Capítulo 19

Sever me aparta antes de que alguien salté sobre mí.

—¡Sever!

—¡Sal de aquí! —Me grita.

No es una de esas cosas, no es uno de los hermanos de Sever.

—Buen trabajo, Sever —Dice el sujeto —Pero ya está bien hasta acá. Yo me encargaré de la chica —Voltea a mirarme.

—No, déjala. El guardián está...

—Desquiciado, lo sabemos —Dice con una sonrisa de satisfacción —Pero esto era parte del plan ¿Sabes?

—No lo entiendo...

—No es necesario, morirás de todas formas sin poder evitar que esa mocosa llegue a manos de Rocky —Voltea rápidamente y me sujeta del brazo —Gracias por hacernos el trabajo más fácil.

—Si das un solo paso meteré una flecha por tu garganta.

—Elliot... —Dice Sever.

—Di quién eres, ahora.

—Nadie importante. Solo un "humilde" servidor que ayuda al guardián a cumplir con una venganza personal. Y de paso, cumplir con la mía. —La expresión de su rostro cambia considerablemente —¿Recuerdas a esos sujetos que asesinaron? Al que le clavaste la espada en el cuello y al que tú degollaste —Se refiere a mí —Esos sujetos eran mis hermanos menores; y voy a cobrarles el haberlos matado.

—En poco tiempo estarás igual que ellos —Dice Elliot, preparándose para disparar.

—¿Enserio?

El sujeto saca la daga de mi padre de mi cinturón y la coloca en mi cuello apoyando el filo sobre mi piel. Eso me aterra.

—Tu decides, guerrero. Así que será mejor que ese chico que está oculto salga desarmado, o tendré que hacer esto antes de tiempo.

<<Déjalo que te lleve>>.

No comprendo por qué lo dice.

<<Dile a los demás que no interfieran>>.

¿Por qué dice eso?

<<Renu, confía en tu padre>>.

Eso es extraño.

Bastante. Pero ¿Que opciones tengo en esta situación?

—Hagamos lo que dice... —Termino diciendo —De una forma u otra tenemos que llegar a ese lugar.

—Muy inteligente ¿Eh? —Me obliga a caminar —Ustedes adelante. Los quiero en donde pueda verlos. Tú también... —Ríe por lo bajo —Maldito cobarde.

¡¿Es enserio?! ¡¿Sever escapó?! ¡¿No debía protegerte?!

¡Sí; pero no entiendo qué pasa!

El sujeto obliga a Erick y a Elliot a caminar frente a él para posteriormente cabalgar y alejarnos de Minerva. 

¿Dónde está Sever?

Mientras el equipo se encuentra en problemas y Sever permanece en el misterio, Black, Iki y Rhys terminan de limpiar la ciudad de esas criaturas que atentan contra la vida de los habitantes.

—Yo digo que la ciudad ya está limpia —Dice Black.

—Eso espero —Dice Rhys, guardando su espada —Me pregunto si estarán bien.

—Descuida —Dice Iki —Es la hija de Khan. Asumo que es igual a su padre.

—Espero que no en todo —Finaliza Black.

—Mejor volvamos con Zoren. Parece que la edad le comienza a pasar factura.

—Ha estado al frente desde antes que comenzáramos a entrenar. También, lo he notado muy deprimido desde que regresaron de la última misión. Hay veces en las que lo sorprendo observando las cosas de Erick ¿No debía entregarlas a su familia?

Waw, o Zoren a sabido guardar muy bien el secreto, o el equipo no es tan suspicaz para ciertas cosas. Supongo que cualquiera de las dos opciones es válida.

En el refugio improvisado dentro del hospital, Ciro y Zoren permanecen charlando para matar el tiempo. Digo... Pasar el tiempo. Perdón.

—Ese día que los mandé a llamar —Dice Zoren —Había sentido que el lazo que tenía con Erick se había roto. Sentí que la mitad de mi corazón moría con él.

—Te entiendo perfectamente. Seguramente Renuka hubiera sentido lo mismo si su lazo se hubiera desarrollado con anterioridad. Pero, eso habría sido mucho más duro para ella.

—Ciertamente —Dice Zoren, reclinándose en la silla para estirar la espalda —¿Sabes? No voy a dudar en que ellos lograrán detener todo esto. Y en cuanto eso ocurra, me retiraré de mi cargo.

—¿Seguro que quieres hacer eso? —Pregunta Ciro —Desde que te conozco has estado en ese puesto.

—Ya estoy viejo para esto, Ciro. Además, desde que mi hijo murió, no le encuentro el sentido a nada.

—Quisiera decirte palabras de aliento; pero... Créeme que te entiendo perfectamente.

—Al menos tú tienes a Renuka. Luego de la muerte de mi esposa, solo tenía a Erick. Ahora no me queda nada.

—Señor —Aparece un chico frente a Zoren. Me parece familiar ¡Ya me acuerdo! ¡Es el idiota que habló mal de Khan! ¿Cómo se llama? Ah, sí. Claw. Claw aparece frente a Zoren —Rhys y los otros Sangre de lobo ya acabaron. Dicen estar seguros de que no queda ninguno.

