Capítulo 18
Luego de tener todo listo para seguir nuestro camino, tengo una última charla con Elin antes de subir al caballo.
—No fui justa con Elliot —Comento.
—Sabes lo que tienes que hacer —Vemos a Elliot comenzar a avanzar con su caballo seguido de Erick.
—Gracias por todo Elin —Dice Elliot —Ya nos vamos, date prisa. —Se va sin esperar respuesta.
—¿Sabes algo? —Me mira confundida —Mientras más nos acercamos a ese lugar... —Dejo salir una risa nerviosa —Más miedo siento. Sabemos que hay un sujeto completamente peligroso que podría... Pero si no lo hacemos, esas cosas harán de todo para obligarnos a ir.
—Tranquila, Renuka — Dice tomando mis manos —El miedo es normal en todo ser vivo; pero debes convencerte de que no estás sola en este viaje. Tienes amigos, personas que te quieren y harían lo que fuera para protegerte —Su sonrisa se amplifica.
—Ya debemos irnos —Dice Sever, sujetando las riendas de Bestia —Ya es hora.
—Está bien —vuelvo a mirar a Elin —Me gustó conocerte, Elin.
—A mí también, Renuka. Lamento no haber ido antes a Sutan. Es solo que... No creí que fuera justo conocerte después de lo que pasó y... —Me levanto y la abrazo haciendo que guarde silencio.
—Espero volver a verte.
—Tengan cuidado —Me toma por sorpresa el que sujete a Sever del brazo para unirlo al abrazo —Cuídense, disculpate con Elliot; y tú, deja de llorar ¿sí? —Sever ríe por lo bajo —Los quiero. Ya váyanse. —Nos mira secándose una lágrima; pero sin dejar de sonreír.
Es tan maternal conmigo a pesar de nisiquiera conocerme.
Bueno, con Elin se necesitan al menos 24 horas para formar alguna clase de lazo. Es una persona agradable.
Ahórrate tus comentarios.
Durante el camino hacia Minerva, el único sonido que logro oír es el de los pasos de los caballos. Elliot va adelante, seguido por Erick; y más atrás, estamos Sever y yo sobre Bestia.
—No sé cómo disculparme con Elliot —Comento en voz baja —Siento que lo lastimé al decir eso.
—Solo hay una forma de averiguarlo. —Dice Sever.
—Sever... —Lo miro por el rabillo del ojo —¿Qué estás ocultándonos? —Su expresión de sorpresa confirma que mis sospechas son ciertas —Desde que te conocí, siento que hay algo que no nos has dicho.
—Yo...
—Descuida, no te obligaré a confesar. Solo quería que supieras que puedes confiar en mí... Así como yo confío en ti.
—¿Por qué crees que guardo un secreto?
—Cuando estoy contigo siento que estoy con alguien a quien amo.
—No soy esa persona.
—Sé que no lo eres. Pero, tú me lo recuerdas mucho... —Miro hacia el cielo notando el largo trayecto que nos queda.
—¿Te cuento una historia? —Me parece extraño oír eso; pero asiento de todos modos —Cuando Rocky supo que sería padre por primera vez, se mostró muy emocionado. Ser padre era algo que había deseado desde hace mucho tiempo. Y cuando nació, le prometió siempre estar ahí para ella.
—Una niña...
—Él estaba dispuesto a hacer lo que fuera por mantenerla a salvo, protegerla de todo peligro.
—Son parecidos...
—Al perder a su familia, Rocky también perdió parte de su corazón. Por años vivió culpándose de algo que no era su culpa mientras protegía el lugar que la misma Luna le había encomendado cuidar.
—Debe ser agotador ese trabajo.
—El guardián cambia cada 50 años durante la Luna sangrienta. Rocky se deshizo de todos los guardianes que debían ocupar su lugar de alguna forma que él conoce.
—¿Cómo detener al guardián si no podemos enfrentarlo de frente?
—Algo se les ocurrirá. Son muy listos.
No falta mucho para llegar a Minerva. Luego de la historia de Sever, el silencio vuelve a inundarnos. Sé lo que tengo que hacer; pero no estoy segura de esto.
—Oye, Sever... —Volteo solo para notar que ya no está conmigo —Entiendo —Dejo salir un largo suspiro —Bueno Bestia, aquí voy.
Hago que Bestia apresure el paso para alcanzar a Elliot, quien continúa cabalgando en silencio y sin desviar la mirada del camino. Pareciera que me está ignorando.
—Elliot... —Creo que no me escuchó —Elliot —Me mira por el rabillo del ojo.
—¿Qué pasa? —Pregunta sin mirarme.
—Yo... Solo quería disculparme contigo por lo que dije.
—No importa. Después de todo, no era mentira.
—Pero no fue justo. No quise...
—Renuka, está bien. No es necesario que te disculpes —No quita la mirada del camino —Fue mi error involucrarme tanto y no separar ambos mundos. Además, en cierto modo tienes razón. En parte lo hago porque siento que le debo mucho a tu padre; pero también lo hice porque no quería que sufrieras sola. Todo esto de ser padre es completamente nuevo para mí y...
