Cuando el Alfa conoció a Belladonna
Él es el sueño de aquellos que pueden respirar, te duermes
en sus brazos sin saber que morirás, después que ha descargado todo su veneno en ti, entonces partirá.
El limite de su velocidad era exorbitante, a 160 km, su alrededor se desdibujaba en borrones de colores mezclados entre sí. Todo lo que él podía ver eran los autos al frente, y solo podía intentar estar concentrado en esquivarlos a tiempo para no impactar contra ellos.
La adrenalina estaba corriendo por sus venas como fuego, calentando su sangre, despertando sus reflejos y sentidos.
El peligro lo mantenía despierto, ocupado y distraído y es todo lo que verdaderamente necesitaba para alejar de su mente a un Omega que hasta el momento no sabia que existía, pero que su llamado se sintió tan potente que caló en cada uno de sus huesos.
«Omega» aullaba su lobo en su mente.
Giró a la derecha y la moto se ladeó peligrosamente cerca del asfalto, sus músculos tensos por mantener el control del manubrio.
Se había pasado ya tres altos pero poco le importaba, todo lo que él quería era suprimir las malditas ganas de conducir hacia la autopista y tomar la jodida desviación que llevaba a un rumbo que solo su lobo parecía conocer.
Estuvo peligrosamente tentado en hacer una estupidez de ese tipo el día anterior en la mañana cuando el rostro difuso de un Omega que su lobo reclamaba como suyo, se dibujo en su mente por un par de segundos.
Y jodida mierda, él llevaba toda su vida sin sentir esa sensación de necesidad de proteger a un Omega, de buscarlo y llevárselo lejos, pero por la Diosa, ni siquiera tenía una idea clara de quien era, se sentía impotente, sin saber ¿Qué hacer? ¿Dónde buscarlo?
La preocupación se había deslizado por su piel como sudor, de una manera sumamente desagradable en todo el maldito día desde que escuchó su llamado.
Su lobo estaba realmente inquieto, ansioso y preocupado.
Si, Kim Namjoon supo que estaba completa y seriamente jodido cuando cayó en la cuenta de que no podía ser indiferente a emparejarse, que para él también existía un Omega destinado.
Pero no sabía donde. Por una mierda, ¿dónde?
Tampoco podía dejar de pensar un segundo en Jimin, le jodía la cabeza no saber en donde y como estaba su hermano mellizo, no sentía que estuviera sufriendo como siempre pasaba cuando el Omega se encontraba mal, Namjoon siempre podía sentirlo, el lazo entre ellos era fuerte, pero esta ves no sentía absolutamente nada y eso lo desesperaba aun mas, necesitaba la certeza de que estaba bien y las suposiciones no eran suficientes para calmarse.
El conocía a Taehyung, él sabía el alcance de su hermano y nunca le había importado o preocupado el grado de crueldad al que su hermano mayor era capaz de llegar.
No hasta ahora, cuando en todo en lo que podía pensar era en que Jimin estaba sólo y un movimiento en falso por parte de Taehyung podría ocasionar que lo lastimaran, y él no podía hacer absolutamente nada para irrumpir en la maldita casa de los Jeon y llevarse al Omega con él.
Su agarre se reforzó en el manubrio, aumentó la velocidad de la moto y fijó su vista al cielo, el sol había salido hacía unas horas pero las nubes grises impedían su paso, dándole a su alrededor una claridad bastante apagada.
«Omega» rugió de nuevo su lobo, y Namjoon ya no sabia por cuál de los dos se lamentaba, si por el Omega desconocido que se supone es su Omega, o por su hermano Jimin, o por ambos Omegas, ya no tenía nada claro, apretó la mandíbula, enfadado consigo mismo por ser un idiota descuidado, por bajar la maldita guardia y dejar que el día de la boda de Taehyung se lo llevaran.
Tenía que hacer algo y rápido; era un secreto a voces que el heredero del clan iba a ser Namjoon, un niño con el temperamento y perfil de un Alfa líder, que a su corta edad de 7 años, contaba con todo lo que a su debilucho hermano mayor le hacía falta.
Todos lo sabían, todos lo decían.
