primitivo y salvaje. No sabemos que somos, pero si sabemos que tenemos que hacer.

Mi nombre es... bueno eso no importa en realidad, vengo a hablarte de otro tema pequeño.

Mi hermana y yo nacimos del mismo lugar, al mismo tiempo y siendo lo mismo, pero opuesto, por mi parte, yo debía dar la destrucción a este lugar, pues la vida que se creo después de nosotros los Dioses debía descansar luego de la gran guerra entre lobos y humanos, necesitas saber pequeño cachorro que existe el mal para que el bien aprenda a protegerse.

Nunca me ha gustado mi labor, pues yo cree al peligro, yo cree a los monstruos y a la muerte misma; mi hermana la luna al ser mi opuesto, hace lo contrario, ella protege la vida, da calidez en las tinieblas de la oscuridad, forja guerreros y crea héroes que le cantan en las noches, todos la aman, ella es un ser divino, mientras que yo soy un ser dual, puedo dar y quitar la vida, puedo ser un amigo y un enemigo a la vez.

Viví feliz por mucho tiempo, nuestras creaciones formaban lo que podían con sus recursos, mi hermana les consintió en todos sus deseos y vivieron felices, cada vez que a ella oraban les daba mas y mas hasta llegar al punto en donde la pequeña roca que habíamos formado se lleno de verde y se volvió una masa grande, un lugar radiante, hermoso, lleno de vida y bañado de aguas al que ella llamo Tierra.

Nunca disfrute de crear monstruos y los que tenía los deje ser, nunca tuve esa capacidad de crear amor en ellos, mis poderes eran limitados.

Decidí no darle importancia a aquello por mucho tiempo y cumplir con el objetivo para el que estaba seguro que nací, traer muerte y destrucción a la vida que había creado mi hermana.

Todo cambio el día en que un habitante de la tierra entro en mi territorio, pues mi hermana la luna y yo vivíamos separados por una clara línea que muy pocas veces se juntaba y eran aquellas ocasiones en que ella o yo nos extrañábamos y dejábamos nuestro hogar para ir a vernos, escuche decir alguna vez que los humanos lo llamaban eclipse.

Aquel habitante de la tierra, era pequeño pero curioso, caminó unos metros y se fue;
no obstante, su conducta era regular, día con día apenas surgía el amanecer y era mi hora de salir volvía a hacer lo mismo, entraba un metro mas y uno mas y otro mas, cuando llego a los 20 metros, ya tenía toda mi atención, se notaba asustado pero curioso, así que mande uno de los hijos de mi hermana a saludarlo, quizás no fue la mejor idea porque aquel tenía colmillos y garras y tan pronto estuvo cerca de la pequeña criatura la atacó.

El curioso ser huyo, le duro bastante tiempo el susto pero aun así volvió y se adentro otros 20 metros, al tiempo que lo hizo envié colosos de roca a proteger sus espaldas, impidiéndole a su vez una posible huida, mande de nuevo los hijos de mi hermana por él, aunque con la advertencia de no lastimarle ni asustarle de nuevo, corrió mucho huyendo de el lobo pero cuando finalmente quedo atrapado decidí acercarme y le hable:

—Espera por favor no quiero lastimarte, solo es que... esta es la primera vez que puedo ver a un ser de luz como tú tan cerca.

—Dios ¿Qué sucede? ¿por qué siendo usted una deidad esta en este lugar? ¿Qué pasó con su bello color y su aspecto reluciente?

—Te refieres a mi hermana supongo.

—Pero el Dios Sol es único e irrepetible, la Diosa Luna nos ha contado su obra y nosotros estamos esperándolo para servirle, en la tierra existe el mal absoluto, los seres humanos se han vuelto crueles y ruines, han llenado su alma de oscuridad y necesitan su luz para volver al camino y poder huir de las garras de un ser malvado, cruel y desalmado que los acecha como a la muerte misma.

—¿Eso de donde ha salido?

—Nuestra señora Selene, la gran Diosa de la luna nos lo ha contado, también nos ha dicho  que usted puede acabar con el dragón de la oscuridad, ese ser innombrable y aborrecible.

Llore desconsolado, en ese momento nacieron la tristeza y la decepción, pero de mi lado mas amable surgió también la compasión, aquel pequeño ser fue bañado con mis lágrimas sin saber que aquellas contenían el poder de la sanación y la vida.

—¿Por qué llora usted?

—Porque no puedo hacer nada para ayudar, porque todo lo que toco perece y todo lo que hago esta condenado a ser malvado.

