Capítulo 17
La tormenta se desata durante toda la noche y continúa parte de la mañana. Elin insiste en que duerma un poco; pero realmente no quiero dormir. Además, mientras venían de vuelta, Elliot se sintió mal y terminó tirado en el suelo inconsciente. Erick y Sever lo trajeron en cuanto eso pasó para que Elin lo atendiera.
—Ahora entiendo por qué su abdomen está morado. —Dice Elin, bajando la camisa de Elliot para luego cubrirlo con mantas sobre la cama.
—¿Estará bien? —Le pregunto preocupada.
—Sí, estará bien. A decir verdad, los Sangre de lobo son muy resistentes. Por lo visto Elliot tenía heridas internas; pero sanaron por su cuenta. Solo necesita descansar y se sentirá mejor durante la mañana.
—Gracias por ayudarnos.
—Es mi trabajo —Sonríe —No podría dejarlos seguir sabiendo que alguien está herido o algo —Se fija en Sever, quien no deja de ver sus manos —¿Necesitas ayuda con eso?
—No es necesario, gracias. —Se pone de pie y sale de casa de Elin para ir bajo la lluvia.
Lo miro por la ventana, camina hasta dejarse caer sentado sobre un tronco. Entonces me doy cuenta de que Elin se dirige hacia él con unos cuantos utensilios.
—Renuka... —Erick desvía mi atención de ellos —Yo...
—No quiero hablar de eso —Desvío la mirada —Dejémoslo así.
—De verdad no tuve opción —Continúa —Era nuestra única oportunidad y...
—Erick... —Hago un ademán para que se calle.
—Dejen de discutir —Balbucea Elliot intentando levantarse. —¿Cuánto llevo...?
—Oye, espera. Elin dijo que debías descansar para que...
—No puedo darme el lujo de descansar mientras... —Ni siquiera puede sostenerse —¡Carajo!
—Elliot, todo estará bien. Si no descansas no podremos seguir.
—Hijo de perra... —Dice resignado.
—¿Qué pasó en Zafiro? —Elliot suspira cansino y se masajea el puente de la nariz.
—El sujeto que me tiró se llama Barok. Es un criminal bastante peligroso; y no es muy fácil atraparlo debido a la ferocidad con la que pelea.
—Pero estás entrenado para...
—Él también. Barok había desaparecido por años; y hace unos meses lo volví a ver cuando buscaba a alguien en Zafiro. El sujeto frustró mi captura y me dio una paliza un poco menos dura que esta. Y luego me tiró fuera de la ciudad con la advertencia de que no volviera a ese lugar o él mismo me mataría y luego iría por mi familia. Obviamente no iba a poner la vida de Mina ni la de mi hijo en riesgo. Así que evité las misiones en Zafiro.
—Comprendo —Digo bajando la mirada.
—Ustedes tienen que solucionar esto y lo saben —Intenta sentarse en la cama —Renuka, lo que pasó ese día...
—Elliot... Déjalo así. No quiero hablar de eso.
—Tarde o temprano tendrás que...
El sonido de la puerta interrumpe a Elliot; y vemos a Elin y a Sever entrar a la casa completamente empapados. Los tres los miramos como esperando a que digan algo; pero eso no pasa. Elin le ofrece una toalla a Sever y luego entra al baño para cambiarse.
Eso fue extraño.
Y la aventura de lo extraño continúa...
—¿Cómo está tu hombro? —Me pregunta luego de haberse cambiado.
—Estoy bien, gracias.
—¿Qué me dices de tí?
—Estoy bien —Responde Elliot —Gracias por ayudarnos.
—Es lo menos que puedo hacer. Además, debe ser un viaje muy largo desde Sutan hasta acá. Lo mejor será que descansen.
—Lamento que ocupemos tu casa y no el hospital.
—No es necesario que te disculpes, Elliot.
Terminamos por acomodarnos dentro de la casa de Elin para poder dormir un poco. Realmente necesitamos descansar.
—Debes dormir —Dice Sever, quien se acomoda junto a mí —¿Cómo está tu hombro?
—Bien, al menos ya no me duele y... —Un trueno me hace dar un pequeño salto, haciendo que choque con él.
—Tranquila, el trueno no puede hacerte daño —Dice al mismo tiempo que coloca su mano vendada sobre mi cabeza.
—El trueno no puede hacerte daño... —Repito.
¿Ahora repites lo que dice?
Esas palabras me traen recuerdos.
¿Tiene que ver con esa "sensación" que te provoca?
Es posible.
Sever desvía la mirada y quita su mano de mi cabeza en cuanto repito sus palabras con un tono pensativo.
—¿Sever...?
—Llegarán a la laguna en unos tres días aproximadamente —No comprendo por qué dice eso —Yo... quiero que me prometas algo —Vuelve a mirame —Prométeme que no enfrentarás a Rocky.
—No comprendo por qué dices eso.
—Solo... Prométeme eso. Por favor.