Taehyung, alto, demasiado delgado para su propio bien, de apariencia frágil, su rostro hermoso con rasgos suaves; era, sin duda alguna, un chico que daba todas las señales de ser un Beta o un Omega.
Siempre estaba callado, mirando absorto a los demás, con un libro bajo el brazo o ensimismado en su propio mundo mientras tocaba el saxofón. Su tío, Taegu, lo decía a menudo cuando se reía de Taehyung, diciéndoles a todos la manera en la que temblaba al sostener un arma o la vez en la que perdió el color al dispararle a un conejo, un día en que Taeyeon lo obligó a acompañarlos de cacería al bosque y él se mostró demasiado sensible ante la sangre.
Él no. Namjoon siempre fue fuerte, sagaz y extrovertido, siempre feroz, rebelde y desafiante, desde muy niño se mostró curioso sobre los objetos brillantes y ruidosos que su padre, su tío y los hombres a su servicio cargaban consigo.
—Eres un Kim, sin duda alguna —le había dicho Taeyeon orgulloso, una tarde cuando Namjoon mostró interés por aprender como armar la pistola que su padre limpiaba con suma dedicación.
—Quiero una —pidió con su aguda voz a los 11 años mientras estaba parado de puntitas, mirando sobre el borde de la mesa, la manera en la que su padre introducía el cargador con un chasquido.
—Y la tendrás, eso y mucho más hijo, cuando sea el momento.
—¿Cuándo será ese momento?
—El día en que seas un Alfa. El Alfa que mi clan necesita para dirigirlo.
Tan solo unos años después, Taeyeon le había obsequiado su primera navaja mariposa.
—Sostenla del mango —le indicó, tomando su mano entre la suya más grande.
—Esto, hijo, es un arma blanca y si eres inteligente, sabrás jugar con ella sin hacerte daño —Un objeto tan letal en las manos de un niño inocente, se sentía fascinante y él no pudo resistirse a las ganas de ir y mostrársela a su hermano mayor, estaba muy orgulloso de tener algo regalado por su padre que había sido de su propiedad.
Irrumpió en la habitación de Taehyung como un huracán, sintiéndose feliz y ansioso por ver su reacción al ver la navaja.
—¡Tae! —el pelinegro estaba sentado en su escritorio, absorto en los problemas matemáticos en
sus hojas, alzó el rostro en cuanto su pequeño hermano llegó a su lado, rebosante de energía.
—¡Mira lo que papá me ha obsequiado!
—¿Si? —Taehyung le dio una sonrisa sincera.
—Déjame ver. —Namjoon todavía podía recordar su reacción como si hubiese sido el día anterior.
Él había sacado la navaja de su bolsillo con una sonrisa triunfal y la había empleado como su padre le había indicado, tomándola del mango y llevándola hacia enfrente con fuerza, el filo rozó el costado del abdomen de Taehyung, cortando su camisa. "¡Crack!" había chillado simulando el chasquido de la navaja al cortar, lleno de júbilo por no haberse lastimado a sí mismo.
—¡Va a darme un arma también! ¡Me lo ha prometido! —Pero el rostro de su hermano mayor estaba serio, tan mortalmente serio que un escalofrío recorrió su pequeño cuerpo al mirarlo fijamente. Sus cálidos ojos brillaban con preocupación y alarma. Taehyung había tomado la navaja con sumo cuidado quitándosela de las pequeñas manos.
—Vas a lastimarte con eso Namu.
—No lo haré. Ya no soy un niño y soy muy inteligente, papá lo dijo —su pecho se hinchó de orgullo por un momento al recordar las palabras de su padre —Dijo también que iba a ser el líder del clan algún día porque era un Kim ¡Y me va a dar el control a mi!
No hubo una sonrisa de orgullo, alegría o algo parecido por parte de su hermano, muy por el contrario todo lo que obtuvo de él, fue un repentino enfado que no pudo entender, el mayor de los hermanos Kim no le devolvió la navaja por mucho que Namjoon lloró y pataleó.
Taehyung simplemente salió de la habitación, rojo de coraje y no volvió a mirarlo hasta el siguiente día, cuando regresaba del campo de tiro con una expresión tan enferma que Namjoon creyó que iba a desmayarse, desde ese momento Taehyung se mostró frío e indiferente con él y apenas si le dirigía la palabra.
