Capítulo 7
Elliot insistió en que durmiera un poco. Después de todo, ambos estuvimos despiertos hasta que Mina se durmió.
Apenas me recuesto en el sofá, no tardo nada en caer en el sueño, a pesar de haber dormido en casa, sigo cansada.
Esa pesadilla se hace presente de nuevo; pero hay algo distinto.
¿Por qué veo todo esto?
Las imágenes que anteriormente había visto se repiten; pero al final, un par de ojos rojos parecen estarme viendo de cerca ¿de quién son esos ojos?
<<¡Renuka! ¡Ayúdame!>>.
Despierto de un salto mientras siento mi corazón golpear con fuerza mi pecho.
Me mantengo con la mirada perdida mientras intento tranquilizar mi respiración hasta lograrlo. Solo en ese momento, noto que Elliot me mira con una evidente expresión de desconcierto y asombro.
— También lo escuchaste ¿verdad? — asiente lentamente con la cabeza.
— Esto no puede ser posible. Algo anda mal aquí.
— ¿Qué otra cosa esperas?
— Renuka — levanta sus manos — 8 meses ¿Por qué demonios aparece luego de 8 meses?
— Yo tampoco lo sé; pero tenemos que ir a...
— ¿Qué? Renuka, no me voy a meter en ese lugar otra vez. La primera vez que lo hice casi muero. No iré ahora que mi hijo nació. Perdón; pero no lo haré. No puedo.
— Pero dijiste...
— Sé que te lo prometí; pero esto cambia mucho las cosas — suspira con pesadez — Esto...
— Como quieras. De todos modos no puedo obligarte — camino hasta la entrada — Felicidades por tu hijo Elliot, nos vemos.
Salgo de la casa de Elliot y vuelvo a casa de mi abuelo con Bestia. Miro la perla mientras camino, inmersa en mis pensamientos.
— De seguro lo dijo para darme alguna clase de esperanza... — Murmuro
— Renuka — doy un brinco al notar que mi abuelo me habla. Lo veo preocupado.
— ¿Pasó algo?
— ¿Cómo que si pasó algo? Me tenías preocupado. No sabía nada de ti desde ayer.
— Lo siento... Estaba en casa de papá y... Después estuve en casa de Elliot, ya que nació su hijo.
— ¿Nació ya?
— Sí — sonrío — Su nombre es Rurik. — no deja de mirarme extraño — ¿Visitaste a Zoren?
— Ah... Sí, está mejor. No te preocupes por él.
— Oye... Durante la tarde saldré con Erick para entrenar. Solo te aviso para que no te preocupes si no me ves aquí.
— ¿Estás bien? — Me mira aún preocupado — ¿Quieres hablar de algo?
— No, realmente no quiero hablar de eso... — pone una mano en mi hombro.
— Hablaremos cuando te sientas lista.
— Claro... — me acerco a él para abrazarlo — lamento causarte problemas.
— Descuida, entiendo que sea difícil, Renuka. Ve a descansar.
— Gracias. Te quiero — sonríe y acaricia mi cabeza.
— Y yo a ti, pequeña. Nos vemos.
— Nos vemos...
Mi abuelo sigue su camino hacia su trabajo en las caballerizas y yo sigo el mío hacia casa junto a bestia.
Eso no se hace...
No intentes ser mi conciencia.
Ciro se preocupará mucho por ti.
Lo sé.
Te meterás en problemas.
Lo sé.
Meterás en problemas a Erick.
Sí...
Elliot se molestará y Mina se preocupará...
¿Terminaste? El hecho de que tú lo digas, no significa que cambiaré de opinión. Entiendo las cosas que pasarán aquí; pero no puedo solo quedarme y fingir que no pasó nada como lo está haciendo Elliot.
Como quieras.
Al llegar a casa, dejo a Bestia con comida y agua, me dirijo a mi habitación, y armo un bolso con las cosas básicas para mi viaje.
— Lo siento mucho, abuelo. — digo dejando una nota en su habitación.