—Está bien.
—Si lo enfrentas... No dudará en matarte. Es lo que quiere, quiere vengarse.
—Lo entiendo; pero descuida, estaré bien. Además tú...
—No llegaré a la laguna con ustedes, Renu... Le pedí a Erick que acabara conmigo llegado el momento. Por eso su reacción.
—¿Qué estás...?
—Mientras más se acerquen a ese lugar, más peligroso se vuelve todo. El guardián tiene la capacidad de ver lo que ocurre fuera a través del agua. Las criaturas, mis hermanos que los persiguen se volverán más agresivos. Igual que yo —Traga con pesadez —Quería guardar ese secreto de ti; pero... Creo que no soy muy bueno en eso.
Claramente no.
Realmente no sé que decir. Sever vuelve a desviar la mirada y apoya la cabeza en la pared cerrando los ojos.
Buena forma de cerrar el tema.
Al llegar la mañana, despierto para notar que Sever ya no está junto a mí; y que en su lugar está la perla.
—Él dijo que la vida del guardián está ligada a la perla. —La hago girar entre mis dedos —Si se rompiera...
<<Renu...>>.
Mi corazón da un brinco al oírlo nuevamente. Estoy convencida de que esta perla pertenece a él.
—No volveré a dudar... —Digo antes de guardarla.
Llama mi atención el abrir y cerrar de la puerta trasera; pero llama un poco más mi atención el ver entrar a Elin y a Sever juntos.
—¿Cómo te sientes? —Pregunta Elin.
—Estoy bien, gracias —Ella me sonríe en respuesta para luego ir con Elliot y ver cómo está.
Por lo visto, Elliot está mucho mejor que ayer. Al menos ahora puede sentarse sin esfuerzo, y su abdomen ya no está morado. Los Sangre de lobo más puros tienen la ventaja de racuperarse mucho más rápido que los menos puros.
—¿Dónde está Erick? —Todos guardamos silencio ante la pregunta de Elliot.
—Está dándole comida y agua a los caballos —Responde Sever —Acabo de verlo ahí.
¿No crees que deberían hablar de esto?
¿No crees que deberías meterte en tus propios asuntos?
Bueno, soy la autora de este libro. Eso lo vuelve mi asunto.
Pero no eres tú la que está narrando.
Por alguna razón, salgo de casa de Elin y voy hasta donde se encuentra Erick. Está dándole de comer a Bestia.
¿Qué esperas? Dile algo.
—Erick... —Voltea sorpresivo al oír mi voz.
—No tienes que hacerlo si no quieres, Renuka —Guardo silencio y desvío la mirada.
No puedo hacerlo. No tengo el valor para hablar de eso.
Sí sabes que evitarlo hará del viaje más difícil ¿verdad?
No es tu padre el que murió o que posiblemente esté muerto.
¡Ya ni siquiera sé qué debo creer!
Erick se acerca a mí para abrazarme al notar que comencé a llorar de la nada.
—Ren... —Alzo la mirada obligádamente. —Perdóname, por favor —Está tan cerca.
—Yo...
—Chicos, —Aparece Elliot —Tenemos que... —Apenas nos ve, se queda completamente callado al tiempo que nosotros nos separamos totalmente avergonzados.
¿No que no?
No empieces ahora.
—Alisten todo para marcharnos. Salimos en una hora —Hace un ademán señalándonos para luego volver adentro.
—Lo siento —Dice Erick sonrojado —No quise...
—Descuida —Siento el calor en mi rostro —Yo... Iré a alistar todo.
Me alejo lo más rápido que puedo del lugar y entro a casa, solo para toparme con Elliot, quien no deja de mirarme con una ceja levantada.
—No pasó nada.
—Recuerda una de nuestras reglas, Renuka.
—Mantén tu vida privada lejos del trabajo.
—Es por eso que no muchos conocían a Mina hasta que regresamos de ese lugar. La separación de ambos mundos protege a quienes amamos. —Lo miro en completo silencio hasta que noto que retomará la palabra —Por eso a Khan no le gustaba que entrenaras...
—No estamos hablando de papá.
—Si tú y Erick...
—No pasa nada entre nosotros.
—Renuka...
—Deja de hacer eso —Doy un paso atrás topándome con Sever —Solo...
—Renuka —Dice con más firmeza.
—¡Deja de fingir que eres mi padre, Elliot! —Me mira sorprendido —¡Agradezco todo lo que tú y Mina han hecho por mí, enserio! Pero solo lo haces porque crees que le debes algo a mi papá —Espero un minuto a que diga algo para defenderse; pero no dice nada —Eso pensé. —Camino hasta la puerta, en donde Sever me detiene sujetando mi hombro —Déjame.
Tal parece que mientras más avanzan, más problemas hay entre ustedes además de con esas criaturas.
Y espera a que lleguemos a Minerva. Solo espero no toparme con ella, ya suficiente tengo con el trago amargo de discutir con Elliot.
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