3 años después, Taehyung se presentó al fin como un Alfa y 4 años después, cuando el alfa tenía 20 años fue enviado lejos, justo cuando ocurrió todo el escándalo de su accidente y la Omega muerta en el.
Namjoon nunca obtuvo su navaja de vuelta, ni el arma mucho menos le fue obsequiada como se lo habían prometido, ni eso ni nada de lo que su padre prometió le sería dado y él tuvo que aprender a conformarse con vivir bajo la sombra de su hermano mayor.
Ahora él ya estaba cansándose de toda esa mierda, de permanecer callado y obediente a las órdenes de su padre y, en algunos ocasiones también de su hermano, conformándose tan solo con tener un rango aceptable en el clan y agachar la cabeza cada que era reprendido cuando algún trabajo que le era encargado salía mal.
Cansado de callar todas sus quejas si algo no era de su agrado porque su opinión nunca sería tan importante como la de Taehyung y tampoco sería tomada en cuenta.
—No te metas en los asuntos del clan —Taeyeon fue claro en ello cuando Namjoon quiso ir a realizar el entrenamiento en Abbysay, tal como había hecho Taehyung.
—Si lo haces y Taehyung decide tomar cartas en el asunto, ten por seguro que estás por tu cuenta y no defenderé tu insensatez —la advertencia fue clara y directa y traía implícito el hecho de que al no hacer el entrenamiento en Abbyssay, nunca seria un miembro importante en el clan.
Sin embargo él sabía que desafiar a su hermano era prácticamente un suicidio, mas si contaba con el apoyo incondicional de su padre. Si él fuese otra persona, quizá todo seria diferente, pero la cosa era, que Namjoon conocía bien a Taehyung; habían crecido juntos, jugando, riendo, siendo buenos amigos durante un largo tiempo.
Así que, él estaba completamente seguro de que el pelinegro no sería capaz de acabar con él; no con su hermano menor, no con el niño que durmió con él cada noche por miedo a los monstruos bajo su cama, con el hermano que protegió a cada instante.
Y era por esa razón que no comprendía el por qué Taehyung se negaba a que hiciera el entrenamiento, él podía decir una sarta de amenazas y advertencias sobre la vida en Abbysay, pero eso no amainaba en nada el deseo de Namjoon de ir y solo alimentaba locas teorías en su cabeza sobre el motivo de la negación de Taehyung que solo aumentaban día con día el rechazo que sentía hacia su hermano mayor.
Pero la verdad era que Taehyung solo quería protegerlo, no tenía las agallas para verlo sufrir como él lo hizo estando en ese lugar.
Si, el letal Kim Taehyung, el lobo negro, tenía una debilidad y esa eran sus hermanos y la mejor manera de protegerlos era mantenerlos alejados del mundo en el que él se desenvolvía.
Su móvil vibró insistente en el bolsillo de su pantalón.
Namjoon redujo la velocidad y se detuvo en un semáforo en rojo, enfadado sacó el aparato de su bolsillo y observó la notificación de haber recibido un mensaje.
Era de Taehyung y sólo tenía tres palabras que le hicieron entrecerrar los ojos sorprendido.
—Tenemos que hablar.
¿Y ahora que estaría planeando su hermano mayor?
La pantalla del móvil mostraba un cuerpo ensangrentado, tirado en una costosa alfombra persa
oscurecida por la sangre. Un clic en el centro de la imagen bastó para que el zoom aumentara y se viera mejor el quemado pecho del hombre muerto.
Las arañas eran claramente visibles, ambas abriendo la carne formando un surco rosáceo con los bordes quemados, la pus brotando de ellas y escurriendo por el pecho, un líquido de apariencia grasosa.
La marca hecha con hierro caliente, abarcaba la parte superior del torso casi por completo, un pezón había sido cocido en el proceso y la cabeza colgaba de la base.
Era una imagen grotesca, pero los ojos del Alfa no estaban puestos en la sangre, en la abertura de la garganta o en los genitales en la boca abierta. No, su atención radicaba únicamente en el símbolo grabado con hierro caliente en el cuerpo.