"Perdóname. Volveré pronto. Lo prometo.
Renuka."
Cargo la silla de Bestia con mis cosas y comida, tanto para mí como para él; y nos vamos, siguiendo un mapa que "tomé prestado" del despacho de Zoren.
Nos vamos a todo galope para alejarnos lo más rápido posible de Sutan. Estoy segura de que Elliot irá a casa para intentar "hacerme entender que tiene razón en lo que dice".
Mientras Bestia galopa por el camino, voy trazando la ruta para ir a "ese lugar". Es realmente largo.
¿Y qué esperabas? A Khan y al equipo les tomó dos semanas. Aunque debería tomarte menos tiempo, ya que no hay un loco desquiciado usando la magia de la laguna o de la misma luna. Espero.
Supongo. Según Zoren, debería de llegar en al menos una semana como mínimo. Solo debemos pasar por Criya, Zafiro, Minerva y Clerig; y en un día de viaje estaríamos llegando al lugar de la laguna.
¿"Nosotros"?
Bestia y yo ¿Quién más?
Claro.
Llevo un par de horas caminando con Bestia. Seguramente ya alguien se debió de dar cuenta de que no estoy por ningún lado.
— ¡Renuka! — Volteo a ver sorprendida.
— ¿Erick?
Awww
¡Cierra la boca!
Hago que Bestia se detenga para esperar a Erick, quien se acerca a todo galope hasta llegar junto a mí.
— ¿Qué haces aquí? ¿Cómo supiste que...?
— Yo... Fui a tu casa para ver cómo estabas. Había hablado con Elliot y me contó de la discusión que tuvieron. — se ve un poco avergonzado — Me preocupé un poco cuando no respondiste a mis llamados, así que decidí entrar y encontré esto en la habitación de tu abuelo. — me enseña la nota — ¿De verdad piensas que te sentirás mejor si vas a ese lugar?
— No lo sé. Solo... quiero ir.
— Elliot dijo que habías escuchado la voz de Khan — no me sorprende tanto el que Elliot hablara de ello con Erick.
— Sí, últimamente he oído su voz y he tenido sueños muy extraños. Pero siento que solo yendo a ese lugar se aclararán mis dudas. — le enseño la perla — Siento que esto es para mí, siento que debo ir. — no hace más que solo mirarme en silencio con una expresión pensativa — ¿Intentarás hacer que regrese?
— Bueno... — niega con la cabeza — a estas alturas, tanto Ciro como Elliot ya debieron haber notado que no estás por ningún lado. Además, Elliot sabía que iría a verte, así que si de repente me vieran volviendo a Sutan a caballo y sin ti, lo más probable es que me pregunten por ti. — lo que dice me hace mucho sentido — Te acompañaré.
— ¿Qué? — realmente no me esperaba eso — ¿Estás hablando enserio?
— Claro — se adelanta un poco — Estoy completamente seguro de que no puedo hacerte regresar. Cuando tienes algo metido en la cabeza, no hay quien pueda contrariarte. — lo sigo en silencio — No conocí mucho a tu padre ¿Sabes? Pero era una buena persona. De no ser por él, yo no habría logrado salir de Clerig y probablemente mi padre me habría molido a golpes esa misma noche — voltea a mirarme — Ojalá Emily y yo hubiéramos corrido con la misma suerte que tú. Eres muy afortunada por tener un padre como Khan.
— Supongo — desvío la mirada — Solo me habría gustado haberme dado cuenta de eso mucho antes de que todo esto pasara...
— Oye, Ren... — Erick mantiene una sonrisa que hace ver que todo está bien — Él realmente te quería mucho — mis ojos se humedecen al oír eso — No dejaba de decir lo mucho que amaba a su hija y todo lo que estaba dispuesto a hacer para salvarla.
— Gracias, Erick...
Erick siempre ha sabido qué decir en todo momento. Y es agradable cuando no lo invaden los nervios que lo enmudecen. Realmente es un buen amigo.
Waw... No le vayas a decir eso en voz alta.
Déjame en paz.
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