—Si eso es verdad mi señor, entonces, ¿Por qué sigo viva?

Esas palabras fueron todo lo que necesite, durante mucho tiempo aquel ser que resulto
ser un Hada del bosque, estuvo viniendo en muchas ocasiones a mis aposentos, aprendí de ella todo lo que se necesitaba saber de los humanos y pude entender la causa de ese amor de los hijos de mi hermana hacia ellos, pasaron los meses y los días volando y aprendí que de mi fuego también podían salir cosas buenas, así que tome el alma de aquella bondadosa hada cuando su tiempo de vida terrenal se termino y la fundí con el alma inmortal de uno de los hijos de mi hermana y le dije:

—Volverás cuando los tiempos del ser de la oscuridad lleguen a su fin, en ti no existirán ni el bien ni el mal, solo un punto medio, espero que tu alma sea bien influenciada y que puedas cambiar el rumbo de los humanos y sean felices.

Llore mucho, bañe su cuerpo en mis lágrimas, mientras que la flama de la vida en su pequeño cuerpo se iba acabando y de toda esa oscuridad surgía un nuevo ser, una divinidad capaz de curar y revivir cualquier ser con sus lágrimas, porque a veces hay que llorar para limpiar el alma y alcanzar la verdadera felicidad.

Taehyun despertó de aquel sueño gritando, Taeul acudió a su cuarto en cuanto lo escuchó, se recostó en su cama para abrazarlo y en pocos instantes lo logro tranquilizar.

—Yo... yo tuve un extraño sueño

—No lo fue cachorro, fue una visión, no pude verlo pero sentí la presencia de una divinidad cerca.

—Pero, ¿por que me habla a mi?

—Y todavía lo preguntas, se acerca el final Taehyun y esa divinidad solo vino a decirte algo que debías saber.

—¿Qué cosa Taeul? todo fue muy confuso yo... no se si entendí algo

—Creo que te hablaba de Beomgyu cachorro, él no es como nosotros, él es un ser divino, es una deidad.

—Me enredas aun mas

—Beomgyu cachorro es un Hada y además de eso es el hijo del Dios Sol y lleva consigo su espíritu, su alma fue fundida por él con la de un lobo para que pudiera reencarnar y lleva la marca en sus ojos, es por esto que son de diferente color, un color para el lobo y uno para el hada, es una deidad, un Dios, un ser divino a quien el mismo Dios Sol le dio la capacidad de revivir y curar todo lo que baña sus lágrimas, ruego a la Diosa que ellos no lo sepan, porque pueden influenciarlo para hacerlo malvado y si eso pasa será nuestra destrucción y no la suya.

La campaña publicitaria para la celebración de aniversario de EL PARAISO DE FREYJA comenzó por todo lo alto bajo la consigna de "si no estas invitado es porque no eres importante" gracias al dinero de Chá In Ha se compró tiempo en todos los canales de prensa, radio y televisión del país y no había un solo programa que no hablara del famoso lugar y de FREYJA su misterioso dueño, el objetivo era provocar, que todo Alfa con dinero del país quisiera tener acceso a ella y que los que no lo tuvieran envidiaran su lugar y se estaba cumpliendo a cabalidad.

15 días habían pasado desde la noche en que se llevaron a Beomgyu y faltaban 15 mas para la fecha del aniversario, mientras tanto EL PARAISO DE FREYJA seguía abriendo sus puertas al público y esta noche como cada fin de semana FREYJA haría su acostumbrado espectáculo de baile. Entre los asistentes estaba uno que no había asistido antes, un Alfa que tenía un parche en un ojo y en el otro un bonito color marrón, el mismo tono del ojo izquierdo de su Omega Beomgyu.

Apenas la música empezó, los ojos de Eun Woo se dirigieron automáticamente al escenario.

No sabia que iba a encontrar allí, había visto la publicidad del lugar y por supuesto que tenía que ir, aun no había sido invitado a la tan mentada noche de aniversario del lugar a la que si no estabas invitado no eras nadie, y Eun Woo era alguien, odiaba ser excluido de lo que fuera, él era importante así que estaba allí para reclamar su invitación, por supuesto que si.

Lo único que podía esperarse de aquel lugar según él pensaba era lo de siempre, chicas hermosas bailando y provocando Alfas para después vender sus cuerpos, quizás también bailarines, tomando en cuenta que si de Omegas se hablaba eran los hombres quienes se llevaban el trofeo a los mas hermosos.