El clan Kim solía marcar así a sus víctimas cuando se quería dar un claro mensaje a sus enemigos, después de dejar el cuerpo severamente mutilado.
Siempre actuaban con una meticulosidad y limpieza digna de un experto, sin embargo, el cuerpo de Chá Eunjin había sido destrozado de una manera tan brutal, tan obscena que Yoongi no podía simplemente dejar de lado el asunto y que se le culpase a él o a Taehyung de hacer semejante barbaridad.
Él lo había asesinado, claro que si, no tenía caso negarlo, pero lo había hecho de una certera puñalada en el pecho y lo había visto desangrarse hasta morir, luego de eso se había ido y le había pedido el favor a Jung Hobin de que escondiera el cuerpo en algún lugar que fuera fácil de encontrar para los Chá, pero al parecer se había encargado de primero destrozar el cuerpo y lo que es peor había falsificado el sello de los Kim para inculparlos a ellos, ahora podía comprender un poco el odio desmedido que Chá Eun Woo sentía hacia Kim Taehyung y eso lo hacía sentir culpable, tenía que hacer algo para remediar la situación.
El problema era que el bastardo de Hobin estaba muerto y no tenía como probar que él era el culpable de aquella salvajada y que no la habían cometido ni Taehyung, ni él.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un insistente golpeteo proveniente de la puerta de la habitación en la que estaba encerrado Jimin.
El Omega ya llevaba un par de días allí y él seguía sin encontrar la fuerza de voluntad para ira su
encuentro y enfrentar lo que su lobo y él estaban sintiendo. Inspiro y exhalo profundamente para darse valor y se dirigió hasta la habitación, introdujo la llave en la cerradura y la giró para posteriormente empujar levemente y abrir la puerta, Jimin retrocedió unos cuantos pasos al sentir el aroma a manzanas y té verde, fuerte e intenso, propio de un Alfa de sangre pura como Yoongi, entro despacio, caminando pausadamente para disimular el temblor en sus piernas, nunca antes en su vida se había sentido tan jodidamente nervioso.
—Ho...Hola O..Omega —Eso no había salido nada bien y además ¿desde cuando tartamudeaba?
¡Jodida vida!
—Aléjate, no me toques o... —Jimin paseo sus ojos por toda la habitación intentando encontrar algo con que defenderse pero no veía nada, así que con algo de dificultad alzó la lámpara y amenazó al Alfa con ella.
—...O te rompo esto en la cabeza. —Yoongi se mordió los labios intentando ocultar su sonrisa.
—Es de fieltro Omega bonito, de tela, no se rompe. —Jimin se sonrojo al instante, no sabiendo si le avergonzaba mas su fallido intento de parecer amenazante o el elogio con el que lo había nombrado el Alfa.
—Emmm, igualmente no te acerques o no respondo, puedo mmm... arañarte.. Si, eso te araño si te acercas —trató de sonar lo mas amenazante que pudo, pero cuando escuchó la carcajada del Alfa supo que de nuevo había fallado garrafalmente.
—Ok, Ok, no me acerco —dijo Yoongi con las manos levantadas en señal de rendición, suspiró y tomo asiento en una esquina de la cama.
—¿No lo sientes Omega bonito? —Interrogó el Alfa con el ceño fruncido, el lobo en su interior queriendo obligarlo a tomar el Omega en sus brazos y acariciarlo.
—¿Sentir qué?
—Ya sabes.. Tu lobo.. Mi lobo...
—¿Eh? —Jimin lo miro confundido y en ese momento entró Jungkook a la habitación.
—¡Por la Diosa! el zopenco aquí presente cree que tú eres su Omega destinado y quiere saber si tu sientes el lazo, santos gusanitos con lo fácil que es ser directos —suspiró dramáticamente.
—Gracias Jungkook, no recuerdo haberte llamado —masculló Yoongi entre dientes.
—Me llame solito Hyung —dijo Jungkook y le saco la lengua.
—Tan maduro como siempre Kook —se burlo Yoongi y se escuchó la risa de Jimin, en los oídos del Alfa se oyó como el suave tintineo de una campanilla de viento e hizo latir como un caballo desbocado a su corazón, no había duda ese bonito Omega le pertenecía.