—Bien —Se pone de pie.

—¿A dónde vas? —Ciro lo mira extrañado.

—Necesito llegar a mi despacho para ir por unas cosas.

—¿Necesitas que te acompañe?

—No. Puedo hacerlo solo. Nos vemos más tarde, Ciro.

—Claro —Dice Ciro.

Al quedar a solas, Ciro cierra los ojos un momento, pensando en que todo está bien y que Renuka no corre gran peligro. Necesita hacerlo, ya que solo así puede sentirse un poco menos preocupado.

Es mejor que siga pensando así de positivo, el pobre no la ha pasado muy bien que digamos.

Luego de casi media hora, Zoren consigue llegar sin problemas a su despacho. Apenas entra, camina directamente hacia su escritorio y abre un cajón.

—Sé que prometí nunca utilizarla; pero... —Observa la daga en sus manos —Esto es demasiado para mí. Ya he vivido bastante en este mundo. —Se sienta en su silla y mira hacia el cielo a través de su ventana con ojos brillantes —Gina, Erick, perdónenme. Pero estoy cansado de todo esto...

—¿Ese es tu plan? —Zoren ve a Black entrar al despacho —Luego de tanto tiempo ¿piensas suicidarte?

—No lo entenderías, Black.

—Pues explica, porque hasta el momento solo veo que uno de los sangre de lobo que más respeto en la vida, está a punto de hacer un acto de cobardía en una situación complicada.

—¿Crees que lo hago por esta situación?

—¿Entonces?

Zoren se pone de pie y mira a Black con autoridad y tristeza en sus ojos. Black no puede evitar mirarlo desconcertado.

—¿Sabes lo que es tener hijos, Black? —El mencionado niega en silencio —¿Sabes lo que es perder al único familiar que tenías?

—Mi padre y mi madre murieron hace unos 18 años; pero eso ya lo sabes. —Camina hasta quedar del otro lado del escritorio —¿Qué pasa, Zoren? —Pregunta colocando su mano sobre la daga.

—Estoy cansado, Black. Perder a Erick...

—¿Erick? —El recuerdo de la muerte de su amigo hace que su corazón duela un poco. —¿Qué tiene que ver Erick en todo esto?

—Erick era mi hijo, Black. Por petición de él mismo guardamos el secreto.

—Erick nunca nos dijo nada... —Toma la daga en sus manos —¿Por qué con esto?

—La tengo desde que murió mi esposa, Gina. No concebía la vida sin ella y...

Inicio del flash back.

<<Fue hace unos 25 años atrás. Zoren regía la academia como siempre y Erick era un joven de no más de 10 años que vivía con su madre mientras su padre trabajaba.

Con el tiempo, Gina había caído enferma; y a pesar de los esfuerzos, ningún médico la pudo curar.

El perder a su esposa fue un golpe bastante duro para Zoren. Ella era su compañera, la madre de su hijo, el único amor de su vida.

Aquella daga era el símbolo del alfa y líder mayor dentro de la academia. Pero en ese momento, para Zoren significó una salida para dejar de sentir ese dolor en su corazón.

Cuando estuvo a punto de hacer cualquier cosa, Erick se paró frente a él mirándolo con miedo.

—Erick...

—Padre —Dijo con voz quebradiza —No lo hagas. No es lo que mamá querría.

Aquellas palabras terminaron de romper el herido corazón de Zoren. Le dolió darse cuenta de lo egoísta que estaba siendo.

Tan herido por la pérdida de su amada esposa, que no pensó en su hijo de apenas diez años de edad. Si seguía con su plan, Erick quedaría solo en el mundo.

—Perdóname, hijo... —Dijo dejando caer la daga para sostener su rostro antes de romper en llanto —Es solo que... No puedo...

—Padre —Erick se arrodilló frente a él y lo miró a los ojos —Yo estoy aquí aun.

Zoren acabó abrazando a su hijo que intentaba reconfortarlo.

—Tranquilo, Erick... —Dijo entre sollozos —No iré a ningún lado. No usaré esa daga jamás. Lo prometo.

—Te quiero, papá.

—Y yo a ti, hijo mío...>>

Fin del flash back.

Este... ¿Está comenzando a llover?

Erick era mi único hijo... —Finaliza Zoren.

Black guarda silencio un largo momento luego de la historia contada por Zoren. Realmente nunca se lo había imaginado.

—Erick me pidió guardar el secreto cuando llegó a esta academia. En verdad lo entiendo.

—Zoren, de verdad lamento enormemente tu perdida. —Dice Black con la mano en el corazón —A Erick le debo mi vida. Y ahora creo que mi forma de pagar esa deuda, es manteniendo con vida a su padre.

—Black...

—Zoren, guarda esto y continúa manteniendo la promesa que hiciste hace años. Además, aún hay cosas que te quedan por hacer, viejo.

Los Sangre de lobo son bastante colaborativos entre ellos. Si alguno necesita apoyo, otro le tenderá la mano para seguir adelante.

Será mejor que regrese. Espero que el equipo tenga un plan o que al menos Sever haya decidido dejar de ser un cobarde de una buena vez...

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