Un juego de luces blancas y rosadas acompañaban a una esbelta silueta en las sombras
que se situaba justo en medio del escenario, se podía vislumbrar entre las luces rosas lo que parecía un ostentoso vestido y una cabellera que llegaba hasta mas abajo de los hombros de aquella figura femenina que entonces fue iluminándose mientras la melodía comenzaba y las palabras aparecían en la canción que la acompañaba hasta que finalmente se dio vuelta para observar a su público mientras movía sus hombros al ritmo de un "hey, hey, hey" pero no abandono su lugar al centro del escenario hasta que no escucho un "hey Freyja"

Fue entonces que comenzó una caminata en base a pasos largos sobre el escenario, pero sin perder en ningún momento la gracia en sus movimientos.

Eun Woo noto algo extraño en su actuación y no pudo evitar acercarse a una de las meseras que estaba parada de pie a un costado del escenario, cerca de donde se ubicaba su mesa, para hablarle acerca de aquello de lo que quizás solo él se había dado cuenta.

—¿Es un chico y no esta cantando? —Interrogó.

La mesera asintió con la cabeza como respuesta —¿Y la gente lo sabe?

—Es un drag y esta haciendo un lypsinc —respondió la mesera con simpleza —Freyja no canta, solo mueve sus labios en sincronía con la letra de la canción.

Esa pequeña explicación fue suficiente para que Eun Woo repitiera su pregunta anteriormente respondida.

—¿Y la gente lo sabe? —Parecía estar muy indignado esta vez, a lo que la mesera le respondió asintiendo una vez mas, como si aquello fuera de lo mas obvio.

—¿Y les gusta?

—¿Usted que cree? —la mujer señalo hacia el frente, podía verse a varios Alfas pegados cerca del escenario, levantando sus manos mientras sus gritos les acompañaban, parecían fans de cualquier cantante famoso viéndolo en directo pero... no era así, para nada.

—No vienen a ver un cantante o a una Omega señor, al PARAISO DE FREYJA se viene a cumplir deseos —dijo por último la mesera antes de retirarse.

Para Eun Woo aquél era un chico travestido cualquiera, en un club nocturno, moviendo sus labios como lo haría la persona que canta la canción. No lo entendía, no era nada en especial pero no podía negar que verlo le estaba fascinando mas de lo que se debía.

Inconscientemente se puso de pie nuevamente y decidió acercarse al escenario para poder observar mejor el espectáculo.

Freyja era magnético, se movía con soltura, haciendo el escenario completamente suyo debajo de sus botas blancas. Eun Woo no terminaba de entender que le llamaba mas la atención, si su vestido rodeado de lentejuelas de colores rosas y plateados o su largo cabello negro moviéndose con cada sacudida de su cabeza o quizás era su hermoso rostro que pese a estar escondido debajo de una gruesa capa de maquillaje aun dejaba denotar sus rasgos que lo hacían ver tal y como una Diosa debe verse.

Eun Woo se acomodo al final de una larga pasarela, justo cuando la bailarina comenzó
a arrastrarse de rodillas sobre esta, moviéndose lentamente hacia adelante mientras movía sus puños cerrados hacia arriba y hacia abajo, alrededor de su cabeza, tal y como si fuera un gato acicalándose.

Su camino termino por fin y fue entonces que Eun Woo pudo verle a unos pocos centímetros de distancia, por alguna razón se le hizo familiar pero no quiso prestar atención a aquello y llevo su mirada a su cuello adornado por una gargantilla rosada, notando con su vista cada detalle de un pequeño cascabel que lo adornaba como si aquel fuera el collar de un gato.

Estaba tan distraído en ello que no noto cuando la bailarina se acerco hasta él y planto un beso en su mejilla justo antes de ponerse de pie y seguir con su actuación.

Cuando quiso darse cuenta de lo que había sucedido, su corazón latía a mil por segundo, ¿Qué acababa de pasar? El hecho de que siguiera bailando tan tranquila después de haberle alterado todos sus sentidos le parecía sencillamente increíble.

Ahora podía entender porque aquella bailarina era la reina de aquel lugar, Taehyun sonreía ampliamente detrás de su máscara de Freyja, la trampa estaba tendida y el ratón estaba a punto de caer en ella.

Esa noche no paso nada mas, Eun Woo se tomó un par de tragos y luego se fue, pero al siguiente día regresó y lo primero que hizo fue preguntar a una de las meseras por Freyja,

—No baila hoy —fue su respuesta, no pudo evitar sentir un toque de decepción, sin embargo ya estaba ahí así que aprovecharía para tomarse unos tragos.