Jimin siguió riéndose por unos segundos mas hasta que recordó su situación y que estaba secuestrado y su semblante decayó en uno mas triste.
—¿Por qué me tienen aquí? —Interrogó Jimin.
—Por tu propio bien y el de tus hermanos —esta vez el que respondió fue Junsoo quien había llegado recientemente sin que su presencia fuera notada.
¿Pero qué les pasaba a todos? ¿acaso no entendían que era su momento privado con su Omega? solo faltaba que llegara la empleada y...
—La cena esta servida, pueden pasar al comedor —anunció una Beta pelirroja.
—Que bien porque muero de hambre —celebró Junsoo.
—¿Puedo acompañarlos al comedor? —preguntó tímidamente Jimin.
—Por supuesto cachorro, tomate tu estancia en mi casa como unas vacaciones.
—Vacaciones obligadas —rezongo Jimin.
—Pero vacaciones al fin y al cabo respondió Jungkook y tomándolo de gancho se lo llevó al comedor ante la mirada atónita de Yoongi que por poco y se le salen los ojos de las órbitas de lo mucho que los abrió.
Se sentaron todos en el comedor y se dispusieron a cenar, ya en medio de la comida y con un ambiente mucho mas relajado, Junsoo tomo la palabra dirigiéndose a Jimin.
—Se que quizá no me lo creas cachorro pero te traje acá por una buena causa.
—Y desde cuando el secuestro es una buena causa.
—Primero ya te dije tómatelo como vacaciones no como un secuestro —Junsoo hablaba con dulzura en su voz, lo que menos quería era hacer sentir incómodo al Omega.
—¿Así, entonces puedo llamar a mi casa o irme? —pregunto un poco sarcástico.
—No y no —respondió el Alfa y Jimin bufo.
—Vacaciones, si claro.
—No estas secuestrado cachorro, pero necesito que tus hermanos así lo crean.
—¿Y para qué o por qué?
—Por el bien de todos Jimin —se puso de pie y abandonó su puesto en la cabecera de la mesa para ir a sentarse junto al Omega, una vez ubicado, acaricio su mejilla y entrelazo sus manos con la de él.
—Chá Eunho era una piltrafa de ser humano y Eun Woo su hijo no es mucho mejor, tu padre y yo siempre sospechamos que Eunho era un usurpador y en realidad no pertenece a la familia Chá, no tenemos pruebas y la única que lo sabe a ciencia cierta es Taeul, pero ella no lo dirá, no puede hacerlo, el punto es que Eun Woo odia a Taehyung y lo quiere muerto o en el mejor de los casos obligarlo a una alianza con él para quitarlo del camino y que su clan sea el único en el poder, si te tengo conmigo puedo hacer que tu hermano se una a mi clan y darle la dirección de ambos clanes a él.
—¿Y usted por qué razón le dejaría el liderazgo de su clan a mi hermano?
—Por Jungkook y su cachorro —Jimin volteo a ver al otro Omega y este asintió.
—Así es, estoy esperando un cachorro de tu hermano Taehyung.
—Oh por la Diosa, que emoción voy a ser tío, Tae se va a poner tan feliz cuando lo sepa —celebró Jimin dando saltitos en su asiento mientras aplaudía emocionado.
—Ya ves Omega bonito, somos los buenos —Yoongi se acerco y le dio un beso en la mejilla, Jimin se sonrojo fuertemente y todos guardaron silencio.
Con su metro ochenta, cuerpo atlético y cara de niño inocente, Eun Woo tenía una apariencia que se asemejaba más a un Adonis Griego que a un traficante de armas. Su cabello lacio y rebelde, estaba ya un poco largo y unos cuantos mechones rebeldes caían su rostro tallado en piedra.
No hizo ningún movimiento por unos minutos, observó fijamente la USB en sus dedos, con sus pensamientos puestos en algo más allá que simple información irrelevante de las distribuciones de los Jeon.
Él y su mano derecha Jackson Wang estaban en la terraza de la mansión Chá, la cual tenía vista al amplio jardín bellamente construido.
—Tengo una cuenta pendiente con Junsoo —dijo con la mirada perdida en algún punto. —Ojo por ojo, Jackson —su voz demasiado tranquila hizo al castaño mirarlo con suspicacia. —Junsoo me ha arrebatado a mi padre, y yo voy a arrebatarle a su hijo.