—Elliot, serás un buen padre para Rurik —Me mira —Realmente lo has sido conmigo, gracias por eso.
Veo cómo una sonrisa nerviosa se dibuja en el rostro de Elliot al decir eso. Es raro verlo avergonzado; pero es la verdad, no tengo dudas de que Elliot será un gran padre para ese niño.
—¿Dónde está Sever? —Respondo encogiéndome de hombros —Por lo visto Elin te cayó bastante bien.
—Es muy agradable. Entiendo lo que papá vió en ella cuando se enamoró.
—¿Cómo sabes que se enamoró de ella o ella de él?
—La expresión de Elin cuando hablaba de papá, era como la de Mina cuando habla de ti —Nunca antes había visto a Elliot sonrojarse.
—Sí, bueno... —Mira hacia adelante —Mira, ya llegamos.
Qué manera de cambiar el tema. Nunca me hubiera imaginado a un Elliot avergonzado.
Bueno, aquí estamos. Minerva, una ciudad repleta de gente clasista en la que sus habitantes son más humanos que Sangres de lobo.
—Necesitamos hacer una parada rápida para reabastecernos —Dice Elliot —Si quieres puedes adelantarte y esperarnos fuera de la ciudad.
—Está bien, nos vemos más tarde entonces.
Realmente quiero salir de este lugar lo antes posible. Desde que noté que estábamos cerca de la ciudad, mi lazo parece sentir la cercanía de una persona que quisiera no ver.
Debido a la cantidad de gente que camina por las calles, me veo obligada a bajar de la silla y caminar junto a Bestia hacia la salida de la ciudad. Realmente me siento un poco intimidada al ver a tantas personas cerca de mí. Solo quiero salir de este lugar.
—Oye —Volteo de un salto al sentir la mano en mi hombro —Lo siento, no quise asustarte.
—Sever ¿Dónde estabas?
—Estaba deshaciéndome de un par de hermanos... —Dice con desgano —¿Estás bien?
—Sí, solo quiero salir de este lugar para evitar ver a alguien. Puedo sentir que está cerca.
—¿Qué tal si vamos por aquí? —Señala lo que parece un callejón. —Así podríamos evitar la aglomeración.
Mientras caminamos, pienso en algo para romper el silencio que hay entre nosotros.
—¿Sabes? Elliot dijo que quizás deba darle una oportunidad a... Ella —Comento de la nada.
—¿La odias?
Siempre creí tenerlo claro. Realmente no sé por qué estoy dudando ahora que Sever me lo pregunta.
—Ella nos abandonó a mí y a mi padre. Supongo que es razón suficiente como para no quererla en mi vida. Además, mayormente fue su culpa que la relación que tenía con mi papá se estropeara.
—¿Sabes?
Sever se queda en silencio lo suficiente como para sentir que algo anda mal. Cuando volteo, lo veo cubriéndose el rostro y retrocediendo.
—¿Sever?
—Sabía que te darías cuenta... Renuka corre... —Dice mientras cae de rodillas —Vete...
—Tal vez pueda...
—¡Vete de aquí!
Su mirada me hace sentir escalofríos. Está fuera de sí.
¡¿Qué esperas para correr?!
Sever se tranforma en un lobo y se acerca a mí gruñendo y enseñándome los colmillos. No tengo más opción que montar a Bestia y huir de él.
Tengo que salir de la ciudad. Tengo que alejarlo de la gente. Tengo que hacer que vuelva antes de que Elliot o Erick se den cuenta de esto.
Volteo para ver que me siga hasta que logro ver la salida de la ciudad.
Apenas veo un lugar seguro y desprovisto de personas, bajo de Bestia y me paro frente a Sever.
—Sé que eres más fuerte que tus hermanos ¿Recuerdas? Ser diferente te hace mejor. —No parece escucharme —Sever, no dejes que te controle.
—Sabía que te darías cuenta tarde o temprano... —Dice mirando hacia la nada —No te diré dónde está...
Sever comienza a retorcerse como si algo le causara mucho dolor. Se transforma en licántropo y hace presión en su cabeza antes de comenzar a golpearse contra una piedra hasta que solo se detiene.
—Sever...
—Él sabe que los estoy ayudando... —Dice entre jadeos —Sabe que lo estoy ayudando...
—¿A quién? —Me mira en silencio. —Es a... —Me cubre la boca.
<<Ya no confíes en él>>
Pongo mi mano sobre la perla, cosa que sorprende a Sever.
—Pero...
—No lo escuches —Vuelve a sujetar su cabeza —Se que lo prometí; pero... —Suelta un grito que me hace retroceder —¡Lo entiendo! ¡Pero no es justo para ella!
—¡¿De qué hablas?! ¿Con quién...?
—Renuka, yo soy... —Desvía la mirada por sobre mi hombro —¡Cuidado!
Sever me aparta para evitar que lo que sea que está detrás de mí me caiga encima. Y en mí lugar, es él quién recibe el ataque.
—¡Sever!
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