Hacia mucho que no salía por estar encerrado en esa cabaña para no ser descubierto por los Kim y ya sentía que necesitaba salir a escuchar música y beber alcohol, además no tenia ganas de regresar a la vida de siempre al lado de Eun Chae siendo la noche tan joven.

Pidió una bebida, —¿Qué puedes hacer aquí? interrogo a la mesera que le sirvió el trago que había pedido con anterioridad.

—Prácticamente todo —no tardo esta en responder, —claro esta si tiene el dinero suficiente para pagar.

—¿Qué quiere decir con eso? —interrogo de nuevo mucho mas interesado que antes.

—El paraíso de Freyja es un lugar para cumplir fantasías, se hace una subasta cada viernes y si usted tiene el suficiente dinero para ganarla, Freyja hará cualquier cosa que se le pida.

—¿Freyja es el chico que bailo ayer? —la chica respondió con un asentimiento de cabeza, no hablaban mucho al parecer, un chico se acerco a su mesa, este no llevaba uniforme como los demás ni tampoco antifaz, solo ropa casual y a todas luces parecía ser un Alfa.

—Ve a atender las mesas —le dijo a la otra chica.

—¿Va a ordenar algo mas señor? —preguntó dirigiéndose a Eun Woo.

—Eh... No.... así estoy bien —balbuceo, ambos chicos se retiraron y al rato el Alfa regreso con una bebida, Eun Woo se le quedo viendo extrañado, él le había dicho que no quería nada mas.

El Alfa pareció adivinar sus pensamientos y le sonrió. —Cortesía de Freyja —dijo simplemente, Eun Woo abrió grande su ojo intentando ver si aquella bailarina estaba cerca pero no la vio.

—¿Él esta aquí? —el chico respondió afirmativamente otra vez con un movimiento de cabeza.

—No iba a bailar hoy pero como vio que a usted le gusto su presentación y decidió volver, va a bailar hoy también —Aquellas palabras inflaron el ego de Eun Woo quien se sintió importante ya que la reina de aquel lugar bailaría para él, estuvo a punto de preguntarle directamente a el Alfa por él cuando una voz externa lo interrumpió y entonces vio a un hombre de traje en el centro del escenario que había en el lugar, comenzó a decir unas palabras en un micrófono y soltaba malos chistes que describían a alguien.

—....Pero bueno, caballeros, miembros de la alta sociedad de Seúl, ¿Están listos para ella? —preguntó, consiguiendo aplausos y gritos de los Alfas presentes desde sus asientos.

—¿Están listos para ella? —preguntó una vez mas y los gritos se hicieron mas fuertes.

—Pues denle la bienvenida a la única, a la inigualable Diosa de este lugar —Al decir esas palabras comenzó a dejar el escenario.

—Con ustedes FREYJA —entonces las luces se apagaron y no se volvieron a encender hasta que la música comenzó a sonar.

Una suelta silueta pudo verse entre las primeras luces que aparecían, y con apenas eso, Eun Woo logro engancharse nuevamente con el espectáculo y con aquél bailarín que cada vez lo atraía mas y definitivamente tendría que conocerlo.

Eun Woo se había alejado de la mesa llegando hasta el lugar en donde se encontraban los camerinos gracias a instrucciones que le daban las meseras del lugar y fue así como le indicaron una puerta al fondo del pasillo.

Eun Woo solo les hacia una pregunta "¿Donde puedo encontrar a Freya?" y así fue como dio con una puerta que tenia inscrito en letras grandes y doradas "Camarín de Freya"

No sabía el por qué, pero había quedado maravillado con los movimientos de ese bailarín, su agilidad, su forma de seguir el ritmo con su cuerpo y la letra de la canción con su boca.

Algo en él le había dejado completamente sorprendido, pero no sabia exactamente qué.

Quizá el beso marcado que dejo en su mejilla la noche anterior, solo quizás, no lo sabia, solo sabia que tenía que encontrarlo y hablarle para aplacar a su lobo y sus enormes ganas de poseerlo de una vez.

Le daba miedo golpear la puerta para llamar así que solo se quedo congelado con su puño cerrado frente a esta. Dio una profunda respiración y... no hizo nada.

Para suerte suya o porque así estaba destinado a pasar, antes de que se diera por vencido, la puerta se abrió por su cuenta y él solo retrocedió para darle paso a el mismo Alfa que ya había visto antes quien lo miro confundido, podía darse cuenta de que Eun Woo quería entrar.