—Si quieres devolverle el golpe, derrumba su imperio desde adentro. La muerte del Omega es irrelevante.
—Y así voy a hacerlo, pero Junsoo tiene una deuda mucho más personal conmigo y se la cobrare —su voz tenía una nota de afilado rencor en ella. —Mi padre y él tenían una rivalidad bastante fuerte pero el hecho de arrebatarle la vida fue un error que me encargaré de hacerle pagar. El recuerdo del cadáver de su padre sobre un gran charco de sangre y sesos esparcidos le dejó un amargo sabor de boca.
—Puedes matar a cada miembro de su familia pero ¿Qué ganas con eso?
—No voy a matarlo Jackson —Eun Woo se levantó del sillón, cansado de la blanda superficie, con pasos lentos, se dirigió al barandal y apoyó sus antebrazos en el, admirando la puesta de sol —Al menos no todavía. Solo voy a llevármelo. Voy a destruir a Jeon desde dentro y haré a Junsoo arrepentirse hasta de haber nacido. El hijo de perra es una amenaza para mi y voy a deshacerme de él, pero antes, voy a arruinarlo.
Chá Eun Woo lo juró, en memoria de su padre.
Otra punzada en la espalda baja, Taehyung cayó de rodillas y gimió adolorido, la necesidad de poseer a un Omega y liberar su nudo en su interior crecía con cada segundo.
Estaba sudando, le dolía, necesita un Omega, todo su cuerpo ardía, pero no quería estar con cualquier Omega solo porque su cuerpo se lo pide, quería a Jungkook, quería a su Omega.
Al otro lado de la puerta Jungkook soltó un chillido al sentir el embriagador olor a Alfa en celo y cerro los ojos, obligándose a si mismo a recordar las palabras que le dijo Taeul minutos antes.
—Recuerda que no debes quitarte la máscara, hablar solo lo necesario, ya lo deje en una habitación y le di una pócima para que sus sentidos se nublen, apretó entre sus dedos la pequeña botellita verde que le dio la bruja y recordó —en esta botellita esta una pócima para ocultar tu aroma, es tu decisión si la usas o no, de todas maneras no creo que recuerde nada al terminar el celo y si lo hace pensara que estaba alucinando contigo por el celo.
Jungkook no estaba muy convencido pero ya no había vuelta atrás, su Alfa aguardaba por él así que no lo pensó mas y entro. Como una tormenta demoledora el cuerpo del Alfa chocó con el suyo inmediatamente que entro a la habitación y en cuestión de segundos fue levantado y dejado en la cama con brusquedad.
—Alfa —jadeo al sentir la nariz de Taehyung olfateando su cuello.
Quizá debió beber el contenido de la botellita antes de entrar, ya era muy tarde y solo quedaba confiar en que los sentidos del Alfa estuvieran lo suficientemente nublados como para no ser reconocido o en su defecto que lo olvidara.
—Omega —Taehyung gruño, olía tan bien, quería marcarlo pero escuchó esa pequeña voz en su cabeza que le decía: «no te dejes engañar, no es él, no puede ser él» sacudió su cabeza para alejar sus pensamientos y volvió a olfatear al Omega, olía a frutos rojos y naranjas, olía a Jungkook, tenía que ser Jungkook, ¡Diosa por favor que sea Jungkook! Taemin el lobo en su interior aullaba.
—Alfa... Alfa... Alfa —el Omega lloriqueaba, estaba húmedo y quería ser llenado, lo necesitaba tanto. Taehyung quería besarlo pero la molesta máscara no se lo permitía, entonces recorrió con sus labios y manos toda la figura de Jungkook, sus dedos lo reconocían, pero aun así lo tocaba como si fuera la primera vez deleitándose con cada centímetro de ese cuerpo tan bien formado.
El omega gemía con desespero, sus manos se movían sacando sus ropas, el Alfa ya estaba desnudo ¿y el por qué él seguía vestido?
—¿Cómo te llamas?
—Be...Belladonna —jadeo a duras penas el Omega.
El Alfa se mojo los labios con la lengua tratando de conservar un momento mas la calma y algo de lucidez que le sean suficientes para hablar con claridad.
—Tengo Omega, Belladonna, y no tendrás mi nudo, ¿Estas conforme con ello?
—Alfa —el Omega lloraba frotando su cuerpo contra el de su acompañante como única respuesta a su pregunta. —Alfa —el Omega lo llama una vez mas y abrió sus piernas estando ahora desnudo, exponiendo así ante el Alfa su entrada dilatada y chorreante de su lubricante natural.
Y eso es todo, Taehyung se pierde, el placer explota dentro de él y su Alfa emite un rugido complacido, su instinto lo guía y se inclina entre las piernas del Omega para oler mejor el dulce aroma de sus fluidos, le da la vuelta y no demora en probar su trasero con su lengua, Jungkook gime alto y se inclina para quedar mas cerca de la lengua del Alfa que se sumerge en su entrada en un ritmo constante.
Taehyung lo lame hasta que se siente saciado y cree que ha sido suficiente, lo gira de nuevo y entierra dos dedos dentro de él.
El Omega los recibe y se frota contra ellos para generar una mayor fricción en su próstata, gime de una forma tan bonita que el Alfa quiere pedirle que se grabe para poder escucharlo gemir todos los días.
Lo folla con sus dedos agregando el tercero a su interior, Jungkook gime, llora, jadea, suplica, quiere su pene adentro, lo quiere a él llenándolo, no a sus dedos.
Y como si el Alfa pudiera escuchar sus pensamientos siente algo duro frotándose en su entrada y su respiración se detiene por un segundo al sentir el miembro de Taehyung empujándose dentro de él.
Se estremece al ir sintiendo la intromisión del enorme falo del Alfa en su interior, pronto esta lleno por completo y grita.
Taehyung se toma un momento para acomodarse bien entre las piernas del Omega y entonces lo comienza a embestir, su instinto animal quiere ir fuerte desde el principio y se deja llevar por el.
Lo penetra con fuerza y en cada embestida el cuerpo debajo suyo se sacude, esta caliente y húmedo por el sudor y con cada sonido del Omega se excita aun mas.
El ritmo desesperado de las embestidas lo acerca rápidamente al orgasmo, cambian de posición, y ahora es Jungkook quien esta sentado encima de Taehyung y tiene el control moviéndose rápido sobre su pene, quiere que lo anude y no importa lo que haya dicho lo va a conseguir.
—Alfa —llora en su oído estremeciendo a Taehyung.
El Omega suelta un gemido aun mas alto, se aferra a los hombros del Alfa y cierra los ojos sintiendo su propio orgasmo formarse, hacen falta dos embestidas mas y entonces se corre dando un fuerte grito.
El Alfa entonces se recuesta, sus embestidas cambian de rápidas a lentas y profundas y entonces sin que pueda evitarlo como quería en un principio, lo anuda en medio de los estremecimientos del Omega, alcanzando así su propio orgasmo, derramándose en el interior del apretado orificio de Jungkook que gime lloroso mientras siente como su interior se expande al máximo para darle cabida al nudo del Alfa.
Poco a poco sus respiraciones se calman y sin darse cuenta se duermen estando aun unidos.
Pasan alrededor de tres horas cuando el Alfa se despierta con una oleada nueva de calor y sintiendo la apabullante necesidad de estar en el interior del Omega de nuevo y su aroma es suficiente para que este también despierte y vuelven a unirse, esta vez no se duermen enseguida sino hasta que el nudo del Alfa baja.
Esta rutina se repite varias veces mas durante esa noche, follan una y otra vez tal y como el celo de un Alfa lo demanda y Taeul de alguna forma tenía razón, Taehyung parece tener los sentidos demasiado nublados por el celo como para caer en la cuenta de que a quien se a estado follando toda la noche es a Jungkook, todo se trata solo de complacer sus mas primitivos instintos, es como si ni siquiera recordara quién es él mismo, solo sabe que lo necesita, que lo desea, que sus cuerpos piden unirse y simplemente lo hacen.
No hay raciocinio que los
detenga, no hay dos humanos
pensantes, solo dos lobos, Alfa y Omega que se han amado desde antes, desde siempre, desde el inicio de los tiempos.
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