—¿En que puedo ayudarle? —pregunto en un tono algo tosco, Soobin y todos allí sabían bien quien era él y a el Alfa le costaba mucho disimular el desprecio que sentía por él, pero la función debía continuar así que hizo lo mejor que pudo para no dejar ver lo que pasaba por su mente.

—Y-yo... —Eun Woo por primera vez en su vida se sintió intimidado ante la fuerte aura de el Alfa, podía sentir su voz salir de forma temblorosa, sin explicación alguna.

El miedo se lo había comido vivo sin darse cuenta y el aura que emanaba aquél Alfa no lo relajaba en nada.

—Buscaba a Freyja —logro responder.

—¿Quiere algo en específico? ¿Una foto? Un autógrafo? ¿una invitación a la fiesta de aniversario? ¿un pase a la subasta, o.... que?

—Solo quiero hablar con ella —respondió —pero si no esta entonces volveré mañana.

El Alfa se notaba molesto con su presencia por alguna razón que Eun Woo no comprendía, era como si su presencia allí fuera una barbaridad. Quizá él conocía a el bailarín, no perdía nada con intentar algo para que lo ayudara a verlo.

—¿Puede avisarle que vendré a verle mañana y el siguiente día y así hasta que tenga tiempo para hablar conmigo? —solo entonces el Alfa pareció relajarse ante su presencia.

—Si... respondió algo dudoso —le diré... le diré a Freyja que vendrá.

Eun Woo asintió y se dio media vuelta para acabar por fin con esa incomoda conversación, pero
al dar dos pasos un pensamiento cruzó por su mente y volteó una vez mas.

—¿Sabe que flores le gustan? —El Alfa se quedo pensando, mientras atrás de si se escucho una pequeña risa casi imperceptible.

—Rosas blancas, pero de las mas caras, Freyja no recibe nada barato u ordinario —contestó. Eun Woo agradeció la información brindada y finalmente se retiro para poder volver al siguiente día, no importaba cuanto constara, él iba a poseer a ese bailarín.

Cuando Eun Woo salió de su campo de visión, Soobin volteo a ver a Taehyun  quien lo había escuchado todo y se reía satisfecho, lo tenia justo donde lo quería tener y ya era hora de empezar con su venganza.

—No me gustan las flores —fue lo único que dijo y ambos alfas estallaron en risas.

Siendo pasadas las nueve de la noche Eun Woo estaba ya de pie en la puerta de la cabaña donde había estado viviendo los últimos años, dispuesto a ir en busca de aquél bailarín, una voz femenina se escucho a sus espaldas.

—¿Vas a salir de nuevo? ¿ya encontraste otra omega a tu gusto con quien revolcarte verdad? —interrogó Eun Chae en un tono algo molesto.

—No me digas que estas celosa.

—Por supuesto que no, no me importas lo suficiente como para tener celos.

—Ok, entonces con permiso yo me piso, canturreo feliz el Alfa.

—Recuerda que el eclipse por fin es la próxima semana y no debes dejar que te atrapen.

—Si, si como sea, mientras tanto voy a darle gusto al cuerpo bye bye y ah te encargo el mocoso —dijo antes de cerrar la puerta de un empujón dejando muy preocupada a Eun Chae quien tenía un muy mal presentimiento.

Llego al club y tal como las noches anteriores ocupo una mesa ubicada cerca del escenario, una chica se acerco a su mesa y pidió el mismo vodka de siempre, al tocar exactamente las 9 y 30 minutos de la noche se subió al escenario el mismo hombre que al parecer era Sunoo el maestro de ceremonias de aquel lugar, tenia lentes redondos, cabello oscuro, labios esponjosos, un traje elegante y hombros muy anchos, sin duda era el mismo de las veces anteriores, su aspecto era inconfundible.

Y muy al estilo de cada noche comenzó a soltar un par de chascarrillos para entretener a la audiencia, hablaba de su día y de lo difícil que era llevar a cuestas su puesto de administrador de aquel lugar.

—Ah, tal vez vienen a ver la función de Freyja —hablo —pero ella ya dio función dos días seguidos y ahora debe estar descansando en su camarín supongo..... —Eun Woo dejo de escuchar cuando se dio cuenta de que Freyja no iba a presentarse esa noche, tenía que ir a su camarín a buscarlo, esa era la razón por la que estaba presente por tercer día consecutivo en el paraíso de Freyja, así que sin pensárselo mucho se puso de pie y se dispuso a ir hacia el final del pasillo hasta aquella puerta que ya conocía.

No dio ni dos pasos hasta que se dio cuenta de que si iba a buscarlo en ese momento haría demasiado evidente su desesperación puesto que todos se darían cuenta pues era el único de pie, así que decidió que iría a buscarle cuando todos estuvieran entretenidos y se acomodo de nuevo en su asiento.

—...por supuesto que van a disfrutar la noche, para eso pagaron —Hablo el hombre del micrófono una vez mas.

—Caballeros de la alta sociedad aquí presentes, quiero que le brinden un gran y cálido aplauso a... —Antes de que terminara de hablar las luces del escenario se apagaron completamente —La señorita Merlina lee Gloom —Y una ola de aplausos inundo el lugar.

Al ritmo de una canción las luces comenzaron a encenderse mostrando una silueta femenina sobre el escenario. Los Alfas elevaban sus manos con billetes en sus cerrados puños, mientras repetían ese nombre una y otra vez en un grito que parecía uno de batalla

—¡Merlina, Merlina, Merlina!

Una luz blanca cayo encima suyo y Eun Woo pudo ver una chica que vestía exactamente igual a como había estado vestida Freyja, misma que se sacudía al ritmo de la música, pero lo mas llamativo era la misma cabellera negra justo del mismo largo de Freyja.

Al terminar el primer verso de la canción, se dio la vuelta completamente y una luz roja tenue cayó completamente sobre ella mientras se movía sobre el escenario. No, esa no era Freyja aunque se vieran exactamente iguales, esta bailarina no era como él, Freyja buscaba ocupar cada lugar libre sobre el escenario con rápidos y ágiles movimientos.

No, esta era su opuesto exacto, con un lento caminar mantenía al publico mas pendiente de la canción que de su baile, mientras sus manos recorrían su cuerpo hasta llegar a su cabello y perderse en este.

Comenzó a hacer pequeños aplausos sobre su cabeza cuando la canción lo ordenaba pero sin perder el ritmo, era hipnótico en cierto sentido.

Pero de un momento a otro la música se apresuro, mas específicamente en el estribillo y Merlina cayo adrede de un solo movimiento, para después arrodillarse y mover su cabello como si de un concierto de rock se tratara, todo estaba minuciosamente calculado para cautivar y confundir a Eun Woo quien no dejaba de sentirse sorprendido.

El Alfa casi se dejo llevar por su coreografía pero no podía olvidar su autoimpuesta misión y aprovecho el momento de euforia entre el público para alejarse y dirigirse a los camerinos.

No le tomo mucho tiempo llegar a la puerta que ya conocía y esta vez no iba a tener miedo como la noche anterior así que esta vez si se atrevió a golpear la puerta, una vez, dos veces, tres veces, cuatro, cinco... quizás no podían oírle por lo fuerte que estaba la música, pero al terminar la canción comenzó un pequeño show de comedia, por lo que pudo escuchar, así que no había excusas para no escucharle golpear.

Quizás no había nadie adentro asumió, y aquello era una lastima.

—¿Te perdiste? —reconoció la voz familiar de el Alfa del día anterior detrás de él y volteo hacia él.

—El show es al otro lado.

—Vine a buscarlo —sentenció apresurado —A Freyja, ya lo sabes.

El Alfa suspiro —No creí que volvería —murmuró —Freyja no esta hoy tampoco, desgraciadamente.

Eun Woo se desilusionó profundamente al escuchar esas palabras. —Dale esto por favor —dijo entregándole un ramo de rosas blancas junto con una tarjeta con su número telefónico.

—¿Quizás no pueda estar nunca con él?

—Lo intentare las veces que haga falta.

—¿Qué desea aquí señor... Chá? —preguntó leyendo el apellido en la tarjeta.

—Lo mismo que todos supongo, cumplir mis fantasías y tengo muchas.

El Alfa sonrió de lado y le entrego una boleta que era el paso para asistir a la subasta del viernes.

—Pues entonces será mejor que tenga una billetera muy gorda, porque cumplir todas sus fantasías le va a costar una cifra con muchos ceros y quizá algo mas —dijo Soobin para después cerrarle la puerta del camarín en la cara y dejarlo aun mas confundido y con las ansias de conocer a ese misterioso bailarín a flor de piel.

El dolor y el miedo tienen límites diferentes para cada persona y ahora era el momento de conocer los límites de Eun Woo.

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